Mutantes en UK
«¿Estás diciendo que sólo porque la Patrulla X haya muerto deberíamos rendirnos?»
Una de las grandes alegrías que nos llevamos los amantes de los clásicos Marvel en 2022 fue el inicio de la reedición del Excalibur de Chris Claremont y Alan Davis. Durante años solicitada por una parte del fandom, Panini ha optado por el formato Marvel Gold, al igual que ha ido haciendo con el resto de las cabeceras mutantes de los 80, desde La Patrulla X hasta Factor X y, en este 2023, también Lobezno. Teniendo en cuenta la extensión a la que se está llegando con el formato Marvel Héroes (más de 800 páginas tanto el 4º tomo del Capitán América de Mark Gruenwald como el Espectacular Spiderman de Dematteis y Buscema), estas poco más de 450 acaban sabiendo a poco, aún más cuando solo se incluyen los primeros 11 números de la serie original más dos especiales, Excalibur Special Edition y Excalibur: Mojo Mayhem.
En 1987 Marvel quería continuar ordeñando la gallina de los huevos de oro, AKA la franquicia mutante, así que inició los tanteos para una nueva serie que acompañara a La Patrulla X, Los Nuevos Mutantes y Factor X en los puntos de venta. Inicialmente nombrada X-Calibre, Excalibur nace del deseo de trabajar juntos que existía entre Claremont y el dibujante británico Alan Davis. Conocido era el “pánico escénico” que tenía Davis a ser nombrado dibujante regular de La Patrulla X, algo que Claremont le había pedido en numerosas ocasiones. X-Calibre pasó a ser Excalibur, un proyecto “menor” con el que Davis se sentiría con la libertad deseada, no con el foco puesto en ser el dibujante de una de las colecciones más vendidas del mercado USA.
La tarea de determinar el roster del equipo tampoco fue fácil. Aunque la acción se desarrollaría en Gran Bretaña, solo dos de los héroes serían «British»: el Capitán Britania, viejo conocido de Claremont y Meggan, una mutante cambiaformas entre otras habilidades. El resto del equipo lo conformarían Gatasombra, Rondador nocturno y Rachel Summers/Grey -Fenix-. Inicialmente, Claremont pensó en incluir también a Coloso pero finalmente renunció a la idea al tener ya un “tipo fuerte” en el grupo, en este caso el Capitán Britania. La excusa argumental para juntarles incluía las secuelas de la Masacre Mutante pero al final del especial “prólogo”, la realidad es que crean el equipo un poco porque sí. A modo de nota histórica, hay una serie de proyectos relacionados con Excalibur que se quedaron por el camino. Una miniserie contando las vivencias de Rachel en el Mojoverso por Claremont y Rick Leonardi (que acabó convirtiéndose en X-Men: Amigos Verdaderos), y la segunda miniserie de Longshot por el mismo equipo que la primera –Ann Nocenti y Arthur Adams– donde Rachel también debía aparecer.
En Excalibur, Claremont juega a su gusto con muchos de los personajes creados o desarrollados por Alan Moore en Capitán Britania como Saturnina, la Banda Loca y, sobre todo, Meggan. Crea también a los Lobos de Guerra, unos antagonistas que permiten a Davis lucirse y que pueden ser tan divertidos como terroríficos, los cuales centrarán los primeros números de la serie, mientras los héroes se acostumbran a trabajar (y vivir) juntos. En los #4-5, Excalibur tendrá que lidiar con una de las trampas de Arcade, mientras que en los #6-7 tendremos el cruce con Inferno, otro tour de force de Davis que tendrá consecuencias inesperadas para la química del grupo. Tras un descanso para que los personajes asimilen sus últimas aventuras (#8), los #9-11 suponen la presentación -y enfrentamiento- con una versión nazi de Excalibur, prólogo a su vez de la larga saga en la que los personajes quedarán atrapados en el multiverso.
El estilo de Claremont, lejos de sus mejores momentos, es difícil de obviar. Largas parrafadas en los bloques de texto, una redundancia de lo onírico pero aquí, sobre todo, un constante juego de personajes “cambiados” ya sea Kitty con el lobo de guerra, los intercambios de personalidad entre Excalibur y la Banda Loca o las versiones nazi de los héroes -demoniacas también de algunos en el cruce con Inferno-. Excalibur se publicitó como una comedia loca mutante y durante la mayor parte del tiempo, al menos en este tomo, cumple esa promesa. El ritmo es frenético, por momentos parecido al de las comedias mudas de Buster Keaton o Charlie Chaplin, con gags casi ininterrumpidos mezclados con acción trepidante marca Alan Davis. Eso no quita que (estamos hablando de Claremont) haya tiempo también para el desarrollo de personajes -Kitty y Meggan en especial-; brillando el guionista sobre todo en la construcción de Courtney Ross, viejo amor de Brian y que, tras un trabajo brillante del escritor, es asesinada por Saturnina fuera de plano dejando al lector -al menos a mí- un tanto frustrado. Sorprende lo que considero un fallo de Claremont y es la nula presentación de la historia de Brian y Meggan, apenas dejando caer su conexión con la Patrulla X a través de la hermana del Capitán, Mariposa Mental/Betsy Braddock.
Que haya humor en Excalibur no quiere decir que la colección no se permita toques realmente oscuros y siniestros como la forma en la que los lobos de guerra matan a humanos para vestir sus pieles o detalles espeluznante en el Excalibur nazi como esa Gatasombra con la estrella de David tatuada en la frente y que ha quedado relegada al papel de esclava/vampira. ¿Y quién consigue que tanto el humor como el drama funcionen sin aparente esfuerzo? Sobre todo el dibujante, Alan Davis.
Poco novedoso puedo contar ya de Davis, un excelente ilustrador, con una carrera larga y llena de éxitos, decano de dibujantes y profesional como la copa de un pino. Excalibur, tanto su etapa con Claremont como la que hizo en solitario, es uno de sus trabajos más importantes y es un gustazo poder tenerlo reeditado en tomo en España. La capacidad de Davis de moldear a los personajes y jugar con sus expresiones faciales y con sus alteraciones físicas es asombrosa. Nunca dejará de sorprenderme la facilidad del británico para construir unos personajes de una expresividad superlativa. En esta época, Davis utiliza más viñetas por página de lo que hará una o dos décadas más tarde (evolución que se puede ver mejor en la recopilación integral de su Clandestine), algo que no solo no perjudica sino que afianza su excelente narrativa -ver el ritmo que imprime al #5 en el mundo Arcade-. No es raro tampoco perderse en algunas de sus ilustraciones, como la preciosa página que da inicio al #4 con Courtney mirando una foto de ella y el Capitán Britania besándose.
A Davis le ayudan un Ron Lim simplemente correcto pero que resiste mejor la comparación con el maestro que el trabajo de Marshall Rogers, tremendamente estático para lo que Davis nos tiene acostumbrados en el título. Excalibur: Mojo Mayhem es más una historia de los Bebes-X que de Excalibur y se puede disfrutar de la labor de Arthur Adams pero no afecta en prácticamente nada a la serie principal. Peor aún es el serial de Marvel Comics Presents a cargo de un mediocre Michael Higgins y un Erik Larsen que dibuja a todos los héroes como si acabaran de inyectarse esteroides.
En este 2023 se publicará el segundo tomo de esta recopilación, que debería alcanzar el #30 USA, ya fuera de la etapa Claremont-Davis. ¿Continuará Panini la edición cronológica de Excalibur o saltará directamente a la etapa de Davis en solitario? Mientras esperamos la respuesta disfrutemos de estos cómics que tanto tiempo esperábamos (re)leer.
Lo mejor
• La compenetración Claremont-Davis
Lo peor
• El serial de Marvel Comics Presents
Los números Claremont-Davis no han envejecido mal (más allá de una verborrea que a lectores más nuevos se les puede atragantar). Sigue siendo una rareza para un título de la franquicia principal de una editorial mainstream, por estética, tono y temas.
Atención DCeros! Por sus páginas desfilan los cameos de unos periodistas llamados Lois y Clark, el demonio Etrigan y… El difunto Jason Todd??? (Bueno, entonces lo era… después su salud mejoró)
Una auténtica joya con una Alan Davis magnífico. Les falta algo de introducción de algunas situaciones heredadas de la serie del Capitán Britania pero en general muy bien y la interacción de personajes es una maravilla.
Y mucho se habla de la verborrea de Claremont, pero será porque crecí leyendo cómics de esa ápoca, a mi me reconforta y todo. Me ha pasado lo mismo con el Omnigold de Lobezno
Yo tampoco entiendo la alergia actual a los bocadillos largos. Especialmente con Claremont, cuando hay otros escritores de superhéroes con una verborrea considerable, empezando por Stan Lee y continuando con el rey de la verborrea, Alan Moore. Pero, siempre que sea justificado y que esté bien escrito (Moore y Claremont tienen un estilo maravilloso a mi parecer), a mí me gusta mucho. Será lo que dices, será porque crecimos leyendo a Claremont.
El problema no son los textos largos en los bocadillos… el problema es que Claremont caía en describir lo que ya estábamos viendo en la viñeta. Al menos a mí después de tanto leerlo, eso empezó a cansarme y muchas veces me saltaba los cuadros de narración, porque eran redundantes. Claremont lo siento más «novelesco», mientras Lee era más «chispeante». Y son escritores para leer una grapa al mes, cuando uno lee integrales, omnibuses y similares, resulta agotador que repitan mil veces algunas cosas.
Pues será que me gustan los cómics «novelescos» (prefiero mil veces a Possy Simonds a, no sé, Lorenzo Montatore). Yo disfruto mucho con el estilo de Claremont, no tanto con el de Lee. ¿Que a veces el inglés es cansino? No lo niego, pero en este Excalibur lo veo hasta comedido en comparación a, por ejemplo, su segunda venida a los mutantes, donde es verdad que se pasaba 3 pueblos para no contar casi nada.
A mí me ha parecido una joya. Empecé a coleccionar Excalibur cuando llegó Ellis; de los números anteriores sólo tengo un retapado de cinco números que alternaba guiones de Claremont y Lobdell (creo). Kitty en un internado, Kurt contra un vástago de Krakoa…
Este tomo me ha parecido una joya. Igual que el de Lobezno, que sí había leído de niño y que sigue siendo super disfrutable, con un tono muy aventurero.
En cuanto al estilo de Claremont, si lo comparas con sus primeros años en la Patrulla, esto es casi decompressive storytelling xD
Yo lo he disfrutado muchísimo. Lo único malo del tebeo son los números en los que falta Davis
Esos números que mencionas de Kitty en el internado (la saga Colegialas del diablo) son los últimos guionizados por Claremont. Es curioso cómo la que fue, probablemente, la mejor colección de mutantes en su época, sufrió unos altibajos que la mantuvieron siempre en la cuerda floja. Cuando Davis se marchó la primera vez, Claremont perdió el interés y vinieron los números de relleno. Allí empezó a meter mano Lobdell, por ejemplo con ese número de las esporas de Krakoa (¿premonitorio de lo de Hickman?). Cuando la colección parecía deshauciada, apareció de nuevo Davis como autor completo, en una etapa que seguramente sea mejor que la de Claremont y Davis… O no, eso ya va en gustos. Después, Davis se marchó con cajas destempladas por las presiones editoriales de integrar más la colección en el cosmos mutante y comenzó la decadencia, que se alargó ¡casi 60 números, hasta el 125! Lobdell se cargó en 3 números todo el trabajo de Davis, después vinieron más guionistas (y dibujantes) todavía peores; después, Warren Ellis, al que se le notaba que no le interesaba una mierda guionizar la serie, se sacó a Peter Wisdom de la manga y lo hizo girar todo en torno a él (a pesar de algunos números dibujados por Pacheco, todo siguió siendo de lo más mediocre); y luego vino la etapa del olvidadísimo Ben Raab (con Salvador Larroca dibujando algunos números), que ya era un despropósito casi autoparódico. Me pregunto si la reeditarán toda o pararán en algún momento. En fin, perdón por el tochazo. Me alegra que la hayas disfrutado, esa primera época es maravillosa, a pesar de Marshall Rogers y Ron Lim.
Sí! Pete Wisdom es ese clásico personaje chuleta de Ellis que mete en todos sus cómics. La etapa de Raab la he olvidado completamente. Así de buena debió ser.
Yo espero que los Marvel Gold lleguen al menos hasta el final de la etapa de Davis como autor completo… y me bajaré ahí.
Revisando los autores, veo que Claremont termina en el 34 y que Davis no vuelve hasta el 42. Esos ocho números de relleno deben ser durillos como poco…
En realidad los atroces son los números que van entre el 27 y el 32, que tampoco guionizó Claremont, más el 20, que es un número que se sacaron de la manga porque Claremont no llegaba a las fechas de entrega y que estaba ambientado antes de la saga de Dimensiones Alternativas, en curso en aquel momento. Entre el 34 y el 42, es casi todo de Lobdell y, por lo menos, intenta cerrar algunos cabos sueltos, como el de la Espada Alma. Eso sí, los dibujos de aquella saga, el Intercambio Promethium, son o demasiado experimentales para el mainstream superheróico o una atrocidad, según se mire. El tercer omnigold va a ser difícil de tragar, si es que reeditan ese material, a lo mejor pasan directamente a los números de Davis…
Una gran etapa sin dudas, y lo gracioso con las quejas por los dialogos extensos es muy subjetivo ya que hoy en día todavía hay varios autores que hacen exactamente lo mismo y para colmo mucho peor (como el caso de Bendis).
No había leído nunca nada de Excalibur, pero llevaba tanto tiempo escuchando hablar de ella que, en cuanto salió el Omnigold, me lo pillé. Y no puedo estar más satisfecho. A Claremont se le nota algo menos agarrotado que en la Patrulla-X de la época, con más ganas de divertirse, y Davis está espléndido a todos los niveles. Sí, hay algunos detalles al principio que no sabes muy bien de dónde vienen (supongo que habrá que leerse el Capitán Britania anterior), pero tampoco es que molesten mucho para seguir la trama. Deseando que salga el siguiente.
Tranquilamente el tebeo de superhéroes mejor dibujado de la historia.
A la pindonga loco me están poniendo mucho hype. Hay que resaltar en una época tan explosiva y creativa para el medio como aquella (la verdadera Edad de Oro?) Voy a tener que entrarle.
Tebeos muy entretenidos y primorosamente dibujados. Eso sí, los de Davis en solitario posteriores les dan mil vueltas.
Tengo que volver a leerlos!