Le llamemos James Howlett, Logan, Parche, o simplemente,
Hablamos de un personaje con cuyo nombre en portada automáticamente es garantía de venta, y es que su popularidad, así como el halo de misterio que en mayor o menor medida siempre lo envuelve, hacen que Lobezno signifique para Marvel una venta segura.
Si de esto eran conscientes
Es por ello que considero importante reseñar esta obra, que marca el origen de dicha visión post apocalíptica de Lobezno y que quizás ayude a los lectores de la actual colección del personaje a entenderle mejor, tratándose además de una obra marcadamente entretenida.
En este contexto Logan es un padre de familia viejo y cansado que hace muchos años fue un héroe, pero que ahora mismo solo se preocupa por cuidar de su familia y por pagar el alquiler de las tierras en las que habita, jurisdicción del clan de los Hulk, sin que haya sacado sus famosas garras de adamantium en esos cincuenta años que tantos cambios han supuesto para su mundo.
Sin embargo, y como es lógico, su vida está a punto de dar un vuelvo cuando Logan se percata de que este mes no puede pagar la renta que los Hulk (una suerte de paletos texanos de piel verde herederos de Bruce Banner) le exigen.
Estos les conceden más plazo, pero le dejan claro que su vida y la de su familia serán el precio a pagar en caso de que el dinero no llegue. Por suerte (o por desgracia, según como se mire) Clint Barton, a.k.a. Ojo de Halcón, vuelve a la vida de Logan para solucionar sus problemas financieros. Tan sólo hay que llevar un paquete del punto A al punto B, y Clint, ahora privado del sentido de la vista, necesitará de los ojos de su compañero, que le asegura que no matará ni agredirá a nadie por él.
Construida como una especie de versión marvelita del Sin Perdón de Clint Eastwood, el Viejo Logan nos narra la historia de un hombre que para salvar a su familia se emprenderá en un viaje en el que afrontará viejos terrores, encontrándose a sí mismo y al hombre que una vez fue. No dejamos de estar ante un argumento que es un cliché superheroico, pero que Millar teje con gran maestría, llenándolo de un misterio en torno a la vida de Lobezno que nos recuerda a aquellas primeras apariciones del personaje en las que no sabíamos ni quién era, ni de dónde venían sus poderes, ni por qué sus garras estaban recubiertas de adamantium.
Esta historia también es importante por estar conectada con ese microcosmos que conforman 1985, la etapa en los Cuatro Fantásticos de Mark Millar y la presente obra; una conexión que no hace falta conocer ni entender para disfrutar la obra al 100% pero que esta ahí para ser explorada por el lector que se quede con ganas de más.
Por su parte, Steve Mcniven hace gala de una técnica de dibujo magistral, creando unas escenas de acción trepidantes y muy rápidas que mantienen al lector pegado a la página desde el minuto uno, leyéndose los ocho números que componen la obra de una vez y sin ser conscientes de ello.
Tal fue el éxito de esta historia que, como se ha dicho, cuando fue necesario reinventar a Lobezno en el nuevo Universo Marvel creado tras las Secret Wars de 2015, Marvel no se lo pensó dos veces y convirtió al Viejo Logan en la única encarnación de Lobezno (si exceptuamos a X23) que existiría en el Universo Marvel.
Por mi parte, sólo puedo decir que estamos ante un cómic divertido, magistralmente dibujado y muy emocionante, por lo que su compra es más que obligada.
Guión - 7.5
Dibujo - 8.4
Interés - 7
7.6
Trepidante
Mark Millar y Steve Mcniven nos cuentan la historia del que estaba llamado a ser el Lobezno definitivo.
Gracias por la reseña Raúl.
En mi opinión un cómic muy correcto y entretenido que fue una pena en la que ni los autores, ni Marvel cumplieron su promesa de volver en un futuro cercano para explorar un poco mas en ese mundo tan interesante que nos presentaron, y digo incumplir promesa por parte de Marvel, ya que dijeron que hasta la vuelta de Millar y McNiven nadie iba a jugar con sus juguetes, para acabar dándoselo a Bendis y por parte de los autores porque no volvieron a mostrar interés en seguir con su obra.
Gracias a ti wizard! En las grandes compañías esto suele ocurrir, pero yo prefiero pensar que a veces de esos incumplimientos nacen obras interesantes, y a mí el Old Man Logan de Lemire (no así el de Bendis) me engancha bastante.
Por supuesto que las grandes compañías, cuando tienen algo tan jugoso entre manos, no lo van a dejar en el limbo Raúl, pero siempre se tiene esa pequeña esperanza de que los autores originales volvieran sobre ese mundo que crearon.
Ojo, que con esto no digo que no he disfrutado la etapa de Lemire y Sorrentino, pero justo esa etapa imposibilita una vuelta del viejo Logan a su tiempo, o al menos ya no seria lo mismo que si hubiesen ubicado sus aventuras en su dimensión, o linea temporal, ya no se que es, que tenerlo dando guerra en el presente preparándose para un futuro que no llegará.