Universos Paralelos. Tierras y realidades aparentemente iguales a la nuestra que coexisten con ella pero que contienen ligeras diferencias que las hacen tanto o más interesantes que las originales. Desde que la ciencia ficción existe, el recurso de la realidad paralela ha sido tan utilizado como quizás, el de los viajes en el tiempo, siendo ambos elementos intrínsecamente unidos a ella. Pero no solo a la ciencia ficción. Y es que, el Cómic de Superhéroes lleva experimentando y jugando con dicho concepto casi desde su concepción moderna, por lo que hoy en día diríamos que este tipo de género no existe si de vez en cuando no juega con un par de universos paralelos, universos que son tan inherentes al género como el vestir spandex o llevar capa.
Así nos los mostraron por primera vez Gardner Fox, Carmine Infantino y Joe Giella en Septiembre de 1961, cuando la Distinguida Competencia alumbró The Flash nº 123, titulado El Flash de Dos Mundos, en el que Jay Garrick, el Flash de la edad dorada conocía a Barry Allen, el Flash de la edad de plata en un original e interesante cómic que pasaría a los anales de la historia por abrir el melón de los universos paralelos en el género.
Unos años más tarde, Marv Wolfman y George Pérez, retorcieron el concepto y lo elevaron a la máxima potencia en su legendaria maxi serie Crisis en Tierras Infinitas, que sirvió para dar una muestra de las como su propio título indicaba, infinitas tierras que surcaban el Universo DC, al tiempo que ponían orden y concierto en su cosmos de ficción.
Pues bien, Marvel no se hizo esperar en el asunto de los mundos paralelos, aunque en la Casa de las Ideas estos no hayan tenido nunca tanta importancia como en DC. Así, durante los años hemos conocido distintos universos que coexisten con el de la Tierra 616 (ahora Tierra Primordial) tales como el de 1602, el Noir, Marvel Zombies, 2099, la Era de Apocalipsis, el Universo Ultimate, el de Spidergirl, el del Universo Cinematográfico Marvel, Marvel Apes y otro tanto de universos que permitan echar un vistazo a como sería el Universo Marvel con unos cuantos cambios de mayor o menor entidad que planteaban un punto de vista diferente al Universo Marvel que durante décadas hemos conocido y amado.
En la presente década, también hemos visto bastantes Universos Paralelos, siendo quizás, el autor que más frecuentemente ha hecho uso de ellos Jonathan Hickman, que ya sembró la semilla de los mismos en su etapa en Los Cuatro Fantásticos con el Consejo de los Reed, dejando que floreciera en Vengadores, y derribando el árbol a hachazos en Secret Wars.
Pero hay otros autores como Dan Slott, que no se quedan a la zaga. Y es que, el guionista que ya llevaba unos cuantos años al frente de la colección arácnida, tenía muy claro desde hacía tiempo a dónde quería llevar la misma, arrojándosenos distintas pistas cada vez que la nueva madame web aparecía en la vida de Peter Parker. Lo que Slott quería, era contarnos una epopeya multiversal en la que aparecían tantas versiones de Spiderman como su genio (los derechos de autor) le permitieran incluir en su historia. El resultado, señoras y señores, es Spiderverse, o Universo Spiderman, evento del que ya habló magníficamente mi genial compañero Miguel Ángel Crespo en su artículo homenaje a las dos décadas de andanza de esta casa que podéis leer aquí.
En el tomo objeto de análisis en esta reseña no veremos todavía, qué es lo que se va a cocer en Universo Spiderman, pero sí podremos echar un vistazo a los prolegómenos del evento, tanto o más interesantes como la aventura en sí misma.
Y es que, en las páginas de los especiales de Edge of Spiderverse Slott recurriría a sus conocimientos que como fan tenía de los cómics previos de Spiderman y volvería a poner en escena a queridos personajes como Spiderman Noir, Peter Parquagh de 1602, Spider-girl, Spiderman 2099 etc, versiones arácnidas que tuvieran un buen pedazo de popularidad en su día, y aunaría con nuevos personajes como Spider-Gwen, que a partir de aquí tendría no poca importancia en el Universo Marvel, y por supuesto con Spiderman Superior, el ojito derecho de Slott o Miles Morales, el Spiderman alternativo (ahora ya asentado firmemente en Tierra Primordial) más popular.
En estas páginas, Slott pondrá en juego a todos estos seres con los Herederos, que no son si no la familia directa de Morlum, la amenaza más grande a la que jamás se enfrentó Spiderman (durante la magnífica etapa de JMS) y que ahora regresa junto con sus parientes para consumir a todas las arañas del multiverso.
Pero la presentación de este prólogo no se queda ahí, puesto que en las páginas de este tomo podremos por fin, leer los números 32 y 33 de Spiderman Superior, los cuales, si recordáis y revisáis vuestros tomos previos Marvel Saga, nunca formaron parte de ellos, como ocurrió en la publicación original de la serie, que saltaba dejando dos números sin conocer. Aquello nunca fue una errata, si no parte de un ambicioso plan mucho más grande. En aquellos números, Otto experimentaba una situación clave para Spiderverse y que si entonces era conocida por el lector, le chafaría la sorpresa pero que si, una vez conocida, se leía en el orden de Superior Spiderman, cobraba sentido con cierto lapsus de memoria que el personaje experimentaba al conocer a Miguel O’hara.
Pero ya he dicho bastante. Y si digo más, el que os chafará la sorpresa seré yo. Dan Slott como maestro de ceremonias, Christos Gage como fiel escudero, y grandes talentos al dibujo como Humberto Ramos, Miguel Ángel Sepúlveda, Adam Kubert y Giuseppe Camuncoli se arremangan y nos ofrecen el comienzo de la aventura arácnida más entretenida y fanmade del Siglo XXI, que dio pie a una de las mejores películas del trepamuros en cine que hayamos podido ver jamás.
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 10
8.7
Multiversal
La saga más ambiciosa de Dan Slott al frente del (de los) trepamuros da comienzo en este apasionante tomo Marvel Saga.
Más que fiel escudero, Gage parece ser el escritor fantasma de Slott.
Y si, las historias de multiversos son entretenidas, pero creo que ya estan llegando a un grado de saturacion, por todos lados y tal vez sea momento de dejar descansar el concepto por un rato.
Enciclopédica tontería al máximo exponente y pérdida total del norte. Después del Octopus-Spider-Batman el amigo Dan incapaz de escribir a Peter Parker con personalidad decide la huida hacia delante y escribir a decenas de Spidermen donde nunca se vera a alguno que se parezca al autentico. Y es normal que si no sabe escribir a un Spiderman las decenas y decenas de Spiderman de este evento sean meros pegotes unidimensionales para servir de carnada.
Slott sigue con la involución del clásico personaje del que seguimos sin ver rastro para poner el acento en su nuevo super-evento que, como es costumbre en él, acabará de forma desafectada y abrupta dejándote más frío que Dicaprio agarrado a la madera del Titanic.
Personalmente la primera aventura de ¿Spiderman? donde quieres que el malo gane y se los zampe a todos… y de paso a Dan Slott aunque eso conlleve grave peligro de indigestión.
A estas alturas ya sólo hablaba de oídas del Spiderman de Slott. Y de cómo pudo olvidarse del Spiderman de los Twinkies… bueno, quizás no lo hizo nunca. Lo mejor sin duda el dar pie para la grandísma Spider-verse de 2018