El Regreso del Patriarca Mutante
Dentro de esa eterna rueda que nunca para de girar que es el cómic mainstream USA, hay autores que por una razón u otra dejan su marca, por encima del resto, haciendo que años después, se les considere como los creativos definitivos de la colección en cuestión.
Precisamente por ello, por esa tónica habitual del cómic superheroico en las dos grandes, si hablamos de Daredevil es casi imposible no pensar en Frank Miller, del mismo modo que tratar de separar a Alan Moore de la Cosa del Pantana o a La Patrulla X… de Chris Claremont.
Durante la década de los ochenta, en el que luego sería llamado Patriarca Mutante, convirtió una colección sometida a constantes cancelaciones y a la que nadie prestaba atención, en la serie más popular de la Casa de las Ideas, aquella que igualaba en ventas a Spiderman y sobre la que se cimentaría la gran explosión cinematográfica a la que llegó Marvel Comics al final del siglo pasado y comienzos del presente.
Cuando en 1991, Claremont abandonó la colección su marcha se hizo sentir, costando mucho que los mutantes de Marvel recuperara el brillo que otrora deslumbrara a sus lectores. Y es por eso que, de vez en cuando, Papá Claremont volvía a la franquicia.
Lo había hecho unos años antes de esta colección con X-Treme X-Men y volvía a hacerlo ahora, tras el éxito de la etapa de Grant Morrison para desarrollar una serie coetánea a la de Joss Whedom y John Cassaday en la que Claremont cerraba los frentes abiertos en aquel X-Treme X-Men que no gozó de la suficiente atención del público y abría otros para quienes se consideraban sus absolutos fans.
Y precisamente ahí está la diferencia entre esta serie y otras etapas mutantes de la misma época o cercanas a ésta. Mientras que cualquiera puede leer la etapa de Morrison (a pesar de las extravagancias de le autore) o la de Joss Whedom sin conocer de nada a los personajes de los que trata y disfrutarla, leer estos cómics sin haber leído nada de los mutantes de Claremont, u otros cómics de la Patrulla X, que en mayor o menor medida se basan casi siempre en lo que Claremont construyó para el grupo, puede llegar a ser un error.
Claremont parte de unas dinámicas de grupo que llevan construidas varios años y utiliza a Tormenta, Rachel Summers, Rondador Nocturno, Lobezno y otros de sus personajes fetiche en una trama que va desde el enfrentamiento a nuevos villanos, a conexiones con ese futuro de Lucas Bishop que nunca llegamos a vislumbrar del todo.
Ello no quiere decir que estemos ante un mal cómics, si no ante un cómic para lectores más cafeteros de lo habitual.
En otro orden de cosas, debemos decir que Claremont adapta su estilo sin problemas a la forma de escritura del Siglo XXI, más directa y apoyada en las imágenes que en esas soporíferas ditascalias en las que el autor solía apoyarse en su época y que necesarias entonces, ya no tenían sentido ni cabida en el Siglo XXI.
De este modo, Claremont, como Mark Waid, otro autor que sabe perfectamente adaptarse a cada época del cómic superheroico en el que trabajan, conoce el medio en el que desarrolla sus guiones y se pone al servicio del mismo y no al revés, lo que siempre es de agradecer.
En cuanto al apartado gráfico, tenemos aquí a Alan Davis, una leyenda viva del comicbook USA que además ya había trabajado en no pocas ocasiones con Chris Claremont, recordándose especialmente ese comienzo de la inigualable Excalibur. Verlo aquí en plena forma significa ver a uno de los grandes haciendo lo que mejor sabe y regalándonos uno de los mejores cómics de la pasada década en lo que a dibujo se refiere.
Un auténtico Must Have, valga la redundancia para quienes se consideren fans absolutos de la Patrulla X o del trabajo previo de Claremont con el grupo.
Lo mejor
• Claremont no pierde el pulso y se adapta a una nueva época.
• El dibujo del legendario Alan Davis.
Lo peor
• Una obra demasiado centrada en los lectores habituales de un Claremont que llevaba mucho tiempo sin pasarse por la colección.
Guión - 6.5
Dibujo - 8
Interés - 7
7.2
Entretenido
Os hablamos del mítico regreso de Chris Claremont a patrulla X.
Te hago el artículo en cerocoma, Raúl:
Chris Claremont + Alan Davis + Mutantes = ¡¡COMPRA, INSENSATO!!
Gracias por la reseña, en mi opinión Claremont hace un trabajo bastante interesante aunque debería haber abarcado un par de números más.
Uno de los nuevos villanos que emplea en la trama si mal no recuerdo es un homenaje a la obra de Capitan Britania de Alan Moore que da la casualidad que es una obra que también dibujo Alan Davis.
Un detalle, si mal no recuerdo el último número me parece que lo dibuja Oliver Coipel y que tampoco desentona en el nivel que le imprime Davis.
Hola Sith,
El villano (más bien la cosa esa) de la primera trama «La Furia» no es nuevo ni homenaje. Es directamente el que crearón Moore y Davis en la cabecera británica Marvel UK en las págikas de Capitán Britania.
De hecho en los tiempos de la masacre mutante Claremont tenia intenciones de haber usado este villano en sus tramas, pero a Moore, por aquel entonces en DC, no le hacia gracia que otros guionistas tocarán personajes de su creación. Dado que en Marvel interpretaron que podia llegar a hsber algún problema de derechos dado las diferencias entre las legistaciones de UK y EEUU le dijeron a Claremont que de La Furia nanai. Asi que más que un homenaje es un desquite de Claremont por lo que no pudo hacer en su día.
PD: vease las similitudes entre La Furia de estos comics y el Nimrod de aquellos años en unncany.
Hola Justiciero, muchas gracias por la aclaración, me parecia que era el mismo y ahora ya no tengo dudas.
Sobre eso había leido que Moore tuvo varios encontronazos por el uso de sus creaciones y acá queda confirmado con un caso más que notorio.
Y hablando de la obra como dije más arriba que debía abarcar un par de números más, yo creo que esta obra en vez de editarla en varios tomos debía haber salido en uno solo así no se pierde el hilo de la historia.
Por nada. Si recuerdas el primer juicio de magneto (alla por el 200 de uncany) entre los jueces hay uno llamado Jim Jaspers, que es la versión 616 del Jim Jaspers que es el otro villano de la etapa Moore/Davis en Capitán Britania.
Luego por lo mencionado anteriormente este personaje no volvio a aparecer.
Pues si la cosa es como cuentas (y no tengo por qué dudarlo), me parece que el señor Moore tiene bastante jeta. Porque si Furia era creación suya, bien podría Claremont contraargumentar que el Capitán Britania lo era de él. Vamos, que entiendo perfectamente el mosqueo del patriarca mutante, en este caso.
A ver, no digo que el mosqueo fuera entre ellos (hasta donde sé se llevan bien, puedes por ejemplo esta entrevista conjunta … https://frog2000.blogspot.com/2011/07/entrevista-chris-claremont-y-alan-moore_28.html?m=1 ). Sino un problema de Moore con Marvel (Alan ko es precisamente un «hombre de empresa» y asi acabo con ñas dos grandes). ¿Que a Claremont le fastidiaria?, pues sí.
En la entrevista veras como acerca de la furia dice Claremont «me dio pena que muriese la maquina asesina’ y Moore dice «que otra cosa podia hacer».
Reconozco que en su dia esta etapa me pareció simplemente correcta, pero visto en perspectiva me resulta una etapa un tanto anodina. Veníamos de una etapa, la de Morrison, que, pese a sus irregularidades, pero gracias a la aportación de nuevas y muy originales ideas, supuso un muy necesaro soplo de aire fresco a una franquicia, la mutante, bastante adocenada en aquella epoca.
Después con Whedon tuvimos un back to basis, pero al menos Whedon supo manejar con acierto conceptos bastante clasicos sin hacerlos parecer trillados, sobretodo gracias a un muy acertado tratamiento de los personajes, a los que supo hacer evolucionar a partir de sus encarnaciones previas.
Sin embargo, con su regreso Claremont trató de reverdecer laureles sin entender que su forma de ver y entender los personajes formaba parte ya del pasado. No estoy de acuerdo con eso de Claremont sabe adaptarse a cada época. Quizás prescindió del abuso de textos de apoyo tan largos como innecesarios, pero la verborrerea que imprime a sus personajes seguía siendo provervial. Esta etapa no es tan infumable como su coming back en los X-Men al lado de Andy (¿o era Adam?) Kubert, y también es bastante mejor que sus mediocres X-treme X-Men, pero sigue teniendo todo un regusto a dejá vu, una sesación de volver por enésima vez sobre los mismos y ya muy trillados argumentos, y muestra una total falta de visión a la hora de describir a sus personajes. Estos, para bien o para mal, han evolucionado en la mano de otros guionistas, o incluso de la mano del propio Claremont, pero él insiste en hacerlos involucionar hacia encarnaciones previas obviando el trabajo de guionistas precedentes (Tormenta es el mejor ejemplo, y más cuando el propio Claremont ya la hizo involucionar en «La caida de los mutantes»). Pero además es incapaz de entender a otros personajes que no son tanto sus «ahijados», y un buen ejemplo es Emma Frost: después de la fascinante caracterización hecha por Morrison o Whedon, Claremont no sabe hacer otra cosa que ridiculizarla. Imperdonable.
Y luego está Alan Davis. Sé que es un fan favorite, pero no es tanto santo de mi devoción. No le niego el talento, pero sí destaco su incapacidad para modernizarse en lo que se refiere a diseño de personajes. Me encanta el Alan Davis de Excalibur, que para mi continúa siendo su mejor trabajo como dibujante. A partir de ahí Davis abandonó una narrativa y una composición de página más clásica, pero tremendamente eficaz, en favor de una composición que lejos de ser experimental (no lo es) pretende ser más moderna y dramática, pero que narativamente resulta menos fluida.