Marvel Deluxe: Astonishing X-Men El Don

Recargando el gen mutante

En 2004 Grant Morrison finalizó su imaginativa etapa con los mutantes de Marvel. Durante cuatro años desarrolló 41 números que actualizaron la franquicia mutante a base de hacer evolucionar viejas ideas y de introducir una legión de personajes tan raros como carismáticos. Al terminar su periplo abandonó a los alumnos de Xavier, y de paso se mudó de La Casa de las Ideas a la Distinguida Competencia, dejando la franquicia huérfana del impulso rejuvenecedor que la había acompañado en los últimos tiempos.

Aprovechando la salida del genio escocés, los editores capitaneados por Joe Quesada optaron por un enfoque rupturista, una vuelta al clasicismo y a los esquemas superheroicos más tradicionales. La visión moderna del autor de Los Invisibles en New X-Men quedó desplazada en el relanzamiento de la línea mutante bautizado X-Men Reload.

Esta recarga situaba a Chris Claremont una vez más al frente de Uncanny X-Men, desplazando a Chuck Austen a X-Men, cuyo adjetivo new se lo llevaba Morrison con su partida. Pero la serie central y realmente llamativa sería una de nuevo lanzamiento, Astonishing X-Men, un título firmado por dos pesos pesados del entretenimiento. Mientras que el guionista creador de las series televisivas Buffy Cazavampiros y Firefly lograba hacer un hueco en su apretada agenda para escribir los guiones de Astonishing, el premiado John Cassaday, dibujante de Planetary y Capitán América, se unía a un equipo creativo rematado por la prestigiosa colorista Laura Martin.

Juntos compondrían los 24 números de una etapa plagada de retrasos, de forma que no fue hasta 2008 cuando pudo publicarse la conclusión de último arco argumental de los cuatro en los que se divide la serie.

El Don

Cada saga de la serie abarca seis números, siendo la primera media docena el arco argumental El Don. En verdad al ser su título original Gifted, debería haberse traducido como Dotado, en referencia directa al eufemismo que cataloga el talento especial de los alumnos matriculados en la academia de Westchester. El motor de la trama se localiza en el descubrimiento de la Doctora Kavita Rao: una cura para la mutación, la cual puede ser erradicada del organismo del individuo con una simple inyección, como si se tratase de una enfermedad maligna que se deba erradicar.

En El Don debutan también el villano Ord, un ser del planeta Breakworld cuya subtrama se retomará en la recta final de la serie, y la Agente Brand, líder de la rama de SHIELD encargada de los asuntos alienígenas.
Entre medio, y sin esperarlo, el regreso de un añorado mutante que sin comerlo ni beberlo se ha visto envuelto en la fabricación de la polémica cura del gen-x. Su regreso dará lugar a los momentos más emotivos de la historia, y lejos de significar un retorno gratuito, las consecuencias del su regreso de harán notar con gran entidad.

La idea de una cura a la que pueden recurrir los gobiernos para mantener a raya a la población mutante, o que puede ser utilizada por mutantes desdichados para librarse de poderes que repudian, se utilizó en la tercera entrega cinematográfica de los X-Men por influencia directa de este arco argumental.

Prácticamente todas estas piezas que Whedon y Cassaday colocan en el tablero durante sus seis primeros números cumplen funciones fundamentales en los arcos venideros, especialmente en el último de todos, que desemboca en el especial Giant-Size Astonishing X-Men, un fin de fiesta con invitados del calibre de Spider-Man y Los Vengadores.

Los personajes como núcleo

La base del éxito de AXM es el tratamiento de personajes. Bien conocida es la habilidad de Joss Whedon para caracterizar a héroes y villanos, a los que acompaña con diálogos ingeniosos muy asentados en un ritmo moderno.
Lo que ha hecho respecto a los hombres-x es tomar a un puñado de los más veteranos, añadirle jóvenes alumnos, algunos creados por él mismo para la ocasión, y caracterizarles a todos con un sabor claremontiano actualizado. Va en la línea de modernización empleada por Morrison en New X-Men, de hecho conserva la alineación del escocés con la ausencia lógica de Jean Grey y el añadido de Kitty Pryde, verdadera protagonista de esta etapa. A través de Kitty nos volvemos a adentrar en el recién reconstruido complejo de una Patrulla-X que ya no cuenta con Charles Xavier en su seno. Ahora es Cíclope quien maneja el cotarro y decide volver al modus operandi tradicional de superhéroes, una involución respecto a lo implantado por Morrison que sin embargo es más o menos aceptable en vista de lo amena que se hace la aventura de Whedon y Cassaday.

Cíclope acaba de enviudar tras una nueva muerte de Jean Grey, pero está rehaciendo su vida al lado de la ambigua Emma Frost, la fría y altiva telépata que co-dirige la escuela con su compañero de alcoba. Lobezno no tarda en hacer patente su resentimiento ante el poco respeto de Summers a la difunta Fénix (aunque ignora que técnicamente fue esta desde el más allá quien impulsó su relación con Frost por le bien de los mutantes), la Bestia como de costumbre sigue enfrascado en su doble vida como científico y como héroe saltarín y Kitty regresa a la escuela de Wetschester tras una temporada de independencia. Poco después la revelación de La Cura les coge a todos por sorpresa y la historia comienza a tomar forma.

Aprovechando la recopilación en tomo que se lleva a cabo en la línea Marvel Deluxe de Panini, con un formato a medio camino entre los Best of Marvel y el 100 % Marvel, habrá muchos lectores que se sientan atraídos por el buen aspecto que luce una etapa mutante con raíces clásicas y sabor actual.