El día de Después
«Felicidades, Señorita Hollister, es un niño»
Tras cuatro años, Un Nuevo Día, la etapa de múltiples equipos creativos que daba continuidad a One More Day y necesario reinicio a Spiderman como personaje, llegó a su fin, como nos cuenta el tomo objeto de nuestra reseña.
En el horizonte, Dan Slott, escritor habitual de esta etapa, pasaba a encargarse de la colección El Asombroso Spiderman en solitario, llevando la misma por una dirección propia de la que os hemos hablado en las reseñas correspondientes a cada tomo, estando ya dicha etapa prácticamente completada en este formato en nuestro país.
Como experimento, y por mucho que la forma de darle salida argumentalmente no fuera la más correcta, ese Mefistazo que siempre se quedará grabado en nuestras retinas para desgracia de nuestros globos oculares, Un Nuevo Día es uno de los mejores que se han llevado a cabo en Marvel como editorial.
Normalmente, por la dinámica del cómic de superhéroes como producto de entretenimiento, cada colección se va confiando a un mismo guionista y o bien un mismo dibujante o varios ilustradores, que juntos conforman la etapa del personaje en cuestión.
Por eso, es muy común que cuando coleccionamos o adquirimos este tipo de productos, deseemos hacernos con la etapa de este u otro autor, o de este u otro equipo creativo, porque sabemos que goza de una calidad o una entidad propias muy determinadas que hace que deseemos leerla.
Sin embargo, en Un Nuevo Día, los equipos creativos eran mutables, e intercambiables entre sí. Esto es, escritores como Mark Waid, Dan Slott, Fred Van Lente entre otros, y dibujantes como Paolo Rivera, Humberto Ramos, Marcos Martín o Paul Azaceta entre muchísimos otros iban aportando su granito de arena a la colección.
Para ello, existía una política muy determinada, la de la room of writers, o despacho de guionistas en las que entre todos ellos se ponían en común las líneas generales por las que iban a discurrir las colecciones arácnidas, seleccionándose después, quiénes serían los encargados de llevarlas a cabo tanto en guion como en dibujo.
Así, Un Nuevo Día forma en sí misma una etapa muy bien estructurada y que en todo momento se demuestra como hija de sus autores, pero a la vez tiene elementos comunes que la hacen coherente y parte de un mismo todo, haciendo que el lector pueda adquirir o bien la etapa entera, o solo aquellos números que considere más de su gusto por los autores que toman parte en los mismos.
Como experimento y decisión editorial el acierto es múltiple: Por un lado, ningún equipo tendrá problemas en tomarse su tiempo con cada historia, porque no tiene que cumplir todos los meses con un número, si no que puede ser sustituido por otra parte de la gran maquinaria arácnida sin problema.
Por otro lado, cada escritor, cada ilustrador siempre y cuando mantengan ciertos elementos comunes, tienen libertad para contar lo que quieran, pudiendo ejecutar tramas de carácter más mundano o aventurero, y otras más cruciales para la vida de Peter Parker y de sus secundarios más importantes.
Resulta curioso que a pesar del razonable éxito que tuvo esta etapa, no se haya repetido el experimento más a menudo, siendo lo más parecido lo que encontramos en Spiderman Beyond, etapa que arrancará el mes que viene en nuestro país, y que está a cargo de varios equipos pero eso sí, durante mucho menos tiempo que Un Nuevo Día.
El Origen de las Especies, llevado a cabo por un siempre competente Mark Waid con Paul Azaceta y Max Fiumara, ayudado al guion por Fred Van Lente, es un tomo que por sí mismo, no cuenta demasiado. Siguiendo la máxima de la caja de juguetes, nos deja un lienzo casi en blanco para que Dan Slott pueda arrancar con su etapa a partir del mismo, jugando con los elementos que el mismo ha aportado al tapiz de estos últimos años o con otros nuevos.
En este tomo eso sí, y a modo de colofón final, quienes se dan cita son una legión entera de villanos arácnidos como El Conmocionador, Mr. Negativo, Misterio, Diablo y otros muchos que en una ofensiva final contra este Spiderman que ha superado cacerías macabras y desafíos varios, y que se despide aquí de sus sempiternos malosos para que los mismos regresen de esta u otra forma en la etapa subsiguiente.
Sin embargo, da un final más que digno a una etapa multidisciplinar que aquí tiene tanto término, como epílogo que a su vez hace las veces de prólogo de lo que vendrá.
Lo mejor
• El digno final que se da a una de las etapas arácnidas más originales y curiosas en cuanto a su ejecución.
Lo peor
• El tomo en sí mismo resulta anodino por su argumento, al margen de lo que suponga editorialmente.
Guión - 5
Dibujo - 6.5
Interés - 5
5.5
Pasable
Mark Waid y Paul Azaceta ponen punto y final a la macro saga Un Nuevo Día en este divertido tomo Marvel Saga.
