Tenemos delante una parte muy importante de la historia del trepamuros. Las páginas que incluye este tomo supusieron dos hechos de gran trascendencia en la colección de The Amazing Spider-man.
Por un lado la aparición de Todd McFarlane y por otro lado el nacimiento de Veneno.
A simple vista y con una mirada al pasado puede que los lectores más nóveles tampoco consideren que se trata de algo digno de mención.
Como lector de comics, he sido un fan de Spiderman durante toda mi vida, y cuando tuve en mis manos los números que conforman este tomo de Marvel Héroes quedé cautivado. Si bien debo manifestar que soy un fan incondicional de Romita Sr. y Romita Jr., autores que en nada se asemejaban a lo que estábamos a punto de ver eclosionar en la serie principal del arácnido, es innegable la proyección e imporatncia que supuso el paso de Todd por la serie del trepamuros.
Los números que encontramos en este tomo supusieron un cambio tan emocionante y espectacular que supuso una redefinición del aspecto de Spidey durante mucho tiempo.
Antes de entrar en tesitura no podemos tampoco olvidar que este tomo contiene también la maravillosa obra la Última cacería de Kraven (Web Of Spider-Man 31 y 32, The Amazing Spider-Man 293 y 294 y Peter Parker, The Spectacular Spider-Man 131 y 132 USA) obra reseñada por mis compañeros Raúl Gutierrez y Jordi T. Pardo, aquí y aquí.
A pesar de lo expuesto, no solo debemos entonar una única homilía de alabanza por ser devotos del dios Knull, puesto que este tomo incluye pequeñas joyas, siendo la anteriormente referenciada una obra maestra por todos reconocida. Otra joya oculta es la pequeña saga guionizada por Ann Nocenti, en la cual veremos qué ocurre cuando Peter es internado en un psiquiátrico. Una historia oscura y de corte psicológico que sienta como anillo al dedo a la guionista (Web Of Spider-Man vol. 1 #33, Peter Parker, The Spectacular Spider-Man vol. 1 #133 y The Amazing Spider-Man vol. 1 #295). Esta historia fue publicada en el Coleccionable Spider-Man, si bien está descatalogada a fecha de hoy, por lo que es un punto a favor de esta edición. También encontramos una pequeña historia de dos partes en la que Doc Ock ha perdido la confianza. Se trata de la típica historia divertida que cierra un ciclo para empezar otro.
En estas páginas somos protagonistas de los primeros compases de un reciente matrimonio entre Peter y MJ. Veremos, por tanto, muchos problemas de relaciones interpersonales en juego, algo que en ese momento fue novedad y por tanto no molestaba a nadie. También encontraremos a secundarios como Flash, Liz y Harry que irán apareciendo de forma intermitente. Importante también para años venideros la figura del siniestro Jonathan Caeser (Amazing Spider-Man Vol 1 304) con un inquietante plan, que lógicamente no debe desvelarse en esta reseña. Tia May es aquí la abuelita de toda la vida (nada que ver con la versión que tenemos hoy en día) y tenemos también a Nathan Lubensky con sus problemas de salud. En definitiva un amplio elenco de secundarios que refuerzan ese aspecto tan importante en Spiderman: el propio Peter Parker y su vida personal.
Tal y como he dicho en la introducción, tenemos dos hechos relevantes en la vida de Spidey entre nuestras manos al leer este tomo. Uno de ellos es el nacimiento de Veneno. Incluye este tomo el mítico Amazing Spider-Man vol. 1 #300. Nos encontramos a finales de los años 80, en concreto 1988. La cabecera principal de Spiderman va a sufrir un cambio de tal envergadura que convertirá a la misma en un blockbuster y a uno de sus autores lo catapultará a la fama. En aquella época el trepamuros llevaba un traje emblemático. El traje en cuestión era de un diseño rompedor, agresivo a la par que simple en sus líneas. Dicho traje pasó a la historia como uno de los mejores, sino el mejor que había portado Peter Parker, pese a que inicialmente fue recibida la noticia del cambio con quejas del fandom.
El traje negro se originó en 1982 a partir de una idea presentada por un joven fan de 22 años, Randy Schueller. Parece ser que en su idea inicial era un traje de moléculas inestables diseñado por Reed Richards. Si bien las Secret Wars de Jim Shooter, en el año 1984 fue su introducción. Dicho traje, se descubrió que era un simbionte, pero una vez erradicado el mismo y puesto en cuarentena, Marvel Comics mantuvo el mismo como uniforme principal de Spider-Man, desde The Amazing Spider-Man #252 (cortesía de la Gata Negra). El diseño visto y disfrutado por años pertenece a Rick Leonardi, basados en ideas presentadas en una historia de Randy Schueller. Leyenda o no, verdad o mentira, lo cierto es que el traje en cuestión perduró hasta el número que tenemos entre manos, The Amazing Spider-Man Vol.1 #300.
El nuevo artista de la serie, Todd McFarlane, dejó claro a Marvel que no le gustaba dibujar el traje negro. Dichas pretensiones fueron atendidas y se optó por eliminar el traje. Como bien es sabido por todos, el simbionte rechazado se fusionó con Eddie Brock naciendo Veneno. La solución para quitarnos el traje negro fue simple: siendo que Mary Jane había sido secuestrada por Veneno y estaba aterrorizada Peter volvió a su clásico traje rojo y azul.
Desde este mítico número hasta hoy en día Veneno ha jugado un papel fundamental en la vida del trepamuros.
Por otro lado otro aspecto vital en la vida de Spiderman fue su dibujante Todd McFarlane. Éste supuso una revolución en la manera de percibir gráfica y visualmente a Spiderman. Gran parte de los números que tenemos entre manos son un ejemplo de lo que los seguidores del trepamuros se encontraron. Los lectores de aquella época se encontraron con viñetas barrocas, con telarañas imposibles, y posturas impracticables por cualquier ser humano. Hay que hacer una mirada retrospectiva y entender que no estábamos preparados para semejante ruptura, y por ello Todd McFarlane debe ser considerado uno de los mejores artistas que han dibujado el trepamuros. Ahora bien para gustos los colores, y visto con la sabiduría del anciano, hoy en día esos números no los aprecio con la misma fascinación que en ese iniciático momento.
Se puede afirmar, eso sí, con rotundidad que Todd McFarlane cambió la percepción estética que teníamos del arácnido. Su Spiderman era más Hombre Araña y menos Peter Parker, lleno de poder y agilidad. Hoy en día muchos dibujantes lo dibujan contorsionado, muchas veces de una manera que resulta extraña, pero esto no ocurría con McFarlane. Cada fotograma con Spiderman es enérgico y pese a que no pueda gustar su arte, es un hecho innegable. Como gran defecto en el artista encontramos sus rostros. Podríamos hablar incluso que su arte es caricaturesco. La peculiar anatomía de sus personajes y las caras planas en perspectiva resultan ciertamente chocantes. Sin embargo al “César lo que es del César” y Todd McFarlane llevó a cotas muy altas a la cabecera principal de Spiderman.
Se incluye en este tomo también el anual nº 22 de la serie, uno de los relacionados con La Guerra de la Evolución. Lo más interesante que tiene este anual es que supone la primera aparición de Speedball (creación de Steve Ditko que formaría parte de los Nuevos Guerreros). Además encontramos en este tomo el número 4 del segundo volumen de What If…?, que responde a la pregunta ¿Y si el traje alienígena hubiera poseído a Spiderman?, y un número de la colección paródica What The–?!, en el que veremos la versión de La última cacería de Kraven en el mundo de Peter Porker, el Espectacular Spider-Ham.
Como conclusión es innegable que no podemos perdernos este maravilloso tomo que es historia pura del trepamuros. Una edición «remasterizada» con colores intensos, aventuras, historia viva, y aspectos que a fecha de hoy siguen vigentes y actuales. En cualquier biblioteca de un fan arácnido no puede faltar lo que supone un imprescindible.
Un imprescindible
Guión - 6.5
Dibujo - 7.5
Interés - 8.5
7.5
La irrupción de Todd McFarlane y otras joyas hacen de este tomo un must have.
A mi me sigue impactando McFarlane en esta serie (Como habéis comentado, sobretodo en lo que se refiere a Spiderman, en si y las viñetas y composiciones en las que aparece), lo que me flaquea son los guiones…
Muchas felicidades por el artículo, lo he disfrutado como un enano.
Yo tengo esta trilogía editada por Panini en este formato, con los 6 siniestros y otro más. Es espectacular leerlo en este formato y ojalá hubieran publicado todo Spiderman así… Gran articulo
No es muy confiable una reseña que cuando quiere referirse a una viñeta la llama fotograma…
Muchas gracias por vuestros comentarios y por las felicitación.
Se trata de una etapa que tiene detractores y fans por igual. Yo la recordaba mejor, pero me ha gustado volverla a leer.
Muchas gracias, de verdad, a todos por seguirnos y leer el artículo.
Lo de Todd McFarlane (el Michael Bay de los comics) pues ya el tiempo le puso en su lugar, hoy su etapa es conocida por el surgimiento de Veneno y ya, los guiones de Micheline primando la acción y tirando a aburridos. En esos años eran Gerry Conway y Sal Buscema los que daban el nivel de calidad e interes en las colecciones secundarias de Peter Parker sin tirar de fuegos artificiales.
De la Caceria de Kraven ya está todo dicho. Los números de Ann Nocenti absolutamente recomendables, una pequeña joya como bien dice la reseña. Los de Doc Ock que aún sufría trauma al enfrentarse a Spiderman muy entretenidos, buena historia y divertida. El “What if” era bastante intenso en dramatismo, de los mejores que yo recuerde. Y el anual de La Guerra de la Evolución pues bueno, un comic de tantos, ese pobre Speedball que mal iba a acabar, al menos tuvo su momento con los guerreros de Nicieza.