Cuenta Atrás al Desastre
Gerry Duggan es uno de esos valores prácticamente seguros cuando hablamos de escritura de cómic superheroico. No destaca particularmente por ningún cómic en especial (quizás por su divertido Deadpool) pero tampoco es un guionista que haya firmado ignominiosas etapas en ningún otro tebeo.
Es ese escritor comodín con el que la editorial puede contar para guionizar casi cualquier serie, pues consigue encontrar el “punto” de cada personaje o grupo de personajes para que la colección en cuestión resulte mínimamente entretenida.
Siendo un escritor que suele encajar mejor en series de tono humorístico, su llegada a la serie de los Guardianes de la Galaxia prometía bastante, pues se trata del grupo perfecto para Gerry Duggan, un conjunto de parias inadaptados que viven divertidas aventuras y en las que la dinámica humorística del grupo pesa más que las aventuras vividas en sí.
Es una constante que introduzco en prácticamente todas las reseñas sobre cómics de este grupo, pero aquella forma de trabajar fue hallada y perfeccionada por DnA, quienes supieron marcar el camino de lo que tenían que ser los Guardianes de la Galaxia.
Sin embargo, tras un primer tomo muy prometedor, llegamos a un segundo que, si bien no empieza mal, hace ver hacia su mitad lo que está por llegar en la colección, algo nada halagüeño.
Y es que, a pesar de que el grupo empieza una búsqueda de las Gemas del Infinito ayudado por el reformado Cuerpo Nova (recordemos que al final de las series y sagas cósmicas de DnA este cuerpo policial galáctico de Marvel pasaba de ser completamente destruido con la excepción de Richard Rider a volver a contar con bastantes miembros) la historia que Duggan quiere contar bien pronto se ve interrumpida por los prolegómenos a la llegada del evento Guerras del Infinito, precedido por esa “Cuenta Atrás al Infinito” que da título al tomo.
Y es que, la película del mismo nombre, protagonizada por Los Vengadores y los Guardianes de la Galaxia, entre otros personajes, se aproximaba a los cines, por lo que Marvel tenía que realizar un evento que llevara idéntico título aunque discurriera por otros derroteros y ello, afectó principalmente a los Guardianes de la Galaxia, una colección que estaba mucho mejor volando en solitario que como pieza central de ningún evento.
Se nota que a Duggan el evento en cuestión no le emociona, por lo que pasa de hacer un buen trabajo a escribir con el piloto automático, convirtiendo la política editorial de Marvel a esta serie que podía haber devuelto la fe a los fans del trabajo de DnA en una etapa más del grupo que hacía su lectura muy anodina hasta la llegada de su siguiente autor, Donny Cates.
Ni siquiera la llegada de personajes tan queridos por los lectores más “starlinianos” como Adam Warlock consiguen dotar de interés a esta colección una vez que la misma entra de lleno en los sucesos que conducirán al decepcionante evento cósmico.
En cuanto al dibujo, éste es llevado a cabo por Marcus To, Michael Allred e Ian Herring, cada uno con su estilo propio pero todos ellos muy solventes en su labor, no siendo el dibujo nunca en la moderna historia editorial de los Guardianes de la Galaxia, un problema para esta colección.
Un tomo recomendable para los seguidores acérrimos de la colección que demuestra cómo las decisiones editoriales de las majors en no pocas ocasiones, lastran colecciones que podían haber sido mucho mejores.
Lo mejor
• El humor que tiñe cada escena.
Lo peor
• La ingerencia editorial de Marvel que lastra una etapa que prometía mucho más.
Guión - 5
Dibujo - 7
Interés - 5
5.7
Decepcionante
La prometedora etapa de Gerry Duggan al frente de los Guardianes de la Galaxia comienza a resentirse en este segundo tomo recopilatorio.
