Un Caballero Luna Más Sobrenatural
«Yo no soy un ángel. Un ángel no necesita gritar para que su dios se de cuenta de que existe»
Hablar del Caballero Luna es hacerlo de uno de los personajes más versátiles de la Casa de las Ideas, de esos que permite constantes reinterpretaciones sin que esto venga a suponer un repunte o bajada especialmente notable en sus ventas.
Sí, está claro que hablar de superhéroes mainstream con décadas de historia a sus espaladas obliga a readaptar sus aventuras para nuevos públicos, cambiando el canon original que les vio nacer o llevando a sus vidas nuevos retos más propios de la época en la que sus problemas tienen lugar. Pero la realidad es que, seamos serios, cuanto más popular es un personaje, menos cambios admite, quizás porque la editorial tiene más miedo a la reacción de sus fans.
En ese sentido, sacar a la Tía May de la vida de Peter Parker, o a Alfred de la de Bruce Wayne, puede ser algo demasiado arriesgado, pero en el caso de Marc Spector… mientras se mantenga más o menos su origen como mercenario que resucitó para servir a Khonshu el resto es más o menos accesorio.
De este modo, personajes que en su etapa fundacional tuvieron muchísima importancia como Frenchie o Marlene, en el Siglo XXI se fueron diluyendo poco a poco, hasta el punto de que en las sucesivas etapas del personaje, el Caballero Luna suele volar en solitario, contando tan solo con los secundarios de cada arco argumental en cuestión, sin que realmente tenga un equipo de secundarios estable (y completamente nuevo) hasta la actual etapa escrita por Jed McKay.
La realidad es que, jugar con el Caballero Luna, al tratarse de un personaje que esconde tras su máscara, al menos tres personalidades distintas, sin que sea un primera espada de la editorial, permite un mayor riesgo a la hora de diseñar sus aventuras, y esto hace que se trate de uno de los cómics que ese sentido resultan más atractivos por lo distinto de sus propuestas dentro del amplio plantel que Marvel Comics nos da a elegir.
En el caso que nos ocupa, este volumen del personaje se inició con un arco argumental escrito por Warren Ellis, seguido de otro que hizo Brian Wood, llegándole ahora el turno a Cullen Bunn. El espíritu pues, de este volumen era otorgar al Caballero Luna distintos puntos de vista sobre el personaje en sagas más o menos cortas que dieran a la obra mayor dinamismo y a los lectores un descanso entre tanta etapa larga.
En esta ocasión, Bunn (autor que sirve para todo, habiendo cosechado tanto grandes obras como auténticos fiascos tanto en Marvel o DC como en el terreno independiente) se une a Ron Ackins para recuperar un poco ese espíritu sobrenatural que suelen tener las historias de Caballero Luna y que en los últimos cómics del personaje se había perdido.
Sí, seguimos teniendo al vigilante que azota mamporros a aquellos que amenazan su ciudad, pero en manos de Bunn, el personaje es menos Daredevil/Batman, y más ese personaje que se ocupa de asuntos que tienen más que ver con la deidad a la que sirve que con el crimen en sí mismo.
De este modo, la historia comienza cuando unos fantasmas se encuentran perdidos, teniendo su búsqueda algo que ver con Khonshu, lo que llevará a Spector a ayudar a estos singulares personajes. Además, el Caballero Luna conocerá de primera mano el culto a Khonshu más allá de su punto de vista cuando acuda a la iglesia consagrada a su Dios.
El dibujo de Ackins no es grandioso ni tampoco queda para el recuerdo, pero es muy competente y apto para el guion de Bunn, mostrándonos eso sí, un Marc Spector de rosto más amable y juvenil al que nos tiene acostumbrados, haciendo gala en la acción de unas líneas suaves y dinámicas que encajan a la perfección con la historia que se nos cuenta.
Finalmente, si acudimos a la reseña oficial que Panini ha publicado de este tomo en su web, la realidad es que dice que éste es el último tomo de la colección. Por lo tanto, Marvel Saga no seguirá publicando las etapas que restan del personaje hasta la llegada de Jed McKay, guionista de la etapa actual.
De este modo, nos quedamos sin conocer en este formato editorial al Caballero Luna de Max Bemis, o al de Jeff Lemire, siendo éste último especialmente recomendable. Ello no quiere decir que no veamos reeditadas estas obras en un futuro más o menos cercano (cuestión que este redactor desconoce pero de la que se extrañaría) si no que dentro de su Back to the Basics, Panini Cómics termina de cerrar su formato Marvel Saga, que continuará hasta que termine el Castigador de Garth Ennis y Steve Dillon y que después cerrará habiéndonos dado un sello editorial perfecto para esas historias urbanas (que luego fueron ampliadas a mucho más) de la Marvel del Siglo XXI.
Lo mejor
• El regreso a las esencias del personaje.
Lo peor
• Una obra correcta, pero que no destaca.
Guión - 6.5
Dibujo - 6.5
Interés - 6.5
6.5
Recomendable
Despedimos al Caballero Luna en esta formato editorial con la pequeña etapa de Cullen Bunn y Ron Ackins.
