Nos guste o no, la realidad es que el cómic superheroico mainstream se estructura anualmente alrededor de eventos, crossovers gigantescos en los que los héroes más populares de la editorial afrontan una amenaza tan grande que se escapa de lo que son capaces de hacer por sí solos en sus series regulares. Dichos eventos no solo se componen, como ya sabemos, de la serie principal en la que el mismo se desarrolla, si no de diversas series secundarias, que llamamos tie-ins, en las que se cuentan aspectos secundarios de la trama.
Estos tie-ins tienen lugar tanto en las series regulares que en ese momento se están desarrollando en la editorial en cuestión, como en series ad hoc realizadas para la ocasión que además, en ocasiones, derivan en nuevas series regulares.
En el caso de Pecado Original, éste fue el evento con el que Jason Aaron desterró para siempre al Nick Furia clásico del Universo Marvel 616, siendo sustituido para siempre por Nick Furia Jr. (o lo que es lo mismo por la versión cinematográfica del personaje que a su vez, bebía de su versión Ultimate), arranco a Mjorlnir de las manos de un Thor descreído y dubitativo para ponerlo en manos de Jane Foster y además, utilizó el ojo arrancado de Uatu, el vigilante, para de esta forma revelar determinados secretos que distintos personajes habían guardado durante años y que ahora, de golpe salían a la luz.
Pues bien, la mayoría de tramas que nacieron de este crossover y de aquella revelación de secretos fueron anodinas e insustanciales, llegando a la categoría de malos comics en la mayoría de los casos, pero siempre hay excepciones. Una de ellas, es el Spiderman de Dan Slott, la serie de Thor de Jason Aaron, y por supuesto, el binomio Vengadores/Nuevos Vengadores de Jonathan Hickman que analizamos en esta reseña.
Si algo caracteriza a Hickman como guionista, además de su gusto por la ciencia ficción, las sociedades secretas y los cónclaves formados por miembros superdotados, es el hecho de que en sus colecciones, Hickman tiene una hoja de ruta diseñada y planificada a muy largo plazo, siendo un autor que no permite que le desvíen de la misma. Desde luego, Hickman trabaja para Marvel, y como tal está obligado a incluir a sus series en el evento de turno, pero ello no quiere decir que no pueda hacerlo a su particular manera.
Así, si lo que Hickman tenía que contar en sus series vengativas era un secreto que le era revelado a uno de los personajes, suscitándose así el enfrentamiento de turno y la oportuna ensalada de puñetazos, nada mejor que recurrir a lo que él mismo había desarrollado ya. De este modo, si nos retrotraemos al primer tomo de esta recopilación, a los primeros números de Vengadores y Nuevos Vengadores, veíamos como el Capitán América que había sido admitido como miembros de los Iluminati, bajo la premisa de no repetir los errores del pasado (recordemos que la Guerra Civil superheroica en gran parte fue propiciada por los secretos y las intrigas que los Iluminati guardaban del conocimiento de sus familiares y camaradas), utilizaba el Guantelete del Infinito para detener una incursión, concretamente, la primera a la que se enfrentaba el grupo.
Como recordaréis, aquella incursión terminaba pero a cambio de destruir la totalidad de las gemas del infinito, salvo por la gema del tiempo, que era dispersada por el tiempo mismo. Ante tal tesitura, los Iluminati en bloque, a excepción de Steve Rogers, decidían que si era necesario, pararían las incursiones destruyendo los mundos que iban a chocarse con el suyo, aceptando un mal menor, a lo que evidentemente, el Capitán América se oponía de forma frontal.
Por ello, los Iluminati borraban la memoria del buen Capitán, para poder hacer lo que consideraban oportuno y necesario sin que la moral y la rectitud del Centinela de la Libertad interfiriera con sus planes.
Pero entonces llegó Pecado Original, y Rogers despertaba con el recuerdo de lo sucedido, lo que le llevaba enfurecido, a reclutar a Ojo de Halcón, Viuda Negra y Starbrand entre otros para enfrentarse a Iron Man y a sus constantes secretos.
Al margen de las peleas, algo que nunca ha sido el eje de las obras de Hickman, resulta delicioso ver como Tony y Steve se enfrentan dialécticamente, considerando el primero que la mentira es lícita si lleva a un bien mayor y el segundo que nada justifica la masacre de inocentes.
Todo ello se aderaza con la reaparición de la gema del tiempo, que va teleportando al Capitán y a sus aliados hacia futuros cada vez más lejanos en los que se explican las consecuencias de tomar un camino u otro.
En el dibujo sobresale un Leinil Francis Yu que aunque no resulta uno de los mejores dibujantes de cómic, sí que es uno de los más vistosos, sin que otros de los que participan como Valerio Schitti, Kev Walker o Salvador Larroca se queden en absoluto atrás.
Un peldaño más en la titánica saga vengativa de Hickman que, en el mes de Diciembre, veremos finalizar en tomo.
Guión - 8.5
Dibujo - 7
Interés - 7
7.5
Pecaminoso
Jonathan Hickman afronta a su particular manera uno de los eventos Marvel más decepcionantes de la última década.
Hickman mejora leído en tomo, pero todavía no sé qué aportó el viaje en el tiempo del Capitán. Relleno innecesario.
Cuando leí el tomo hace un buen tiempo y seguí hasta Secret Wars, me pareció que había algunas conexiones que anticipaban lo que iba a suceder, pero ya hoy no recuerdo los detalles precisos.
He probado a Hickman en grapa, en tomo, en español, en inglés y no me entero … no lo pillo. Siempre me he preguntado si seré yo???
Tranquilo, nos pasa a muchos. Me parece un guionista tremendamente frío para el género de superhéroes y creo que realmente no los entiende, porque se empeña en que de repente los personajes luminosos de Marvel parezcan descartes de Watchmen.
La primera vez que leí los Avengers de Hickman, tampoco entendí mucho… la segunda vez ya los disfruté un poco más, pero tampoco como para emocionarse. Tiene algunos buenos momentos, pero generalmente los personajes en sus manos son más fríos, un poco robóticos en su actuar. De que tiene ideas novedosas, quizás. De todas formas si uno quiere leer Avengers «superheroicos dandose de golpes con villanos coloridos» siempre estarán las historias antiguas. Si quiere Avengers más conspirativos, más «oscuros» y realistas, están los de Bendis. Y si quiere algo más apoteosico y de ciencia ficción, están los de Hickman. Hay para todos los gustos
Yo esta etapa de los Vengadores me la estoy haciendo y me pasa como a vosotros, me gusta pero no termino de pillarle, es como que no esta en su elemento o que yo no lo entiendo.
Luego lees Este del Oeste y es una maravilla.
No me gusta Hickman. Sus personajes son maniquíes de exposición sin sentimientos. Hablan todos igual. No hay emociones. No hay desarrollo de personajes. ¿Por qué va a interesarme una historia si no me interesan sus personajes?
Tengo toda la etapa de Hickman en Vengadores y Nuevos Vengadores porque la compré entera en un lote. Hubo momentos en que me costó continuar. Su hubiera leído esta etapa mes a mes, no hubiera pasado del cuarto.
A veces Hickman es muy complicado, y creo que hasta él lo sabe, porque suele dar una explicación pseudo-científica y difícil de algo, y luego explicarlo de forma más sencilla en el siguiente cuadro de diálogo.
Y estoy de acuerdo con el comentario que dice que el viaje temporal del Cap es relleno. No lo disfruté. No me entretuvo. No aportó nada. Y hubo un número entero en que no entendí nada de lo que pasaba.
Les recomiendo enormemente a todos que vean este video:
https://www.youtube.com/watch?v=F8050TmR4rE