Marvel Saga. El Castigador 12. El Fin.

 

Edición original:MAX: Punisher 55-60 y Punisher: The End USA.
Edición nacional/ España: Panini Comics.
Guión:Garth Ennis.
Dibujo:Goran Parlov, Richard Corben.
Color:Lee Loughridge.
Formato:Tomo en tapa dura, 208 páginas.
Precio:19,50€.

 

La línea Max fue el revulsivo que el personaje de Frank Castle necesitaba, construyéndose gracias a la pluma de Garth Ennis y al trazo de diversos dibujantes entre los que por supuesto destaca Goran Parlov, una historia de conspiraciones militares, venganza y locura en un universo en el que sólo Castle era el único vigilante que ponía fin a la delincuencia que infestaba las calles de Nueva York, y del resto del mundo.
Como bien es sabido, sobre todo cuando el objeto de esta reseña es el último tomo de esta gran etapa, el Frank Castle de la línea Max, tan necesariamente apartada del resto del Universo Marvel, esta cerca de los 60 años de edad, lleva por tanto más de tres décadas dedicando su vida a impartir sus particulares castigos, y esto le convierte en un ser muy peligroso cuya locura, enmascarada tras un rostro frío y unos planes calculados al milímetro es a estas alturas, incuestionable.
Para forjar la personalidad del protagonista Garth Ennis decidió ir mucho más allá del hoy manido y trágico asesinato de la mujer de Frank y de sus dos hijos a manos de la mafia. Este asesinato estaba ahí por supuesto, era el último resorte que se rompía en la psique de Castle, y en última instancia, estaba claro que era lo que le llevaba a dedicar toda su vida y su existencia a dar muerte a criminales del más diverso tipo. Pero como he dicho, hablamos de un último resorte, de un golpe final en la mente de un ex soldado que ya ha sufrido muchos, y que ya se encontraba al borde del precipicio de ganarse las espuelas del Castigador. Y es que, Ennis decidió dedicar Nacimiento (Born) toda una mini serie de seis números a narrar los verdaderos orígenes de Frank Castle, aquellos que se situaban en 1978, en una Guerra de Vietnam que ya duraba más años de lo necesario, con unos soldados americanos que cada vez tenían menos claro qué era lo que hacían en aquel país lejano sumido en un conflicto interno que nada tenía que ver con el Tío Sam y cada vez más olvidados por el Gobierno de las barras y las estrellas. Era Vietnam el lugar en el que se forjaba el carácter de Frank Castle, teniente del destacamento Valley Forge, denominación que da nombre a la saga que ocupa la mayor parte de este volumen final de la colección del Castigador del sello de Panini, Marvel Saga.
Así, Vietnam terminaba para Frank con él rodeado de muerte y destrucción, asateado por innumerables heridas, y con su fusil destrozado por haberlo tenido que emplear como arma de combate cuerpo a cuerpo cuando se quedó sin balas. Frank había sobrevivido sí, pero para ello había tenido que sellar un pacto con un oscuro ser que habitaba en su interior, un ser sediento de sangre y destrucción, y al que Frank abrazaba al final de la mini serie nacimiento. Ese ser, al parecer de este redactor, no era nada sobrenatural, si no simple y llanamente, la voz de la locura que cada día se apoderaba más de nuestro Castigador.

De este modo, la saga Valley Forge, Valley Forge, constituye la gran coda final a esta recomendable etapa, comenzando estos últimos números con el viaje de Michael Goodwin, hermano del soldado Steve Goodwin (que era presentado en Nacimiento como un miembro más del destacamento Valley Forge bajo las órdenes de Castle) que busca respuestas a lo que ocurrió en aquella desagradable guerra, entrevistándose con familiares y amigos de los soldados y, por supuesto, tratando de averiguar más sobre el teniente Frank Castle, que acabó convertido como todos sabemos, en el Castigador.
Por otro lado, en volúmenes anteriores, concretamente en Arriba es Abajo y Negro es Blanco, ya habíamos tenido conocimiento de las conspiraciones que Rawlins ex agente de la CIA, había llevado a cabo para satisfacer sus egoístas intereses y los del aparato militar estadounidense, habiéndose grabado gran parte de dichas conspiraciones en una peligrosa cinta de vídeo, filmada por El Castigador y O’Brien, otro de los recordados personajes de esta inolvidable etapa.

Esa situación, por supuesto, tiene preocupados a los militares responsables de dichas conspiraciones, y por ello tratarán de organizar un asalto final contra Castle, el cual ocupa estos últimos números, intercalándose con fragmentos del libro documental que Michael Goodwin ha realizado sobre el destacamento Valley Forge.

Esta saga está dibujada por supuesto, por Goran Parlov, el ilustrador que más número de Punisher Max ha dibujado y quizás uno de los artistas que mejor ha sabido representar al personaje, que transmite miedo y pesar al lector con cada una de sus miradas, siendo apabullantes las escenas de acción en las que la sangre campa a sus anchas por las viñetas, encontrándose detrás de cada disparo un Castigador imponente y terrorífico que hará las delicias de todos los amantes de lo excesivo.

Como colofón final, y en el interés de Panini en que todo El Castigador de Garth Ennis narrado al margen del Universo Marvel, se incluya en orden cronológico, se incluye como número final El Castigador: El Fin, un único número escrito en 2004, y por tanto, antes de la línea Max de Castle, pero en el que ya se avecinaba cuál podría ser el más que probable fin del vigilante de la Calavera. Es por ello que esta historia dibujada por un Richard Corben muy fiel a su distintivo estilo de rostros exagerados y escenarios que sugieren miedo y tensión, no desentona nada como último número del volumen, a pesar de haber sido escrito cuatro años antes que la saga que encabeza el tomo.

De este modo, Ennis y Corben, en la línea de lo que otros cómics dedicados a varios personajes de La Casa de las Ideas en 2004, sitúa al Castigador en la prisión de Sing Sing, en la que se supone que lleva encerrado varios años, existiendo fuera un desastre nuclear que ha convertido las ciudades en auténticos eriales en los que el peligro campa a sus anchas. Castle es aquí un prisionero de edad ya avanzada que no ha cejado en su empeño de acabar con todo tipo de delincuencia, si que le importen los motivos de esta, y que en este número encuentra su final, el cual aunque no sea canónico con la historia del personaje dentro del Universo Marvel convencional, ni de la propia línea Max, no deja de ser uno de los mejores que se han escrito y dibujado para el personaje.