El padre del diablo
«Old Spice»
En el año 2004 Joe Quesada, otrora nombre fundamental para el héroe de la Cocina del Infierno, se reencontraba con el personaje para una miniserie de seis números. A diferencia de Diablo guardián, para esta ocasión se iba a reservar además la faceta de guionista, en un homenaje en sí mismo a su propia vida, no tanto a través de Matt, sino de Battlin´ Jack Murdock.
Escrita en los últimos días de vida de su padre, propone una vuelta al pasado para reescribir la génesis del protagonista, involucrando el peso de lo familiar en su desarrollo personal. De tal manera que, por un lado, tenemos a un asesino en serie aterrorizando la ciudad y, con ello, a Daredevil, y, por el otro, a Matt Murdock enfrentándose a un caso que mezcla negligencia laboral, cáncer y violencia de género.
Donde mejor funciona la obra es en el terreno de la caracterización de Daredevil a partir de la propia de Matt. Entender sus errores como héroe a través de todo aquello que hace vulnerable al profesional de la abogacía. Algunas de las mejores obras del personaje se fundamentan precisamente en esta idea, en el modo que tiene siempre Murdock de involucrarse demasiado en sus casos, de escarbar en exceso, dejándose llevar por sus emociones. Quesada entiende muy bien este concepto y lo hace suyo para desarrollar la relación con Maggie, su clienta.
La estructura de la miniserie permite que tengamos un desarrollo pleno y armónico de su relación. Primero, la duda ante las mentiras que capta en sus encuentros iniciales. Después, que aparezca con un ojo morado a las citas. Todo ello, adecentado en la narración con escenas cotidianas entre Maggie y su marido, intoxicadas de violencia verbal, planeando además la evidente conexión con el asesino.
Matt falla habitualmente porque no sabe poner freno a lo que conoce a través de sus sentidos superdesarrollados. Una vez accede a la información y se convence de que algo es de una manera no puede escapar. Y eso hace que pierda el juicio en sus investigaciones. Esta característica es relevante para entender lo que hace único a Daredevil. Y se traslada muy bien en esta historia.
En segundo lugar, Quesada también está inspirado a la hora de retratar la Cocina del Infierno, no solo a partir de lo visual, sino también de las decisiones creativas en el guion. Define un entorno asfixiante, del que hay que escapar de inmediato. Un pozo de miseria para el que no hay salvación posible. Por la que solo un chaval del barrio, como se describe a Matt, podría pelear día a día, con traje de abogado o de superhéroe. A través de las noticias, sabemos que la obra transcurre durante una ola de calor. Esto es importante, como la continua repetición del nombre de los perfumes, para describir el aroma de la Cocina del Infierno.
En cuanto al dibujo, el trabajo de Quesada, con tinta de Danny Miki, guarda algunos de los vicios propios de la época en la que esta fue concebida. Es decir, cuerpos exagerados y anatómicamente imperfectos por momentos, sin llegar eso sí al nivel de la década anterior, así como un gusto por diseños de viñeta extremos, que a veces funcionan y otras veces dejan incomprensión en la narración.
Sin embargo, en términos generales cumplen. Sobre todo en las páginas iniciales, de viñeta completa, en la que se deja constancia del carácter del protagonista, su poderío físico y su aire atormentado. El Daredevil de Quesada es fácilmente identificable con solo una composición, lo cual da cuenta de su importancia en la trayectoria del diablo guardián.
El aspecto negativo se encuentra en la resolución, que tiene un punto tramposo, artificial. Es indudablemente difícil completar una obra de género negro sin caer en lo sencillo o en una nueva vuelta de tuerca. No obstante, una vez la historia principal concluye, tenemos un final a la altura, con una reflexión acerca de los padres, de su papel en cómo acaban siendo los hijos y en la responsabilidad que tiene contribuir a traer vida al mundo. No se trata de cumplir con la idealización de juventud de los hijos, sino en ser un apoyo en el desarrollo de sus vidas. En estar ahí, con todos los defectos del mundo, para ser luz en un mundo que guarda demasiada oscuridad.
Como dispuesto en la introducción, la serie va dedicada al padre de Quesada. Es fácil que una historia no sobreviva cuando un autor se deja mover por sus vivencias personales. Sin embargo, en esta ocasión vemos un tratamiento convincente y acertado. Ponderando con éxito las ventajas y deficiencias de lo propio y lo ficticio, sabiendo hacer una obra que hable de Daredevil y no solo de Joe Quesada y enriqueciendo el argumento en el proceso.
Una miniserie notable, ideal para conocer al personaje.
Lo mejor
• El modo que tiene Quesada de homenajear a su padre
Lo peor
• La resolución de la trama de los asesinatos.
A todos los padres
Guión - 8
Dibujo - 7
Interés - 8.5
7.8
Un homenaje sincero y personal, con el que además hacer grande un personaje.
Es una mini muy simpática, con Quesada muy competente en cuanto a caracterización y dibujo (le agarré algo de cariño a ese Daredevil con torso de Hulk). Algunos tramos de la historia se me antojan como excesos que buscan ser cool (esa pandilla de hispanos salida de la nada), pero en general no está mal. Especialmente por aquel último giro, que cae como un yunque en el estómago una vez se capta.
A mí Quesada dibujante siempre me ha gustado mucho, pero aquí se le nota mucho que lo de dibujar lo había tenido aparcado demasiado tiempo en mi opinión. La leí en su día y ni me acuerdo de ella.