Marvel Saga. El Asombroso Spiderman 49. El Turno de Noche
Llegados a este punto de las reseñas de la etapa de Dan Slott al frente del El Asombroso Spiderman, podríamos decir que con este tomo comienza la tercera parte de la misma, y que por tanto, se inaugura el principio del fin del enorme ciclo de este autor al frente de la serie principal del trepamuros.
De este modo, el primer ciclo sería todo el que abarca inmediatamente después del final de Brand New Day (a cargo de varios autores entre los que también figuró Slott como un miembro más de la llamada Room of Writers) con A lo Grande y hasta el comienzo de Spiderman Superior, el segundo ciclo sería todo el que abarca la serie de Spiderman Superior con Otto Octavius en el cuerpo de Peter Parker y los números en los que Peter recuperar su cuerpo hasta Universo Spiderman, y el tercero y final, sería aquel que comienza en este tomo, en este Turno de Noche y que finaliza con La Conspiración Clon y con el epílogo a dicho evento que supusieron los números finales de la colección por Slott y el enfrentamiento de Spiderman con el Duende Rojo.
Hace tres tomos Marvel Saga, esto es, si nos retrotraemos a la recuperación de Peter Parker del control de su cuerpo y justo antes de que comenzara Universo Spiderman, veíamos como el trepamuros tenía que recuperar su vida, puesta patas arriba por Otto sin saber muy bien por dónde empezar, siendo Ana María Marconi su ex novia (o mejor dicho, la de Otto) quien le acompañaría a partir de ahora en su adaptación al mundo que Otto le había dejado.
Pues bien, tras salvar la telaraña del destino en el evento multiversal arácnido, Peter debe de continuar con su vida, con esta vida tan distinta a la que se enfrenta a hora que Otto ya no está en su cuerpo, y en la que las cosas, seamos serios, no le van nada mal, al menos en el aspecto económico. Peter, que ya había dicho adiós a sus problemas económicos al comienzo de A lo Grande, al ingresar en la plantilla de Laboratorios Horizon, era ahora de la noche a la mañana dueño de su propia empresa Industrias Parker, una compañía e alza que, si se gestionaba bien por su parte, podía reportarle grandes beneficios.
El problema es el de siempre, que Peter nunca ha llevado muy bien lo de compaginar sus responsabilidades como civil con la responsabilidad que le otorga ser Spiderman. Así, y como por todos es sabido, ser Spiderman no solo le ha costado a Peter el fin de muchas de sus relaciones amorosas (como por ejemplo ocurrió con Mary Jane antes y después del Mefistazo), si no que le supuso no terminar su doctorado y no labrarse por tanto un futuro en la comunidad científica (algo enmendado por Otto), y no llegar a tiempo a muchas citas muy importantes con sus amigos y su familia, que le han encarnado no pocos problemas en su vida diaria.
De este modo, hacerse cargo de una compañía como Industrias Parker, que emplea a no pocos trabajadores, y que supuestamente, se dedica a la invención tecnológica, requiere que su Consejero Delegado, Peter Parker, de la cara ante los medios y antes sus empleados, así como ante las instituciones cuando es necesario, algo que Peter no está acostumbrado a hacer.
Si Peter falla, si no cumple con sus responsabilidades civiles, esta vez ello no le costará el final de un amorío o de una amistad, si no que mandará no pocas familias a la calle, responsabilidad que ya no es menor a las que el personaje asume como Spiderman, si no distinta. Por supuesto, Peter podría dejar de lado Industrias Parker, donar su parte en la empresa a su socia Sajani Jaffrey, y centrarse en ser Spiderman, bastándole con un trabajo en el Bugle o quizás con volver a Horizon para poder pagar sus facturas, pero hablamos de Peter Parker, de un personaje que ha convertido la responsabilidad en su mantra, y todos sabemos que no puede huir así de sus problemas.
Por otro lado, aquí comienza a fraguarse una trama secundaria que dará mucho que hablar a futuro, y que es el ascenso de la Gata Negra a jefa criminal del hampa, profesando la misma un odio a Spiderman como nunca antes, al haberla éste golpeado y humillado cuando estaba controlado por Otto Octavius.
Así, este tomo, que desde luego no está exento de escenas de acción en las que Spiderman cuando lucha lo hace más por su empresa y sus empleados que por el ciudadano de a pie, es un cómic de transición más dedicado a la vida civil del héroe, y a como éste trata de compaginar su actividad heroica con sus responsabilidades como Peter Parker en una ocasión en la que si rehúye de las mismas, puede causar mucho daño.
Al dibujo, son varios autores los que intervienen aquí (sobre todo si tenemos en cuenta el anual correspondiente al volumen tres del personaje que se incluye en este tomo) pero como resulta acostumbrado, es Humberto Ramos el que destaca por encima de todos, con ese dibujo tan particular que hizo suyo al personaje y que echaremos de menos. Y es que, con este tomo, Ramos se despide de la serie arácnida, al menos por el momento, correspondiendo la misma a otros autores que veremos a partir de ahora. Ramos volvería, pero no ya con Dan Slott, siendo este tomo el fin de esta dupla arácnida tan genial, puesto que el regreso del dibujante mexicano lo sería ya en la etapa actual de Nick Spencer.
Lo mejor
• Motivo 1 – Ver como por una vez Spiderman decide colaborar en las responsabilidad de Peter Parker y no al revés.
• Motivo 2 – La trama secundaria de la Gata Negra.
Lo peor
• Motivo 1 – El fin de Humberto Ramos como dibujante titular de la colección.
Guión - 7
Dibujo - 8
Interés - 6.5
7.2
Entretenido
Dan Slott continúa con su etapa arácnida mientras que Humberto Ramos se despide de la misma en este tomo Marvel Saga.
Que Humberto Ramos dejará de el dibujante habría que ponerlo entre lo mejor. Que ese Spiderman parece que tiene hombreras y síndrome de Marfan. Por no hablar que parece que Humberto recibió cursos de dibujo de pies del mismísimo ROB. Aunque es casi mejor su Spiderman con traje que su Peter Parker, cara genérica (dibuja tanto los personajes masculinos y femeninos con las mismas caras a los que solo despues identificas por color de pelo y peinado) y preferentemente expresión de pasmao.
Aunque bueno, los personajes deformes de Humberto aún son lo mejor del cómic comparado con la caracterización y tramas aún mas deformes de Slott.
Recomiendo a todo fan del personaje no acercarse a esto ni con un palo.
jaja yo reconozco que soy un fan rendido al arte de Humberto Ramos. Me encanta su estilo caricaturesco y la forma que tiene de reinterpretar cada personaje es un regalo de diseño y expresividad en cada viñeta. Es como si en las pelis que mezclan realidad con animación personajes dibujados por John Romita Sr saltasen al mundo animado de Humberto Ramos
Bueno igual me he pasado un poco (solo un poquito) con la crítica a Humberto Ramos y le estoy proyectando fallos por asociación por la tirria que le tengo a Slott. Lo que pasa es que no me suele convencer el estilo “cartoon”, sobre todo por que en este estilo es lo que dije de que las caras parecen siempre las mismas para todos los personajes, aunque siendo menos borde hay que reconocer que el dibujo tiene su dinamismo que le va bien a las escenas de acción.
Pero eso sí, yo no le veo ningún parecido ni similar con John Romita Sr (que este si es el dibujante definitivo y perfecto de Spiderman) como para meterle en la misma frase con Humberto Ramos.
Yo estoy entre los 2. Me gusta mucho su estilo, crecí con sus DV8 y Crimson, pero no me parece el dibujante ideal para Spiderman. Y por ganas y números trabajados no será. Eso si, su Lagarto me parece sublime.
Slott, lo peor que le ha pasado al personaje. Sin más.