Marvel Deluxe. El Proyecto Marvels.

 

Edición original:The Marvels Project 1-8
Edición nacional/ España:Panini Comics
Guión:Ed Brubaker
Dibujo:Steve Epting
Color:Dave Stewart
Formato:Libro en tapa dura. 224 páginas.
Precio:20,95 €

 

Qué podemos decir del binomio Brubaker/Epting que no se haya dicho ya. Durante los últimos dos meses, ZN ha realizado un repaso a la etapa de ambos en la colección del Capitán América (al menos a la parte de dicha etapa que se ha reeditado en formato Marvel Deluxe) por lo que intentaré no alargarme demasiado al respecto de que quizás estemos ante el mejor equipo creativo que ha tenido el personaje en años.
Por ello, si ya de por sí, en el título de la reseña veis que voy a reseñar otra obra más de este dúo perfecto sobre el Capitán América, aquellos que seáis fans del personaje probablemente ya estéis deseando leerla, si no la habéis leído ya. Pero la realidad es que El Proyecto Marvels es mucho más que una historia del Capitán América, aunque Panini decidiera incluirla bajo el paraguas del Centinela de la Libertad para comerciar su coleccionable Marvel Heroes en ya descatalogada edición de 2011. Y es que estamos ante una obra sobre soldados valientes, sobre viles villanos, sobre grandes descubrimientos y enfrentamientos, en definitiva señores, estamos ante un cómic que habla sobre la Segunda Guerra Mundial, siempre desde el particular punto de vista de Marvel sobre dicho conflicto.

Así, los protagonistas de la historia, no son otros que un jovencísimo Nick Fury y su amigo Red, dos soldados americanos que viajan a Londres como agentes de espionaje especiales cuya misión es desbaratar los planes del III Reich, comenzando por ganar para su causa al talentoso científico Abraham Eskirne, el “padre” del Capitán América.
Por las viñetas del El Proyecto Marvels veremos pasar a espías nazis, a los primeros vigilantes de esa Marvel Primigenia que eran los tiempos de Atlas y Timely, y por supuesto al germen de de lo que fue el primer supergrupo Marvel: Los Invasores, compuestos principalmente por Capitán América, Bucky, La Antorcha Humana, Toro y Namor, así como por los distintos héroes Aliados que luchaban contra el III Reich estuvieran donde estuvieran.

No obstante, y a pesar de que estamos ante un cómic coral por el que pasan multitud de personajes, teniendo todos ellos un trascendental papel para la historia del Universo Marvel, son dos los personajes que llevan la batuta del argumento sin lugar a dudas: Jim Hammond y Thomas Halloway.
El primero no es otro que la Antorcha Humana Original, futuro miembro de los Invasores que al principio de esta historia acaba de nacer, y busca su lugar en el mundo, el cual es hostil para un androide capaz de encenderse a sí mismo, con el riesgo de consumir en las llamas a todo aquello que toque. Hammond es el moderno Prometeo de la historia, descubriendo poco a poco una humanidad y unos sentimientos que fueron mucho más allá de lo que sus creadores esperaban de él.

En cuanto Thomas Halloway, también conocido como el Ángel, estamos ante el que probablemente sea el primer vigilante enmascarado de Marvel, un hombre que criado en prisión como hijo de un funcionario de Instituciones Penitenciarias, tiene contacto de primera mano con la delincuencia, por lo que no tarda en enfundarse en un colorido traje para ayudar a sus semejantes, aunque ello le lleve a enfrentarse cara a cara con las conspiraciones más osadas del conflicto bélico, siendo además el narrador en off durante toda la historia.
La maestría de esta obra está en dos aspectos. El primero (como le ocurre a la recientemente reseñada Marvels la Era de los Prodigios), no es otro que la increíble labor de investigación que realiza Ed Brubaker sobre el pasado del Universo Marvel, haciendo las delicias de la mayoría de los fans, y especialmente, de los que hemos disfrutado su etapa en Capitán América, pues la misma hacía constante referencia a una época que sólo podíamos conocer a través de la técnica del flashback.

Por otro lado, a través de la narración de Thomas Halloway, se nos van presentando pequeñas historias de personajes de ambos bandos, algunas más grandiosas y otras más mundanas, pero todas ellas necesarias para conformar el escenario final de la Segunda Guerra Mundial y la enorme repercusión que el fin del conflicto tuvo en el Universo Marvel, estando ante un cómic grupal que teje poco a poco su complejo argumento (para lo que estamos acostumbrados en Marvel) a la perfección.

En cuanto al dibujo de Steve Epting, que puedo decir que no se haya dicho ya por este redactor o por el equipo de Zona Negativa que no se sepa ya. Estamos ante un dibujante de trazo firme que ha nacido para retratar escenas de acción y de guerra, siendo la comparsa perfecta para un Brubaker que en 2008 estaba en plena forma.

En resumen: Un Must Have en toda regla.