TRABAJO EN EQUIPO
«¡Sé quién soy!¡Sé que tengo un propósito!»
La etapa Beyond de la cabecera El Asombroso Spiderman recibe el tratamiento Marvel Premiere por parte de panini. Esta etapa, como es habitual celebrada por algunos y vilipendiada por otros, vio la luz por primera vez en 2021 e hizo de puente entre la etapa de Nick Spencer y la de Zeb Wells en solitario, aunque este último es una de las principales cabezas pensantes de esta iniciativa. Y es que Beyond no se puede entender como una etapa al uso en la que un guionista recibe la oportunidad de plasmar en viñetas un argumento y una visión propia del personaje, sino que aquí ese rol se ve dividido y repartido entre varios autores. En este sentido es fácil acudir a la iniciativa Un Nuevo Día, que sucedió al polémico mefistazo, para una comparación. Una vez más, la responsabilidad del argumento recae sobre una sala de guionistas en vez sobre un escritorio, con los autores repartiéndose los números pero contando una historia considerablemente cohesionada.
Un Nuevo Día fue, después de todo, un éxito que Beyond pretendía, en parte, replicar pero con unas diferencias notables desde su concepción. La principal es sin duda el cambio de protagonista, como el título anticipa una de las claves del cómic y de sus reclamos es el regreso de Ben Reilly como Spiderman. Ben tuvo su origen en la controvertida etapa que fue la Saga del Clon, guardémonos de encontrar un patrón aquí, y no ha podido escapar de las reacciones variadas en sus apariciones pero los fans del personaje se alegrarán de verle de nuevo en el foco. Ben llega a la serie continuando la trama que puso fin a la etapa de Spencer, con Peter lidiando con la culpa tras la muerte de Harry Osborn cuando un segundo Spiderman aparece en Nueva York. Más tarde Ben le revela a Peter que se trata de él, trabajando como Spiderman para la empresa llamada Beyond, que da título a la iniciativa y cuyo regreso a las páginas se produce lejos del concepto original. Una de las claves de la historia es que poco después Peter termina hospitalizado y en coma, dejando a Ben como el Spiderman de referencia.
Los primeros números que recoge este tomo están dedicados a plantear este status quo y a empezar a desarrollar las primeras historias, de momento todas ellas cortas y de poco peso. Son aventuras ligeras que en general contrastan con el tono más dramático de la subtrama que rodea a Peter. A pesar de contar con el espacio extra que otorgó el aumentar el ritmo de publicación, en su día tres o incluso cuatro números por mes, los distintos arcos se suceden a un ritmo frenético y se resuelven en apenas dos entregas. Hay elementos que resultan repetitivos, como el tira y afloja entre Ben y los empleados de Beyond, que se presenta con varias escenas muy similares entre sí y que parece estar lejos de llegar a algo. Estos empleados, como secundarios de la serie, no dejan mucha huella salvo quizá la presidenta de la compañía; Misty Knight y Colleen Wing, ahora en nómina, son los personajes más entretenidos del nuevo plantel e incluso protagonizan un número especial escrito por Jed Mackay; la pareja de Ben, Janine Godbe, está bastante desaprovechada y sus interacciones con Ben caen en la misma repetición que las de los empleados de Beyond. En general, la serie parece tener claro qué personajes quiere que formen parte del plantel pero no ha sido capaz aún de darle dimensión a sus relaciones con el protagonista. Peter y su entorno están bastante aislados del resto de la trama pero sus interacciones con Ben son las que acarrean más peso, ayudado por la historia editorial previa.
Las dos primeras entregas del tomo resultan las más interesantes, al presentar todos los cambios. Escritos por Zeb Wells, dibujados por Patrick Gleason y con colores de Marcio Menyz son números visualmente más que notables, con acción interesante y con momentos más íntimos que funcionan bien. Kelly Thompson escribe los dos siguientes, además de una breve historia dentro del número inicial junto a Travel Foreman, dibujados por Sara Pichelli junto a Jim Towe con colores de Nolan Woodard y Rachelle Rosenberg son entregas que se centran en un enfrentamiento con Morbius con un apartado artístico más que correcto pero una trama que no da para mucho. Los dos últimos, que narran un enfrentamiento con Kraven el cazador elevan el nivel presentando algo más de introspección para el protagonista en el guion escrito por Cody Ziglar aunque el arte de Michael Dowling pasando por páginas espectaculares resulta a veces algo rígido. Por último, el número especial, situado antes de la historia de Kraven, está como comentaba escrito por Jed Mackay y además dibujado por Elenora Carlini con colores de Federico Blee, al canadiense se le nota cómodo y produce un número entretenido lleno de comedia aunque sin una gran aportación a la trama general.
En definitiva y como era de esperar de una iniciativa así el resultado es algo irregular, los números que tratan la relación entre Ben y Peter son sin sorpresa los que más he apreciado pero la serie rápidamente vira hacia aventuras rápidas de corte algo más clásico. La historia que involucra a Morbius es un ejemplo de trama que sufre por el ritmo aceleradísimo que lleva la serie y causa un mínimo impacto. Con problemas similares, la historia que presenta de nuevo a Kraven sale más airosa y saca más partido de las páginas que dispone. Hay cierto respeto por todos los personajes involucrados, que se agradece, y además caras nuevas en la cabecera con las inclusiones de Kelly Thompson, Cody Ziglar y Jed Mackay, que no habían tenido previamente la oportunidad y que como lector he llegado a echar de menos ya que, salvo Nick Spencer, la cabecera ha estado -y está- dominada por los integrantes de la iniciativa Un Nuevo Día desde hace más de quince años.
Lo mejor
• Ver caras nuevas en la cabecera.
Lo peor
• El elevado ritmo que los autores se han impuesto les resulta a su vez limitante.
Entretenido
Guión - 6.5
Dibujo - 7.5
Interés - 7
7
Como era de esperar de una iniciativa así el resultado es algo irregular.
