A mediados de 2013, Kelly Sue DeConnick ya llevaba doce números guionizados de lo que sería el volumen 6 de Captain Marvel, esto es, lo que había sido el nuevo volumen en la colección principal del personaje pero no con Mar-Vell o Genis-Vell como protagonista, ni con Mónica Rambeau, sino con Carol Danvers asumiendo el rol que por su herencia militar (y Kree en cuanto a la obtención de sus poderes) le correspondía.
Hasta este momento, la buena de la Capitana había vivido diversas aventuras tanto en su colección, como en otras series menores como Avenging Spider-Man, en las que DeConnick se preocupaba de que Carol hiciera equipo con otros héroes, que poco a poco la iban reconociendo como lo que era: la Capitana Marvel. Sería de hecho, en la ficción, el Capitán América quien animaría a Carol a dejar de ser «Miss» para ser «Capitana», tal y como pudimos ver en el primer tomo de la recopilación en la línea Marvel Saga de la etapa de la mencionada escritora al frente de la Capitana.
Sin embargo, la realidad era que a pesar de que el trabajo previo que se estaba realizando había sido muy bueno, todavía faltaba un evento marvelita de ciertas dimensiones que terminara de hacer ver al resto del universo Marvel que Carol Danvers no estaba pasando por una fase de más o menos corta duración, sino que el manto del Capitán Marvel estaba aquí para quedarse con ella como su representante, siendo además a partir de ahora, una fuerza muy a tener en cuenta en los Vengadores.
Para ello, se creó un mini evento que giraba en torno a la figura de Carol Danvers como Capitana Marvel, titulado El enemigo interior, y que se dividía en cinco grapas USA, que a su vez se distribuían entre la colección de la Capitana Marvel (números 13 y 14 del volumen 6 de su colección) y de ¡Vengadores, Reuníos! (números 16 y 17 de dicha colección), todo ello encabezado por un especial one-shot.
Si bien es cierto que la historia de la que vamos a hablar se podía haber contado perfectamente tan solo en la colección de Carol Danvers, la realidad es que la maniobra comercial que se desarrolló con El enemigo interior fue muy inteligente y hábil por parte de Marvel. Conseguía que este pequeño evento orquestado por DeConnick fuera conocido por lectores no habituales de la colección de la Capitana, que así podían comenzar a comprar esta a partir de este momento. Y, además, hermanándola con una colección como ¡Vengadores, Reuníos! que, sin ser mala, no dejaba de ser un título menor dentro de los Héroes Más Poderosos de la Tierra, con unas ventas moderadas que permitían asumir el riesgo de dedicarse por entero a un personaje como Capitana Marvel, cuyo nuevo estatus todavía no era conocido por el grueso de los lectores marvelitas.
En cuanto al argumento en sí, y si recordamos el final del anterior tomo, Carol Danvers descubría que tenía una severa enfermedad cerebral que se agravaba cada vez que activaba sus poderes de vuelo. Además, le hacía ver distintas visiones que la confundían, lo que sin duda convertía en aún más complicada su ya de por sí peligrosa existencia.
Sería en este contexto en el que una nueva y a la vez vieja amenaza, llevada a cabo por Yon-Rogg (exacto, el primer enemigo de Mar-Vell, general del ejército Kree involucrado en el accidente que dio origen a los poderes de Carol Danvers) amenazaría la Tierra entera, que corría el riesgo de convertirse en el nuevo corazón del Imperio Kree, a merced de los delirios del mencionado villano clásico, que por supuesto, actuaba al margen del resto del Imperio, habiéndole dado la espalda los Kree tiempo ha.
De este modo, se teje una historia muy entretenida, que sirve de perfecta amalgama entre la Marvel actual de ese momento y la Marvel clásica, al utilizar a un villano como Rog de nexo de unión entre ambos puntos, tan separados en la historia por las muchas décadas de cómics Marvel que como fans y lectores llevamos a nuestras espaldas.
Del dibujo de este evento repleto de acción y de nostalgia bien entendida se ocupan de la colección de Capitana Marvel tanto Scott Hepburn (que también dibuja el one-shot especial que da comienzo al evento) como Gerardo Sandoval, que hacen un trabajo muy solvente y parejo al que Matteo Buffani y Pepe Larraz (que ya empezaba a hacerse un nombre dentro de Marvel) realizan en ¡Vengadores, Reuníos!.
El resto del tomo contiene los números 15 (dibujado por Drew Geraci) y 16 (dibujado por Patrick Olliffe), que cerrarían el volumen 6 de Capitana Marvel. Se daría paso a un nuevo número 1 también comandado, como no podía ser de otra manera, por Kelly Sue DeConnick (con David López entre otros a los lápices), del que hablaremos en breve cuando se recopile en Marvel Saga.
Estos últimos números suponen el cruce del evento Infinito que Jonathan Hickman estaba desarrollando en aquel momento en sus colecciones vengativas (Vengadores y Nuevos Vengadores) con la colección de la Capitana Marvel, por lo que se narran los particulares problemas a los que ella se enfrenta en una galaxia amenazada por los Constructores, y de los cuales solo un poco se atisbaba en las colecciones de Hickman, que si por algo se caracterizan es por ser tan corales que casi ningún personaje destaca en protagonismo sobre otro.
Finalmente, el número 17 (con dibujo de
Guión - 7
Dibujo - 7
Interés - 7
7
Recomendable
Kelly Sue DeConnick pone fin al volumen 6 de Captain Marvel con una saga que la terminaría de presentar en sociedad dentro de Marvel con su nuevo rol.
“…El rol que le pertenece…”, “…poco a poco la iban reconociendo como lo que era…”, “…faltaba un evento marvelita de ciertas dimensiones que terminara de hacer ver al resto del universo Marvel que Carol Danvers no estaba pasando por una fase de más o menos corta duración…”, “…a partir de ahora, una fuerza muy a tener en cuenta…” , “…un futuro que se atisbaba como brillante y que nadie iba a truncar…”
La Capitana Marvel, esa moto vieja y herrumbrosa a la que se le da una mano de pintura y se empeñan en vender como nueva.