El Asombroso Spiderman según Bob Gale
Hablar de Bob Gale es hablar del guionista responsable de nada más y nada menos que Regreso al Futuro. La inventiva e imaginación desbordada que puede llegar a tener alguien capaz de sacar de su cabeza una saga de películas que hoy en día no solo son clásicos de la ciencia ficción familiar, si no que se consideran un icono en sí mismas, es incalculable.
Por ello que este guionista de vez en cuando irrumpa en Marvel Comics, regalándonos lo que de su cabeza puede salir con los icónicos personajes de la Casa de las Ideas no es si no una ocasión a celebrar. En este caso, no era la primera vez que Bob Gale guionizaba un cómic Marvel. Y es que, para el recuerdo ha quedado aquel cómic de Daredevil que escribió a principios del presente Siglo en el que el Diablo Guardián era demandado por nada más y nada menos que El Bufón. Podéis encontrar dicho cómic aquí.
Una curiosa y extraña historia que sin embargo lograba arrancarnos unas cuantas risas presentándonos a un Daredevil que recordaba al de los tiempos de Stan Lee, que después retomaría Mark Waid, y no tanto a ese vigilante duro y nocturno que Frank Miller reconvirtió para hacerlo renacer.
En este caso, Bob Gale dentro de aquella máquina tan bien engrasada que fue la room of writers de Un Nuevo Día, fue el elegido para el segundo arco argumental del personaje. En esta historia, Gale nos presentaba una Gran Manzana asolada por un Invierno más frío del que se podía recordar en años, circunstancias en las que los ciudadanos estaban más irascibles, sometidos a un enemigo tan inclemente como lo es el tiempo atmosférico, un enemigo al que ningún héroe puede derrotar.
Spiderman, por supuesto, no es la excepción, y pasa este Invierno Mortal convirtiéndose en el faro de la esperanza de una ciudad a cuyos miembros salva como puede de este frío horrible y e incontrolable.
Volvemos aquí al arácnido que ante las grandes catástrofes que sabe que no puede parar, hace lo que mejor se le da: Ayudar allá donde pueda hacerlo y en la medida de sus posibilidades. Piensa global, actúa local, una máxima en muchas ocasiones ha definido a Spiderman tanto como el clásico binomio del poder y la responsabilidad.
El tomo continúa con el guionista Zeb Wells y la presentación en escena de un nuevo villano, Freak, el cual nos recuerda a aquellos monstruos surgidos del mal uso de la ciencia que pululaban por las páginas de Spiderman mes sí, mes también en la década de los sesenta.
En este caso, Freak no es si no un mendigo que por avatares del destino acaba mezclándose con un experimento que lo convierte en un ser adaptativo, que imita las cualidades de distintos animales para sobrevivir a su entorno. Ello lo hace muy peligroso para Spiderman, pues cada vez que se enfrentan Freak aprende de la contienda anterior y Peter debe de utilizar trucos nuevos.
En este caso, no solo nos recuerda a cómics más clásicos de Spiderman por cómo es el villano, que no hace si no encarnar esa ciencia que el ser humano no sabe utilizar con responsabilidad, si no porque tenemos aquí al Spiderman a su vez, también científico, que resuelve con ingenio y distintos experimentos lo que sus puños y telarañas por sí solos no pueden parar.
Una historia muy común con un villano que a pesar de recoger esos ingredientes que huelen más a clásico que en otras ocasiones, no termina de funcionar adecuadamente.
En cuanto al dibujo, destaca especialmente Chris Bachalo, que da el do de pecho en una aventura que gana mucho con su particular estilo tan personal y lejano de lo que en aquella época conocíamos por dibujo superheroico.
Lo mejor
• Una historia atípica pero muy curiosa en su lectura.
Lo peor
• Freak no termina de funcionar como villano arácnido.
Guión - 6
Dibujo - 6.5
Interés - 6
6.2
Entretenido
Bob Gale escribe a Spiderman en esta aventura tan particular.