Iron Von Man
La década de los sesenta, aquella en la que naciera el Universo Marvel como tal, es una de las más recordadas en la editorial. Y ello es lógico, puesto que estamos ante los años en los que personajes que hoy en día forman parte de nuestra cultura popular, convertidos en auténticos mitos modernos, vieron la luz por vez primera en unas viñetas cuyos autores jamás imaginaron que resultarían tan importantes para la historia del cómic superheroico tal como lo conocemos hoy.
Stan Lee, Jack Kirby, Steve Ditko… entre otros muchos, fueron los autores que parieran desde cero este Universo Marvel que si bien traía de vuelta a personajes de Timely o Atlas como Namor o el Capitán América, se estaba reconstruyendo desde cero para ofrecer a los lectores un universo en el que sus personajes eran tan humanos como nosotros, por grandes que fueran sus poderes.
Uno de los personajes, en este caso villano, creado en esta época fue el Doctor Muerte, cuyo nombre de pila no es otro que Víctor Von Doom o como le conocemos aquí, Víctor Von Muerte. Este personaje puramente Pulp, ya por su propio nombre, es una mezcla de científico, hechicero y monarca que desde su primera aparición en el quinto número de Los Cuatro Fantásticos, allá por 1962, se ganó un destacado lugar en el Universo Marvel.
Al principio, concebido como enemigo de la Primera Familia, pronto se pasaría por otras colecciones como Spiderman, viendo otros autores muy pronto el potencial que el pérfido Víctor tenía como villano del Universo Marvel en general, siendo demasiado interesante como para dejarlo tan solo en una colección.
Su faceta tecnológica lo enfrentaba a Tony Stark. La mágica, lo convertía en rival del Doctor Extraño y su ansia de poder, lo convertía en una amenaza digna de Los Vengadores.
Obras como Triunfo y Tormento, novela gráfica escrita por Roger Stern e ilustrada por Mike Mignola (dos autores cuyo mero nombre nos hace estremecer de la emoción) que vio la luz en 1989 fue quizás el primer cómic que nos dejaría ver muy claramente que Von Muerte era ante todo, un personaje muy complejo que más allá de su megalomanía y maldad tenía ciertos caracteres en su personalidad, fruto de una vida trágica y dura que nos hacía llegar a empatizar con él.
Y no es que Stan Lee o Jack Kirby no dotaran de personalidad suficiente al Doctor Muerte, pero hablamos de cómics pertenecientes a otra época en los que, por mucho que el villano de turno se lamentara por su cara desfigurada o por amores no correspondidos, no dejaba de tratarse de un malvado de corazón negro al que había que abatir a toda costa.
En el caso que nos ocupa, Brian Michael Bendis, había decidido jugar con el Doctor Muerte para su etapa en Iron Man. Un juego muy arriesgado, pues buscaba dotar de heroicidad a un personaje que si bien, en manos de Jonathan Hickman ya había dado visos de poder llegar a ser bueno en ocasiones, venía justamente de poner en jaque al multiverso Marvel entero tras Secret Wars.
Bendis había aprovechado la recuperación física de Víctor, quien ya no tenía la cara desfigurada como antes, y había convertido esa belleza física en una belleza psíquica. El otrora villano era más feliz ahora que no se veía tan poco agraciado (sí, esto cuesta mucho de creer a todos incluso a este humilde redactor) y decidía de algún modo, enmendar sus malas acciones, dándose cuenta de que hacer el mal por hacer el mal ya no le atraía tanto como antes.
Desde el inicio de la etapa de Bendis en la colección del Vengador Dorado, Víctor había aparecido en varios de los números, jugando el papel de ora sidekick, ora extraña pareja de un Tony Stark que, caído y redimido infinitas veces, estaba dispuesto a confiar en el dictador latveriano.
Pues bien, al final de Civil War II, Tony se encontraba por decirlo de alguna manera, indispuesto, lo que hacía que otro tuviera que ocupar el papel de Iron Man, y con Riri Williams todavía verde para emular a su maestro y mentor, era Muerte quien se ponía la armadura, dispuesto no solo a ser un héroe, si no en su ego a ser un Iron Man mejor de lo que nunca lo había sido Tony Stark.
Emulando Bendis al Slott que nos trajera al Spiderman Superior, tenemos aquí doce números muy divertidos (este tomo Marvel Now! Deluxe, recoge la colección completa de Infamous Iron Man, como se bautizó a esta parte de la etapa de Bendis en Iron Man) en los que Víctor se emplea a fondo para que todos, lectores y personajes de ficción seamos capaces de reconocer que ha cambiado y que quizás pueda resultar más interesante como antihéroe que como villano.
Al dibujo tenemos a Alex Maleev, colaborador habitual de Bendis que aquí continúa desempeñando a la perfección su papel, regalándonos ilustraciones realizadas con mucho oficio que convierten este tomo en una compra a tener en cuenta.
El problema es que al cabo de estos doce números, los distintos planes editoriales, así como la marcha de Bendis de la Casa de las Ideas precipitaron el final de este nuevo Muerte que pronto regresaría con su habitual armadura plateada con jubón verde, y máscara terrorífica para acechar a Los Cuatro Fantásticos a su regreso al Universo Marvel.
Por ello, esta pequeña etapa del Infame Iron Man se quedaría tan solo en estos doce números que sirven de fiel prueba de lo que pudo ser y no fue, pero que al menos, conocimos por un pequeño espacio de tiempo.
Lo mejor
• Com Bendis reconstruye al personaje de Víctor.
• El dibujo de Alex Maleev.
Lo peor
• Que a pesar del trabajo del guionista, este cambio fuera tan efímero.
0
Infame
Brian Michael Bendis y Alex Maleev unen fuerzas en el siguiente capítulo de su Iron Man, protagonizado por un controvertido Doctor Muerte.
Todo cambia para volver a cambiar. Esta historia me gustó mucho pero a los pocos números y sabiendo de antemano que solo duraría 12 números acerté con el final que tenía en mente. Pero me dolió porque a Victor se ve que le ponía ganas para enmendarse pero se le ponía todo en contra.