Tras el paréntesis argumental que fue el anterior volumen que tuvo a Maya y al autor David Mack como protagonistas absolutos toca retomar la trama allá donde se quedó la octava entrega, con Daredevil propinándole una importante paliza a Wilson Fisk y declarándose el rey de la cocina del infierno. Y lo hace poniendo un año de por medio desde que tuvieron lugar dichos acontecimientos y con el periodista Ben Urich tratando de averiguar dónde se encuentra Matt Murdock quien se encuentra en paradero desconocido tras sufrir un ataque por parte de la Yakuza.
A partir de esa premisa y en poco más de cien páginas Bendis construye una de las mejores tramas que recuerdo en el mundo del cómic de superhéroes demostrando que este no es sólo su mejor trabajo sino una de las mejores etapas del personaje. Es asombrosa la capacidad que tiene el guionista para conseguir que el lector realice una inmersión en la trama para poco a poco ir desvelando detalles, la sensación es la de estar viendo una película perfectamente hilvanada de esas que te hunden en el sofá para disfrutar de lo que te están contando y esperas que nadie te moleste hasta la última secuencia. Todo importa en la historia, todo tiene un porqué, y conviene no distraer la atención para deleitarnos del saber hacer de Bendis y Maleev.
La elección del narrador de la historia no es algo casual, y una vez más Urich se erige como una figura capital en su vida, y de su mano conoceremos los sucesos de las últimas semanas y como Matt se ha tenido que enfrentar a la siempre peligrosa Yakuza deseosos de desbancarle del trono al que se ha erigido como responsable de la cocina del infierno. Sabremos también que en los meses previos Matt ha realizado dos acciones en paralelo, por un lado limpiar las calles de malhechores y villanos, y por otro lado, con el dinero obtenido gracias a ganar el juicio tras desvelarse su identidad ha creado una fundación con la que repercutir ese dinero en beneficios para la cocina del infierno y sus ciudadanos. De esa batalla campal a pie de calle contra un centenar de miembros de los Yakuza Matt no saldrá muy bien parado hasta el punto que desaparezca y su ¡sorpresa! esposa Mia acuda a Ben para que le ayude a encontrarlo y saber si está con vida. Curiosamente, Ben es el nombre que Matt le dio para momentos de crisis como este, ni su íntimo amigo Foggy, ni alguien más capacitado para hacer frente a hipotéticos peligros como puede ser Cage, Ben Urich, quien ya jugó un papel primordial durante Born Again.
En paralelo, un equipo del FBI capitaneado por el agente Driver ha capturado a Saho Orii, líder de los Yakuza y quien dirigió el ataque contra Matt, rayando la excelencia los autores con la escena del interrogatorio de los agentes y dejando muy mal cuerpo al lector con las inesperadas consecuencias de esta detención siendo uno de los momentos cumbres de este volumen.
Sin lugar a dudas, otro de los momentos álgidos es la entrada en escena de compañeros de aventuras de Matt como Spiderman, Dr. Extraño, Luke Cage o Puño de hierro, primero para mostrarle su disconformidad por su forma de proceder erigiéndose como el nuevo Kingpin, y claro, está, preocupados por la tendencia autodestructiva que siempre ha tenido Matt en momentos de crisis. Y en segundo lugar para acudir en su ayuda para luchar contra la Yakuza y devolver la paz a la Cocina del infierno.
Han pasado trece años desde la publicación de estas historias (son de 2004) y aun me sigue sorprendiendo con cada nueva relectura la calidad que atesora esta etapa, como construye la historia Bendis con ese enorme continuará in crescendo consiguiendo que su historia se entienda como un todo más allá de la obvia separación por volúmenes para su reedición. Una etapa en la que el dibujante Alex Maleev perfectamente escudado por el colorista Matt Hollingsworth está soberbio con secuencias para el recuerdo y haciendo que la inmersión en la historia no sólo sea por los magníficos guiones de Bendis sino también por el trabajo de Alex y Matt.
El Daredevil de Bendis y Maleev hay que leerlo a poco que seas un apasionado del género negro, da igual su forma de expresión, y si eres fan de superhéroes y de Daredevil en particular es inevitable caer rendido ante la calidad de esta etapa y de este volumen en particular.
Guión - 9
Dibujo - 9
Interés - 9
9
Obra maestra
El Daredevil de Bendis y Maleev hay que leerlo a poco que seas un apasionado del género negro, da igual su forma de expresión
Gracias por el artículo, Raúl:
en su día dejé pasar la edición en cuadernillos (acababa de reincorporarme a la lectura de tebeos tras muchos años sin hacerlo), y también la de los BOME (¡afortunadamente!), y ahora he encontrado la forma ideal de hacerme con ella.
Sólo quiero preguntarte si, cuando termine la etapa actual, merece la pena hacerse con la de Brubaker y Lark (uno de mis dúos favoritos), o hasta cuando merece la pena seguirla, pues hay comentarios que hablan de decepción a partir de la segunda historia, aproximadamente.
Bueno, un saludo, y hasta otra.
Hugo Pratt para Caldas, ¡ya!
Si te vale de algo mi opinión la etapa de Brubaker si te está gustando esta creo que también te gustará. Baja el nivel al principio pero tiene dos sagas finales que son bastante buenas, especialmente el retorno del rey. Tras eso…. viene la etapa Diggle, que es mala pero mala de verdad, con todo el rollo de Shadowland que entra perfectamente en el ranking de las peores sagas del personaje. Afortunadamente es una etapa corta que igual en tres tomos se la pueden ventilar y dar paso a la que para mí es la segunda mejor etapa del personaje, la de Waid. El tono difiere de lo que se estaba viendo del personaje en los últimos años y a nivel de dibujo es una maravilla con gente como Rivera, Martín y el gran Samnee. Yo si te recomiendo que te hagas con lo de Brubaker pero huye de lo de Diggle.