El regreso del Hijo de Odín
El Thor de Jason Aaron es, sin duda alguna, una de las mejores etapas del personaje en su historia, la mejor desde luego en el presente siglo, y una de las que más hay que tener en cuenta en toda su historia, junto a la de Walter Simonson, la de Mark Gruenwald, y al comienzo de la de Tom DeFalco.
Estructurada dicha etapa como una sucesión de arcos argumentales de longitud más o menos anual, que funcionan de forma independiente (gracias a las constantes renumeraciones) pero siempre con la amenaza de La Guerra de los Reinos detrás, estamos ante una de las historias más importantes de este siglo para la versión Marvel del Dios del Trueno, sobre todo por lo que supuso para el personaje de Jane Foster y para las mujeres lectoras en general.
Pues bien, este séptimo tomo arranca donde lo dejó el primero, con Jane Foster ya sin el martillo, y con Odinson volviendo a ocupar su papel, pero sin ser todavía digno de Mjorlnir. Este nuevo punto de vista resulta muy inteligente porque viene a ratificar lo que Aaron nos llevaba contando desde el Carnicero de Dioses y que no es otra cosa que, la dignidad o indignidad es un peso que nos ponemos a nosotros mismos y que no siempre se corresponde con la realidad.
Lo que le falta a Odinson no es dignidad para ser un Dios y poder sostener su martillo, si no confianza en sí mismo para considerarse apto para dicha labor. Tenemos por tanto a un Hijo de Odín que ha superado la peor parte de su depresión, pero que todavía no ha llegado a su recuperación total y que por tanto decide emplear otros martillos distintos, cumplir con su función de Dios ahora que Jane no está disponible, pero sin atreverse todavía a hacerlo con Mjorlnir en la mano.
Al final estamos ante las fases de una enfermedad tan grave como la depresión, padecidas por un Dios y contadas en una trama de largo recorrido, que es precisamente lo que hace que este etapa sea muy recordable y recomendable.
En este caso tenemos una nueva renumeración de la serie que construye once números que, siendo muy entretenidos, están construidos como una trama de mera transición para lo que será el plato fuerte: La Guerra de los Reinos que ya veremos en el siguiente tomo (y que no fue tan buena como el resto de la etapa ni como se preveía que iba a ser, pero esto es algo de lo que ya hablaremos cuando corresponda).
El dibujo es muy coral, al existir bastante baile de dibujantes por estos números, al estar presentes entre otros, Lee Garbett Tony Moore y Mike del Mundo, quien lleva el mayor peso ilustrativo de este tomo, compensando lo anodino de algunas partes del guión con un dibujo magistral.
Un pieza más en esta larga epopeya que pronto veremos terminada en tomo en nuestras estanterías.
Lo mejor
• El dibujo de Mike del Mundo.
Lo peor
• La historia resulta especialmente transicional.
Guión - 6.5
Dibujo - 8
Interés - 6
6.8
Entretenido
Jason Aaron se aproxima al final de su larga y épica etapa al frente de Thor en este séptimo tomo recopilatorio de su saga vikinga.
¿Acaso eres Thor el Dios de los martillos?, y con solo esa escena de Odin se tira abajo toda la etapa de Aaron, tan simple como eso.