Decir adios siempre es difícil. Supone sacarnos de nuestra zona de confort, lanzarnos a lo desconocido. ¿Qué es lo que vendrá a partir de ahora? ¿Más vale malo conocido que bueno por conocer? ¿Por qué tiene que llegar ahora justo cuando me estaba acostumbrando?
Sin embargo, no solo es ley de vida sino que donde se cierra una puerta siempre se abre otra, brindándonos una oportunidad única para empezar de cero y abrazar nuevas espectativas para el futuro. Esa es básicamente la situación en la que nos encontramos actualmente los aficionados de la casa de las ideas con Marvel NOW!, donde no solo nos encontramos con el arranque de las etapas que capitalizarán las historias de la editorial durante los próximos años, sino también con el final de muchas de las que lo han hecho hasta ahora.
Y aunque algunas lo han hecho de forma discreta finalizando su trama en curso y cediendo la batuta como es el caso de los X-Men de Brian Wood y David López (una notable historia fantásticamente dibujada, que podría haber sido más disfrutable si no forzase hasta la ruptura las personalidades de los personajes clásicos), pero otras lo han hecho con un punto y final después de haberse prolongado durante años, dejando una profunda huella entre los lectores de la actualidad.
Con motivo de estas, os ofrecemos un post especial en la línea de nuestros ¿Qué está pasando en el cómic americano? analizando lo que han dado de sí dichos finales:
GUIÓN: MATT FRACTION
DIBUJO: BARRY KITSON Y JAY LEISTEN
Pese a llegar a la franquicia avalado por su buen trabajo en los especiales Las Edades del Trueno, Reino de Sangre y Hombre de Guerra así como un impetú contagioso en sus planes de recuperar el espíritu de Jack Kirby, la etapa de Matt Fraction al frente de las aventuras del príncipe de Asgard ha acabado brillando más por sus intenciones que por sus resultados.
Seis arcos argumentales repartidos a través de dos colecciones y un crossover componen el total de una andadadura en la que ha enriquecido la mitología del dios del trueno con aportaciones como el joven Loki, esa suerte de hordas bárbaras llegadas desde las profundidades del cosmos que fueron los Anno Hapex, la instauración de El Árbol Mundo en la localidad de Broxton, las semillas creacionistas que atrajeron al devorador de mundos a nuestro planeta, un nuevo heraldo al servicio de Galactus, la ampliación del legado de Odín a través de la reintroducción de La Serpiente y sus Dignos, Asgardia, Tanarus, la Triple Diosa, el regreso de Karnilla y los Trolls, la introducción de las Maras de la mitología nórdica, el destino de Kelda y el doctor Donald Blake, el Desconsagrador, el nuevo amorío de la Encantadora, Dobbie el elfo… Todo ello en apenas cuarenta números.
Dicho esto, uno casi podría pensar que estamos ante una de las mejores etapas del personaje (o al menos en una con más contenido que la de Straczynski). Pero lo cierto es que las tramas de Fraction no conseguirían el beneplácito del respetable quedando en un puñado de buenas ideas con un desarrollo no siempre afortunado.
Su último número para El Poderoso Thor apela a un argumento clásico con el que no he podido evitar acordarme de un episodio del televisivo Hércules de Sam Raimi y que, siendo suspicaces, podría interpretarse como una fallido ejercicio metalingüistico con el que intentar justificarse ante los aficionados.
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GUIÓN: CHRISTOS N. GAGE
DIBUJO: DAVID BALDEÓN Y JORDI TARRAGONA
Tomando las riendas de la cabecera tras la marcha de Mike Carey durante la movida de ReGenesis, Christos Gage se mantendría fiel a la dirección de su predecesor conservando a Pícara y su comparsa como principal foco de la serie. Probablemente a sabiendas de que su etapa en la cabecera no sería más que una transición hasta el próximo movimiento editorial, el guionista obraría sabiamente no intentando reinventar la rueda sino más bien continuar en la dirección desviándose llevándola suavemente hasta su propio terreno.
Y si la andadura de Carey se caracterizó por la introspección sesuda y los elementos de ciencia ficción extremos a la mejor tradición británica, la de Gage mantiene su apuesta por lo personal, sazonado con importantes dosis de espectáculo superheroico clásico y la recuperación de personajes como los N’Garai, Éxodo, Mímico o Arma Omega. Mucho ayudan en estos aspectos los españoles David Baldeón y Rafa Sandoval, quienes dotan a la colección de un apabullante estilo gráfico sin importar si nos ofrecen una macropelea por todo lo alto o una aventura espacial al más puro estilo de John Carter de Marte.
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GUIÓN: DAN ABNETT Y ANDY LANNING
DIBUJO: GURIHIRU
Pese a tener que lidiar con la sombra de las principales cabeceras mutantes en una de las mejores etapas que de la franquicia X que se recuerdan en muchos años, el tercer volumen de Nuevos Mutantes pone fin a su andadura en el número 50 (record absoluto dentro de los revivals de las series grupales que pasaron a mejor vida durante la década de los noventa, si obviamos a Peter David) dejando un buen puñado de sagas para el recuerdo. ¿Su secreto? Saber combinar el legado del primer volumen de la tercera generación de mutantes con un enfoque deudor de ambas etapas de X-Factor.
O en otras palabras, volver a reunir a la práctica totalidad del equipo clásico varios años después, erigiéndolos como alternativa al grueso de la Patrulla-X, y apostar por la interacción entre los personajes. La etapa de Zeb Wells cerró su andadura dejando un notable sabor de boca con su macrosaga en torno a Illyana Rasputín, y Abnett y Lanning aprendieron bien la lección manteniendo aquello que funcionaba aderezándolo con sus propios ingredientes.
Con la incorporación de Nate Grey y Destello, la dupla convertiría al grupo en un equipo de contigencia especializado en atar cabos sueltos enfrentados a amenazas generalmente al margen del ámbito mutante (desde Hela hasta un grupo de Heavys satánicos pasando por entidades lovecraftianas o villanos clásicos como el Animador o los Infernales) mientras intentaban poner en orden sus propias vidas.
Pero si por algo se ha caracterizado la etapa de los últimos responsables del apartado cósmico del Universo Marvel es por la fiesta. Y es que nadie en todo el mercado de superhéroes americano organizaba mejores farras que el grupo formado por Danielle Moonstar y compañía, capaces de sobrevivir a una noche de borrachera y carnaval en Madripoor o a una cita con el mismísimo diablo.
El último número de la serie trata de ser fiel a dicha tendencia celebrando una fiesta de despedida a la que están invitados la práctica totalidad de los personajes que han pasado por la serie, a la par que reincide en el leit motive central de esta, retomando un cabo suelto que dejaron pendiente durante su etapa en Nova.
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GUIÓN: MATT FRACTION
DIBUJO: SALVADOR LARROCA
Tras cuatro años al frente de la cabecera y condensar en ella a todos los elementos que han hecho grande a su mitología, la etapa de Matt Fraction y Salvador Larroca al frente de las aventuras del Hombre de Acero parece destinada a convertirse en un clásico del personaje.
Dejándonos historias como El Más Buscado del Mundo o la trama del proyecto perdido de Tony Stark, la última trama de su etapa -en la que Tony Stark caía prisionero junto a sus más letales enemigos en la ciudad del Mandarín siendo obligado a entregarle su ciencia a cambio de su vida y la de los otros- se antojaba como una certera forma de readaptar la base del origen superheroico del personaje. Sin embargo, no llegó a lucir como se esperaba a causa de la excesiva precipitación con la que tuvo que terminarla para abrir paso a la llegada de Marvel NOW!. No llegó a ser un descalabro como los últimos números de La Semilla del Dragón -saga con la que tiene bastantes aspectos en común-, pero también es cierto que podía haber dado bastante más de sí.
Haciendo recapitulación desde el final de la batalla en el fortín de el Mandarín, esta última entrega a cargo de Fraction y nuestro compatriota se dedica a hacer balance balance mientras devuelve las piezas a su correspondiente lugar e intenta lanzar un dubitativo discurso de hermanamiento chino-americano que por suerte no empaña el resto del número, dejándolo de tapadillo mientras se dedica a atar los cabos sueltos que han quedado por el camino.
No es un gran cierre en comparación con otros números unitarios que nos ha ofrecido el guionista a lo largo de la serie, dado que debe dedicar demasiado espacio a atar temas pendientes. Pero deja la adecuada sensación de desdepida así como de que Fraction se ha divertido tomando las riendas del personaje. Soltando su retahila de chascarrillos cual émulo de Robert Downey Jr. y dejándolo todo donde debe de cara a la llegada del próximo guionista ya solo queda decir adios preparándose para la partida. ¿Hacia dónde? Eso solo el futuro lo sabe.
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GUIÓN: JASON AARON
DIBUJO: JEFTE PALO
Cuando Aaron fue anunciado como responsable del relanzamiento de las aventuras de El Increíble Hulk, muchos fueron los que vieron en él al candidato perfecto para recuperar el sabor clásico del personaje. Curtido en historias protagonizadas por tipos duros -con más redaños y ganas de pelea que sentido común- siempre con un punto de ironía y delirio, básicamente lo tenía todo para ofrecernos una etapa por todo lo alto, que al fin dejase de lado a las infinitos emulos de Hulk para recuperar el espíritu de los viejos tiempos. Y, sin renunciar a un punto de novedad que diferenciase su etapa de cualquiera de las anteriores, así lo hizo. Sin embargo, la andadura no terminó de funcionar y tras la conclusión de su trama inicial, termina su andadura con la llegada de Marvel NOW!.
Pero, ¿qué es lo que pasó? ¿por qué no cuajó? Algunos piensan que el guionista no debió de apostar por una macrohistoria de tal magnitud para su arco inaugural; otros, que pese a las buenas ideas no estaba suficientemente entonado; otros tantos, que el Hulk de toda la vida ya no le interesa a nadie y solo funciona cuando tiene a una pléyade de derivados haciéndole los coros; otros, que el factor Silvestri-Portaccio jugó en su contra…
El caso es que independientemente de su éxito comercial, la andadura se antoja como un acercamiento fresco y diferente con un encantador tono deudor del cine serie B de horror y monstruos (como debe ser). Si fuera por mi, casi metería la mano en el fuego a que esta etapa va a ser reivindicada con el paso de los años. Pero como para eso todavía queda, limitémonos a hablar de lo que nos ofrece el final de la serie.
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Consciente de que con su permanencia en la franquicia sería absurdo firmar un final grandilocuente que busque reivindicarse como un punto de inflexión en la historia del personaje, Aaron se limita a concluir su historia poniendo fin a la extereorización del conflicto entre Hulk y Bruce Banner así como de las subtramas que ha construido su alrededor. Combinando con gracia la diversión desmadrada con el carácter psicológico siempre tan presente en el personaje, el guionista de Scalped y Lobezno y la Patrulla-X vuelve a valerse de su habilidad para decir adios dejándonos con una sonrisa de oreja a oreja y con ganas de seguir disfrutando del personaje durante los años venideros. Tuyo es el testigo ahora, Mark.
GUIÓN: DANIEL WAY
DIBUJO: FILIPE ANDRADE
Si tuvieramos que seleccionar los adjetivos que durante más ocasiones haya acompañado a la longeva etapa de Daniel Way al frente de las aventuras del mercenario bocazas, probablemente el término «irregular» acabase ocupando los primeros puestos de la lista. Y es que a pesar de habernos ofrecido sagas tan divertidas como el enfrentamiento entre Wade y Bullseye al más puro estilo Coyote y Correcaminos e intentar crear una trama con ciertas ínfulas de relevancia o inventiva desde que presentase a aquel Masacre Malo que bien podría haber formado parte de cualquier entrega de Evil Dead, toda su etapa ha estado rodeada de cierto tufo de intrascendencia que la dejan bastante lejos de la gloria de Joe Kelly o Fabian Nicieza.
Aun así, es Masacre y como diría un viejo colega del mundillo, hay que ser muy torpe para escribir al bueno de Wade y hacerlo mal. Y es que con sus características particulares basta con mezclar algo de sentido del humor con las adecuadas dosis de surrealismo y humor negro, y el producto probablemente acabe vendiéndose solo.
No hay más que ver como a pesar de esa supuesta falta de trascendencia, la etapa apunto ha estado de igualar en duración al mítico tercer volumen convirtiendo a Way en el guionista que durante más números consecutivos ha escrito las aventuras del personaje. Y si con hacer que cruzase su camino con todos los grupos de moda mientras se enfrentaba a enfermeras zombie, monos asesinos o piratas del espacio ya bastaba para mantener al personaje en la línea media del top 100 de ventas, lo cierto es que tampoco somos nadie para exigirle más.
Pero para colmo, el guionista vuelve a demostrar su increíble tino para crear grandes finales que dejen al lector con una «punzada en el pecho» obligándonos a ser permisivos con todos los desvaríos, vueltas innecesarias y puntos muertos que hayamos tenido que sufrir hasta llegar hasta su conclusión. Y si bien es cierto que en esta ocasión tampoco parecía que la cosa fuera a dar para mucho con el enésimo enfrentamiento entre T-Ray y Slayback contra nuestro mercenario favorito, Way consigue marcarse una ingeniosa cabriola argumental enlazando directamente con la trama de Ellen Whitby y la «curación» de Wade a costa de la pérdida de sus poderes y su monstruosa apariencia habitual.
¿Para qué? Para dejarnos con un final con poso de amargura de esos que suelen funcionar tan bien cuando se trata del personaje
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GUIÓN: KIERON GILLEN
DIBUJO: CARLOS PACHECO
La llegada del guionista de SWORD a la franquicia mutante fue un soplo de aire fresco necesario después de un par de años en los que esta anduvo dando bandazos sin tener muy claro el rumbo entre crossover y crossover. Su andadura al frente de los títulos del universo mutante podría dividirse fácilmente en tres bloques diferentes, correspondiendo los dos primeros al período en los que se ocupó de los guiones de Generación Hope y a la última veintena de números del primer volumen de Uncanny X-Men respectivamente, y el tercero al relanzamiento de esta última tras X-Men: Cisma.
Repleta de elementos de ciencia ficción extrema al más puro estilo de las aventuras del Doctor Who y un palpable gusto por los diálogos cargados de ingenio, su etapa ha mostrado un sabor marcadamente británico así como una actitud beligerante a la hora de introducirse sen territorios pantanosos. Centrada en la interminable lucha del Equipo Extinción contra amenazas que ponían en peligro la tambaleante existencia de la especie mutante, el último acto de su etapa fue concebido para abrir paso a los eventos de Avengers Vs X-Men culminando al poco de la conclusión de esta.
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GUIÓN: ED BRUBAKER
DIBUJO: STEVE EPTING
Decir a estas alturas que la etapa de Ed Brubaker ha marcado un antes y un después en las aventuras del Centinela de la Libertad es tan redundante como afirmar que la nieve está fría o que el agua es húmeda. Dejando buena muestra de su talento en colecciones como Sleeper o Catwoman, su habilidad para recuperar el sabor de la novela pulp de los años 30 dentro de los cómics de superhéroes y su estilo sobrio y a la vez moderno fueron el determinante fundamental para que Marvel lo tuviese en cuenta para relanzar la cabecera del Capitán América.
Con un tono deudor de las nostálgicas Band of Brothers y Salvar al Soldado Ryan, su colección se convirtió inmediatamente en una referencia imprescindible del panorama norteamericano, alcanzado su clímax en el inolvidable número 25. Durante sus primeros cinco años al frente de la cabecera, Brubaker dio forma a la macrohistoria que compone el cuerpo central de su etapa. Y aunque bien es cierto que nunca volvió a estar a la altura de estos, si que continuó brindándonos grandes momentos al frente de las andanzas de Steve Rogers y -sobre todo- Bucky Barnes.
Desgraciadamente, el relanzamiento de las aventuras del primero no cuajó como debería por mucho Steve McNiven o Alan Davis que participaran en él, y la desidia del guionista con el cómic de superhéroes terminó dando pie a que Brubaker finiquitara las tramas en curso con más pena que gloria. Sin embargo, al guionista de Fatale todavía le quedaba un último número que firmar y -al parecer- guardaba para él un último cartucho para despedirse a lo grande con la compañía del siempre inestimable Steve Epting.
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GUIÓN: JONATHAN HICKMAN
DIBUJO: RYAN STEGMAN Y NICK DRAGOTTA
A no ser que los hados conspiren en su contra, la etapa de Hickman al frente de la primera familia parece irremediablemente condenada a convertirse en un clásico contemporáneo de la casa de las ideas. Pero espera, ¿qué es lo que ha hecho para que merezca tal consideración? ¿A caso los ha reinventado desde cero? ¿Ha llenado su universo de nuevos elementos y conceptos que rivalizan con las creaciones de Stan Lee y Kirby? ¿Ha tocado lo intocable revolucionando la franquicia hasta el punto de que a partir de hoy ya no les reconocerá ni su padre?
La verdad es que más que nada de eso, su etapa podría definirse como «clásica» o incluso más bien «arquetípica». Y es que a lo largo de sesenta números, el guionista básicamente se ha dedicado a recuperar todo lo que ha hecho grande al cuarteto fantástico, para construir una macrohistoria que le ha sirviese de MacGuffin desde el que potenciarlos como lo que siempre han sido: Una familia atrapada en un mundo imposible en el que su dinámica habitual se ve aderezada por las singularidades que rigen su universo, desde ese abuelo perdido en los límites del espacio tiempo hasta ese tío enemistado por los años y la distancia que rige dictatorialmente una nación centroeuropea.
Jugando con esas reglas, el guionista ha sabido mover sus cartas usando su capacidad inspiradora para hacerlos crecer hasta el punto de que habría que remontarse unas cuantas décadas para encontrar una etapa en la que los personajes lucieran tanto como en la suya. Desde su Arreglarlo Todo hasta Fundación, su etapa está plagada de episodios para el recuerdo que invitan a ser releídos una y otra vez en busca de rememorar el viaje.
La excursión a Nu World, la creación de la Fundación Futuro, el viaje aquellos proto-Cuatro Fantásticos hasta los confines del tiempos, los Franktastic Four, la última carga de Johnny Storm en la Zona Negativa, el compañero de piso de Spider-Man, los últimos días de la Cosa… Demasiados números y demasiadas emociones en una etapa para el recuerdo.
En su último número al frente de la franquicia, Hickman apuesta por una premisa con cierto sabor metatextual, usando al Franklin Richards para convertir al número en una despedida. Una despedida tanto de los lectores que hemos disfrutado de su etapa número tras número, como de unos personajes a los que ha tratado con mimo durante todos estos años.
Y lo hace sin renunciar a disfrutar de un último paseo por ese armario de lo imposible en el que no hay más frontera que la que dicta nuestra imaginación. Super espías, hombres lobo vegetarianos, bandas de jazz moloides, apocalipsis Herbie, profesoras vampiro y ciclomotores de alta cilindrada… porque Hickman sabe que si algo hizo grande a esta cabecera fue la falta de miedo a la hora de jugar con conceptos que iban más allá de la razón.
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GUIÓN: KIERON GILLEN
DIBUJO: STEPHANIE HANS
Aparte de sus irresistible carisma, fruto de una personalidad deudora de la Vertigo de principios de los 90 y el Cuentacuentos de Jim Henson, el Journey Into Mystery de Gillen tiene algo que hace de ella una colección única, condenada a dejar huella entre los aficionados al cómic de la actualidad a pesar de que sus cifras de ventas apunten en la dirección contraria.
Con sus virtudes y sus defectos, el final de la cabecera creada en torno a la figura del joven Loki ha sido un implacable golpe contra las tripas del lector ensanchando un poco más la nutrida lista de grandes sagas y finales de la editorial. Pero no os dejéis engañar por la falsa sensación de Hype: Al menos para el que aquí suscribe, Journey Into Mystery marca un antes y un después en la trayectoria del dios de las mentiras pudiendo aspirar a alzarse como una de las más grandes etapas que haya protagonizado el personaje.
Y es que si bien es cierto que desde un principio Gillen ya supo ofrecernos una deliciosa base haciendo del artificio y el engaño las armas de un imposible héroe a medio camino entre el Lazarillo de Tormes y el Ulises de La Odisea, y que a lo largo de numerosas sagas ha conseguido que nos encariñásemos del joven Loki como nunca hubiéramos imaginado, su final eleva el concepto hasta su última consecuencia brindándonos un final demoledor.
Continuando con su fijación en la función de la mentira como herramientas imprescindibles dentro de la ficción literaria y la escenificación, el último número del guionista de Phonogram en Journey Into Mystery no solo tumba las barreras de la cuarta pared convirtiendo al lector en parte la historia, sino que se atreve a jugar con los mitos y leyendas de las sagas nórdicas marcándose un brillante requiebro espacio temporal con el que dar sentido al vínculo paternofilial entre Loki y Hela. Pero todos estos detalles quedan como algo tan anecdótico como el McGuffin de la trama del trono de Mephisto, en contraposición con el verdadero núcleo con el que dar fin a esta comedia en treinta partes (o tragedia en 31, como sabiamente indica el propio número).
Si estais siguiendo la serie en su edición española o todavía no os habéis puesto al día con la americana, os recomendamos encarecidamente que no abráis la pestaña de SPOILER. Si la serie os llama pero no os habéis decidido a empezar con ella, os recomendamos que acudais lo antes posible a vuestras librerías para hacerso con el primer tomo editado por Panini y que ni se os ocurra pulsar en el botón de SPOILER. Y si finalmente sucumbis a la curiosidad sin haber catado la serie, no nos queda otro remedio que compareceros porque no podéis haceros una idea de lo que estáis destripandoos:
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Y esto es todo de momento. El próximo mes volveremos para hablaros de las series que concluirán a lo largo de Noviembre con la promesa de que, si el tiempo acompaña, podremos analizar detenidamente lo que ha supuesto cada una de ellas para el marco del Universo Marvel. Hasta entonces, os dejamos con un par de encuestas con la esperanza de que muchas de las andaduras que comienzan ahora sean tan inspiradas como algunas de las que nos dejan.
¿Cual ha sido el mejor final Marvel de Octubre?
- Journey Into Mystery de Kieron Gillen y Stephanie Han (39%, 149 Votes)
- Fantastic Four / FF de Jonathan Hickman (14%, 54 Votes)
- The Uncanny X-Men de Kieron Gillen, Carlos Pacheco y Greg Land (14%, 53 Votes)
- Capitán América de Ed Brubaker (6%, 24 Votes)
- Me espero a la edición española (6%, 22 Votes)
- ¿Solo una? ¡Imposible elegir! (4%, 17 Votes)
- Masacre de Daniel Way (4%, 17 Votes)
- X-Men Legacy de Christos Gage, David Baldeón y Rafa Sandoval (3%, 11 Votes)
- Ninguna (NS / NC) (3%, 10 Votes)
- Invincible Iron Man de Matt Fraction y Salvador Larroca (2%, 9 Votes)
- The Mighty Thor de Matt Fraction (2%, 7 Votes)
- The Incredible Hulk de Jason Aaron (2%, 6 Votes)
- X-Men de Brian Wood y David López (1%, 4 Votes)
- Nuevos Mutantes de Dan Abnett y Andy Lanning (1%, 3 Votes)
Total Voters: 386
¿Cual ha sido el mejor etapa Marvel de las que han finalizado en Octubre?
- Capitán América de Ed Brubaker (21%, 71 Votes)
- Journey Into Mystery de Kieron Gillen y Stephanie Han (20%, 68 Votes)
- Fantastic Four / FF de Jonathan Hickman (20%, 66 Votes)
- The Uncanny X-Men de Kieron Gillen, Carlos Pacheco y Greg Land (13%, 42 Votes)
- ¿Solo una? ¡Imposible elegir! (5%, 18 Votes)
- Me espero a la edición española (4%, 13 Votes)
- Invincible Iron Man de Matt Fraction y Salvador Larroca (4%, 13 Votes)
- Ninguna (NS / NC) (3%, 11 Votes)
- Masacre de Daniel Way (3%, 9 Votes)
- X-Men Legacy de Christos Gage, David Baldeón y Rafa Sandoval (2%, 7 Votes)
- The Mighty Thor de Matt Fraction (2%, 5 Votes)
- The Incredible Hulk de Jason Aaron (1%, 4 Votes)
- Nuevos Mutantes de Dan Abnett y Andy Lanning (1%, 4 Votes)
- X-Men de Brian Wood y David López (1%, 2 Votes)
Total Voters: 333
Fuentes: Bleeding Cool, CBR, Newsarama, Comic Vine, iFanboy, The Weekly-Crisis, Marvel Database, Soulkiller Rebel Rogue, etc…
No voy a pinchar el de Journey into Mistery. Y si alguien me lo spoilea, pues le **** la ***** y lo ******
Coincidencia que el 1-2 en la encuesta sean de Kieron Gillen
Antes de nada, banda sonora de comentario.
Mira que soy fanboy radical de Hickman y Gillen, pero mi voto debe ir irremediablemente al Capitán América de Ed Brubaker, que es donde yo he visto una mayor sinergia entre guionista y personaje, y la que dentro de veinte años recordaremos como un clásico. No es, al menos para mí, la etapa definitiva del Capi, pero Bru supo darle ese toque que hacía pasar a un personaje de setenta años como propio. Y es que si hago memoria, siempre qe he leído en novedades las grapas de Capitán América, ahí ponía «Guión de Ed Brubaker». Se me va a hacer muy raro que el no este allí.
Tambien quiero destacar los 4F de Hickman, pues a mí NUNCA me interesaron lo más mínimo los 4F, y es gracias a un resumen bastante majo firmado por un tal Daniel Gavilán que descubrí la que es mi etapa preferida en cómic pijamero junto a los Vengadores de Roger Stern. Así que muchas gracias Daniel.
Y para finalizar mi no-tan-emotivo-como-debiera comentario, el Masacre de Way. Cuando estaba inspirado era jodidamente divertido.
Ha sido un inmenso placer leer estos cómics.
grande Brubaker lo extrañaremos en marvek
Creo que nadie duda de la etapa de Brubaker pero lo de Guillen es extraordinario estaba dotando a los X-Men de todo un contexto nuevo y radical sacandolo de su zona de comfort… La verdad es con mucho menos tiempo extrañare mas a Guillen en los X-Men que el trabajo de Brubaker (sobre todo por su mal sabor de boca que dejo con los mutis)
La etapa da
Aaron en Hulk fue insípida, sin gracia y carente de inspiración, nada que ver
con su trabajo con wolverine. Espero con
ansias la nueva etapa.
fantastic four, hulk, journey y tal vez capitan america…
eso es o unico que realmente ha sido destacable de estos ultimos años, en cuanto a lo que en este top 10 esta
el mejor final para mi (junto al de fantastic four), ha sido el de hulk, increible como aaron a hecho un numero realmente emotivo para los que lo siguieron desde el principio, dejandonos con ganas de mas de este hulk, y emocionados por lo que su futuro le depare (con waid solo puedo pensar en dias soleados para nosotros los lectores)
asi tambien increible como pudo cerrar todas las tramas que desde el inicio han estado y cuanta emocion puso en tan pocas paginas… si, asi de malo ha estado hulk con los otros guionistas como para que este final me haya parecido estupendo, pero porsupuesto que tambien aaron tiene merito propio, y MUCHO. Genial etapa de Hulk.
Las que me interesan son la patrullosa de Gillen y los 4F. La serie muti no la he catado todavía pero estoy empezando la de Hickman, a ver qué tal.
En Thor veo que hablan de un nuevo heraldo de Galactus. ¿Me lo podríais soplar, por favor? Todo lo derivado de los vengadores lo tengo un poco descuidado. Gracias de antemano.
Y la de Loki le echaré un vistazo en cuanto mi economía me lo permita.
Me quedo con el Capi de Brubaker y el Journey Into Mystery de Gillen sin duda.
jorgenexo ha comentado: Y que para mí Hickman…
¡Eso!
¡Todo eso!
Interesante apreciación sobre la trayectoria de Hickman. Y aunque concuerdo en que el clímax de la trama de las Cuatro Ciudades fue bastante atropellado y que el final de Guerreros Secretos fue tremendamente sensacionalista, me pasa justo lo contrario hasta el punto de que bajo mi punto de vista sus «tramas» (entendiéndolas como ese gran todo sobre el que parece girar todo) son una mera excusa para lo que verdaderamente importa.
Tal es el punto que si al principio su colección centrada en Nick Furia y sus cachorros me pareció una buena serie sin más, tras releerla me cautivó de tal modo que la tengo en estima como una de las mejores colecciones Marvel de lo que llevamos de siglo. Ahí ya entran los gustos de cada uno, claro, pero personalmente todo el discurso que construye sobre el inexorable paso del tiempo, el legado y la necesidad de dejarse ir mientras las semillas que plantamos en el camino se truncan o florecen para nuestro orgullo o desdicha me aporto un inolvidable carrusel de emociones.
Con sus 4Fs me pasa lo que ya comento en el post: Dentro de una década probablemente nadie nos acordemos del jaleo este de las naves Kree y de la Zona Negativa orbitando sobre la Tierra y demás derivados del núcleo directo de las tramas de las Cuatro Ciudades. Pero si echamos la vista a todas las pequeñas piezas del puzzle que giran a su alrededor, hay tantos relatos deliciosamente inspiradores, desde aquel Richards haciendo frente a su incertidumbre entre sus seres queridos y su fijación con «arreglarlo todo», el cuento del pequeño Franklin sobre los últimos días del Nu-World, la redefinición de los Inhumanos, Ben arriesgando su vida para salvar a unos críos moloides que eran considerados monstruos entre los suyos, los «Franktastic Four», el reencuentro entre Reed y su padre y el viaje a los límites del tiempo, Ben y Johnny disfrutando de un día como simples tipos corrientes, el sacrificio de la Antorcha Humana y su interminable odisea en la Zona Negativa… y paro porque si no voy a acabar citándolos todos, por lo que mejor voy a resumirlo en que si bien el motivo del viaje tampoco ha sido para tanto, cada una de sus paradas ha sido tan gloriosa que voy a guardar un grandioso recuerdo de la misma.
Pues yo estoy con Jorge. No he leído sus FF, pero en SHIELD y Guerreros Secretos me da la sensación de que va planteando tramas a tan largo plazo que luego no sé si es que no sabe cerrarlas o, como sospecho, que los imperativos editoriales en forma de crossovers, cierre de colecciones, relanzamientos editoriales o simplemente que se pone a hacer otras cosas le impiden cerrarlas como le hubiera gustado. Si es así, debería tener en cuenta que las cosas en el comic mainstream funcionan de esa forma. Miedo me dan esos 60 números de los vengatas que dice tener planeados. ¿Y si a mitad te echan por que no vendes ni un tebeo?, ¿y si en medio te cuelan otro Marvel Now?
Chico, ahora parece que como todas las colecciones no tengan una «gran trama» de varios años no merecen la pena. Al final Sandman va a haber hecho daño y todo. ¿Es que la gente no se plantea escribir mes a mes o qué? Gente como Roger Stern o Chris Claremont eran capaces de desarrollar personajes a lo largo de varios años (y se nota que lo tenían planificado), pero al menos mes a mes te vendían algo interesante sin necesidad de historias-río. A mí me están empezando a parecer cansinas.
Otro defecto que le encuentro a Hickman: no sabe escribir escenas de acción. O eso al menos me parece a mí.
Y ojo que me parece buen guionista, pero prefiero a los otros tres del «pocker de ases» de la Marvel actual. Aunque le deben tener mucha confianza para dejarle hacer esos retconeos tan bestias…
Definitivamente el Journey into Mystery es el ganador, sin embargo Fantastic Four y Uncanny X-Men también tuvieron finales memorables asi que voté Imposible Elegir. XD. Que conformista soy…
¿MEJOR SERIE? FF/Fantastic Four de Hickman en mi opinión, por algo metieron al Hickman en los Avengers…
En realidad problemas con crossover no ha tenido, dado que -de momento- nunca ha tenido que enredarse con ninguno. El tema de la duración es otra cosa. En principio, Guerreros Secretos iban a ser 60 numeros, pero tuvo que condensarlo todo en 27 dado que la cabecera no vendía lo suficiente.
Lo que comentas sobre las «historias río» es interesante. Yo creo que actualmente hay un poco de todo, desde gente que escribe de cara a crear macrohistorias como las de las series de televisión hasta los que viven al mes, pasando por los que tiran por un poco de ambas creando relatos unitarios que a su suma componen una historia mayor. Hickman podría encajar en esta lista, de hecho su etapa en 4F puede ser una de las que más números autoconclusivos tiene de los últimos años
Lo de sus tramas a largo plazo lo dejo para más tarde, que el tema da para mucho que comentar pero todavía no son horas
Creo que ya comentamos la etapa de Defalco- Ryan, Jorge. Idearon una etapa en la que pasaban cosas sin tener que pegarse tropecientos números para desarrollarlas. Mirando en ediciones de tapa dura y similares, Marvel no las ha sacado, se han remitido a Lee-Kirby, Byrne, Simonson y por último Millar (que no me gustó mucho) e Hickman. De Defalco-Ryan no han sacado nada.
Y a mí que Millar me gustó más en los Ultimate FF que en los del 616…
Pues me estais bajando las expectativas que me estaba creando en torno a los vengatas de Hickman a marchas forzadas… lo cual hasta me puede venir bien. Reconozco que no he leído practicamente nada de éste autor, pero como siempre se le suele alabar y tiene una consideración de autor, cuando menos, revolucionario… pues eso, que lo esperaba con impaciencia; pero leyendo vuestros últimos comentarios ya me empieza a entrar miedito.
No he leído sus FF, básicamente porque los FF nunca me han gustado demasiado (qué quereis, cada uno tiene sus manías y sus taras); Guerreros Secretos sí me picó la curiosidad, pero al final la deseché porque el presupuesto no da para todo y hay que escoger; sí leí el primer número de Shield, pero ahí lo dejé: tal vez la impresión que me causó fuese equivocada (o tal vez fuese demasiado revolucionario para mí, je…), el caso es que tras leerlo mi reacción fué: «¡anda ya! Cuando los 4F se enfrentaron a Galactus lo dieron todo y, aún así, sólo vencieron gracias a la intervención del Vigilante que puso en sus manos la única arma capaz de destruir a Alberto el Hambriento… ¿y ahora me vais a contar que Da Vinci fue capaz de doblegarlo? A eso digo norl!!».
Sí me leí con ganas Pax Romana, entre otras cosas porque el planteamiento me llamaba positivamente la atención. Y reconozco que fue un pequeño chasco. Y lo fue en buena medida por los detalles que mencionan Jorgenexo y Lemmytico. La idea de partida es cojonuda, y empieza como un tiro, pero hacia el medio (en el nudo de la historia, que es en teoría cuando debería desarrollarse con minuciosidad para mantenerte en suspenso) da la sensación de apresuramiento; y cuando más interesante se pone el asunto, con las disensiones entre los líderes del ejército eterno y la llegada de los rezagados… se acaba. Y resume lo acontecido a posteriori en un par de páginas. La sensación que me dejó en realidad es que, más que una miniserie, lo que leí es una sinopsis para una serie de larga duración (de hecho, si anunciasen una serie abierta de Pax Romana me pondría a la cola; y ya puestos, que la dibuje Acuña, ja.); pero sí me pareció lo suficientemente interesante para desear ver lo que era capaz de hacer en los Vengadores, pero, lo dicho, que me estais rebajando el hype…
Si, yo aguanté también un número entero de SHIELD. Y dos o tres de Guerreros Secretos. Sus 4F si me molan, eso si.
Que quede claro que a mí Guerreros Secretos me gustó mucho, y que sin duda tuvo que cerrarla rápido por bajas ventas y eso perjudicó el final. Pero a eso es lo que me refería antes, ¿es que no puede ir poco a poco?, ¿es que tiene que plantearse siempre sagas de 60 números? Que 60 números son 5 años, y eso en el comic actual es una eternidad.
SHIELD me gusta mucho, pese a lo poco creíbles que son algunas situaciones del pasado, sí. Sin duda lo de Galactus es un poco demasiado pasote. Lo que me molesta es que me está dando la misma sensación de siempre, que ya no tiene ganas o no puede seguir con ello y lo está cerrando un poco a matacaballo.
Que lea críticas no-buenas a Hickman por su trabajo en Fantastic Four/FF no puede ser bueno. Para Fraction digo xD
Yo no estoy seguro de que se le pueda acusar a Hickman de plagiar la etapa DeFalco/Ryan. Tiene numerosos puntos en común como los tiene con las etapas de Byrne, Lee & Kirby, etc… pero el tono, el tipo de historias y los enfoques son muy diferentes. Lo más pintoresco sin embargo, es que entre los numerosos guiños que el guionista lanza a dicha etapa, hay uno tremendamente sutil que de forma consciente cambia completamente la lectura de la macrohistoria que construyó DeFalco
El gran defecto de Hickman es que planifica las historias a tan largo plazo que como las ventas no acompañen, le joden.
Eso es lo que ha pasado con Secret Warriors, magnifica pero que las ventas obligaron a cancelar; y Shield, que por ventas también ha tenido que cerrar.
Pero no jodas: Hickman es de los mejores escritores de Marvel, y el que diga lo contrario no tiene gusto 😉
Y a coser la pancarta a los palos, que mañana es el Festival del Orgullo Progre.