Marvel Integral. Thanos. La Primera Nueva Trilogía

Aprovechamos la reunión en formato integral de las OGN de Jim Starlin que este escribiera sobre el Titán Loco entre los años 2014 y 2016 para reseñar tan grandes e influyentes obras

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Edición original:OGN. The Infinity Relativity, The Infinity Revelation, The Infinity Finale y The Infinity Entity 1-4 USA.
Edición nacional/ España:Panini Cómics.
Guión:Jim Starlin.
Dibujo:Jim Starlin, Ron Lim y Alan Davis.
Entintado:Andy Smith y Mark Farmer.
Color:Frank D’Armata, Rachel Rosenberg, Will Quintana y Guru eFX.
Formato:Tomo en tapa dura, 408 páginas.
Precio:40€.

 

Panini Cómics tiene claro que el pasado año 2018 y este 2019 son los años de Thanos. El Titán Loco está quizás más de moda que nunca, por lo que esta es la oportunidad perfecta para recopilar la ingente cantidad de material que existe sobre tan capital personaje para la Casa de las Ideas. De todo ese material, de todas esas obras, qué duda cabe que el autor que mejor ha sabido escribir siempre al Bastardo de Titán, no es otro que aquel que lo creó, Jim Starlin, por mucho que existan notables etapas a cargo del personaje como las firmadas por Jeff Lemire y, sobre todo, la recientemente escrita por Donny Cates.
Y es que, nadie conoce a sus hijos como sus progenitores, y Starlin tiene la característica de haber escrito a Thanos tanto en los orígenes de éste, que datan de la década de los 70, como en los 90 durante los eventos cósmicos que fueron orquestados por el escritor, así como durante los primeros compases del Siglo XXI, momento en el que escribió bastantes mini series y la mitad de la primera colección dedicada al personaje, hasta su abrupta salida de Marvel Comics por la puerta de atrás, por desavenencias con la editorial, la cual no debemos olvidar que pese a quien pese, es y será siempre la propietaria de los derechos de Thanos como personaje, por mucho que éste fuera creado por Jim Starlin y a tan insigne guionista deba las mejores de las obras que protagoniza.

Sea como fuere, la realidad es que la relación de Marvel y Jim Starlin siempre ha sido como la de esa pareja que deja de serlo para reconciliarse después de unos años y automáticamente volver a romper. De este modo, Starlin ha entrado y salido de la editorial tantas veces que si ahora mismo nos creemos que con la última trilogía (cuya segunda entrega analizaremos esta misma semana) que ha escrito sobre Thanos, se despedirá del personaje, es más bien porque somos conscientes de que en algún momento deberá jubilarse, puesto que de otra forma, el autor terminaría por volver a Marvel una vez más.
Así pues, en el año 2014 y hasta el 2016, Jim Starlin volvería a Marvel para escribir hasta cuatro obras sobre el personaje, tres OGN (Novelas Gráficas Originales y una mini serie de cuatro números) sobre el personaje, las cuales serían dibujadas el ocasiones por él mismo, en otras por su fiel escudero Ron Lim, y en otras por Alan Davis, con quien ha colaborado en no pocas ocasiones.

Pues bien, antes de entrar al breve análisis de cada una de estas obras, las cuales están íntimamente relacionadas entre sí, hasta el punto de que podemos considerarlas como una saga en sí misma, toda vez que cada una es continuación directa de la anterior, debemos de aclarar que lo que en ellas se narra no trae causa de la continuidad Marvel del momento con la colección de los Guardianes de la Galaxia, o la de Nova, si no, que parte directamente de Epifanía, aquella primera mitad de la primera colección de Thanos en la que Starlin enfrentaba al Titán Loco con Galactus, obra que a su vez bebía del Abismo del Infinito y del Fin del Universo Marvel.

Así pues, y como comentamos al analizar el trabajo de Keith Giffen con nuestro nihilista favorito, Jim Starlin retoma a su personaje predilecto en esta obra utilizando para ello la continuidad que él autónomamente y motu proprio considera que tiene Thanos, por lo que ignora todo lo posterior si no le conviene, o entorpece la historia que quiere contar.
Sin embargo, resulta curioso, que en estas obras veremos como además de Thanos y Warlock, aparecen personajes como los Guardianes de la Galaxia en la encarnación que Dan Abnett y Andy Lanning les dieron para sus sagas cósmicas, o como se hace referencia a la Oleada Aniquiladora de Annihilus, villano que también se pasea por estas obras.
De este modo, los elementos del Universo Marvel posteriores a la salida de Jim Starlin del mismo a principios de la primera década del presente siglo, que a éste le gustan (quizás porque se da mucho protagonismo a creaciones suyas como Drax el Destructor o Gamora, así como al propio Thanos) los incluye dentro de la continuidad de su historia, pero deshecha muchos otros que le estorban, especialmente todo lo relativo a los mediocres Guardianes de la Galaxia de Brian Michael Bendis.

Por ello, introducir estas obras de las que voy a hablar a continuación, dentro de la continuidad marvel tradicional se hace poco menos que imposible, sin que tampoco fuera la intención de Jim Starlin el que esa continuidad encajara a la perfección. De este modo, este redactor prefiere tener estas obras en cuenta como los productos de gran calidad que son, y no preocuparse sobre si casan bien con el resto de lo que sabemos del Universo Marvel o no, toda vez que la visión exclusiva y excluyente que Starlin tiene sobre este cosmos de ficción, ya hace que muchas cosas formen o no parte del mismo en función de la querencia del escritor.

Sin más dilación, vayamos ya a sumergirnos en cada una de estas obras, la cuales en su día fueron publicadas por Panini Cómics al poco de su salida en Estados Unidos, pero que hasta hoy se encontraban descatalogadas, por lo que es muy de agradecer que se hayan publicado en un único y prestigioso volumen que respeta el tamaño original, y que además supone un ahorro de precio para los que no poseyeran dicho material.

Thanos. La Revelación del Infinito

La primera de las obras de la que vamos a hablar es Thanos: La Revelación del Infinito, novela gráfica con la que Jim Starlin volvió en el año 2014 a su hijo predilecto, Thanos, y como antiguamente, y en las últimas ocasiones que se había encargado de él, volvería al conquistador planetario no solo como escritor, si no también como dibujante, demostrándonos en primer lugar que Starlin seguía tan en forma como antaño.
En este punto, debemos hacer referencia a que en muchas ocasiones se dice de estas obras que muestran a un Jim Starlin en “horas bajas”, reflexión con la que no puedo estar menos de acuerdo. Y es que, el autor nos demuestra no solo que conoce muy bien a los personajes que trata, y la evolución que él mismo les ha dado a través de las décadas, si no que estamos ante productos que nada tienen que envidiar a otros anteriores sobre el personaje, como la Guerra del Infinito o La Cruzada del Infinito a los que supera por mucho (sin llegar a abrazar la quizás imposible grandeza de La Búsqueda de Thanos y de El Guantelete del Infinito).

Lo que ocurre sin embargo, es que Jim Starlin es un autor que en la década de los setenta era joven y rompedor, aportando al comicbook americano un punto de vista nunca entonces visto en el arte secuencial, mientras que aquí, es un autor que sigue escribiendo con el estilo y recursos de los primeros años de la primera década de los 2000, cuando abandonó el barco marvelita (o fue despedido del mismo), sin que llegue a adaptarse a los nuevos modos y maneras de hacer cómics. Ello, puede ser visto sin duda como un inconveniente, pero no es menos cierto que cuando se trata de escribir a Thanos, otro tono distinto, u otra forma de acercarse al personaje por parte de Jim Starlin sería poco menos que extraño e inusual, y de seguro que no habría gustado a los fans del mismo modo que con las obras que estamos analizando.

La Revelación del Infinito comienza con una perturbación en el cosmos que Thanos, ser que ha abrazado en no pocas veces la omnipotencia y la omnisciencia percibe con claridad, sintiendo una sensación de vacío y de soledad como pocas veces antes en su vida. Raudo en su anhelo de buscar respuestas al desequilibrio que percibe en el Universo, acudirá al Pozo del Infinito, situado en los dominio de su antaño amada muerte, la que le pondrá en el camino de Adam Warlock, quien a regañadientes, tendrá que aliarse una vez más con el Titán Loco, por el bien del Universo. Dicha alianza les pondrá en el punto de mira de Los Aniquiladores, ese grupo sustituto de los Guardianes de la Galaxia formado por Gladiador, Bill Rayos Beta, Estela Plateada, Ronan el Acusador, Quasar e Ikon, de los Caballeros del Espacio Galadorianos.

En este punto, debemos hacer referencia a la curiosa relación que Warlock y Thanos tienen entre sí a través de los años y las vivencias compartidas. Y es que, como la propia editorial Marvel y Jim Starlin, lo de Thanos y Warlock no deja de ser una especie de amor-odio que los pone en el mismo lugar del tablero de juego o en lados distintos en función de las aspiraciones de cada uno.
Así, mientras que Thanos siempre ha buscado la dominación absoluta a través de abrazar la omnipotencia para lograr el nihilismo total que corroe su alma, rechazando dicho poder casi siempre que lo ha obtenido, Warlock ha acabado por resultar omnipotente más por la sucesión de hechos concreta que ha acaecido, utilizando dicho poder en pocas ocasiones muy concretas, buscando siempre el bien del resto en detrimento de sí mismo (llegando a abrazar el sacrificio personal cuando lo considera necesario) y renunciando a tal poder una vez que es usado para el objetivo altruista fijado por el hombre perfecto.

En esta ocasión, Thanos y Warlock lejos de ser enemigos, colaborarán juntos, alianza que se mantendrá durante prácticamente todo el volumen integral publicado por Panini Cómics, y es que, ambos personajes son conscientes de que por mucho que sean seres muy distintos, y tengan anhelos cósmicos distintos y conceptos diferentes sobre lo que el Universo es y debe ser, son conscientes de que si el desequilibrio que perciben se cristaliza en una amenaza real e importante, dicho universo dejará de existir, y con él, ellos mismos y todo lo que persiguen y desean.
La resolución de esta primera obra tendrá un impacto muy grande tanto en Thanos como Warlock, pero especialmente en este último, algo en lo que no deseo ahondar más para evitar caer en el spoiler de obras que, para más inri, ni siquiera son hoy tan antiguas como para poder tomarme la libertad de destriparlas sin escrúpulo alguno.

Thanos. La Relatividad del Infinito

La Relatividad del Infinito es la segunda parte de esta primera nueva trilogía sobre Thanos que Panini nos brinda en formato integral. Tras haber colaborado con Thanos para encontrar el origen de las perturbaciones que el Universo sufría, Adam Warlock tiene una nueva misión: Acabar con Annihilus, quien se prepara para lanzar una nueva oleada aniquiladora desde la Zona Negativa contra el Universo. Para ello, Warlock contará con la ayuda de Pip el Troll, de Gladiador y de los Guardianes de la Galaxia, reformándose por así decirlo, la Guardia del Infinito, colección y grupo que a su vez sería el precursor de la encarnación del Siglo XXI de los Guardianes de la Galaxia. Dichos guardianes no eran si no la recuperación de un grupo antiguo de la Marvel de los 70 con miembros distintos que, de hecho, tenían más que ver con aquella Guardia del Infinito, que con los primeros portadores de su manto y nombre, que para mayor complicación venían del futuro en lo que a continuidad Marvel se refiere y, por tanto, podría decirse que editorialmente inspiraron a los actuales Guardianes pero que, en lo relativo a la historia de este rico universo, ser verían inspirados por ellos.

De este modo, pasado y presente del Universo Marvel se daban la mano a través de la superposición de la Guardia del Infinito y de los Guardianes de la Galaxia, demostrándonos que el cómic superheroico todo tiene su por qué, y que Starlin es un autor que aunque chapado a la antigua, sabe hacer un buen uso de conceptos nuevos para él, si los mismos sirven adecuadamente a su historia.

Starlin en esta obra, como en la anterior, no solo escribiría, si no que también dibujaría, resultando especialmente llamativo el Annihilus al que los personajes se enfrentan, el cual es especialmente grande y musculoso (lo que ocurriría fuera de plano de estas obras y se explica en Thanos vs Hulk, mini serie de la que hablaremos la semana que viene) que es ahora más peligroso que nunca, y cuyo nuevo tamaño garantiza la pelea física que todos esperamos, por mucho que estemos leyendo un cómic de Jim Starlin, donde la filosofía y la reflexión suele primar (aunque no siempre) sobre el habitual conflicto superheroico.

Esta obra, como la anterior, y en el fondo, formando parte de la misma idea, al ser una entrega más de la trilogía que Starlin había pergeñado, es tan recomendable como su predecesora, suponiendo un respiro en el sentido de que aquí hay más batalla que diálogo y complicación argumental, para que el lector pueda reposar su cabeza de cara a lo siguiente, que terminará de volver del revés su cerebro en busca de respuestas.

Thanos. La Entidad del Infinito

Antes de hablar sobre la tercera y última parte de la trilogía que Starlin dedicara a Warlock y a Thanos, debemos de hablar de la mini serie La Entidad del Infinito, la cual debe leerse entre medio de La Relatividad del Infinito y del Final del Infinito, al transcurrir en ella hechos que se encuentran a caballo entre ambas obras, hechos que además, nos ayudaran a entender mejor y darle una perspectiva más informada a todo lo que ocurre en estas OGN tan recomendables.

En la Entidad del Infinito, obra que lleva a Thanos en su título, a pesar de ello, debemos olvidarnos del Titán Loco, puesto que el protagonista de esta obra no es él, si no Adam Warlock, un Adam Warlock muy distinto a aquel al que estamos acostumbrados, y que ya nos fue presentado en La Revelación del Infinito. Este Warlock había sido secuestrado al final del anterior volumen, encontrándose en este momento apartado del espacio y del tiempo, buscando su camino de vuelta a sí mismo, para lo que recabará la ayuda de distintos seres, entre los que se encuentran Los Vengadores originales (sí, los de 1963), y es que Warlock viajará por distintos momentos del Universo Marvel hasta que halle la forma de volver y de liberarse de sus ataduras, en una obra que, aunque complementa muy bien a la trilogía del infinito que Starlin nos brinda, lejos de aportarnos las respuestas que tanto anhelamos a preguntas que constantemente se plantean en estas OGN, lo que hace es añadirnos nuevos e interesantes interrogantes.

En esta ocasión, Jim Starlin no dibuja los cuatro números de los que se compone esta mini serie (que en el fondo, por tamaño de página no deja de ser una novela gráfica como las anteriores), si no que aquí entra en escena Alan Davis, quien hoy en día está a cargo del dibujo de la segunda y reciente trilogía sobre el personaje y que también dibujó Guardianes de la Galaxia: Madre Entropía bajo el guión de Jim Starlin (obra de la que espero hablar antes de que termine este año).

Hablar de Alan Davis, es hablar de calidad con todas las letras y en mayúsculas en el mundo del cómic, siendo éste el principal atractivo de esta obra que, de esta forma, se desmarca de las dos anteriores, dibujadas por Jim Starlin, un Starlin que si bien no dibuja nada mal, y comprende a la perfección la anatomía humana (y alienígena) no deja de ser peor dibujantes que escritor, palideciendo hacia una leyenda viva como Alan Davis que aquí nos arranca más de una exclamación a lo largo de los cuatro números que componen esta mini serie.

Thanos. El Final del Infinito

Finalmente (valga la redundancia) llega el turno de El Final del Infinito, la última entrega de la primera nueva trilogía que Jim Starlin dedicó a Thanos, en la que todas las semillas que se han ido sembrando poco a poco en las anteriores entregas, florecen aquí, otorgándonos una auténtica explosión de luz y color y algunas de las escenas de batalla superheroica y espacial más épicas que podemos ver en este tipo de productos, recordándonos de hecho a la trilogía de eventos infinitos que el propio Starlin configurara durante la década de los 90. De este modo, un Warlock que no es el de siempre, y un Thanos que no está dispuesto a permitir la masacre que Annihilus quiere llevar a cabo, unirán sus fuerzas a las de la cuasi totalidad de héroes del Universo Marvel para acabar con el amo y señor de la Zona Negativa (pero no de esta web), y con la invasión del Universo que éste está llevando a cabo a través de una Oleada Aniquiladora que deja a la del evento Aniquilación de Keith Giffen, a la altura del barro, en lo que a capacidad destructiva se refiere.

Si en la Revelación del Infinito (como en la Entidad del Infinito) primaba la filosofía sobre la acción, y en la Relatividad del Infinito la acción ganaba en protagonismo a la reflexión, en el Final del Infinito, la acción superheroica más pura y épica se da la mano directamente con la filosofía y la reflexión más granada, regalándosenos un final más que digno e inteligente a esta trilogía tan interesante que por fin podemos ver reeditada y que ya está tardando en encontrarse en vuestro poder.

Para poner fin a toda esta nueva saga cósmica, en esta ocasión, Jim Starlin tampoco se encarga del dibujo, sin ceder a Alan David esta parcela, si no que entra en escena Ron Lim, el fiel escudero de Starlin durante la década de los noventa en lo que a cómics de Thanos se refería (el cual llegó a dibujar la segunda mitad de la colección del Titán Loco pero no con Starlin como escritor si no con Keith Giffen) y por tanto uno de los dibujantes que mejor conoce a Thanos, Warlock, Gamora, Pip el Troll, Drax el Destructor y todo el elenco de personajes marvelitas que han sido creados por Starlin o tocados por su mágica varita creadora.

Es cierto que Ron Lim no es Alan Davis, y que su talento no tiene nada que ver con el del dibujante de Excalibur y JLA: El Clavo, pero la realidad es que resultaba cuanto menos triste que Lim no interviniera en este resurgir de Thanos, un Thanos en el que tanto ha tenido que ver Lim durante tantos años.

Lo que realmente resulta triste, es que en todo este volumen no aparezcan por ningún lado las magníficas tintas de Al Milgron, uno de los autores peor tratados en la historia del cómic que, desgraciadamente no fue llamado a filas por Marvel en esta ocasión.
Poco más puedo decir de este volumen, el cual os emplazo a leer lo antes posible, demostrándose una vez más, que hay autores cuyo arte y saber hacer nunca muere.

  Edición original:OGN. The Infinity Relativity, The Infinity Revelation, The Infinity Finale y The Infinity Entity 1-4 USA. Edición nacional/ España:Panini Cómics. Guión:Jim Starlin. Dibujo:Jim Starlin, Ron Lim y Alan Davis. Entintado:Andy Smith y Mark Farmer. Color:Frank D'Armata, Rachel Rosenberg, Will Quintana y Guru eFX. Formato:Tomo en tapa dura, 408…
Guión - 7
Dibujo - 6.5
Interés - 8

7.2

Starliniano

Aprovechamos la reunión en formato integral de las OGN de Jim Starlin que este escribiera sobre el Titán Loco entre los años 2014 y 2016 para reseñar tan grandes e influyentes obras

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Eze
Eze
Lector
21 junio, 2019 16:25

Excelente reseña y excelentes obras. Me encanta todo lo que está haciendo Starlin con Thanos y Warlock en estas novelas y en las siguientes. Para mi la verdadera continuidad de los personajes es la que marque Jim, el resto lo leo como algo al margen.