Con pantuflas rosas y a lo loco
«¡Intentaste matarme, y ni siquiera supiste hacerlo bien! ¡Me convertiste en un monstruo enfurecido!»
Parece mentira, pero estamos en el cuarto volumen de la etapa de Peter David en El Increíble Hulk. Cuatro volúmenes que han ido progresivamente en ascenso en cuanto a su calidad. Tras titubeos, intentos de tomar un timón de un barco a la deriva, vaivenes propios de un autor que toma las riendas de un personaje nuevo, y algún que otro dibujante nada favorecedor, llego una estabilidad que en este tomo se fortalece.
Tal es así que en 1992 Peter David y Dale Keown ganaron el reconocido premio Eisner por su trabajo en esta serie. Amigos míos, pero la felicidad es efímera, y no todo es arco iris, unicornios, y chucherías. De la mano de uno los viejos conocidos de la Casa de las Ideas, y dibujante de El Increíble Hulk, Todd McFarlane, con quien arrancaría esta larga etapa, la seducción, y promesas de grandeza llegaron al escritorio de Dale Keown.
Ante una visión de un presente futuro, donde el estrellato se difuminaba, el aclamado dibujante marchó a una recién creada Image Comics para hacer The Pitt. Cosas de la vida, a pesar de reportarle fama y estrellato, esta serie sería el canto del cisne del canadiense. Poca cosa hemos visto ya del autor que nos encandiló a finales de los ochenta y principios de los noventa. La vida es así, efímera.
Siguiendo con el contenido de este tomo, como siempre debemos destacar dos aspectos asociados al formato Marvel Héroes. Uno de ellos, los contenidos extra que resultan maravillosos para lectores que desean tener contextos de la época, e información complementaria. El otro de ellos es doble. El volumen y el precio. Por un lado, siendo que es una etapa con aventuras entretenidas, el peso del tomo y su elevado número de páginas, lo convierte en un completo dolor y volumen impracticable. Esta etapa hubiese quedado mejor en tomos como la Saga de Aniquilación. Tal es la pesadumbre de tener por delante más de seiscientas páginas que se convierte en una pesadilla la lectura de contenidos como los horribles anuales que contiene. Deseas acabar ya el tomo en cuestión, y es una pena, porque en líneas generales estamos en el verano de la colección, a modo de metáfora.
En cuanto a la trama, qué deciros que no sepamos ya. Tras un comienzo intenso a modo de crítica del intervencionismo de EEUU en una época contemporánea a la Guerra del Golfo, pasando por un regreso a Las Vegas, llegará la saga que da título al tomo que nos ocupa. Entre medias un terrible cruce entre los anuales de Hulk, Namor, Estela y Doctor Extraño con una historia que se podría haber reducido en 24 páginas. Me quedo con el dibujo de Kevin Maguire porque entre nosotros os aseguro que se me hizo insufrible toda la historia que nos contaban los cuatro anuales.
Respecto a Fantasmas del Pasado, supone el adiós de Dale Keown y el apoyo de Jan Duursema, la cual me acompañó ya en la primera década de los 2000 en el mundo de Star Wars. Una dibujante capaz, resuelta, que consigue salvar el partido tras la marcha de un dibujante a años luz de su trazo. Se trata de un arco influenciado en ese momento por la muerte de una persona muy cercana a Peter David, Carol Kalish, mentora del guionista en Marvel. Como ya sabemos, y se percibe perfectamente en las cuatro entregas que conforman el arco, Peter va dejando detalles relevantes a lo largo de la historia, preparando el principio del fin que iremos desgranando en los siguientes tomos. Ya os lo he adelantado antes, la felicidad es efímera, y Hulk, tal y como ya predijo Delfos es visto en medio de una vorágine de caos y destrucción.
Y de nuevo, un hito dentro de las páginas del Gigante Esmeralda. Tras la huida sorpresiva de Dale Keown, y el relevo de Jan Duursema, un jovencito proveniente de Marvel Uk, nos dejaría con la boca a nivel calcetines. El comienzo del estrellato de Gary Frank empezaba, y si Keown nos recordaba poderosamente a Byrne, Alan Davis era su referente. Maravilloso, impresionante, limpio en el trazo y con un completo control de las proporciones conseguía que olvidásemos al canadiense.
En definitiva, continúa una etapa que se encuentra en su momento álgido, y que en el siguiente tomo supondrá el comienzo del fin de un camino muy largo que sigue en el recuerdo de los lectores españoles como de lo mejorcito de los noventa.
Enlaces de interés
Lo mejor
• El dibujo de Gary Frank para un fan incondicional como yo.
• La evolución de Dale Keown.
• Un tomo con aventuras que no han envejecido mal.
Lo peor
• El peso del volumen.
• El precio del volumen.
Sigue la calidad
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Un tomo que supone el canto de cisne de Dale Keown pero no por ello debemos caer en la tristeza.
Este tomo contiene algunos de mis números favoritos de la etapa de Peter David y también creo que es la cúspide de su larga estancia en la serie.
Es una pena que Keown no pudiera completar el el arco Fantasmas del Pasado, ya que estaba en un nivel altísimo y sus escenas de acción son espectaculares. El enfrentamiento de Hulk contra los U-Foes es un ejemplo perfecto.
El siguiente tomo debería contener las sagas de Las Guerras Troyanas y la caída del Panteón, si no me equivoco, que sigue siendo material muy bueno
Estoy de acuerdo, esta etapa es top de Peter David, de Hulk e incluso de Marvel. Aunque hace años que no la releo.
Pues a mi este tomo me ha costado terminarlo, el cruce de anuales malisimo, el resto lo salva el dibujo aunque no siempre, otros números me han parecido muy normalitos, no entiendo la fama de esta etapa el que me gusto fue el tomo 3, pero yo me bajo esto no es para mi y es una pena porque los dibujantes son top.Lo de los rellenos en supers es para hacérselo mirar me tengo que comer un monton de paginas de un cruce que además es malo, así llenan 7 tomos.
Gracias por la reseña.
Ya comente antes que la etapa de Peter David no es uniforme, tiene varios altibajos pero así y todo me gusta mucho las historias de este tomo; y coincido bastante que es hasta el próximo tomo lo mejor de esta etapa, ya que luego empiezan a verse muchos bajones tanto en los guiones como en el arte de esta larga etapa.
Igual algo que termina espantando bastante es el tamaño y precio del tomo, es tremendo eso.
Un poco relacionado con lo que comentan este tomo es inferior tanto al anterior como al siguiente. Para mi los tomos 3 y 5 serían los mejores.
Discrepo con Juanjo, que le ha puesto más nota que al tomo 3. A mi en su momento la saga que llevaba al número 400 no me terminó de convencer.