Mr. Negativo, el Zodíaco y un teaser trailer de la Conspiración Clon
Desde A lo Grande, arco argumental en el que Dan Slott tras colaborar en no pocos números de aquel equipo de guionistas rotatorios que fue la etapa de Un Nuevo Día, tomó las riendas del personaje durante prácticamente una década, haciendo suyo al trepamuros y teniendo muchísimo tiempo para contar con Peter Parker lo que él quisiera.
Su larga etapa está llena de grandes sagas arácnidas, momentos inolvidables y de un muy buen saber hacer como guionista. Muestra de ello son eventos como Spider-Island, todo el arco de Spiderman Superior, o Universo Spiderman.
Además, cuando Slott no estaba escribiendo un evento, estaba trabajando en él, de forma y manera que su andadura en Spiderman, en aquellos números que parecían de transición, o que formaban parte de arcos argumentales “menores”, el guionista no solo desarrollaba historias entretenidas e interesantes, si no que además preparaba el terreno para su siguiente gran evento o momento clave para el personaje.
Así, y a título de ejemplo, durante Spider Island y sus números previos, podíamos ver de refilón a la máquina móvil de transferencia de cerebros que, eventualmente, robaría el cuerpo de Peter de su mente y lo cambiaría por el de Otto Octavius. Nada era un Deus Ex Machina en la etapa de Dan Slott al frente de Spiderman, todo estaba planeado.
Sin embargo, tras las Guerras Secretas de Jonathan Hickman, y con el obligado relanzamiento de la colección, a pesar de un comienzo muy trepidante en el que se nos presentaba al Peter Parker emprendedor que había conseguido llevar su empresa al estrellato sin perder su sentido de la responsabilidad ni su bondad o heroísmo, la colección como se ve en este tomo comienza perder bastante interés.
En las páginas de esta quincuagésimo segundo tomo Marvel Saga, Mr. Negativo, villano creación de Slott, que esconde dos entidades (una buena y otra mala) dentro de sí mismo y que es capaz de hacer aflorar el lado oscuro de cualquiera vuelve a la vida de Peter, esta vez para llevar a cabo sus malignos planes en su China natal, donde Industrias Parker, como ya sabemos por el tomo anterior, tiene una de sus más pujantes sucursales.
Unos Capa y Puñal cambiados de poder (Capa es la luz, y Puñal la oscuridad) y poseídos por el villano se enfrentan a un desconcertado Peter Parker que no sin poco esfuerzo, termina por salvar el día.
Seguidamente, la amenaza del Zodíaco que quedó aparcada desde el tomo anterior se resuelve en este, volviendo el Spiderman de las telarañas de diversos tipo a cada cual más original que tanto gusta a Slott, unido a Nick Fury Jr. y a Bobbi Morse en la persecución de un villano que está a punto de dar al traste con el mundo tal y como lo conocemos.
Pues bien, a pesar de que el Zodíaco resulta en esta saga algo más interesante que en la anterior, y podría decirse que más que en toda la historia de este grupo de malosos en Marvel, la trama no termina de funcionar, resultando anodina y convencional y haciendo que el relanzamiento de la colección se quede en nada.
Por supuesto, existen “teasers” como Slott acostumbra durante toda su etapa, de lo que vendrá en la colección, del siguiente gran momento de la misma que no es otro que la Conspiración Clon, pero estos son más evidentes que en el caso de Universo Spiderman o de Spiderman Superior, menos sutiles y tampoco tienen demasiada relación con lo que se nos cuenta en el resto de cada número.
A pesar de todo lo comentado no estamos ni mucho menos ante un mal cómic. Este tomo es entretenido, divertido y con un dibujo por parte de Giuseppe Camuncoli y Matteo Buffagni (dos viejos conocidos de la colección durante la etapa de Slott) que lo hace trepidante, dinámico y en el que la acción parece sobrepasar cada página. Y ello sin hablar de las magníficas portadas fotorealistas de Alex Ross.
El problema es que hasta este momento, el autor nos tenía acostumbrados a un nivel de calidad media que como mínimo se quedaba siempre en el notable, llegando al sobresaliente en no pocas ocasiones.
De este modo, Slott es víctima de su propio yo pasado y del éxito cosechado en sagas previas y nos da un tomo anodino con una historia que apenas si va a ninguna parte y que no resulta especialmente recordable por nada.
Afortunadamente, de cara al siguiente tomo la situación mejora, pero se nota que la etapa ya está en su último tercio y no volveremos a la época dorada de la misma en ningún momento, o al menos no hasta ese magnífico número 801 dibujado por Marcos Martín, con el que Slott se despedía del personaje.
Lo mejor
• Las portadas de Alex Ross.
• Los distintos tipos de telaraña y de traje arácnido que abandonan la cotidianeidad habitual de nuestro amistoso amigo y vecino.
Lo peor
• El tomo en sí no cuenta nada, y lo que cuenta no es especialmente interesante.
Guión - 5
Dibujo - 7.5
Interés - 5
5.8
Anodino
Dan Slott continúa su saga arácnida mostrando serios signos de agotamiento.