Peter David va más allá
«Crees que controlas totalmente la situación….»
Este tomo, aunque no lo parezca, gira en torno a un concepto muy interesante. Se trata del epicentro de un terremoto que, dentro de toda la etapa de Peter David a los mandos de El Increíble Hulk, construye un personaje para luego destruirlo.
Si cogéis este extenso volumen, casi, de manera intencionada, dos números especiales se ubican en el centro de estas casi 800 páginas. En 1992, Peter David en estado de gracias, junto con George Pérez, creó una de las historias más memorables protagonizada por el gigante verde, Futuro Imperfecto.
Hulk se enfrentó a una versión futura de sí mismo, el Maestro. Una versión que mostraba a nuestro protagonista como un gobernante absoluto de un mundo post apocalíptico donde todos los demás superhéroes habían perecido hacía mucho tiempo.
Un años antes, parecía que Hulk finalmente había hecho las paces consigo mismo. Todas las facetas de su doble personalidad se habían reunido en The Incredible Hulk vol. 1 #377. Ante nosotros teníamos, un Hulk inteligente con sus personalidades fusionadas, y un Bruce Banner retratado como alguien que sufría de un trastorno de personalidad múltiple. Este desorden en la personalidad de Bruce tenía una causa, pero, por primera vez, la mente se reestructuraba y El Doctor nacía ante los ojos de los seguidores de El Gigante Esmeralda.
Sin embargo, en este quinto volumen vamos percibiendo como esta encarnación no es, ni de lejos, todo lo perfecta que debiere ser. Hulk aparentemente cuerdo empieza a ser más violento, calculador y ciertamente amoral. Esta encarnación luchará contra El Maestro, loco y amoral; un reflejo oscuro que vamos viendo que no es tan descabellado, ni está tan lejos de llegar a ser.
El Maestro toma lo que quiere, hace lo que quiere, vive para y por sus deseos. Esta terrible versión de Hulk, no sólo es más brutal y despiadada que su predecesor, sino también más poderoso. Enojado es más fuerte, y su ira es ilimitada.
Futuro Imperfecto utiliza el clásico recurso de ciencia ficción de viajar hacia adelante y hacia atrás en el tiempo para cambiar la historia, evitando que suceda un futuro a menudo distópico o post apocalíptico. Uncanny X-Men vol. 1 #141-142 es el referente.
Sin embargo, esta sombra no acabó aquí. Esta espada de Damocles se cierne en Hulk, y continúa como una posibilidad no muy remota. Se ha explorado por otros autores, y se ha retomado por el propio Peter David en recientes series. Lo cierto es que la oscuridad del ser humano, nuestro lado oscuro, es el tema central de este arco final que pone los cimientos de la caída en desgracia de El Increíble Hulk.
Los números que conforman esta quinta entrega son de lo mejor de la etapa del guionista de Spiderman 2099, Factor-X, Capitán Marvel, Aquaman, Supergirl…etc. El afamado guionista se encuentra muy cómodo con el personaje. Su soltura se percibe en cada página, con un desatado tono humorístico, con muchísimos guiños a DC Comics, películas de cine, novelas, al propio John Byrne, y series de TV. Peter David está en el salón de su casa en bata y pantuflas escribiendo relajado y suelto. Esto hace que la lectura del tomo, a pesar del elevado número de páginas, sea fluida. El número 420 es una muestra de la calidad del guionista cuando pone al lector ante un problema muy serio de la década de los noventa, el SIDA. En esa época, el miedo, el rechazo y el alto porcentaje de mortalidad de este virus supuso por un lado un factor discriminatorio, y por otro, un claro ejemplo de la falta de información y de medios para la investigación científica.
Como nota discordante, pero no del todo negativa, se incluye material extra bajo la batuta de Peter David. Me refiero a The Incredible Hulk Vs. Venom One-Shot, Tales to Astonish Feat. Hulk, Wasp, Hank Pym y material de Marvel Holiday Special 1994. Salvo el Tales to Astonish podemos decir que son productos muy de la época y que se salvan con un raspado aprobado. Recordemos que en esta época, 1994, tenemos a Veneno hasta en la sopa.
Por otro lado, podemos afirmar, sin género de dudas, que estamos ante lo mejorcito de esta etapa, no sólo por lo que respecta a la temática, guion y trama, sino por el trabajo de Gary Frank; soberbio.
Cada página, cada viñeta, es un verdadero despliegue visual. En estos números se aprecia ya un paso más en la evolución del británico, distanciándose de Alan Davis. El apoyo de un brillante Paul Pelletier, incluso se muestra de una alta calidad, y en consonancia con el nivel del británico. Encontramos aquí también a Roger Cruz que será un clon de Jim Lee y luego de J. Scott Campbell, o lo intentará, en plena explosión de Image.
Gary Frank es el último de los cuatro grandes artistas que formaron parte con Peter David de una etapa memorable. Después de que Frank se fue, en este tomo ya vemos su adiós, hubo algunos dibujantes muy buenos, pero, desafortunadamente, nunca duraron demasiado. Adam Kubert, por ejemplo, hizo 12 números, siendo el que más entregas dibujó hasta la marcha de David.
Después de que Gary Frank se fuese, la calidad gráfica disminuyó, no necesariamente porque los artistas no fueran buenos, sino porque no permanecieron el tiempo suficiente para forjar mucha sinergia con el guionista.
Es interesante considerar lo que pudo haber sucedido con El Increíble Hulk mientras tenemos la transición de Frank a Liam Sharp. Peter David pareció cambiar el tono de la serie como veremos en el siguiente tomo cuando toque analizarlo, para adaptarlo a cada tipo de artista. Por ejemplo, en los números 425 y 426, vemos que Sharp es muy diferente a Frank o Keown, con un trazo más oscuro. Liam Sharp encoge las viñetas en cada página haciendo la lectura, si podemos decirlo así, más claustrofóbica, frente a la luminosidad, espacios y amplitud del dibujante británico. Tendremos que esperar el próximo tomo para comprobar el siguiente paso en la evolución de El Gigante Esmeralda.
En definitiva, estamos en la cúspide de la etapa de Peter David en El Increíble Hulk. Con la inclusión de Futuro Imperfecto, tenemos, por fin, contextualizado a la perfección un periodo en el que Bruce Banner sigue siendo un monstruo, pero tal y como vimos con Al Ewing, un monstruo que no tiene por que serlo por su aspecto, sino por lo que esconde su mente, su personalidad.
Enlaces de interés
Lo mejor
• El dibujo de Gary Frank.
• El dibujo de George Pérez.
• El control absoluto de la trama por Peter David.
• Futuro Imperfecto.
• El desatado humor de Peter David.
Lo peor
• El peso del volumen.
• La portada, vamos a ver, entiendo que sea elegida en sintonía con El Panteón, pero señores elijan otra más bonita por el amor de Galactus.
Gran etapa
Guión - 9
Dibujo - 9
Interés - 9.5
9.2
Estamos en pleno apogeo de El Increíble Hulk de Peter David.
