Marvel NOW! Cornell y Davis relanzan las aventuras en solitario de Lobezno

Año 2006. En pleno fervor de la franquicia mutantes post Dinastía de M, Marvel Comics trataba de reestablecer Excalibur en el mercado por medio de un accidentado nuevo volumen a cargo del mismísimo Chris Claremont. El agente británico Pete Wisdom volvía a estar de actualidad pero sin una ínfima parte del carisma que luciera en la etapa de Warren Ellis y, por alguna razón, a la editorial le pareció buena idea publicar una miniserie centrada en sus aventuras dentro de la línea MAX.

A cargo de los guiones estaba un tal Paul Cornell, y aunque por entonces no tenía demasiado claro a cuento de que venía todo aquello, la miniserie la dibujaba Trevor Hairshine, así que había que darle una oportunidad. Lo que me encontré con aquel debut fue un cómic raro de cojones. No solo ocurrían un montón de cosas en apenas veinte páginas (tanto que fue necesario releerlo para enterarme del tema) sino que además Wisdom volvía a lucir tan cínico e truhán como en sus mejores tiempos.

Moviéndose por el entramado de los organismos de inteligencia británica como pez en el agua, el número presentaba una revolución armada de los faerie contra el pueblo británico, un skrull con el aspecto de John Lennon (¡larga vida a los Skrull Beatles!), un hada punk de los suburbios de Londres y un argumento que básicamente era un trasnochado híbrido entre El gran gigante bonachón de Roald Dahl y Sueño de una Noche de Verano cargado de vitriólo. Lo más singular de aquel cómic es que ponía patas arriba cualquier camino narrativo prefabricado con la contundencia de una patada en la entrepierna, resolviendo la trama de una forma que difícilmente podríamos haber visto venir.

Pero lo mejor es que después de ese número venían otros cinco más con la promesa de dragones, artes marciales, cunnilingus espontáneos, gigantes, festivales en honor de Jack el Destripador, secrecciones genitales descontroladas e invasiones marcianas al más puro estilo de H.G. Wells. Básicamente, eeel despiporre. Tras disfrutar de una de las miniseries más frescas y caóticamente divertidas que me había topado durante aquel año, me propuse a investigar quien era ese joven talento para descubrir que el tipo llevaba más de una década guionizando, contando con varias publicaciones de 2000a.D. y un puñado de capítulos del Doctor Who entre sus trabajos.

Viendo el buen recibimiento por parte de los lectores, Marvel decidió que no parase la fiesta permitiéndole que diera forma junto a Leonard Kirk a una nueva cabecera protagonizada por los mayores héroes de la pérfida albión bajo el título de Capitán Britania & MI:13. Aquella serie no solo mantuvo gran parte de la frescura irreverente de la miniserie original presentando las mejores versiones de personajes como Blade, Drácula, Spitfire o el propio Brian Braddock que hubieramos visto en años, sino que inmediatamente se convirtió en un título de culto con un fuerte apoyo por parte del público de las islas británicas.

Sin embargo, la mayor parte del respetable fue fiel a sus costumbres y -como cada vez que sale una serie tan ingeniosa y brillante que dan ganas de sacar a sus responsables entre vítores por la puerta grande- decidieron darle la espalda hasta que a Marvel no le quedó otra que cancelarla. ¿Para qué? Probablemente para luego quejarse de que los responsables de la editorial no tiene idea de manejar sus productos y que apenas dan espacio a propuestas nuevas nuevas en lugar de apostar por los mismos personajes de siempre, mientras compran la nueva entrega de Amazing Spider-Man y Batman.

El caso es que a pesar del fracaso comercial de la serie, Quesada y su gente continuaron confiando en el guionista, que a veces estaba peor (Reinado Oscuro: Jóvenes Vengadores) y otras mucho mejor (Patrulla-X Oscura), pero generalmente era sinónimo de que si él estaba a cargo del proyecto, ibamos a encontrarnos con algo diferente y siempre por encima de la media. Cornell concluyó su andadura en Marvel Comics con la más que recomendable Viuda Negra: Orígenes Mortales (una de las mejores historias que la Romanova haya protagonizado durante lo que va de siglo) para trasladarse a DC Comics con la suculenta oferta de convertirse en el nuevo guionista de Action Comics.

Durante los números en los que Lex Luthor fue el protagonista de la serie, Cornell nos ofreció una serie divertidísima en el que la eterna némesis de Superman se erigía como una suerte de amoral científico aventurero a la mejor tradición de Doc Savage y otros grandes iconos de la edad dorada de la literatura pulp. Gorilas antropófagos armados con cucharas soperas gigantes, novias robot, encuentros con la Muerte (sí, esa muerte)… cada número era un viaje a lo desconocido repleto de diversión.

Paralelamente el guionista nos ofrecería uno de los trabajos más deliciosamente británicos que nos haya dado la editorial con la miniserie Caballeo y Escudera. Casi un centenar de personajes nuevos basados en la cultura popular británica en un solo número, un cartel de Morris men karatekas, Ricardo III intentando recuperar el control de Inglaterra a través de las redes sociales… Cualquiera que hubiera estado en contacto con el lado más kitsch de Inglaterra sabría apreciar la irresistible genialidad de este trabajo.

Sin embargo, a partir de entonces las cosas comenzaron a truncarse cuando la editorial decidió enredarle en jaleo de Reino de Doomsdays y aunque Cornell seguía teniendo buenas ideas (esa reunión entre Jack Hawkmoor y las ciudades del Universo DC…), su paso por los Nuevos 52 fue más bien discreto dejando como resultado frustrado intento de relanzar Stormwatch y una serie en la que pudo dar rienda suelta a su fascinación por los mitos artúricos, pero que se vió en cierto modo truncada por un estiradísimo arco inicial poco habitual en él (Demon Knights).

Tras el anuncio hace unas semanas de que Cornell pondría fin a su etapa al frente de la serie de Etrigan y sus compañeros para dejarla a cargo de Robert Venditti, Marvel hizo público durante el día de ayer que el guionista volverá a la casa de las ideas para relanzar la serie regular de Lobezno en un nuevo volumen de sus aventuras. Para ello, Cornell contará con la inestimable colaboración de un clásico entre los clásicos: Alan Davis.

El guionista y dibujante de Excalibur, ya ha coincidido con el canadiense en numerosas ocasiones durante su larga trayectoria en contacto con la franquicia mutante. Responsable de episodios tan míticos como el enfrentamiento entre Lobezno y Dientes de Sable en los últimos estertores de La Masacre Mutante, la más que decente miniserie Sed de Sangre o las últimas etapas de Chris Claremont en la Patrulla-X, el dibujante volvió a poner sus manos sobre el personaje recientemente con uno de los anuales que conformaban su tercera saga de ClanDestine.

Y si en la actualidad, Lobezno y la Patrulla-X aborda el aspecto más superheroico del personaje -junto al resto de la Patrulla-X y otros muchos invitados más- desde un punto de vista desenfadado y casi surrealista y Savage Wolverine promete convertirse en el campo de juegos de Frank Cho (a.k.a. Lobezno + tías ligeras de ropa + dinosaurios + -probablemente- monetes y nazis en la Tierra Salvaje), Cornell pretende recuperar el espíritu de los primeros tiempos de la cabecera el personaje, cuando Claremont buscaba un enfoque más alejado del cómic de superhéroes.

En su primer arco argumental, Temporada de Caza, el canadiense se verá envuelto en una situación de rehenes en la que la vida de un niño se verá en peligro cuando un nuevo enemigo trate de abrirse paso hasta Lobezno. Cornell pretende cubrir en un halo de misterio las intenciones de este disciplinado y despiadado nuevo enemigo, pero su intención fundamental es ofrecernos un espectáculo de acción por todo lo alto, en el que Davis pueda dar lo mejor de si mismo.

Puntualizando que él siempre ha visto a James Logan como un protector, el guionista bromea afirmando que tras cuatro semanas como padre (felicitar desde aquí a Cornell de parte de nuestro equipo) si tuviera que elegir a un superhéroe para que se encargase de salvaguardar a su hijo, su primera opción probablemente fuera Lobezno. Aunque muchos probablemente ya estéis llevándoos las manos a la cabeza, Cornell da una explicación bastante razonable aludiendo que el canadiense no solo es uno de los luchadores más preparados del Universo Marvel, sino que -con su obstinación- cualquiera que pretendiese herir a un inocente bajo su cargo debería hacerlo tras pasar por encima de su cadáver.

Manteniendo el contraste entre su lucha contra su lado animal y su parte más salvaje, así como entre el tipo corriente y la extravagancia acumulada a través de siglo y medio de existencia, Cornell compara su andadura con la serie Persona de Interés. O lo que es lo mismo, una colección fuertemente centrada en los personajes con dosis industriales de acción sin límite y algo de humor.

Lobezno estará rodeado por un nuevo reparto de secundarios conformado por un grupo de profesionales que le acompañarán en sus operaciones para velar por la seguridad de aquellos inocentes cuyas vidas se vean en peligro. Con la ciudad de Nueva York como principal escenario, Cornell describe al personaje como hombre de violencia que prefiere la paz, y ese será exáctamente el enfoque que encontraremos en esta nueva andadura de las aventuras en solitario del personaje, centrada más en su aspecto más neto que en su interacción con todo el Universo que le rodea.

La etapa de Cornell y Davis al frente de las aventuras del garras debutará en Marzo del año próximo, siendo presuntamente el último título de la iniciativa Marvel NOW!. Con un equipo creativo avalado por una extensa trayectoria de éxitos y un enfoque cuando menos prometedor, habrá que ver si esta nueva etapa estará a la altura de la todavía reciente etapa de Jason Aaron o incluso las nada desdeñables sagas a cargo de Cullen Bunn y Paul Pelletier. Siempre nos quedará la espina de que esta nueva cabecera no haya resultado ser Dark Action X Comics Wolverine Demon Knights & Knight & Squire & MI 13: Deadly Origins como a la mayoría nos hubiera gustado, pero ya sabéis ese dicho de que no se puede tener todo en esta vida.

Fuente: iFanboy.