A finales de los años 80, la Patrulla X era el cómic que todo el mundo quería dibujar o escribir. Había pasado de ser una colección que apenas si vendía a convertirse en uno de los mayores baluartes de beneficios de la compañía de Stan Lee. ¿La Razón? Un hombre, Chris Claremont, también llamado con orgullo, el Patriarca Mutante. Y es que, fue este aclamado guionista el que tuvo la capacidad de sacar a los X Men de ese limbo en el que se encontraban, trayendo un nuevo equipo de mutantes a la palestra que atraería la atención de todo el mundillo, pero ello sin olvidarse desde luego, de personajes clásicos como lo eran El Profesor Xavier, Magneto o Cíclope, entre otros. ¿De qué estoy hablando? De la Segunda Génesis por supuesto. Aclamado número de X Men con el que todo empezó, y en el que se presentaba a una nueva alineación de la Patrulla X cuyos recién incorporados miembros procedían cada uno de una parte del globo. Así, teníamos al alemán Rondador Nocturno, la Egipcia Tormenta, el ruso Coloso, el irlandés Banshee, el nativo americano Ave de Trueno, el japonés Fuego Solar y…Logan, James Howlett o como sólo se le conocía por aquel entonces, Lobezno, un mutante con habilidades animales llegado desde Canadá.
Lobezno había sido una creación del finado Len Wein presentado en la colección de Hulk, y aunque aunque entonces no es que diera mucho que hablar atrajo lo suficiente la atención del Patriarca Mutante para incluirlo en su equipo, decisión que ni él ni el noveno arte lamentarían jamás. Y es que la popularidad del personaje subió como la espuma. A todos nos encantaba Lobezno, y Marvel lo sabía. Por ello, era evidente e inevitable que Logan acabara por protagonizar una colección él solo.
Esto era algo de lo Claremont no quería ni oír hablar, pero también tenía claro que se acabaría por hacer, por lo que, a regañadientes decidió encargarse él mismo de esta colección, a la que daría un corte aventurero, casi siempre centrado en Madripur, ficticia ciudad marvelita en la que la delincuencia y la chulería se proyectaban a través del Bar Princesa, regentado por Parche, también conocido, como no podía ser de otra manera, como Lobezno.
A principios de los 90, Claremont ya hacía tiempo que había dejado la colección y ésta necesitaba seguir vendiendo como antaño, por lo que a la misma llegaron dos talentos que hoy son conocidos por todos, pero que en aquella época todavía no habían comenzado a romper moldes en esto de las viñetas. Sus nombres eran
El Lobezno de Hama y Silvestri comenzó como un espíritu continuista de lo que hizo Claremont en la colección, pues su primer arco argumental no era sino un cómic de corte aventurero centrado en Madridpur. Sin embargo, la colección pronto discurriría por otros derroteros, y aquellos fueron los que recogían el testigo de las que por aquel momento eran las dos novelas gráficas más aclamadas sobre el mutante canadiense.
Una de ellas, Arma X, de Barry Windsor-Smith había narrado como Logan acabó teniendo todo su esqueleto (garras incluidas) recubierto de adamatium, pero lo había hecho con una construcción que huía de la linealidad, jugando con el lector, que a lo largo de unas cuantas páginas estaba tan confundido como Logan cuando intentaba ahondar en su pasado. De esta forma, lo contado en Arma X podía ser verdad, no serlo en absoluto, o… serlo a medias.
Por ello, Hama decidió continuar este juego con el lector iniciado por Windsor-Smith y dotó a su etapa en Lobezno de más detalles sobre los orígenes del mutante, construyendo una base sobre su origen que aunque luego ha sido reescrita varias veces y hoy día, quizás no sea la fuente más fiable sobre el pasado de Logan, desde luego que construyó un genial aporte para la biografía del personaje.
Seguidamente, Larry Hama llevaría a Lobezno hasta el país del sol naciente, y es que allí Logan había vivido una de sus mejores epopeyas, Lobezno: Honor de Frank Miller y Chris Claremont. Por ello el mutante volvía a Japón buscando a su amada Mariko Yashida lo que, evidentemente, sólo podía traerle problemas.
A modo de detalle, me gustaría destacar dos grandes momentos de esta etapa. Uno de ellos la androide Elsy-Dee, constructo asesino diseñado para acabar con Lobezno que tenía la forma de una niña de cuatro años, por lo que en seguida se ganaría la simpatía de Logan, quien la haría luchar contra su programación, y es que pese a su fiereza y tendencia al descontrol, Lobezno siempre ha sido una figura paternal para muchos personajes del Universo X Men.
Además, los españoles tenemos nuestro propio guiño en esta etapa, y es que se nos cuenta como Lobezno luchó en la Guerra Civil Española, aventura que tampoco es que tenga mucha trascendencia pero que en nuestro país siempre ha sido vista con mucho cariño.
En cuanto a Marc Silvestri, hablamos de uno de los grandes dibujantes de su época, que aporta a la colección de Lobezno profundidad e imposibles escenas de acción que no permiten al lector descansar la vista ni un momento.
En resumidas cuentas, esta recopilación de Panini es un auténtico must have para aquellos fans de Lobezno, que no deberían dejarla escapar en ningún momento.
Guión - 7.5
Dibujo - 8.5
Interés - 8
8
Must Have
Hablamos sobre la etapa de dos grandes talentos del noveno arte en la colección del mutante de las garras de adamantium.
Qué mal le sentó a Marc Silvestri pasar de la influencia de Mignola en favor de la de Jim Lee. Larry Hama cumplía con oficio y bastante hizo con Lobezno y Veneno en aquella época. Espero que algún día recuperen la etapa que tuvo con Adam Kubert.
Marc Silvestri + Dan Green. Tanto en la etapa australiana. como en este Lobezno estaba estupendo.
Cuanta razón. Fué convertirse en un sosias de Jim Lee, y fastidiarla a base de bien.
Es que Silvestri iba sobradísimo en todas las series, Uncanny, Wolverine, Web of… Fue sin duda el mejor de aquella hornada.
A nadie le sentó bien la influencia de Jim Lee, ni siquiera a Jim Lee.
Me han hablado maravillas y pestes prácticamente por igual de esta etapa de Lobezno. Yo, como fan de Logan, lo único que sé es que lo quiero leer, porque mejor o peor es una etapa mítica, y ya que estamos para poder opinar 🙂 Lo que pasa es que no soy capaz de dar con el tomo en ninguna de las tiendas del centro de Madrid.
Para eso tienes la web de Panini y con 5% de descuento : http://comics.panini.es/store/pub_esp_es/sclmh047-es-marvel-heroes-comic-lobezno-de-larry-hama-y-marc-silves.html
Oh, wait…..que lo tienen agotado…..PUTADA…..
He mirado y por alguna web lo tienen. El problema es que soy muy «tiquismiquis» con los tomos, me gusta comprobar en persona que están en buen estado, sin desperfectos, golpes o errores de imprenta (no hay más que ver como llegan muchas novedades a las tiendas), y comprándolo on line no me aseguro esto. Supongo que en caso de no encontrarlo, tendré que ceder, comprarlo vía on line y esperar que llegue perfecto.
Si eres fan de Logan no entiendo cómo aún no has leído esto. De las pestes no hagas caso, tanto esta etapa como la de Frank Tieri debes leértelas SÍ O SÍ. De hecho, el 8 que le otorga el articulista se me queda corto comparado con otras reseñas de esta misma página.
Lo dicho, si te mola Lobezno debes leer este tomo, pues, al margen de minis autoconclusivas como Honor u Old Man Logan, es, junto a la etapa de Tieri y a la de Aaron (y por encima de ellas), la mejor del personaje.
Pues esto que lo vas dejando pasar, y entre una cosa y otra, quehaceres y otras lecturas, pasa el tiempo y siguen ahí a la espera de ser leídas… En su día quise pillar el tomo cuando salió, pero me pilló en mala época y lo dejé para más adelante, y ahora no doy con él por ningún sitio.
Gracias por el consejo, en cuanto pueda lo leeré, aunque sea en otro formato y dejaré la compra para más adelante cuando se reedite.
A ver si podéis ayudarme ¿Sabéis por qué han podido saltarse los números 44 y 54 de Wolverine? No me suena que formen parte de ningún crossover.
Creo recordar que porque no estaban dibujados por Silvestri ni formaban parte del argumento «global» de la etapa. Cuando se reedita la etapa de Morrison en la JLA tampoco se edita «linealmente», pues hay muchos números y sagas intermedias guionizadas por Waid, por ejemplo, que no aportan nada a lo que el propio Morrison cuenta. Este tomo recoge la etapa de Silvestri y Lama.
Una lástima que los editores españoles piensen que saben más que los americanos. Lo de ECC no tiene nombre, pero no me lo esperaba de Panini. El único motivo por el que me pueda quitar de encima la edición de Planeta es que se me presente una, como mínimo, igual de completa.
«Lobezno había sido una creación del finado Len Wein presentado en la colección de Hulk, y aunque aunque entonces no es que diera mucho que hablar atrajo lo suficiente la atención del Patriarca Mutante para incluirlo en su equipo, decisión que ni él ni el noveno arte lamentarían jamás…» Querido Raúl, deberías saber que Claremont, el Patriarca Mutante, NO fue el guionista de la Segunda Génesis ni el creador del nuevo equipo. Fue Len Wein. De ahí que incluyera a su creación, Lobezno, el mutante canadiense. Claremont, en aquella época, no era más que su ayudante. Pero Wein, por aquél entonces ascendido a editor jefe de Marvel, no pudo encargarse de la colección regular y la dejó en manos de Claremont, que la llevó a las alturas que todos conocemos…