Marvel Gold. La Imposible Patrulla-X 10: Disolución y renacimiento

Nuevas caras, viejos enemigos y una colección en busca de rumbo creativo

14
6255

Edición original: The Uncanny X-Men 244-267 y Annual 13 USA (Marvel Comics, 1989-1990)
Edición nacional/España: Marvel Gold. La Imposible Patrulla-X 10: Disolución y renacimiento (Panini Cómics, 2023)
Guion: Chris Claremont, Terry Austin
Dibujo: Marc Silvestri, Rob Liefeld, Mike Vosburg, Jim Lee, Rick Leonardi, Kieron Dwyer, Bill Jaaska, Mike Collins, Whilce Portacio
Entintado: Dan Green, Mike Vosburg, Steve Leialoha, Kent Williams, Scott Williams, Josef Rubinstein
Color: Tom Vincent, Glynis Oliver, Gregory Wright, Mike Rockwitz, Nelson Yomtov
Formato: Tapa dura. 688 páginas. 56,00€

La cuesta abajo de la era Claremont con los X-Men

«Dime, Gambito. ¿Has oído hablar de un grupo de héroes mutantes llamado la Patrulla X?»

Ya está aquí, ya llegó. Los Marvel Gold de La Patrulla X alcanzan la recordada y denostada década de los 90. Y lo hacen con uno de los puntos más bajos de la larguísima etapa de Chris Claremont al frente de la principal cabecera de los mutantes; el que tuvo lugar entre el final de Inferno y la llegada como dibujante principal de la serie de Jim Lee. Hay mucha tela que cortar aquí así que empezaremos comentando qué pasa en estos cómics y, después, lo más importante porqué pasa y las consecuencias que tuvo para la franquicia.

Marvel Gold. La Imposible Patrulla-X 10: Disolución y renacimiento incluye los #244-267, más el Anual #13, el primero que no escribía Claremont desde su llegada al título. De forma extraordinariamente resumida, en este tomo nos encontramos con una especie de “X-Men desunidos” puesto que a partir del #251, ya no existirá la Patrulla X como tal e iremos siguiendo a miembros individuales o parejas de héroes en historias paralelas que incluyen varias subtramas al más puro estilo Claremont. La sensación, por tanto, para el lector es de discontinuidad total, de leer una serie sin rumbo fijo con cómics individuales que pueden funcionar bien pero que no se sostienen en una serie mensual.

A nivel argumental, el final de Inferno había cerrado algunas tramas que, como era norma en el escritor británico, llevaban colgando en la serie durante años. Sería el caso de la resolución del triángulo Scott-Jean-Madelyne o el enfrentamiento “final” contra Mr. Siniestro. Al terminar Inferno, el lector podía experimentar esa sensación de fin de ciclo que permitía pensar en nuevas historias y nuevos rumbos para la colección como por ejemplo abandonar el exilio en Australia y volver a interactuar con el resto de mutantes… pero no. Lo primero que hace Claremont es un par de números (#244 y 245) claramente más relajados. En el primero, tenemos la clásica historia donde se lidia con las consecuencias de lo vivido en el final del cross-over anterior y el guionista aprovecha para introducir a un nuevo personaje: Júbilo. Es curioso cómo en este tomo surgen ideas que tendrán un impacto brutal en la imagen de la Patrulla X en los 90 (y no solamente en los cómics, también en videojuegos como los de Capcom, además de en la mítica serie de animación). Por un lado presenciaremos el debut de Júbilo y Gambito, sin olvidarnos del rediseño de Mariposa Mental. Por otro, debutan aquí también el nuevo diseño de trajes que Jim Lee convertirá en marca de la casa mutante. En el #245, Claremont se despacha a gusto con el cross-over de DC Invasion y el dibujo de Rob Liefeld, y sin que sirva de precedente, le va bastante bien al tono paródico de la misma.

A partir de aquí comienza el desmembramiento el equipo, que tampoco era una idea novedosa en la época. Recordar si no, con qué “alineación” celebraron sus 300 números los Vengadores. Pícara sufre un grave caso de esquizofrenia al haber aflorado la personalidad de Carol Danvers tras el trauma sufrido en Genosha y en la lucha con Molde Maestro (#246-247) es lanzada al Lugar Peligroso. ¿Y qué es el lugar peligroso? Un concepto creado por el propio Claremont en la serie del Capitán Britania y que aparecía en la serie como un McGuffin en forma de joya capaz de expandirse hasta el tamaño de una puerta grande y que llevaba a quien lo atravesara a otro plano dimensional donde la persona sería “juzgada” por los grandes poderes concendiéndole (o no) un “renacimiento”. En realidad, funciona como una excusa argumental para intentar provocar cambios físicos o mentales en ciertos personajes. En La Patrulla X, el lugar peligroso acabó siendo un bluff, la verdad.

En el #248, el guionista se libra de dos nuevos personajes. Tormenta parece morir tras el ataque de Nanny y creahuerfanos a la base australiana del equipo y Dazzler entra en el Lugar Peligroso. Claremont quería matar a Dazzler pero el personaje le gustaba tanto al dibujante Marc Silvestri, que decidió perdonarle la vida y lanzarla al “limbo” editorial para que en el futuro otro guionista que quisiera trabajar con ella la recuperara desde allí. Júbilo, de hecho, había sido creada para sustituir a la mutante-cantante. Para asegurarse que Claremont no se deshiciera del todo de Dazzler, Silvestri pidió ayuda al editor Bob Harras… y este le apoyó. Para los no familiarizados con lo que le ocurrió a Claremont en los años siguientes, este es un detalle fundamental de cómo el patriarca mutante había perdido casi todo el capital que había ganado durante años frente al cuerpo editorial.

En el #248 llega Jim Lee (como dibujante suplente todavía) y se marcha Longshot, otro personaje sin propósito claro en la serie. Posteriormente, la celebración del #250 no es tal, tan solo el clímax de una aventura casi en solitario de Kaos para rescatar a Polaris de la Tierra Salvaje. En los #251-253, el resto de X-Men cruzan al Lugar Peligroso, menos Lobezno que es apalizado por los Cosechadores, y consigue escapar de ellos gracias a la ayuda de Júbilo. A partir de aquí, las tramas se enrevesan de mala manera, con una Tormenta niña huyendo del Rey Sombra ayudada por Gambito, un Coloso desmemoriado descubriendo que tiene alma de artista, la creación de un equipo de X-Men ad hoc en la Isla Muir conformado por Tom Corsi y Sharon Friedlander (los miembros del staff en la mansión Xavier salidos de Los Nuevos Mutantes) Banshee, Legión, Amanda Sefton (bruja relacionada con Rondador Nocturno), Polaris, Alysande Stuart (militar creada por Claremont en Excalibur), Sunder (ex-morlock, no Fortachón aunque en la portada del tomo parece su hermano gemelo).

Y luego tenemos los #256 a 258 donde tiene lugar la transformación radical de Mariposa Mental en una especie de rip-off del Daredevil de Frank Miller por parte de Claremont. De hecho, el nuevo traje de Mariposa Mental es sospechosamente parecido al de Elektra, colores aparte. La británica (y blanca) Betsy Braddock acaba aquí convertida en una ninja asiática pero no por causa del Lugar Peligroso sino de experimentos de los ninjas malvados de la Mano. Si no conocéis la historia de Mariposa Mental y queréis tener un buen dolor de cabeza, buscad info sobre los siguientes 30 años del personaje. Por mi parte, mandar desde aquí un saludo a Fabian Nicieza que, después de crear al personaje de Kwannon, reconoció no haberse leído estos cómics. Estos números también traerán la icónica vestimenta de Júbilo, un guiño de los autores a Batman (la joven mutante se viste de forma casi calcada a como lo hace la Robin del Dark Night de nuevo de Miller) que incluye también ver a Lobezno repetir lineas de diálogo pronunciadas por Batman en la primera película del héroe dirigida por Tim Burton. Para los amantes de lo que podría haber sido, este hubiera sido, según Claremont, el punto de inicio de la gran historia que culminaría en el #300 de La Patrulla X, con un Lobezno malvado al que la Mano habría lavado el cerebro y que acabaría muerto. Las cosas, ya debería conocer el lector, fueron por cauces creativos muy diferentes a los ideados por el escritor británico.

La serie pasa a dedicar muchísimo tiempo a Forja y Banshee, cuenta con la aparición especial en un momento dado de Jean Grey, y gana enteros cuando se centra en las aventuras en Madripur de Mariposa Mental, Júbilo y Lobezno, que aparecen anunciados como tie-ins de Actos de Venganza y luego de eso casi nada. Pero todo es un lío tremendo ahora, no me quiero imaginar cómo sería para el lector de la época. Momentos de gran importancia como la muerte de Destino se sienten gratuitos y faltos de dramatismo, la gran subtrama relacionada con el Rey Sombra tan solo sirve para leer varios números con la Tormenta niña huyendo de un sitio a otro. El tomo no termina preparando al lector para la reunión del grupo, pero eso es exactamente lo que ocurrirá. Y no por deseo de Claremont.

La sensación que se le queda al lector es que la serie vaga sin rumbo hasta el siguiente cross-over. Claremont recicla ideas propias (la fusión Nimrod-Molde Maestro está basada en la fusión Nimrod-la Furia que debía haber sido el villano de la Masacre Mutante hasta que un tal Alan Moore dijo que ni de coña) o de otros (de Frank Miller como ya se ha comentado). La inconsistencia de las tramas está a la orden del día. Las visiones de la muerte de Dazzler… que no llevan a la muerte de Dazzler, ese Nimrod como un justiciero-vigilante del que no se vuelve a saber, la insinuada influencia maligna que posee a Legión, son solo unos pocos ejemplos. El estilo de Claremont es aquí más farragoso que nunca, con personajes afectados por una incontinencia verbal por momentos irritante. Y a todo esto hay que sumar el uso y abuso de las secuencias oníricas o visiones por parte de múltiples personajes; las sufren Dazzler, Coloso, Lobezno, Destino, Mariposa Mental…

Y aún así, no todo se le puede achacar a Claremont. Es en este tomo donde la interferencia editorial en su trabajo comienza a tornarse en insoportable. El choque vendría por incompatibilidad de ideas acerca de a dónde debía ir la colección. El editor Bob Harras y el nuevo dibujante Jim Lee querían una vuelta al statu quo clásico, con la mansión-escuela y el profesor Xavier. Claremont quería continuar evolucionando la serie y hacer cosas diferentes. Ambas visiones no podían coexistir. A pesar de todo, Claremont realmente pensaba que seguía teniendo el control, que la última palabra sería la suya. Harras le obligó a reescribir Dias del futuro presente, historia publicada en Anuales del año 1990. El editor llegó a desechar por completo un cross-over ya anunciado y con su campaña de marketing iniciada como fue el caso de Mutant Wars donde se hubieran enfrentado distintas facciones por la supremacía de la especie mutante. Acabaría siendo sustituido por Proyecto Exterminio.

A nivel artístico, no se puede negar que el tomo tiene un calidad más que aceptable. Marc Silvestri realiza un excelente trabajo en la batalla contra Molde Maestro y realiza algunas portadas ciertamente espectaculares como la de Lobezno crucificado para el #251. Desgraciadamente, por aquel entonces, La Patrulla X era prácticamente una colección que se publicaba cada 15 días (hay tres números con fecha de portada noviembre 1989) por lo que Silvestri necesitaba ayuda cada 2/3 números. De Rob Liefeld ya hemos hablado. El sustituto principal era un Jim Lee recién llegado de El Castigador: Diario de Guerra que al principio intentaba parecerse a Silvestri un tanto demasiado pero que demostraba una facilidad innata para dibujar escenas de acción. Por correctos que fueran Bill Jaaska y Mike Collins, su trabajo carece de fuerza y personalidad. Peor aún sería aquí la labor de Rick Leonardi, con un estilo exagerado que desentona con el resto de los números y que yo no le recuerdo en ninguna otra obra de la época.

La Marvel de los 80, la Marvel de los autores y escritores llegaba a su fin. Como en el Hollywood de finales de los 70, los autores, en este caso de cómics, acabarían viéndose con suspicacia por parte de las editoriales mainstream. Era el momento de los dibujantes, de fórmulas repetidas hasta la extenuación, de historias tan espectaculares como vacías. Eran los 90 y Jim Lee se convertía en el dibujante regular de La Patrulla X. Pocos podían imaginar lo que estaba por venir.

Lo mejor

• El trabajo de Marc Silvestri

Lo peor

• La deriva creativa del título

Edición original: The Uncanny X-Men 244-267 y Annual 13 USA (Marvel Comics, 1989-1990) Edición nacional/España: Marvel Gold. La Imposible Patrulla-X 10: Disolución y renacimiento (Panini Cómics, 2023) Guion: Chris Claremont, Terry Austin Dibujo: Marc Silvestri, Rob Liefeld, Mike Vosburg, Jim Lee, Rick Leonardi, Kieron Dwyer, Bill Jaaska, Mike Collins, Whilce…
Guion - 5.2
Dibujo - 7.2
Interés - 5.8

6.1

Vosotros puntuáis: 7.26 ( 23 votos)
Subscribe
Notifícame
14 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
Enrique Doblas
Autor
2 julio, 2023 17:00

Armado de nostalgia te diré ¡Te has pasado, Pablo! Pero mucho me temo que tienes más razón que un santo. Eso si, te aseguro que los lectores de la época lo entendíamos todo, ¡era puro Claremont style!

Mario Soto Molina
Mario Soto Molina
Lector
2 julio, 2023 17:56

Yo hace rato me bajé de los Omnigold (en el 7, y ya se me hacían pesados de leer, un tanto aburridos y con mutantes que me generaban cero interés como Rachel Summers más el dibujo de Romita Jr). Luego tampoco seguí porque ya había leído lo que seguía (aunque con una pequeña laguna de números) en el coleccionable blanco de Panini, que partía con la etapa australiana. Y tampoco me gustó mucho (aunque el dibujo era mejor), los mutantes que conformaban el grupo tampoco eran muy de mi agrado. Me esperaré a que recopilen los números desde el 300 aprox, ojalá en Marvel Héroes, hasta enlazar con la Era de Apocalipsis. Y de ahí esperar (quizás cuantos años más, hasta que llegue Onslaught).

Yomismo1
Yomismo1
Lector
2 julio, 2023 23:59

Aunque estoy de acuerdo contigo en que hay algunas tramas que son poco acertadas ( a mi no me hizo mucha gracia la de Tormenta como una niña, la muerte sin sentido de Destino o que leches está haciendo Legión…) en general es un tomo que he disfrutado bastante.

Con puntos fuertes yo destacaría la lucha con Molde Maestro, o los números de Jim Lee con la trama de Mariposa Mental y Lobezno.

La patrulla X «alternativa» también me ha gustado porque el lector sabe que es precisamente eso, algo temporal en el que se está experimentando y que llevará a algo nuevo…mientras tanto, no está de más probar a jugar con las piezas.

No es una de sus etapas más recordadas, está claro, pero estoy muy de acuerdo con Enrique Doblas, es puro Claremont style!

Sith
Sith
Lector
3 julio, 2023 16:39

Gracias por la reseña, entiendo todas las criticas que haces sobre esta etapa pero hoy en día viendo en retrospectiva esa época creo que no estuvo tan mal lo hecho por el autor.

No intento justificar toda su obra ni mucho menos pero hay que tener en cuenta que ya a esa altura llevaba demasiados años desarrollando todo el universo mutante y lamentablemente el desgaste de ideas más las internas editoriales le pasaban facturas, pero así y todo sigo creyendo que fue más que decente su trabajo, incluso hoy en día un Claremont ya venido a menos en ese momento en particular le puede dar varias lecciones a muchos autores de hoy en día.

Algo que siempre me molesto más allá que con el correr de los años quedaron establecidos en la franquicia mutante fue la incorporación de Jubilo y Gambito, personajes que al día de hoy sigo sin entender su función.

Eso si no comulgo con lo comentado del apartado gráfico, no hay nadie que haga un trabajo decente de todos los artistas que pasan por estos números, puedo entender que en una etapa extensa es dificil tener a uno o dos dibujantes fijos, pero el baile de nombres no logra dar una identidad a la serie, incluso desde mi humilde opinión resta a la calificación final.

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
En respuesta a  Sith
4 julio, 2023 0:17

Jubilo ser la nueva Kitty (ya en Excalibur) y Gambito dar el relevo a Lobezno (al tener serie propia se le podia far foco a su desarrollo alli y dejar hueco a nuevos caracteres)

Sith
Sith
Lector
En respuesta a  Justiciero Desmesurado
4 julio, 2023 17:40

Muy cierto, esa era la idea que tenía el guionista en su momento.

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
En respuesta a  Sith
4 julio, 2023 21:54

Por ideas a Lobezno Claremont planteo hasta matarlo, cuando la muerte aún significaba algo. Pero claro, le dijeron algo asi como «TU FLIPAS, NI DE PUTA COÑA».

Sith
Sith
Lector
En respuesta a  Justiciero Desmesurado
5 julio, 2023 17:21

Ni hablar, él tenía varias ideas que núnca le dejaron llevar a cabo, según lo que recuerdo haber leído sobre ese tema, debía ser controlado para ser un arma contra sus amigos sin darles otra opción que matarlo.

La gracia es que muchos años despúes Millar desarrollo una etapa en que Logan se convertía en un arma en manos de Hydra, reciclando la idea de Claremont.

Drury Walker
Drury Walker
Lector
3 julio, 2023 20:03

Pues yo recuerdo ese número especial Forum con el ataque de los Cosechadores a Isla Muir y los Actos de Venganza de Logan y cía como algo muy chulo. Otras cosas de esa época eran más raras. Pero la idea de que Claremont estaba moviendo fichas hacia otra cosa le daba un interés. Otra cosa es en boicot constante y los golpes de timón. Pero queda como testimonio de que Claremont tenía ideas y ambiciones creativas para rato, el problema es que había levantado una franquicia sobre la que no tenía control…

A mí la muerte de Destino me pareció muy digna, y Legión por muy poco imputable que fuera en ese momento le cogí una manía que no veas…

Esos números junto con la pelea con Molde Maestro son super épicos, con Kelly y Shaw de fondo. Claremont hacía mucho con poco…

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
4 julio, 2023 0:12

Argumentos que abren y cierran demasiado pronto (esa doble personalidad de Picara con Carol) y tramas que se abren para no cerrarse y quedar en el olvido.

¿Injerencia editorial?, ¿Claremont perdía facultades?, ¿Claremon necesitaba un editor que le orientase (como antes hacian Nocennti o Luise Simonson) y solo tenia a un Harras haciendole la cama?

A saber, pero la serie en este punto iba a la deriva. Una pena, porque a mi desde la epoca Romita pasando por Australia la serie cada vez era más coral y más madura. Pero habia mucha gente que queria un retorno a las esencias, a la época Byrne (entre ellos Jim Lee).

En fin, de Claremont hasta estos capitulos finales se disfrutan. Y luego sí, edta vez de verdad , ya nada seria lo mismo.

ipso_facto
ipso_facto
Lector
4 julio, 2023 17:08

Aunque algunos de los números comprendidos en esta etapa en su dia me gustaron, visto con la debida perspectiva que dan los años, debo admitir que hoy en dia el resultado me resulta bastante flojo.

Estoy leyendo muchas veces la frase de «un Claremont en horas bajas es mejor que muchos guionistas actuales». Un Claremont mediocre sigue siendo un Claremont mediocre. Punto. Y esta etapa a mi me parece bastante mediocre, se mire como se mire.

En el aspecto gráfico nunca he sido fan de Silvestri, y aunque en sus inicios Jim Lee me llamó poderosamente la atención, hoy en dia creo que es un dibujante correcto, con una narrativa muy pobre y muy discutible composición de página, tan espectacular como gratuita. Y sus episodios en X-Men son ya buena muestra de ello.

Respecto a los guiones, posiblemente Claremont no tuviese del todo la culpa de los mediocres resultados. Las cada vez mayores ingerencias editoriales le hicieron mucho daño, pero quizás era el momento de dejar la colección en otras manos y lanzarse a otro tipo de proyectos más personales. Claremont no quiso, no pudo o no supo hacerlo. O quizás no le dejaron. En cambio se perpertuó en el puesto, volviendo una y otra vez sobre argumentos muy sobados, abusando de tics, de coletillas y de escenas oníricas de pretendida profundidad, regalándose en diálogos cada vez más pastosos, abusando de textos de apoyo sobre-explicativos, y haciendo uso de una narrativa farragosa. El problema no es que tienda a ser verborreico. Otros guionistas también tienden a serlo (Moore, Gaiman, Miller…); el problema es cómo usa y abusa de esa verborrea, recreándose en diálogos interminables que buscan una profundidad impostada, y no siendo lo suficiente generoso en muchas ocasiones para ceder el protagonismo al dibujante (detesto cuando las viñetas se llenan de globos de diálogo y cuadros de texto ahogando el dibujo y dejando apenas espacio para la narración gráfica). Si los personajes de Jim Lee no se mueven, sino que posan, los de Claremont no hablan sino que declaman, y eso hace que la lectura de sus textos sea muchas veces tediosa.

Claremont no era así en sus inicios, en Marvel Team-up, en Mrs. Marvel o en las primeras etapas de X-Men acompañado por Byrne, Cockrum o Paul Smith. Su estilo fué volviendose pesado y tedioso con los años, y yo, sinceramente, creo que «La caida de los mutantes» era el momento adecuado para que dejase la colección en otras manos, que lo hubiesen hecho mejor o peor, pero sinceramente, lo de Claremont de depués de ese crossover es un constante dejá vu de argumentos muy sobados o de ideas recicladas (Jubilo o Gambito no son más que unos Kitty y Longshot reciclados pero pasados por un tamiz más «oscuro»), haciendo gala que una flagrante falta de originalidad

mespinpe
mespinpe
Lector
4 julio, 2023 22:40

Bueno, un poco en la línea actual de valoración de esta etapa de la serie creo que te muestras demasiado duro. Yo cuando lo leí en su época de manera salteada e inconexa hubo números que me entusiasmaron (los 5 primeros del tomo, los Actos de venganza…) otros que me decepcionaron (principalmente porque me había hecho unas expectativa de épica que no se cumplieron) y otros que bien sin más.

Pero ahora mismo la verdad es que le tengo aprecio a ésta época, sobre todo por lo valiente de la actitud de Claremont, de reinventar OTRA VEZ la colección en algo totalmente distinto a lo anterior, cuando sólo tenía qué perder porque la colección venía de estar en la cima comercial unos cuantos años ya. Quizá está reinvención no le salió tan bien como otras pero es diferente y el balance no me parece malo para nada. Descentraliza aún más el tablero de la colección y se pone a jugar con todo el cosmos mutante que había creado a la vez, en vez de tener a la Patrulla como centro de gravedad al que se van aproximando otros elementos de ese universo uno detrás de otro, casi pidiendo la vez. Buena observación que Simonson acababa de hacer algo similar en Vengadores…similar a la fase de Disolución; la de Renacimiento que hace Claremont creo que no se había visto nunca nada parecido.

Por cierto muchas gracias por todos los datos que das sobre las injerencias de Harras desconocía varios de ellos, especialmente el tema Dazzler. Y por lo que cuentas, las únicas partes de esta fase final Claremont que me parecen insalvables (los crossovers Dias del futuro presente y X-Tinction Agenda) veo que son totalmente cosa de Harras. De verdad que no entiendo como pudo rechazar un conceptazo con la épica y la vis comercial de las Mutant Wars, en fin…y sustituirlas por aquel engendro.

Respecto al dibujo, coincido en todas tus apreciaciones salvo en Silvestri, que tras tres números a su mejor nivel a partir de lo de la Tierra Salvaje se le empieza a notar el agotamiento cosa mala. Incluso a Dan Green. Pero bueno, aquel Silvestri era disfrutable aun en horas bajas. Respecto a lo de Leonardi, buena parte de su problema está en que le pusieran de entintador a Kent Williams (ARTISTA al que adoro, pero cuyo entintado le sienta a Rick como a un Cristo dos pistolas). Jan Duursema la verdad es que se ve buen dibujante…pero no para esta colección. Collins lo siento pero no. Y Dwyer, menudo bluff, con lo que lo había disfrutado poco antes en Capitán América. Lee aquí todavía es el Lee bueno.

Y aunque pueda parecer lo contrario, te felicito por este gran artículo, Pablo, bien argumentado, con datos y con conocimiento de causa.