Marvel Must-Have. Lobezno: Arma X

Edición original:Marvel Comics Presents 72-84 USA (Marvel Comics, 1991)
Edición nacional/España:Marvel Must-Have. Lobezno: Arma X (Panini Cómics, 2021)
Guion: Barry Windsor-Smith.
Dibujo: Barry Windsor-Smith.
Entintado: Barry Windsor-Smith.
Formato: Tomo en tapa dura. 152 páginas. 15€

La Opera Magna de Lobezno

Octubre de 1974. Len Wein, John Romita y Herb Trimpe presentan a un nuevo personaje en el Universo Marvel, por aquel entonces en fase de expansión absoluta, un rico cosmos en el que todo tipo de individuos podían caber. El personaje en cuestión se llamaba Lobezno, iba vestido de amarillo y tenía unas garras felinas con las que dejaba a Hulk hecho un harapo.
Poco sabían entonces los lectores, sus creadores, o la propia Marvel que habían presenciado el nacimiento del personaje más popular de la Casa de las Ideas, con permiso de cierto arácnido trepamuros.

Enero de 1991. La antología Marvel Presents, en su número setenta y dos, se atreve a desvelar, si es que podemos hablar de eso, o más bien de aportar pocas respuestas y crear aún más preguntas, el origen de Lobezno. Esto se lleva a cabo en Arma X, una serie limitada que si bien recibió ese nombre a posteriori cuando fue recopilada, constituye hoy uno de los mejores cómics existentes no solo de Lobezno, si no del cómic superheroico en general.

¿El culpable? Barry Windsor-Smith, autor normalmente adscrito tan solo a labores de dibujante que ya nos había cautivado dando vida al Conan de Roy Thomas y dejando su huella en multitud de colecciones tebeísticas, pero que aquí, sin duda, da el do de pecho.

Decíamos hace unos pocos días, en otra reseña dedicada a un cómic de Lobezno, el infame Origen II, que hay personajes que son mejores cuando no pierden su halo de misterio, cuando ese origen oscuro y desconocido que portan se mantiene en las sombras, arrojando teorías sobre el mismo que cada vez son más alocadas.

Sí, el primer Origen de Lobezno, al menos en cuanto a nombre, de Paul Jenkins, Joe Quesada y Andy Kubert, se trata de un gran cómic, pero lo es precisamente porque apenas habla del personaje, del Lobezno sobre el que esperamos leer, si no de un niño asustado que vive una experiencia traumática durante su crecimiento en una era hostil y en un mundo muy exigente con sus habitantes.

Sin embargo, Arma X es un cómic que apenas si tiene diez años más de antigüedad que Origen, y que de hecho, parece tener muchos más, puesto que mira a una forma de hacer cómics, la de los ochenta, que se había probado como imbatible sin llegar a entrar todavía en el noventerismo que invadiría a industria poco después. Origen, por su parte, está ya poniendo sus esfuerzos en el público nuevo que quería cautivar al comienzo de un nuevo siglo, y por tanto se trata de una obra que apenas tiene voces en off o distacalias, y que está pensando en esa forma de cautivar al lector, más cinematográfica, de la que los cómics anteriores tendían a huir.

Así pues, antes del origen de Lobezno, ya existía un cómic que narraba éste y que hoy en día consideramos como un clásico imperecedero que no puede faltar en nuestra biblioteca. Barry Windsor-Smith no solo dibuja esta obra, si no que además la guioniza, siendo uno de los escasos ejemplos de autor completo que existen en el cómic superheroico y que de hecho, garantiza en la mayoría de las ocasiones la calidad de la obra.

Y es que, cuando un dibujante conoce el medio para el que trabaja y es un gran narrador gráfico, como es el caso de Smith, el guion que salga de su mente, por típico o tópico que pueda ser, difícilmente constituirá un mal cómic.

En esta ocasión, si bien hemos hablado ya varias veces de que estamos ante un cómic de origen, el truco está en que se nos cuenta poco, muy fragmentado y en lugar de recibir las respuestas que buscamos, lo único que encontramos son más preguntas.

De este modo, en el presente, Lobezno obtiene pistas acerca de lo que le ocurrió en el llamado Proyecto Arma X, en el que se le revistió el esqueleto de adamantium, utilizándolo de conejillo de indias del gobierno, pero no sabemos ni de qué gobierno, ni cómo llego Lobezno a someterse a dicho experimento, ni en qué momento de su vida se dio éste.
Ni siquiera sabemos a quien pertenece la voz en off que tortura a Logan en casi cada página.

Así, se “resuelve” el misterio de por qué Lobezno tiene garras metálicas, pero no se nos dice nada más sobre ese turbio pasado que no se conocía y que precisamente constituía el atractivo principal del personaje.

Sí, con el tiempo sabríamos de quién era esa voz, en qué consistió exactamente Arma X, cómo llegó allí Lobezno, pero todo ello en cómics menores que tan solo buscaban la venta fácil a través de introducir a Lobezno en sus páginas, no en realizar auténticas obras de arte como el tomo Must-Have que tenéis entre manos.

Lo mejor

• La labor como autor completo de Barry Windsor-Smith.

Lo peor

• Francamente, nada.