Cuando se ponen sobre la mesa las grandes obras maestras protagonizadas por Lobezno es inevitable recurrir a miniserie Lobezno: Honor de Chris Claremont y Frank Miller, probablemente salga también El caso de la joya Gehenna de Peter David, John Buscema y Bill Sienkiewicz, y a buen seguro que habrá quien quiera por su relevancia citar Lobezno: Origen de Paul Jenkins y Joe Quesada. Pero si hablamos en términos de espectacularidad y trascendencia en ese panteón de grandes obras protagonizadas por Logan habría que incluir El viejo Logan escrita por Mark Millar y dibujada por Steve McNiven, una historia en ocho partes (siete + un one shot a modo de conclusión) que se publicaría en Wolverine vol.3 #66-72 además de Old Man Logan One-Shot todo ello publicado entre agosto de 2008 y noviembre de 2009.
La premisa de esta historia está cocinada a partir de una serie de elementos que hacen que el lector no sólo quede absorbido por lo que se cuenta sino que haga sus propias cábalas sobre cómo ocurrió tal o cual suceso. La historia está anclada 50 años en el futuro, y arranca con Logan llegando a la granja en la que vive con sus hijos y su esposa. Desde su primera aparición se nos presenta como alguien derrotado mentalmente y pronto descubriremos que nada queda de aquel temible guerrero, incluso, se ha propuesto no volver a extraer nunca más sus garras de adamantium. Como si viviese en época feudal ha de pagar una renta exagerada a aquellos que simplemente le permiten vivir del fruto que da la tierras que le han cedido, y estos son ni más ni menos que los despiadados hijos de Hulk. A estas alturas de la historia han transcurrido tan sólo 10 páginas y ya sabemos que los villanos se aliaron y asesinaron a todos los héroes, que se repartieron el territorio americano para gobernarlo según sus propias reglas, y que Lobezno ya no existe, tan sólo el viejo Logan. Tras esta introducción es imposible no haber quedado atrapado por lo que Mark Millar nos está exponiendo. Queremos saber más, conocer cuál fue la última batalla de los Vengadores, cómo murió alguien tan poderoso como Thor y que ha sido de Bruce Banner. Algunas de estas cuestiones serán reveladas a lo largo de esta historia, otras sencillamente están ahí para que el lector juegue con las infinitas posibilidades, y ahí radica buena parte de la grandeza de esta historia.
Por avanzar algo más en la trama desvelaros que Ojo de Halcón, uno de los pocos – o únicos – supervivientes de los héroes veteranosa acudirá en ayuda de Logan porque ha de cruzar el país para entregar una mercancía, a cambio, le ofrece suficiente dinero a Logan como para que se acaben sus preocupaciones económicas a la hora de saldar cuentas con los Banners quienes han amenazado con asesinar a su mujer y sus hijos si no es capaz de pagar sus deudas.
En ese camino lleno de peligros que va de costa a costa, esta singular pareja subida a un spidermovil pasará por lugares tan espectaculares como La caída del martillo, en Nevada, en el que el martillo de Thor se ha convertido en una atracción de feria para creyentes – que aún quedan – de que una nueva generación de héroes saldrá de sus cenizas para hacer frente a los villanos, o La caída de Pym en Connecticut en la que es sin lugar a dudas una de las escenas más impactantes y que sirve una vez más para que la imaginación del lector vuele a la hora de tratar de entender cómo se llegó a esa situación.
Mark Millar es el rey del blockbuster comiquero, ya no sólo por esta historia, es algo que atestiguan otros trabajos suyos como Civil War, Lobezno: Enemigo del Estado, The Ultimates o sus diferentes obras para su sello editorial Millar World. Se mueve como nadie generando expectación y la jugada le suele salir redonda, al leer sus obras te queda la sensación de que perfectamente podrían tener su traslación al cine respetando el 100% de la trama, y eso es exactamente El viejo Logan, una historia épica, dura, que nos presenta a alguien totalmente hundido y como poco a poco va recuperando su esencia hasta que sus instintos pueden más que su raciocinio. Milla juega con el lector y nos regala escenas capaces de dejarnos boquiabiertos, ese enfrentamiento con el presidente de Estados Unidos y todo lo que le rodeo en cuanto a simbología, ese relevo generacional que no termina de ser todo lo puro que debería, y claro está, el saber meter varias escenas fanservice sencillamente porque era lo que en nuestra cabeza estábamos pidiendo a gritos.
Gustará más o menos el estilo de Mark Millar pero el valor y la trascendencia que sus historias han tenido a lo largo de los años es innegable y si es más que un notable catalizador de ideas también hay que valorar su buen ojo a la hora de escoger de qué autores rodearse en cada proyecto, en esta ocasión tenemos a Steve McNiven con quien ya colaboró en el pasado en el éxito Civil War y quien venía de una carrera que podríamos catalogar como meteórica tras despuntar en Crossgen y dar el salto a Marvel Comics para primero encargarse de 4, serie escrita por Roberto Aguirre Sacassa con Los 4 Fantásticos como protagonistas, de ahí a varios números en Los nuevos Vengadores de Brian Michael Bendis hasta llegar al que sería su mayor éxito hasta la fecha, Civil War. Si en sus trabajos anteriores McNiven destacaba por su espectacular estilo de línea clara, en El viejo Logan, sin perder esa espectacularidad utiliza un trazo más sucio, acorde al tipo de historia que nos están costando y esta pequeña variante en su estilo hacen de este trabajo para mi al menos el mejor que ha realizado McNiven, cuesta quedarse con una escena determinada porque desde la primera viñeta hasta el cierre de la historia pasamos por un sinfín de momentos que si tienen la potencia que tienen es sin lugar a dudas por el impacto visual que el autor consigue con su espectacular trazo.
El viejo Logan cuenta con varias ediciones, salió en su día publicado en formato grapa y hace unos años Panini Cómics lo publicó dentro de su línea Marvel Deluxe, como es obvio parece una apuesta segura volver a reeditarlo dentro de la línea Marvel Must Have destinada a reunir grandes obras maestras, o al menos “Must Have” a un precio muy económico en una edición que sin llegar a la calidad de su anterior edición en Marvel Deluxe por el gramaje de las páginas básicamente, si que por su precio de 15€ se convierte en un producto más que atractivo y asequible para todos los bolsillos. La edición es la habitual dentro de esta línea, cubierta en la que destaca el logo de Must Have sobre fondo dorado, portada espectacular de Michael Turner, y en los interiores artículos explicativos, bocetos y una interesante cronología a doble página en la que se dan pistas al lector de cómo profundizar en este caso en todo lo que envolvió a esta historia y los posteriores spin off que de ella surgieron con el paso de los años.
A El viejo Logan hay que reconocerle sus muchas virtudes, no me atrevería a catalogarlo de obra maestra pero sí de ese tipo de historias que consiguen impactar y que con el paso de los años se convierte en una de las más releídas de nuestras extensas bibliotecas, y es que con cada nueva inmersión caemos en nuevos detalles y nuestra imaginación vuelve a volar tratando de descubrir cómo murieron nuestros héroes favoritos. No será una obra maestra, pero sí que me permitireis que le ponga la etiqueta de Must Have.
Lo mejor
• La trama y la atmósfera que consigue crear Mark Millar dejando a la imaginación del lector toda una serie de acontecimientos.
• El dibujo de Steve McNiven, probablemente uno de los mejores trabajos de su carrera.
Lo peor
• Quizás que en determinados momentos se debería haber profundizado más en determinados sucesos y haberle dedicado un par de entregas más para darles cabida.
Datos técnicos
Guion 6, Dibujo 10, así de claro, sin este dibujo sería una más.
Lo que menos me gusta es el final de la trama una ida de olla.
Esto sólo es para los que tengan la habilidad de leer sin cerebro. 6 de guión es mucho. La trama es simple e incongruente y todo está lleno de clichés y lugares comunes. Esto es para los que siguen pensando que un cómic Marvel no debe dirigirse a los que tienen más de 10 años. No censuro eso, cada uno sentretiene como quiere. Pero el emperador va desnudo.
Un comic de lectura rápida con un buen dibujo, bien definido en el artículo no como obra maestra sino como blockbuster comiquero. Si han metido este como “must have” supongo que acabarán metiendo el spin off de el viejo ojo de halcon. Al que yo le encuentro más enjundia que a este primero.
En el primer párrafo donde se citan (rápidamente) imprescindibles me ha hecho mucha gracia y sorprendido ver citada la saga de El caso de la joya Gehenna de PAD, saga muy disparatada a la que tengo gran aprecio, pero porque no creo que sobresalga frente a lo previo de Claremont/Buscema y lo posterior de Hama/Silvestri.
Y si de espectacularidad y trascendencia hablamos no se cita (sé que es un articulo rápido, esto es solo charla) Arma X de Barry Windsor Smith.
Aunque como todo en esto al final va por gustos es que yo metería como imprescindible de lobezno la mini de “Lobezno y Kitty Pryde” de Claremont/Milgrom, sabiendo que Milgrom tira mucho para atrás a muchos pero la historia creo que define muy bien las andazas de Lobezno cuando iba a su bola fuera de la Patrulla-X.
Lobezno y Kitty Pryde me parece de los mejores cómics de Lobezno fuera de la Patrulla X, que no ha tenido la transcendencia que se merece por estar dibujado por Milgrom.
Me lo imagino dibujado por otros dibujantes de grandes momentos de Lobezno (Byrne, Miller, Silvestry, Romita Jr, Mignola…) y lo pondríamos en otra liga.
Aquí uno que si disfrutó de este Old Man Logan. Un McNiven brutal y un Millar montando un universo Marvel-Mad Max que creo que a ese Lobezno crepuscular le iba de maravilla.
Le tengo cariño a todo el Lobezno de Millar en general. Luego a luego su etapa cumplirá 20 años y desde entonces, Aaron a parte, creo que poco decente se ha hecho con el personaje.
«Me lo imagino dibujado por otros dibujantes de grandes momentos de Lobezno (Byrne, Miller, Silvestry, Romita Jr, Mignola…) y lo pondríamos en otra liga.»
Ahi estamos de acuerdo.Y eso que Milgrom no está tan mal en ese comic (para ser él)
Leído hace menos de un mes (en otra edición, claro está) y…no me decepcionó, pero tampoco estuvo a la altura de todas las alabanzas que leí sobre la obra. No es un imprescindible, ni mucho menos, ni me parece de las mejores historias del personaje (y eso que no he leído mucho del mismo).
El guión no pasa del 6, 7 siendo muy generoso, pero el dibujo es exquisito (sin esto último, dudo que la historia sea tan recordada hoy).
El viaje se me antoja muy corto, falta profundidad, los personajes se meten en un problema demasiado rápido y con la misma velocidad se libran y continúan su camino. Con un par de números más, y más introspección y tiempo para conocer el mundo, sería una obra un poquito más redonda y disfrutable.
Seguramente la relea algún día que haga mucho calor, de esos en que apetece algo ligero para descansar el cerebro.
P.D: La etapa de Lemire en la primera serie regular del personaje también me parece sobrevalorada, y nunca sentí que tuviera algún plan para el personaje más allá de hacerle recorrer el mundo post-Secret Wars y que comparara a los personajes «actuales» en ese momento con las versiones que él recordaba.
Justiciero me has quitado la palabra de la boca…La Joya Gehenna???.
En serio Raul tu master de la web incluyes está aventura, una sencilla saga de la colección inicial de Lobezno, como un imprescindible o mitica??.
¡¡Vamos hombre!!, un poco de rigor con lo que se escribe que ZN tiene, o debería por qué de un tiempo a esta parte hay cada gazapo, un nivel.
Además de las que menciona el propio Justiciero, Wolwerine: Logan de Vaughan, su Arma X de Aaron o, ya que metes simples aventuras dentro de colección, su saga de crucifixion en la patru de Claremont en la que es práctico protagonista único, ya te digo yo que ni comparar.
La Joya Gehenna macho!… Ya puestos porque no Triasic Park o Lobezno/Punisher/Motorista Fantasma??.
Puestos a soltar sin pararse a pensar…
Reconozco el error de no haber incluido Arma-X por su importancia en la historia del personaje. Podemos debatir si Lobezno/Kitty Pryde, obra que leí hace treinta años debería entrar en ese elenco de obras que han definido al personaje. Personalmente, y aun habiendo disfrutado en su día de la lectura creo que es más relevante para Kitty que para Logan. Incluso, podríamos llegar a hablar de la transcendencia de La joya Gehenna que claramente he incluido influenciado por el factor nostalgia, el mismo por el que os rasgáis las vestiduras por no haber incluido la obra anteriormente nombrada.
Lo que me niego a aceptar es las faltas de respeto e insultos que no voy a repetir. No voy a entrar en discusiones estériles al respecto de ese tema, si os pido que os preguntéis si esos comentarios tan hirientes que algunos amparados en el anonimato habéis escrito aquí lo diríais si tuvieseis delante a vuestro interlocutor. Y no quiero que suene como una amenaza, sino que recapacitéis a la hora de escribir y sobre todo faltar el respeto a la gente con vuestras palabras, se puede debatir y argumentar sin caer en provocaciones o insultos.
Raul, recuerdame por favor en qué punto de todo mi texto te he insultado.
Insultado o faltado al respecto, que es de lo que te quejas.
¿¿Quizá cuando he dicho que, en mi opinión siempre claro, estoy dando mi opinión, te ha faltado rigor??.
¿Eso tú lo consideras un insulto o falta de respeto?.
No, caballero.
Es opinión, y acompañada de argumento además. Con los que estarás de acuerdo o no, por supuesto, pero me he participado de argumentarla.
No confundas recibir una valoración, a una opinión por ti dada en un artículo, que no te guste, porque se ha visto que asì ha sido, con cierta contundencia ( que sì, que son solo comics. ¿¡Mas allà de mi respuesta que me llevo escasos 2 minutos, tu crees que tu opinión me dejó, que se yo…, rayado todo el día porque no hay cosa más importante en mi vida que el que se valoren en su justa medida los comics de un personaje de ficción?!) con un insulto.
Y la piel un poquito menos fina, va.
Que en los años q os llevo leyendo he visto por aquí comentarios que tela.
Faltas de respeto se quedaba corto.
Objetivamente, el mío no está entre esos, ni se le acerca.
Saludos