¿El siguiente? ¡Vamos!
«Bruce Banner nunca pudo participar del disfrute de Hulk cuando derrotaba a sus enemigos. No hasta ahora. Ayudadme a celebrarlo. Dadme huesos que romper y dientes que cascar.»
Tras la entrega primera y segunda , nos encontramos de lleno con el tercer volumen de la etapa de Peter David al frente de la colección de El Increíble Hulk, que Panini Cómics está editando dentro de la colección de Marvel Héroes. Tras un comienzo errático, una continuación original en planteamiento y pésima en lo que a la parte gráfica se refiere, llegamos al comienzo de la saga que definió a esta etapa y la elevó a cotas de éxito y ventas que unos años antes eran impensables.
Como núcleo duro de este tomo, tres puntos a destacar. El primero de ellos se refiere a la nueva vuelta de tuerca en lo que al status del personaje se refiere. Pasando de la personalidad de Mr. Fixit (lo siento no puedo con la denominación española “Señor Arreglatodo”) a la de El Doctor encontramos un nuevo episodio traumático en la evolución de la psique torturada de Bruce Banner congeniando en una sola mente la de El Salvaje Hulk, Mr. Fixit y la del propio Bruce. Magistralmente Peter David lleva a cabo una sosegada evolución que deriva de las consecuencias del final del anterior tomo. Sin embargo hay una terrible diferencia de lo que hasta la vista hemos visto. Ahora, la personalidad fusionada de tres seres se siente cómoda con una mente brillante y un cuerpo y fuerza de inconmensurable poder. A la par de esta evolución el afamado guionista hace dar un paso al frente a Elizabeth «Betty» Ross; hasta la fecha, anodina y arquetípica mujer víctima y enamorada del héroe.
El segundo de los puntos a destacar es la introducción de El Panteón. Esta organización fue creada por Peter David la cual había permanecido oculta en las sombras durante gran parte de su existencia. Sus miembros incluyen a Aquiles, Ajax, Andrómeda, Atalanta, Delfos, Héctor, Jason, Paris, Perseo y Ulises, todos los cuales son descendientes de su líder Agamenón. Todos ellos dedican su vida a prevenir catástrofes internacionales y amenazas globales antes de que sucedan. Esta organización aparece por primera vez en el volumen que nos ocupa, en concreto en The Incredible Hulk vol.1 #368, allá por 1990. Inicialmente esta organización se presentó como antagonista de Hulk, pero se revelará que el interés de la misma, en concreto de Agamenón es su reclutamiento con fines que ya se irán desgranando en la siguiente entrega. No será hasta The Incredible Hulk vol.1 #425 ya en 1995 y con lápices de Gary Frank cuando se cierre la trama completa de El Panteón. Posteriormente esta sociedad secreta ha hecho apariciones esporádicas ya en el siglo XXI. Quizás la más notable fuese en Heroic Age: Prince of Power en 2010.
El tercer punto es la parte gráfica. Un nombre nos viene directos al cabeza asociado a este volumen, Dale Keown. El dibujante es un artista canadiense que comenzó a trabajar en la industria en 1986, dibujando varios cómics para Aircel, como Samurai y Dragon Ring. Hizo varias portadas en otras compañías, como Malibu, antes de publicar su primer trabajo de Marvel en 1990, Nth Man: The Ultimate Ninja #8. Esto conduciría unos pocos meses más tarde a la obra por la que todavía se le recuerda y por la que ha pasado a la historia del noveno arte: The Incredible Hulk.
Peter David ha llegado a decir que Dale Keown fue uno de los artistas con los que sus guiones encajaban a la perfección junto con George Pérez. El arte de Keown encajaba a la perfección con el guion de David, así como con Hulk. El arte del canadiense estaba en sus inicios fuertemente influenciado por John Byrne, pero será en los cómics que contiene este volumen cuando empiece a despegar y volar en solitario. El dibujante consiguió dar con ese toque humorístico que Peter David impregnaba reforzando ese toque divertido en la colección.
Keown como muchos artistas de la época que se hicieron un nombre en Marvel desembarcó con una serie propiedad suya en Image, Pitt. El personaje era un híbrido humano/alienígena que había sido diseñado genéticamente para ser una máquina de matar y que como era lo normal y molón en la época llevaba unas cadenas que sumado a su aspecto nos recordaba a un Mr. Fixit mezclado con King Kong. El cómic funcionó lo suficientemente bien, hubo alrededor de 25 números en 6 años, que era lo normal de la época. Volvería a Hulk formando equipo con David en Hulk: The End; incluso aportó su buen hacer para el one-shot de Darkness/Hulk.
Finalizando debo decir, sin duda alguna, que estamos delante de lo mejorcito de esta larga etapa, junto con el siguiente volumen que esperemos vea la luz en este año. Se trata de un cambio sustancial en cuanto a calidad gráfica y se percibe ya a un Peter David totalmente cómodo con su personaje, porque estamos en ese momento en el cual lo hace suyo.
Lo mejor
• El cambio en el ritmo narrativo perfectamente acompasado con…
• ….un dibujo atractivo y espectacular.
• La nueva versión de Hulk.
Lo peor
• El paso de los años lastra un poquito la lectura.
In crescendo
Guión - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 7
7.5
Peter David coge el ritmo a la serie apoyado por un Dale Keown magnífico.
Me parece poca nota la verdad, empieza aquí la mejor etapa de Hulk, que aún mejora con Gary Frank.
Voy aproximadamente por la mitad del ómnibus del Estela Plateada de Slott y Allred, pero hasta el momento me parece que su 9,7 es absolutamente indefendible, más aún si lo comparamos con este 7,5.
Pensaba que no encontraría un articulista de ZN con el que coincidiera menos que con Raul Gutiérrez. Está claro que me equivoqué.
Voy a seguir con el tomo de Estela.
Gracias por la reseña.
Más allá que siempre me pareció de las mejores etapas de Hulk, no puedo negar que tuvo varios altibajos tanto a nivel de guiones como en la parte gráfica esta serie.
Tal vez cuando uno con un par de años a cuesta lee nuevamente esta etapa le pesa más algunas partes en el que el arte es de calidad dudosa (como los númeres dibujados por Kieth y Medina), y eso acentúa algunos defectos de la escritura de David.
Y hablando de Medina, lo peor de todo es que vuelve a dibujar en un par de tomos más de esta colección y no mejora un ápice su calidad sino que por el contraro empeora.
Sobre los guiones cuando leí la primera vez lo del Panteón me pareció una fumada del autor pero recién con el correr de los números me pareció genial la idea, y siguiendo con eso me encantó lo que hizo con ciertos alienigenas que pasan de visita.
En cuanto a los artistas que acompañaron a Peter David para mi tuvo cuatro dibujantes durante su extensa etapa que estaban en un gran nivel como es el caso del ya mencionado Keown sumados a Gary Frank, George Pérez y Adam Kubert, cada uno con su estilo ayudo a realzar la serie.
Gracias a ti por leernos. Estoy de acuerdo con tu comentario. Un abrazo
Yo creo que hay que darle más nota pero no por el contenido del tomo (que también) sino por el trayecto hasta aqui por parte del lector.
Despues de haberse comido a Milgrom (porque me lo lei y no me lo salte, no como otros tramposos) y McFarlane en el tomo 1, a Purves en el 2… este Keown sabe a gloria.
Asi que desde aqui me felicito efusivamente a mi mismo por la tarea realizada, y doy la enhorabuena a los lectores que como yo hayan realizado este duro trayecto que demuestra que el esfuerzo trae consigo recompensa. Como yo, muchacho/as, sois heroes aunque no lleveis capa.
En eso estoy totalmente de acuerdo. Un camino duro, duro hasta llegar aquí.