A estas alturas de la etapa de Jason Aaron al frente de Thor, ya hemos reseñado aquí y aquí los veinticinco números que componen su primera serie, God of Thunder, y en la que a través del encontronazo de Thor con el deicida Gorr, y de sus aventuras con la Liga de los Reinos, Jason Aaron modernizó a Thor para el Siglo XXI, bien entrado ya éste, en una de las etapas más recientes pero también más recordadas del personaje.
En dicha colección previa, Aaron fue tejiendo la clave de toda su etapa, que no consistía en otra cosa que en explicarnos por qué ser un Dios hacía diferente a Thor de otros héroes Marvel, qué suponía ser un Dios para él, y si el hecho de ser un Dios y ser digno de Mjorlnir eran la misma cosa o se trataban de aspectos diferentes.
Para inclinar la balanza a favor de la duda, Thor conocía a Gorr, un alienígena deicida que le hacía poner a prueba su fe en el gran plan de los Dioses y en si estos eran o no merecedores de su poder, tratando Thor en sus posteriores aventuras con la ecologista de SHIELD Roz Solomon ganarse la adoración de los mortales siendo un dios más proactivo que antaño.
Sea como fuere, la sombra de la duda ya estaba sembrada en el personaje, y en Pecado Original, un evento escrito por el propio Aaron en el que horribles secretos del Universo Marvel salían a la luz, y se ponía fin al Nick Fury 616 tal y como lo conocíamos, Fury se despedía con una frase que susurraba al oído de Odinson… y que por el momento desconocíamos, pero que hacía que Thor dejara de ser digno de su martillo, el cual caía de su indigna mano.
Con el relanzamiento de todas las colecciones obligado por Marvel Now y el que llegaría las Secret Wars de Jonathan Hickman dentro de All New All Different Marvel había que ver qué pasaba con ese martillo, quien lo empuñaba, y aquí llegaba el verdadero golpe en la mesa de Jason Aaron, perfectamente orquestado por él, que dará lugar a la siguiente película del personaje, y que enfrentó a fans durante meses, volcando el propio Aaron en las páginas de su cómic dicho enfrentamiento. Y es que, Odín encarnaba a quienes se oponían a él, convirtiéndose en el brazo reaccionario y autoritario de Asgard, mientras que Freiya consideraba que si el martillo había elegido a una nueva Thor, sus razones tendría por lo que prestaba su apoyo a esta diosa del trueno que aparecía de la nada.
En efecto, he utilizado el femenino porque como el propio título del tomo indica, el martillo no era recogido por Odinson, que seguía siendo indigno, ni por Bill Rayos Beta, si no por una mujer que al final del último número de su primera serio (contenido en este volumen) descubríamos que era Jane Foster, de quien sabíamos que tenía cáncer, pero que podía escapar del mismo siempre que empuñaba al Mjorlnir, que la había juzgado digna de portarlo.
A partir de aquí se construye toda una epopeya nórdica que sin dejar de lado la mitología inherente a este tipo de historias a la manera Marvel, relata el machismo de una sociedad retrograda que no tolera la llegada de esta nueva Thor, poniendo a Marvel en el punto de mira de movimientos de odio como el comicsgate y haciendo que una vez más, la Casa de las Ideas reflejara perfectamente la sociedad que se encontraba al otro lado de la ventana.
Todo ello aderezado con el magnífico dibujo de Russell Dauterman y de Jorge Molina, quienes impregnó personalidad propia a esta nueva Thor que resultaba tan mítica y poderosa, si no más que Odinson, un Odinson que ahora pasaba a un segundo lugar y que se convertía en un personaje taciturno y amargado que trataba de recuperar la dignidad perdida (lo que el propio Aaron no dejaba de decirnos que lograba, al seguir concadenando estas historias con las del Thor del futuro que ya conocíamos desde el primero número de God of Thunder).
Este tomo, incluye además, el peculiar tie in(con dibujo de Chris Sprouse) de la colección con Secret Wars, en el que Aaron aprovecha el contexto ofrecido por Hickman en el que los Thors son las fuerzas policiales de Mundo de Batalla, para narrarnos una conspiración llevada a cabo por Bill Rayos Beta y el Thor Ultimate sobre un Thor que ha aparecido asesinado en extrañas circunstancias.
Un entretenido relato policial en el que sale a la luz el Jason Aaron más propio de Scalped que de Thor, y que traerá cola para el resto de etapa, si bien lo más útil para todo ello es que leáis este magnífico artículo de mi compañero Jose María Vicente en el que repasa la práctica totalidad de esta etapa tan definitoria para el personaje.
Un tomo que no puede faltar en vuestra estantería, al menos si sois fans del personaje.
Guión - 8.5
Dibujo - 8.5
Interés - 8
8.3
Rompedor
Jason Aaron marca un antes y un después en la historia del Dios (o Diosa) del Trueno.
Por fin he podido leer el tomo y tengo que decir que hasta ahora el Thor de Jason Aaron me esta encantando.
Esta nueva Thor parece que no era del gusto de muchos fans del personaje, pero a mi me ha gustado mucho y tengo curiosidad por ver como Aaron en los siguientes números jugará con esa dualidad: un ser cuasi divino cuando tiene en sus manos el mjolnir y la fragilidad de una mortal que además padece una enfermedad tan jodida y real como es el cáncer.
Con muchas ganas de que llegue Abril y pueda leerme el tomo 4.
Gracias por la reseña!!