El Regreso del Capi Original
Cinco años. Cinco largos años han pasado desde que tuviéramos en nuestras manos el anterior Marvel Integral correspondiente a la etapa de Ed Brubaker al frente del Capitán América, aquel tomo que abordaba la muerte de Steve Rogers y la recogida del manto del Centinela de la Libertad por Bucky.
Pero si por algo se caracteriza Panini, a diferencia de otras editoriales que poseen licencias de editoriales superheroicas es porque siempre termina sus colecciones. Puede que no lo haga en ocasiones con una periodicidad fija, puesto que tiene que dar salida a otros volúmenes y hay mucho por publicar, pero siempre termina cerrando el círculo de las etapas que comienza a publicar y, si tenemos paciencia, los compradores las completamos.
En el caso del Capitán América de Ed Brubaker, no sería justo decir que estamos ante una colección de la que no hayamos podido conocer su continuación durante los últimos cinco años. Y es que, la serie la completo está recopilada en tomos Marvel Deluxe que entendemos que se irán agotando con el tiempo, pero que ahí siguen a la venta para quien la quiera leer en dicho formato. Sin embargo, está claro que es el Marvel Integral, el que le sienta como anillo al dedo a la que sin lugar a dudas es la mejor etapa del Capitán América del Siglo XXI, y a una de las mejores del personaje en su larga historia editorial.
Como hemos analizado en otras reseñas correspondientes a anteriores tomos recopilatorios de esta etapa, Brubaker convirtió la colección del Capi en una especie de obra de espionaje que bebía de las películas de Jason Bourne, y en la que el héroe se encontraba perdido en el juego de engaños que Cráneo Rojo y SHIELD llevaban a cabo con él en torno a la existencia del Soldado de Invierno o de otros portadores de su legado.
Así, el comienzo de la etapa estaba dedicado a la resurrección de Bucky, y a su regreso al redil de los buenos, para a continuación abordarse el enfrentamiento de Steve contra su gobierno en la Guerra Civil Superheroica, que terminaba con el Capitán preso y asesinado en las escaleras del Juzgado por una Sharon Carter controlada mentalmente por el Doctor Fausto, quien a su vez trabajaba junto con Cráneo Rojo y Armin Zola.
Pues bien, si la colección del Capitán América se dedicó en el anterior tomo a narrar las consecuencias de la muerte de Rogers, y la asunción de Bucky de su responsabilidad como nuevo Capitán América, este tomo parte desde donde terminó el anterior con un nuevo Capitán que tras resolver su primera gran crisis como Centinela de la Libertad se enfrenta al Doctor Chin y al Hombre sin Cara en una aventura un tanto pulp que le trae recuerdos de su pasado, tanto como el joven Bucky, miembro de los Invasores, como de sus tiempos de Soldado de Invierno.
Brubaker juega aquí perfectamente con los tiempos y las épocas, desentrañando poco a poco un misterio en el que Bucky, con la ayuda de la Viuda Negra y de Namor se desenvuelve de la mejor forma que puede.
Mientras tanto, el mundo superheroico ha vuelto a cambiar de manos, y la SHIELD de Tony Stark, tras la Invasión Secreta (evento en el que no entró Brubaker) ha sido sustituida por el Reinado Oscuro y la HAMMER de Norman Osborn, quienes cuando descubren que Steve Rogers puede que esté vivo, deciden aliarse con Cráneo Rojo, Zola y el Doctor Muerte para controlar su resurrección.
En este punto, podríamos criticar la magnífica etapa de Brubaker por caer en los tropos constantes del cómic superheroico. Y es que, se le dio mucha importancia a una muerte de Steve Rogers que parece ser que luego no se produjo, o al menos, no de la forma que nos contaron.
Sin embargo, en este caso, y si releemos el anterior tomo tras leer éste, vemos que la resurrección había sido pensada por Brubaker desde el principio, quien había dejado elementos sueltos aquí y allá durante el largo secuestro de Sharon Carter, con diferencia, el personaje que más sufre en esta etapa.
Por eso, si bien el cómic hace lo que tantos otros antes han realizado ya, desdecirse de un hecho tan dramático para conservar viva la franquicia del personaje, lo hace de una forma pensada y meditada, por lo que la obra no sufre con ello.
De este modo, los seis números, más el prólogo que constituyen la serie Renacimiento en la que veremos a Steve Rogers de nuevo entre nosotros, con un magnífico dibujo de Bryan Hitch muy deudor del trabajo que venía de hacer en Ultimates, son puro cómic de superhéroes, y puro Capitán América, en una aventura que resulta muy entretenida de leer.
Ver a Steve Rogers perdido por la corriente temporal, teniendo en cuenta que él en sí mismo es un hombre fuera del tiempo, supone un divertimento como pocos se han visto en el cómic superheroico, y que eleva a esta etapa a nuevos cuotas de calidad.
Steve Epting, por su parte, continúa con los niveles de excelencia a los que nos tiene acostumbrados en el trabajo que realiza en la serie principal.
Por otro lado, y tras los trucos numéricos oportunos, la serie llega en este tomo a su número 600, el cual es toda una celebración como suele ser acostumbrado en este tipo de números redondos en el que autores muy conocidos y de gran renombre aportan su granito de arena a la leyenda del Capitán América, a la que se rinde un precioso y sentido homenaje.
Un tomo que no debéis dejar escapar aquellos que seáis fans del personaje o que como mínimo, disfrutéis del trabajo de Ed Brubaker en la escena independiente.
Lo mejor
• Como Brubaker es capaz de jugar con las distintas épocas del personaje.
Lo peor
• Por bien que esté hecha, una resurrección es una resurrección y habría estado mejor continuar más tiempo con el Capitán Bucky.
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Imprescindible
Ed Brubaker y Steve Epting continúan con su larga etapa al frente del Centinela de la Libertad en este tomo que aborda el regreso de Steve Rogers.