El One More Day que merecíamos
«La cagué, Extraño. Hice lo único que me prometí a mí mismo que jamás haría. Puse a mi familia en riesgo, y no importa cuántas veces lo reviva en mi cabeza, sigo volviendo a lo mismo, necesito que el mundo olvide que soy Spider-Man»
Por mucho que nos consideremos entusiastas del mundo del cómic de superhéroes, por mucho que lo disfrutemos y que divulguemos acerca de determinadas historias que figuran en ellos, nunca debemos perder de vista una obviedad: Los cómics son un negocio, y el de superhéroes, especialmente, al ser un negocio más lucrativo está más afectado por las ideas y venidas del capitalismo que otros productos culturales del noveno arte.
Con esto no quiero decir nada que vosotros, como lectores, no sepáis, pero hemos de entender que muchos cambios que se dan en el argumento de determinadas colecciones, que muchos de esos virajes en el rumbo que a veces no nos gustan nada o no comprendemos, responden a una decisión editorial que nada tiene que ver con el aspecto creativo.
En el caso de Spiderman, Un Dia más, el famoso Mefistazo fue ese paso que la editorial consideró que tenía que dar para incrementar las ventas del personaje y darle un nuevo rumbo a una colección que consideraba que, con Peter Parker como hombre felizmente casado, no funcionaba.
Los sondeos y estudios de mercado, demostraban según Marvel ha comunicado en no pocas ocasiones, que un Peter soltero era lo que la colección necesitaba, por lo que su relación con Mary Jane Watson tenía que romperse, lo que a falta de divorcio (un tema muy espinoso para publicaciones de este tipo) se hizo Mefistazo mediante.
Puede que el cómo no nos gustara, que la ejecución fuera pésima, a pesar de que Joe Michael Straczyinsky no tuviera otra opción que cumplir con las órdenes que se le daban, haciéndolo como mejor supo, pero la cuestión es que One More Day no fue una decisión tomada ni por el guionista de la serie, ni que respondiera a un rumbo creativo concreto, si no que fue una decisión editorial que se tomó por motivos única y exclusivamente económicos.
Siendo así, la realidad es que todo este tipo de decisiones tienen que tener su reflejo en la trama y One More Day, por su deficiente concepción y su imposible ejecución correcta no dejaba de ser un cabo suelto en la colección del arácnido que, una vez soltero durante todo el arco de Un Nuevo Día, había encontrado su sitio de nuevo en las estanterías de las librerías especializadas, pero a costa de obviar el elefante en la habitación vestido de diablo: El Mefistazo.
Tratando pues, de arreglar todo aquello, y de darle más sentido, Joe Quesada (verdadera cabeza pensante del One More Day aunque no su mano ejecutora) y Paolo Rivera desarrollaron la historia objeto de esta reseña, en la que Peter y Mary Jane tienen una larga y precisamente desarrollada conversación en la que descubrimos qué fue lo que pasó entre ellos para que rompieran en este universo cambiado en el que nunca se nos dio una explicación y qué fue lo que Mefisto susurró a la peliroja antes de que la realidad tal y como la conocíamos se desvaneciera.
En ese sentido, independientemente de que a la mayoría no nos guste One More Day como historia, hemos de reconocer que Un Momento en el Tiempo no solo es solvente como historia del trepamuros, si no que llega de algún modo a dignificar a ese fallido e inexplicable argumentalmente hablando, One More Day.
Si los personajes tienen tiempo para hablar de sí mismos, para llorar juntos su pérdida y, por qué no decirlo, para echarse en cara todo lo vivido en su relación amorosa, su ruptura resultará creíble y hará mella en el lector.
De este modo, Un Momento en el Tiempo logra que donde como lectores nos sentimos desnudos y traicionados, que aquí entendamos lo que ocurrió entre Peter y MJ y por qué no están juntos, y de algún modo hace que nos preguntemos si tan difícil era haberlos separado por medios más convencionales en lugar de recurriendo a la pérfida magia, para así haber hecho evolucionar a los personajes de forma más natural y no a trompicones.
Conceptuado argumentalmente como todas aquellas partes o fases de una boda que nunca llegó a celebrarse, la historia discurre acerca de cual fue la gota o gotas que colmaron el vaso de la relación de Peter y MJ, las cuales, spoiler alert, tienen forma de araña.
El dibujo de Paolo Rivera resulta exquisito, a la par que suave y dinámico, captando al milímetro cada expresión, cada momento de ese largo flashback que nos explica qué fue lo que ocurrió. Nunca, en el Siglo XXI Peter y MJ han sido tan humanos como en esta historia.
Un Momento en el Tiempo es, cuatro años después, lo que One More Day tenía que haber sido y nunca fue: Una despedida de dos personas que se aman, que han vivido entre ellos y con los lectores una de las relaciones amorosas más icónicas del medio y que, por esto mismo, no puede deshacerse de un modo tan pueril y pobre, recurriendo a una magia que en absoluto hace justicia a un noviazgo tan intenso y duradero.
Si lo que Quesada quería con One More Day era hacer llorar al lector, o que éste sintiera pena por lo sucedido, no lo consiguió, ni desde luego JMS (aquí cabeza de turco más que escritor) supo captarlo.
Sin embargo, esta historia, simplemente con detenerse, valga la redundancia, un momento en el tiempo, para analizar todo lo que Peter y MJ significaron el uno para el otro, y para Spiderman como colección o suma de colecciones, sí que consigue arrancar alguna que otra lágrima al lector, y hacer que éste tome consciencia de lo que viven los personajes, puesto que se analiza de la forma más humana lo que ser Spiderman puede suponer para una pareja que ante tal suma de dramas en los que el trepamuros se interpone, no tiene otra opción que dejar de vivir su proyecto en común.
Por si todo esto fuera poco, la magia vuelve a jugar sus cartas con Peter, y sí, cambiando su estatus tal cual lo conocíamos, pero esta vez, las cosas se hacen de un modo mucho más amigable con el lector y con una planificación mejor gestionada.
Un tomo muy recomendable para cualquier fan del arácnido. No apto para lectores de lágrima fácil, o prontos a la ira.
Lo mejor
• Un nuevo punto de partida para el personaje bien explicado.
• Se corrigen las prisas del One More Day.
Lo peor
• Resulta una lástima que no pudiéramos tener este cómic cuatro años antes.
Guión - 6.5
Dibujo - 7
Interés - 7
6.8
Recomendable
Joe Quesada y Paolo Rivera responden unas cuantas preguntas y tratan de salir airosos de Un Nuevo Día.
Opino exactamente como tú. Dignifica la historia, aunque una parte de ella sea irreparable.
Un momento en el tiempo me parece un tebeo bastante bueno, especialmente las páginas de Paolo Rivera. No me gusta nada, sin embargo, el Quesada del momento presente, con la conversación entre Peter y Mary Jane. No acabo de reconocer a esa Mary Jane (gráficamente estoy hablando). Y tampoco Peter está en su mejor versión.
Aún así, la historia está bastante bien, y tiene momentos muy interesantes, dentro del desaguisado que fue el Mefistazo.
Y la portada es una obra maestra.
«Los sondeos y estudios de mercado, demostraban según Marvel ha comunicado en no pocas ocasiones, que un Peter soltero era lo que la colección necesitaba, por lo que su relación con Mary Jane Watson tenía que romperse, lo que a falta de divorcio (un tema muy espinoso para publicaciones de este tipo) se hizo Mefistazo mediante.»
Sus sondeos y estudios de mercado nos echaron a algunos como a mí, después de llevar toda la vida comprando Spiderman. Para mí Peter murió en 2006.
Pues la historia… bueno, la compro. Ajusta unas cuantas cosas aunque sea algo a destiempo.
Pero -quizá estoy cometiendo un sacrilegio o algo por el estilo- visualmente no me llega para nada. Lo siento pero casi me saca.
En lo que coincido con Hongo es en que la portada es preciosa.
Sin duda es superior a One More Day, porque hay más tiempo y menos locuras de por medio, pero en el fondo es otro camino para llegar al mismo resultado. Por eso no la considero como una historia especialmente interesante, a nivel personal.
Tal vez nos habría evitado buena parte de la ira en contra del OMD empezar desde este punto de partida, aunque dejaría igual a muchos decepcionados con el rumbo escogido.
Este tomo no lo he leído, pero yo también soy de los que salieron escaldados de One More Day. Me alegro de que hayan intentado darle una vuelta al asunto, al menos.
Y coincido en que la portada es muy bonita. Además de bien dibujada, la composición es, no sé, agradable de ver.
Aunque Spiderman lleva años sin atraerme, tengo este número en su versión USA por esa maravilla de portada.
Me lo compré en una tienda de mi ciudad que lo tenían por pura casualidad, solo para poder enmarcarlo.