Nuevo año, nuevo evento
En el año 2010, Brian Michael Bendis y Olivier Coipiel nos regalaron Asedio, un evento en el que se ponía fin a era del Reinado Oscuro, en la que Norman Osborn tomaba el testigo de la desaparecida SHIELD bajo la nueva HAMMER, sumiendo los Estados Unidos en un clima de miedo y seguridad que anulaba al máximo la libertad de los ciudadanos, centrando sus iras en la presencia de Asgard en territorio estadounidense. Al final de dicho evento, el Asgard de Broxton, Oklahomma era reducido prácticamente a cenizas, y Osborn expuesto como el loco sediento de poder que era, dejándose a la parcela mitólogica del Universo Marvel encarnada por Thor en una difícil decisión.
Pues bien, con este caldo de cultivo
Fraction tenía mucho conocimiento sobre Asgard, siendo el autor de Las Edades del Trueno, un compendio de historias de tragedia puramente mitológicas en la que nos dejaba ver a un Thor mucho más cercano al de las leyendas y poemas antiguos, que a aquel que todos conocíamos, pasado por el filtro marvel de rigor.
Así, Fraction, con una pequeña ayuda inicial de Ed Brubaker, buen conocedor de la villana de esta historia, nos lleva hasta Pecado, la hija de Cráneo Rojo (muerto por aquel entonces) deseosa de llegar donde su padre nunca ha llegado, de cumplir los sueños que Cráneo no pudo alcanzar, de triunfar donde su progenitor solo falló.
Así, Pecado se hace con un extraño martillo cuyo poder fue buscado durante décadas por su padre, incapaz siempre de descifrarlo, lo que la lleva a convertirse en el avatar mortal de Skadi, la serpiente mitológica que busca acabar con el poderío asgardiano a cualquier precio, sometiendo por supuesto al planeta tierra, que tanto cobijo ha profesado a la estirpe de Odinson.
Dentro del plan de pecado, se situará la llegada de siete martillos más, que “poseerán” a sus portadores que van desde Hulk y La Cosa a Juggernaut, convirtiéndolos en las distintas encarnaciones del terror que Skadi va pergeñando, pasando todo ello por sumir al planeta tierra en un estado de terror continuo, que siembra el caos, dejando a los Vengadores impotentes ante una amenaza mitológica que no conocen y que les supera, y un terror ciudadano que no pueden parar sin herir a los inocentes afectados por él.
Por otro lado, el punto fuerte de este evento, es el enfrentamiento entre padre e hijo que se produce entre Odin y Thor, al pretender el primero que la tierra sea mera carne de cañón ante el inminente ataque de Skadi sobre un Asgard recién enclavado de nuevo extramuros de Midgar, y decidir el segundo que hará lo que sea por defender a la Tierra, aunque ello le enemiste de por vida con su amado padre. De este modo, Fraction, como ya hiciera en la mentada “Las Edades del Trueno” nos muestra una cara para muchos desconocida hasta ese momento del Padre de Todos (y más cercana a la mitología asgardiana tradicional), quien no duda en aparcar su aparente afabilidad y amor por Midgar cuando Asgard está en juego.
Por su parte,
En cuanto a los tie in que terminaron de conformar el evento, los hay de varias clases, sin ser el objeto de esta reseña analizar ninguno de ellos, pero siendo unos de los mejores, a juicio de este redactor, el dedicado a como Spiderman lidia con el miedo que impregna Nueva York y que afecta directamente a los ciudadanos normales a los que el trepamuros ha jurado proteger.
Lo mejor
• El dibujo de Stuart Imonnen.
• Que este evento se diferencia de los que lo preceden.
Lo peor
• La historia a pesar de su planteamiento no tiene la épica que prometía.
Guión - 6.5
Dibujo - 8
Interés - 8
7.5
Mítico
Matt Fraction y Stuart Immonen entre otros, trazaron la hoja de ruta que supuso el evento Marvel de los años 2011 y 2012.
Me alegra saber que a alguien más le pareció un buen evento. Uno con muchas menos pretensiones que otros supuestamente mucho más trascendentes y que resultaba bastante más entretenido y espectacular. Por otro lado debe de ser un evento que Jason Aaron no se leyó, si no, no se explica cómo pudo poner a Jane Foster al nivel de Odín, cuando aquí se ve que Thor no tiene mucho que hacer frente a su padre.
Ni hablar, recuerda que Aaron núnca tiene en cuenta nada que el no haya escrito y a veces tampoco las cosas suyas.
Gracias por el comentario, ultron_ilimitado! Me resultó muy entretenido de leer, quizás porque como dices, no trata de ser «más grande que la vida» ni de cambiarlo todo como evento y pieza del Universo Marvel para luego no cambiar realmente nada.
En cuanto a lo que dices de Jason Aaron, incoherencias de estas siempre van a existir cuando hablamos de un universo ficticio con tanta antigüedad, y hablamos del propio Fraction, que ya señaló la infinita superioridad de Odín sobre Thor en Las Edades del Trueno.
Al final, este tipo de detalles yo prefiero dejarlos pasar si el comic me parece bueno, como es el caso del Thor de Aaron, son agujeros más o menos comprensibles y no del nivel de los muchos que cometen otros autores, como Bendis.
Gracias por la reseña, recién ahora pude leerlo completo para opinar.
En mi caso me pareció un evento muy mediocre, Fraction proyecta aquí todos los defectos de que adolece su etapa en Thor, personajes fuera de si, poco conocimiento de la historia y continuidad del universo marvel y amenazas carentes de peligro.
Para colmo las supuestas consecuencias que tiene este evento duran menos que un suspiro, una pena a decir verdad porque cuando arribo Fraction a la colección resultaba ser una gran promesa pero se quedo a mitad de camino.