Magneto y el Holocausto Judío
«Los japoneses dicen que el clavo que sobresale lo machacan»
Una Breve Introducción
Amo del Magnetismo. Líder de la Hermandad de Mutantes Diabólicos. Padre de Pietro y Wanda Maximoff (al menos hasta hace poco). Amigo e incluso hermano del Charles Xavier. Miembro del Consejo Silencioso de Krakoa. Superviviente del Holocausto Judío.
Erik Magnus Lensherr es muchas cosas y todas ellas conforman el carácter de uno de los personajes más interesantes del Universo Marvel y quizás, del villano más temible de dichos cosmos (con permiso del Doctor Muerte). Su primera aparición data de septiembre de 1963, en el hoy clásico X-Men vol.1 #1 de Stan Lee y Jack Kirby.
Al tratarse de la némesis principal de la Patrulla- X, se le presenta, como es lógico, en el mismo cómic en el que conocemos a Charles Xavier, Jean Grey, Hank McKoy, Scott Summers, Warren Worrington III y Bobby Drake entre otros personajes.
En sus orígenes, Magneto es tratado como con la vista puesta en un relevante personaje de la época, Malcolm X. Donde Charles Xavier lucha por los derechos mutantes en pro de una convivencia pacífica con el Homo Sapiens, como lo haría Martin Luther King, Magneto busca la confrontación directa para destruir a la especie inferior, que además persigue a los mutantes a los que protege, con un estilo, por tanto, mucho más agresivo y en absoluto complaciente, más típico del mentado líder radical.
Sin embargo, como solía ocurrir en aquella época fundacional del Universo Marvel, tampoco se ahonda mucho más en la figura del villano ni en ese número ni en los siguientes. Magneto existe simplemente para mostrar al lector que los Mutantes, como las personas, pueden ser buenos y malos y que, en este caso, es el enemigo a batir.
Sería Chris Claremont, mucho más adelante, en X-Men vol. 1 #150, con dibujo de David Cockrum, en aquel recordado número de octubre de 1981 quien nos contaría que Magneto es un superviviente del Holocausto Judío. Dicha revelación, la hacía el temible villano tras noquear a Kitty Pride y darse cuenta de que había hecho daño a una niña, la cual, además, era descendiente de víctimas del holocausto. En aquel momento, Erik entraba en un monólogo introspectivo en el que desvelaba esta circunstancia tan capital para el personaje.
El hecho de que Magneto sea de origen judío, y haya sufrido a manos de los nazis en un campo de concentración, dice mucho de él como personaje. Explica, aunque sea mediante continuidad retroactiva cómo puede llegar a odiar tanto al Homo Sapiens.
Por tanto, estamos ante un elemento de la vida de Magneto que no solo aportó muchísimo a su construcción como personaje, sino que, lejos de tratarse de un mero detalle cosmético o de un añadido argumental, se convirtió en el eje más importante sobre el que a partir de entonces circularían todas las historias que se contaran sobre el personaje.
Tan es así, que, en el año 2000, cuando Bryan Singer dirigió la primera cinta de La Patrulla-X en cines, comenzando de este modo lo que hoy conocemos como género superheroico cinematográfico, abriría esta cinta con Magneto tratando de dañar a sus captores nazis una vez que estos lo separan de su madre, escena que ampliada, también sería la que daría comienzo a la posterior X-Men: First Class de Mathew Vaughn que pudimos ver en el año 2011.
El Testamento de Magneto
Pero ¿Qué es Magneto: Testamento? Magneto: Testamento es una serie limitada de cinco números que fue publicada entre el año 2008 y febrero de 2009 en la que Greg Pak a los guiones, y Carmine Di Giandomenico al Dibujo, nos contaban la infancia de Erik como víctima del holocausto judío. De este modo, se nos presenta a Erik como un joven que presenta grandes aptitudes para el atletismo y que, desde el inicio de la obra, es despreciado por sus pares dado su origen judío. Allí, tiene una inocente y tierna relación con una muchacha de su pueblo, Magda, de la que se ve separado cuando estalla el holocausto.
Tengamos en cuenta que la obra está ambientada en el año 1935, justo cuando fueron proclamadas las Leyes de Nuremberg que pretendían mantener pura la raza aria y avalaban el posterior holocausto y maltrato judío perpetrado por los nazis. No obstante, y para profundizar mejor en estos aspectos más históricos recomiendo la reseña que de esta obra hizo mi compañero Raúl López en el año 2017 con ocasión de la reedición de la obra en formato con encuadernación holandesa y que podéis consultar aquí.
Cuando el holocausto comienza, Erik sobrevive como puede en el gueto de Varsovia, de donde logra escapar, solo para ser capturado por los nazis y llevado al Komando Kanada, un lugar horrible en el que, sin embargo, no se encontraba lo peor de la actividad nazi como sí ocurría en los campos de Auschwitz o Birkenau.
Será aquí donde el futuro Amo del Magnetismo encuentre a Magda, convirtiendo su objetivo principal en escapar del campo a toda costa para salvar a la mujer que ama. Finalmente, Erik cumple su objetivo, viendo en este cómic cómo poco a poco van despertando sus poderes mutantes.
Por tanto, no estamos ante una obra en la que veamos como Erik vivió una vida con Magda, o como perfeccionó sus poderes. Tampoco veremos por aquí a Wanda y a Pietro, ni conoceremos los inicios de la Hermandad de Mutantes Diabólicos. Lo curioso de esta obra es, que estando ante un cómic Marvel, protagonizado por uno de sus principales villanos, y en el que no falta la obligada dosis de superpoderes, la obra está escrita desde una perspectiva muy realista que pone su foco de atención en el horror vivido por los judíos.
Y es que, quizás aquí radica una de las mayores virtudes de los cómics superheroicos; el hecho de que en ellos caben todo tipo de historias, de variada condición y género. Esta virtud permite a muchos lectores que quizás jamás se habrían interesado por un suceso histórico tan grave e importante como el Holocausto Judío, se acerquen a él a través de la lectura de un cómic de superhéroes.
Greg Pak, autor capaz de grandes obras como Planeta Hulk, y de otras bastante vergonzantes como Weapon-H, realiza aquí un trabajo impecable, que denota una investigación profusa sobre los hechos históricos de cara a poder situar su serie en el espacio y en el tiempo.
Mientras tanto, Carmine Di Giandomenico, cuyo arte hemos podido disfrutar en Spiderman Noir entre otras obras, realiza aquí su particular dibujo de líneas especialmente marcadas y oscurecidas, que centran mejor la acción y la fuerza de los diálogos que tienen lugar, al tiempo que representa muy bien el sufrimiento judío a través de viñetas que parecen tomadas casi directamente de fotografías realizadas durante aquellos años.
Esta obra ha conocido tres ediciones incluyendo la presente, en nuestro país. La primera en un formato 100% Marvel (tapa blanda con solapas) que apenas si hacía justicia a la obra original. La segunda, de 2017, con encuadernación holandesa, y papel de mayor gramaje que daba al cómic la importancia que tiene. Esta última, en formato Must Have sigue la tónica habitual de esta línea editorial, con una relación calidad-precio bastante bien ajustada.
En resumen, un Must Have que hace honor a su nombre y que no debería faltar en nuestra estantería.
Lo mejor
• El contexto histórico de la obra, inusual y bastante detallado tratándose de un cómic Marvel.
• Conocer uno de los aspectos más importantes del carácter de Magneto.
Lo peor
• Que este tipo de obras no se prodiguen más por Marvel Comics.
Guión - 9.5
Dibujo - 8.5
Interés - 9.5
9.2
Imprescindible
Greg Pak y Carmine Di Giandomenico revelan los dramáticos orígenes de Magneto.