La llegada de John Byrne
«Si me llaman Visión, debo tener un aspecto adecuado. Espectral… Sobrenatural…»
Desde prácticamente su creación, hablar de los Vengadores Costa Oeste era hablar de Steve Englehart. El guionista de Indiana, junto con el dibujante Al Milgrom, se había encargado de consolidar la franquicia vengadora en la costa del pacífico durante 40 números. Había sido capaz de desarrollar toda una serie de historias (y una muy particular mitología) que se sentían al mismo tiempo, diferentes pero con un claro sabor “vengador”. Una serie de choques con parte del equipo editorial de Marvel, llevaron a su abandono del título, dejando colgados varios hilos argumentales. A su marcha, el grupo se había dividido en dos y tenía como nueva integrante a Mantis (esto último fue rápidamente revertido por los editores). Tras dos números de relleno, #40-41, el destino de la colección era una incógnita.
Entra en escena John Byrne. Dibujante lanzado al megaestrellato tras su labor en La Patrulla X, ilustrando los guiones de Chris Claremont, y consolidado como autor completo en una también recordada etapa en Los 4 Fantásticos; entre 1986 y 1988, Byrne se había encargado de reinventar a Superman tras Crisis en Tierras Infinitas, en el que se suponía el trabajo que debía abrirle las puertas de la posteridad como el autor que “salvaba” al primer superhéroe y lo actualizaba para nuevas generaciones de lectores. La etapa de Byrne con el personaje fue un éxito pero alienó, por decirlo suavemente, a muchos de los fans tradicionales de Superman. Byrne no se sintió apoyado por la editorial en lo que respectaba a sus planes para celebrar el 50 aniversario del personaje, lo que sumado a la marcha de Jim Shooter (definirlo como su mortal enemigo sería exagerado… solo un poco) como Editor en Jefe de Marvel, desencadenó el retorno del británico-américano a la Casa de las Ideas.
Tras arrasar con el juguete preferido de Shooter, Star Brand, Byrne se encuentra en una encrucijada: ¿de qué serie/s encargarse? El editor Howard Mackie le informa que Los Vengadores Costa Oeste busca nuevo equipo creativo y Byrne recuerda una idea muy concreta que tiene para una historia centrada en la Visión. En 1985, Roger Stern escribió una saga para su etapa en Los Vengadores en la que la Visión toma el control de todos los ordenadores del planeta para imponer un utopía autoritaria dirigida por él mismo. Visión es derrotado pero sin apenas consecuencias negativas para él. De hecho, lo siguiente para el personaje será formar una familia con la Bruja Escarlata. Byrne piensa en lo que Shooter les obligó a hacer a Claremont y a él cuando Fenix Oscura consumió una estrella. Piensa que la Visión también merece su castigo. Pregunta a Mackie si puede llevar a cabo su historia de la Visión. El editor le responde que sin problema. Comienza 1989 y la superestrella John Byrne se convierte en el autor completo a cargo de Los Vengadores Costa Oeste.
Byrne es conocido por ser alguien con una idea muy personal de lo que debe ser un cómic de superhéroes. Se trata de un autor que potencia elementos clásicos y que no dude en retconear todo lo que él considere que no funciona. Él mismo afirma que los creadores de un personaje son los que lo hicieron “bien” por lo que los autores contemporáneos deberían acercarse lo más posible a las raíces originales de cada héroe. Otra cosa es que él mismo sea siempre consecuente con esta idea. En su primer número, #42, podemos leer hasta qué punto han cambiado las cosas. El nuevo escritor ignora buena parte de lo hecho por Englehart y empieza casi desde cero, quedándose únicamente con los aspectos de cada personaje que le interesa. A nivel argumental, La Búsqueda de La Visión nos muestra cómo el sintozoide ha sido secuestrado y “desguazado”, eliminando cualquier rasgo de su personalidad, convirtiéndose en un lienzo (y un cuerpo) en blanco. En el #46, Byrne presenta a los Vengadores de los Grandes Lagos, un alivio cómico pero no ridículo ya que serán fundamentales en la siguiente historia (#47-49) en la que la Bruja Escarlata es también secuestrada. Por último, el número que cierra el tomo (#50) está centrado en el regreso de la Antorcha Humana original, una vez su existencia ha quedado, Byrne mediante, disociada del origen de la Visión (se suponía que el cuerpo androide de la Visión era el mismo que el de la Antorcha Humana introducida en Timely Comics en 1939).
Es extraño releer estos cómics con la mirada actual. Por momentos, me sentía como si repasara algunos momentos de la etapa de Bendis al mando de los Vengadores. Historias donde pasan pocas cosas pero de gran impacto (no hay mucha acción en estos 9 números), varias paginas con una enorme cantidad de texto (monólogos en el caso de Byrne, diálogos en el de Bendis) y una caracterización de personajes casi totalmente dependiente de las necesidades y filias del guionista. Para un lector no muy versado en las aventuras de los héroes más poderosos de la tierra, estos cómics una puerta de entrada más que interesante: drama e intensidad, giros argumentales atractivos, una sensación constante de que cualquier cosa puede pasar, un buen dibujo también. Para los fans, se entiende que mucho de lo realizado por Byrne fuera poco menos que un sacrilegio. Destruye el matrimonio entre Visión y la Bruja Escarlata, alterando para siempre el devenir de ambos personajes. Prescinde del corazón y líder del grupo, Ojo de Halcón. Retconea de manera inmisericorde a Tigra, apartándola del grupo y de la primera línea de Marvel durante años (algunos dirían que para siempre). Ningunea prácticamente todo lo realizado por Englehart en la serie especialmente en lo que se refiere a que Clint y Bobby no vuelven a mencionar el incidente con el Jinete que les abocaba al divorcio y vuelven a estar juntos o que Hank Pym se convierte en el líder de facto del grupo contradiciendo lo narrado en los 3 años anteriores. Alguno de los cambios efectuados tienen como único catalizador las preferencias del escritor, independientemente de historias anteriores o la continuidad. Es el caso del renovado interés amoroso que se desarrolla entre los divorciados Hank Pym y la Avispa, divorcio que Byrne afirma nunca le pareció una buena idea. Lo mismo con la Visión, cuya “humanización” y matrimonio le parecían un error que eliminaba lo que según él hacía interesante al personaje. En todo ello hay una nada disimulada arrogancia por parte de Byrne, una idea de “yo puedo hacerlo mejor”. Escribir mejor a los personajes mejor. Reescribir incluso aquello que no le gusta. Precisamente, una de las cosas que a Byrne le atraía de los Vengadores Costa Oeste era poder disponer de personajes que no contaran con colección propia y así poder “cambiarlos” a su gusto. Curiosamente, su etapa (casi al mismo tiempo) como guionista en la colección principal de los Vengadores, se saldó con historias mucho más convencionales. Allí, no tenía la libertad de jugar con los personajes que sí disfrutaba con los Costa Oeste.
Asumidos estos cambios como cosa hecha, la alineación del grupo al finalizar el tomo es ciertamente interesante. La Bruja Escarlata, Visión, Hombre Maravilla, la Avispa, Hank Pym, el US Agente y la Antorcha Humana conforman un grupo con grandes posibilidades que Byrne no supo o no pudo aprovechar. Más allá de lo polémico de los mismos, el cambio de statu quo de la Visión es un punto de partida magnífico para revaluar su posición en los Vengadores. La inclusión del US Agente es otro cambio con gran potencial, un personaje incluido a la fuerza en el grupo y que no se lleva bien con nadie. Sin ser el colmo de la originalidad, la creación de los Vengadores de los Grandes Lagos es un acierto del guionista, consiguiendo momentos muy divertidos (especialmente los que tienen como protagonista a Mister Inmortal). Desgraciadamente, Byrne está demasiado centrado en la trama general de convertir a Wanda en una Bruja Escarlata Oscura y la interacción entre los miembros del grupo es escasa y bastante intrascendente.
A nivel artístico, Byrne no es el de La Patrulla X o Los 4 Fantásticos pero sigue manteniendo un gran nivel. Estamos hablando de un excelente narrador y un dibujante de gran espectacularidad y expresividad. El cambio de Al Milgrom por Byrne tuvo que ser un shock para los lectores de la época. Aunque como dibujante podríamos decir que iniciaba un lento declive, aún encontramos detalles a tener en cuenta como por ejemplo las splash-pages que inician cada número con, casi en cada caso, un primer plano de un personaje mirando hacia el lector, siendo la del #44, con la cabeza de la Visión descuajeringada, francamente perturbadora.
La llegada de John Byrne fue un cambio de dirección brutal para la colección. Es difícil evaluar objetivamente estos cómics. Si disfrutaste leyendo la evolución en la relación entre Visión y la Bruja Escarlata, es normal detestar lo que hizo Byrne con los personajes y calificar negativamente estos cómics. Si nos olvidamos de la continuidad, la coherencia interna de este tomo es muy sólida siendo el único derrape la idea de esa empresa dominada por parásitos evolutivos que intentan asimilar a la Bruja Escarlata (#47-49). Estamos hablando de cómics bien escritos (salvo alguna parrafada de más), y muy bien dibujados. Que, además, incluyen cambios trascendentales en varios personajes. Nos quejamos, y muchas veces con razón, de cómo los superhéroes llevan al límite la imposibilidad de una maduración o evolución de los personajes, haciendo inocuo cualquier apariencia de cambio. John Byrne, lo amáramos u odiáramos, sí que llevó a cabo una (r)evolución y, por un momento, hizo añicos esa ilusión de cambio. Y eso no se puede decir de muchos cómics.
Lo mejor
• John Byrne a un excelente nivel.
Lo peor
• John Byrne haciendo lo que le da la gana.
Guion - 7
Dibujo - 8
Interés - 7.5
7.5
Byrne retconea los Vengadores Costa Oeste con un resultado tan estimulante como polémico
Un gran pendiente. Es Byrne el autor más polémico de la historia del comic americano? Para mi eso solo habla bien de él.
Sin dudas que si, lugar al que iba, lugar en el que montaba una revolución..! Disruptivo y respetuoso al mismo tiempo con el espíritu de los personajes que idearon sus creadores, ya no quedan autores así.
El salto de calidad tanto a nivel de guión como de dibujo fue brutal con respecto a lo que había antes en la serie.Una pena que como hacía casi siempre dejara todo a medias.