Hay etapas que marcan un antes y un después en una colección determinada, que suponen un auténtico revulsivo que quedará para siempre grabado en la retina de los lectores. En el caso de nuestro cuernecitos favorito, estamos ante un personaje que ha tenido el honor de vivir etapas en su colección que lo han encumbrado ante el estrellato. La primera de ellas es clara, y es que la labor de Frank Miller y Klaus Janson convirtieron al diablo guardián en un auténtico vigilante nocturno de fuertes convicciones católicas que consideraba La Cocina del Infierno (o si ustedes lo prefieren Hell’s Kitchen) su ciudad, su territorio, el reino que él protegería hasta su último aliento y en el que ningún tipo de delincuencia estaría permitida.
Fue por tanto, Miller el culpable de que
De esta forma, la magnífica etapa de
Tan deudora de Miller era esta etapa, que ya desde un principio Bendis traía a multitud de personajes de la etapa Miller-Janson, no sólo el propio Kingpin, sino desde luego Elektra, Ben Urich, el despiadado Bullseye, el siempre entrañable Turk… tan sólo faltaba el finado Stick para terminar de cerrar el círculo, pero en opinión de este redactor, es mejor no arreglar lo que no está roto.
Bendis no se quedaba ahí, y es que durante toda su andadura en la colección del Diablo Guardián estaba siempre presente el fantasma de Karen Page, trágicamente asesinada por Bullseye en la etapa de Kevin Smith, y hasta caminó por sus páginas María Tifoidea, quizás el mejor regalo que Ann Nocenti pudo hacerle al personaje.
Como decía, todo empezó con Lugarteniente, una saga que comenzaba con el supuesto asesinato de Kingpin a manos de sus sicarios, regicidio orquestado por Sammy Silke, un mafioso venido a menos que deseaba con todas sus fuerzas venirse a más, y que por azares del destino da con dos importantes secretos celosamente guardados por Wilson Fisk. El primero, que Matt Murdock, el famoso abogado de Hell’s Kitchen era quien estaba tras la máscara de Daredevil, y el segundo, que Kingpin lo sabía… y no hacía nada con esa información.
A partir de ahí se desataría todo un auténtico pandemónium que comenzaría con la revelación por Silke al FBI y por uno de sus agente al Daily Globe de la verdadera conexión de Murdock y Daredevil, algo que pondría patas arriba la vida del abogado ciego como nunca antes desde Born Again. La diferencia con aquella gran historia de Frank Miller era que en Born Again, Kingpin por sí solo se limitaba a ir tras Murdock y a acabar por matar al héroe a través de pinchar constantemente como a un muñeco de vudú al alter ego, pero ahora era la opinión pública en sintonía con el FBI y con los distintos capos de Nueva York los que iban a por la cabeza de un Murdock que llega a pasar por una auténtica crisis de ansiedad y por convertirse en el nuevo Kingpin como único modo de gestionar el derrumbe de un castillo de naipes que se había mantenido intacto hasta entonces.
Pues bien, tras más de una cincuentena de números, llegaba el final de esta increíble etapa. Brian Michael Bendis y Alex Maleev dejaban la colección en lo más alto y lo hacían con una última saga donde todo aquello que a fuego lento ellos dos habían cocinado, terminaba por servirse sin preámbulos en el comedor de los ávidos lectores, que mes a mes habían ido leyendo estos cómics, tratando de conectar todos sus puntos con apenas veinte páginas de pistas.
Es aquí donde la conclusión de esta etapa da un paso más allá, pues con ecos del Watchmen de Alan Moore y de David Gibbons, y de ese catalizador que supuso la Ley Keene, somos testigos de la ceguera de la justicia, cuya negrura hace al ciudadano y a los agentes de la Ley mucho más invidentes que Murdock, pues paradójicamente resulta más importante atrapar a un vigilante que ha dado todo lo que tenía por esparcir el bien en su ciudad, que mantener cautivo a quien a sabiendas de todos es el mafioso titiritero que maneja los hilos de todo el mundo.
Y es que este Kingpin no es tan gigantesco en términos estrictamente físicos como lo fuera el de Miller, ni lo veremos practicar artes marciales contra sus sicarios para ponerse a prueba, de hecho, su tamaño aunque grande sigue dentro de los estándares humanos, pero ello es tan sólo una herramienta elegida por los autores para demostrarnos que el poder de Fisk nunca residió en su fuerza física, sino en su taimado intelecto y en su capacidad para inspirar miedo aún cuando supuestamente ha perdido todo.
Al fin de fiesta estará invitado todo cuanto ha puesto un pie en las páginas de la colección, personajes viejos y nuevos se darán la mano para despedir a Bendis y a Maleev de Hell’s Kitchen: Bullseye, Elektra, Milla Donovan, Ben Urich, Foggy Nelson… qué más podemos pedir.
Por lo que a Alex Maleev respecta, su trazo firme, y la suciedad de su estilo, que convierte Hell’s Kitchen en el hervidero de putrefacción criminal que es sigue invariable hasta el final por lo que a quienes lo amamos nos regalará una vez más un magnífico tebeo, y a quienes lo desprecian… supongo que no tanto.
Finalmente, no puedo terminar sin contar una anécdota que todos aquellos que compren la edición de Panini podrán conocer (pues está recogida en una entrevista a Bendis) y es que cuando el de Cleveland recibió uno de los varios Eisner que ganó con esta colección, el mismísimo Frank Miller estaba ahí para recordarle que el Eisner en realidad, pertenecía al de Vermont, a lo que Bendis no pudo hacer otra cosa que ofrecérselo como muestra de respeto, la cual como manda la magnanimidad de quien ha estado en lo más alto, fue rechazada con entre risas por un Miller al que tanto le debe el Noveno Arte, y que no podía estar más orgulloso de haber sido el responsable de la imagen actual de Daredevil.
En el horizonte cogerían el testigo Ed Brubaker y Michael Lark, quienes no lo tenían nada fácil para mantener la calidad de la colección… pero cuya labor reseñaremos a partir del mes de Marzo.
Guión - 10
Dibujo - 10
Interés - 10
10
Imprescindible
Brian Michael Bendis y Alex Maleev cierran con broche de oro su magistral etapa en la colección del Diablo de Hell’s Kitchen.
Totalmente de acuerdo. Esta etapa es gloriosa e insuperable. El mejor Bendis
Pues que queréis que os diga a mi el dibujo me parece feo, por mucho que digan que el estilo de dibujo se adapta a la trama yo lo sigo viendo demasiado oscuro en ocasiones donde solo veo manchas negras, la estética en general tampoco me convence y las caras las veo todas iguales y muy artificiales con un acentuado aspecto digital.La trama es otra historia pero claro si no te gusta el dibujo pues no la disfruto igual.
Este es el ultimo tomo de DD con bendis y Maleev? Y el siguiente quien continua?
Hola Abraham! Si, este es el último tomo de Bendis y Maleev en DD. A partir de este mes de Marzo de 2018 comienza la etapa de Ed Brubaker (Capitán América y responsable de devolver la vida a Bucky, El Soldado de Invierno) y Michael Lark (Gotham Central). Se publicará como no en formato Marvel Saga y el primer volumen es «El Diablo en la Galería D». Te paso un link a la promo de Panini Cómics para que tengas más información!
http://comics.panini.es/store/pub_esp_es/sepsa052-es-epic-saga-marvel-saga-n-52.html
Un saludo!