Con una veintena de números de Los Vengadores a sus espaldas, y una decena de grapas de Los Nuevos Vengadores, estaba claro que
Si Hickman pilotaba desde el principio en torno a la idea de Los Vengadores como un grupo de respuesta universal que protegiera la tierra del resto del cosmos, en Infinito, dicha premisa diseñada más o menos de común acuerdo por Tony Stark y Steve Rogers se verá puesta a prueba como nunca cuando no una, si no dos amenazas procedentes de fuera del planeta ataquen la Tierra y el propio espacio exterior con todo lo que tienen.
La primera de ellas es la amenaza de Los Constructores, una raza alienígena que tiene mucho que ver con los misteriosos Ex Nihilo y Abismo, y cuya existencia precede a la de la propia humanidad, siendo ésta un experimento tangencialmente conectado con Los Constructores que estos ahora consideran malogrado y fallido y que por lo tanto, como si de un virus se tratara, debe de extirparse. Por supuesto, Los Vengadores, en una de la alineaciones más extensas que el grupo haya tenido jamás reaccionarán contra sus supuestos creadores defendiendo su planeta y su propia existencia con todo lo que tengan.
La segunda de estas amenazas no es otra que la encarnada por el mismísimo Thanos, el Titán Loco, a quien Hickman acompaña aquí de su hoy archiconocida Orden Negra, formada por sus poderosos esbirros (Próxima Medianoche, Fauces, Enano Negro, Corvus Glaive y Supergigante) que están dispuestos a arrasar la tierra entera en busca de algo que es muy preciado para Thanos, una búsqueda, que como veremos en el análisis del siguiente tomo, tendrá una razonable importancia para el resto del Universo Marvel.
El Thanos que esboza Hickman tiene muy poco que ver con el filósofo infeliz y nihilista que diseñara Jim Starlin, pero no por ello es ni mucho menos un mal Thanos, o una contradicción con aquel al que estamos más acostumbrados los fans del mítico villano marvelita. Y es que, aquí Thanos no deja de lado su amor a la muerte, ni su personalidad artera e inteligente, siempre con un objetivo en mente que él considera mayor que la vida de cuantos se le opongan, pero todo su carácter está teñido de los aires más propios de un conquistador espacial indiscutiblemente malvado, que de una especie de Mesías incomprendido venido a menos.
Ambas versiones del personaje, aunque distintas, no son negadas la una por la otra, pudiendo llegar a complementarse, siendo la de Hickman un ejemplo más de la enésima evolución que debe seguir a los personajes de cómic superheroico allá dónde vayan, máxime cuando hablamos de ideas y conceptos que acumulan décadas de existencia a sus espaldas y que deben necesariamente actualizarse. Dicha actualización, si bien Starlin la ejecutó con muy buena mano, no dejaba ya de quedarse un poco corta cuando el personaje seguía siendo desarrollado por él.
De este modo, lo que Hickman hace es coger al Thanos de Starlin y darle un carácter que se aproxima más a la evolución del concepto que ya realizaran Ketih Giffen y DnA en los eventos cósmicos de la primera década del Siglo XXI, aportándole su propio toque que le va como anillo al dedo a un personaje tan capital para la Casa de las Ideas como el Bastardo de Titán.
Sea como fuere, esta actualización o puesta a punto de Thanos como villano y personaje de Marvel, tuvo un éxito más que razonable, puesto que el Thanos del Universo Cinematográfico Marvel que tanto se ha ganado la aceptación del fandom, de dentro y fuera de los cómics, tiene mucho más que ver con Jonathan Hickman que con Jim Starlin.
En cuanto a Infinito en sí como evento, el mismo en su día fue un poco criticado puesto que no percibimos en ningún momento que estamos ante un evento marvel como tal. Y es que, lo que aquí sucede no deja de ser una consecuencia lógica y natural de lo que viene sucediendo en las colección de Los Vengadores y de los Nuevos Vengadores desde que Hickman toma las riendas de las mismas, sin que intervenga otros personajes o héroes que no hayan pasado ya por la colección como Vengadores o como héroes auxiliares de los mismos. Por tanto, bien podríamos hablar de Infinito números 1 a 6 (repartidos entre este tomo, y el siguiente) o de un número más de Vengadores o de Nuevos Vengadores que atajara esta parte de la trama.
Dicho proceder, obviamente tiene un aspecto negativo: El evento no es legible por sí mismo, si no se está leyendo la etapa de Hickman en Los Vengadores. Panini Comics lo sabe, es consciente de ello, y por eso nos intercala el evento dentro de la recopilación en tomo de esta magnífica etapa, como ya lo viene haciendo con los números procedentes de ambas colecciones vengativas.
Por otro lado, el punto de vista positivo de esta manera de hacer eventos, es que aunque el mismo no se puede seguir si no se lee la etapa de Los Vengadores que lo precede, lo madura y lo finaliza, con leer esto, basta para tener una visión global de lo ocurrido, sin que tengamos que acudir a granados tie ins o a colecciones accesorias que hagan nuestra lectura más ardua y a la postre, encarezca y complique la experiencia.
En lo relativo al dibujo, como viene ocurriendo durante toda la etapa, éste es acometido por distintos dibujantes, como
Guión - 8.3
Dibujo - 8.5
Interés - 9
8.6
Galáctico
La etapa de Jonathan Hickman al frente de Los Vengadores llega a un momento crucial al adentrarse de lleno en el evento Infinito
«o una contradicción con aquel al que estamos más acostumbrados los fans del mítico villano marvelita»
Disiento! Sí es una contradicción por:
1 Thanos jamás tendría secuaces (mucho menos unos patéticos)
2 Thanos no es un picha brava, alguien que adora a la Muerte no tiene hijos con cualquier hembra que se le cruce
3 Thanos no es una caricatura del típico villano clásico
Concuerdo, el Thanos que nos presenta Hickman se parece mucho más al malo malísimo de los primeros tiempos que a las últimas versiones del personaje donde llegaba a considerarse casi un anti-héroe. Es una de las pocas cosas que le reprocho de su etapa, que aun así le perdono, porque realmente Infinito tiene momentos realmente espectaculares y la Orden negra me parece el mejor grupo de supervillanos que se ha creado en los últimos tiempos. Superfan de estos personajes y deseando leer el tomo que recopila su miniserie.
Todo eso está sujeto a la interpretación y expectativas de cada lector.
1- No es la primera vez, así que eso de «jamás» más bien parece una posición demasiado estrecha en sus dimensiones y congelada en un pasado idealizado. Es decir, desde antes Thanos ya había tenido secuaces.
Que estos nuevos en particular sean patéticos o no, eso ya es 100% una cuestión de gustos. Me parecieron efectivos dentro de la historia y cumplieron su fin. Por algo fueron recuperados luego en el cine.
2- Habrá quien quiera mantener a un Thanos con esa única relación con la Muerte como exclusiva para siempre, desde su nacimiento hasta el final de sus días, a pesar de que no tenga futuro, lo cual puede tener cierto sentido a nivel filosófico.
Sin embargo, a nivel de la escritura de un personaje, no es suficiente si se quiere que Thanos viva más allá de la obra de Starlin.
No veo una contradicción al establecer todo un proceso anterior y posterior. Al fin y al cabo, Thanos de todas formas termina buscando la muerte de sus hijos, así que yo lo consideraría parte de su evolución.
Un cambio, sí, pero no es absurdo. Igual que me pareció válido no entrar en el tema de la Muerte en las películas, en el cómic no se niega esa dimensión original pero se le añaden otras.
3- Al ser esta tercera afirmación la más sujeta a interpretación, dado que en un caso extremo podría aplicarse al personaje (o no) en muchas otras circunstancias, simplemente quiero expresar mi desacuerdo. Aún así, agrego que Thanos no termina siendo el «gran malo» de la etapa de Hickman, aunque lo haya parecido en algún momento.
Gracias por vuestros comentarios! La verdad que todo esto es muy opinable, yo en la reseña he puesto lo que pienso que es una posibilidad entre doscientas mil. La realidad es que Thanos es un personaje muy complicado y nos guste o no lo que hace Hickman en mi opinión lo escribe muy bien.
DnA aunque se quedaron más en el villano y punto, también lo hicieron razonablemente bien. Y si tengo que elegir alguien que haya escrito pésimamente a Thanos… pues me quedo con Ron Marz y con Bendis.
Un saludo!