Marvels

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Guión: Kurt Busiek
Dibujo: Alex Ross
Edición España: Panini Cómics
Contiene: Marvels 1-4 USA y Marvels 0 USA
Colección: Marvel Héroes Nº 17
Formato: Tomo cartoné de 208 páginas
Precio: 9,99 €

 

«¿Que muchos despreciaban a los prodigios? ¿Que no los apreciábamos? Eso no era lo importante. No estaban aquí para ganarse la aprobación de los mezquinos y los ruines. Estaban aquí para salvar a los inocentes. Para salvar a gente como Gwen»


Kurt Busiek
es un guionista que a lo largo de su carrera dentro del cómic mainstream estadounidense ha destacado por encima del resto de sus compañeros debido a su especial sensibilidad a la hora de abordar sus historias y relatos de corte superheroico así como por su capacidad para humanizar y caracterizar a los personajes que maneja entre sus manos para conseguir que el lector se sienta identificados con ellos de una forma natural, sencilla y, ante todo, humana. Estas características, presentes en la mayoría de sus obras, entre las que destacan Superman: Identidad Secreta, Astrocity o Thunderbolts, son la seña de identidad y el sello de garantía de Kurt Busiek, el motivo por el cual se ha convertido en un guionista muy reconocible entre los aficionados más veteranos. Posiblemente su trabajo más destacado en este aspecto sea Marvels, su emotivo y nostálgico homenaje al Universo Marvel y a su historia, incluso antes de ella misma, antes de que iconos de la talla de Stan Lee, Jack Kirby o Steve Dikto cambiasen la forma de concebir los cómics de superhéroes, cuando en los años cuarenta la editorial de Martin Goodman era conocida como Timely Comics y autores como Carl Burgos, Bill Everett, Joe Simon o el propio Jack Kirby daban vida a personajes como el Capitán América, Namor o la Antorcha Humana original. Marvels, miniserie que se publicaría a lo largo de 1994 y en la que Kurt Busiek contaría con los excelsos lápices de Alex Ross, en el que sería el primer gran trabajo de envergadura de este, sería considerada en su día por Stan Lee como «un paso de gigante que nos lleva a una nueva cima en la evolución de la literatura ilustrada» y todavía iba más lejos cuando aseguraba que «referirse a él como un simple tebeo sería igual que referirse a la Segunda Guerra como una pequeña reyerta». Dejando el contagioso entusiasmo de Stan Lee a un lado, ciertamente Marvels es un punto y aparte en los cómics que hasta ese momento habían llevado el sello de Marvel Comics, una obra que, por otro lado, no sin ausencia de cierta ironía, pretendía hacer balance y rendir tributo a una manera de concebir el género superheroico que se había ya comenzado a perder a principios de los años noventa. Marvels es una carta de amor al cómic, a unos personajes e historias que, tanto tiempo después, siguen teniendo la fuerza e intensidad necesarias para seguir llamando nuestra atención, para perdurar ancladas en nuestros recuerdos y continuar marcando decisivamente el futuro del Universo Marvel.

Marvels es un recorrido por la historia y evolución del Universo Marvel desde el punto de vista que puede aportar una persona de a pie, común y corriente, en este caso el reportero y fotógrafo Phil Sheldon que asistirá, desde sus difíciles inicios en los años cuarenta, hasta los años setenta, a lo que él mismo viene a llamar como La Era de los Prodigios. Desde su siempre privilegiada posición, con una perspectiva y una mente abierta a lo fantástico y lo inconcebible, Phil Sheldon será el protagonista pasivo en las sombras de algunos de los mayores acontecimientos de la historia marvelita: la aparición de los primeros superhéroes o prodigios, como la Antorcha Humana, o de los mutantes, la llegada de Galactus a la Tierra, la Guerra Kree-Skrull o la muerte de Gwen Stacy. Todo ello tiene cabida en un relato, intimista y melancólico, en el que también podremos observar el retrato de una sociedad que adora y teme por igual a estos seres sobrenaturales que han invadido su forma de vida y su concepción de lo increíble. Este argumento permite a Kurt Busiek contar su historia con un enfoque centrado en su protagonista, un narrador presencial pero no omnisciente, y en algunos otros personajes secundarios del Universo Marvel como el histriónico J.J. Jameson o la dulce Gwen Stacy, que al igual que los superhéroes que hacen acto de presencia en las páginas del cómic, como Los Cuatro Fantásticos, el Capitán América o Spider-man, también son retratados desde el punto de vista único de Phil Sheldon. Teniendo esto en cuenta Alex Ross se presenta como el artista ideal para retratar un mundo de dioses, abrumador y espectacular, visto desde la lejanía que otorga la mortalidad de un ciudadano estadounidense de clase media que sólo intenta hacer su trabajo y proteger a su familia.

Por otro lado, no podemos decir que Marvels sea una obra de corte «bucólico», no estamos ante una parábola que se limita a ensalzar la épica superheroica, sino que en ella se habla sobre el miedo a lo desconocido y a lo diferente, un aspecto retratado especialmente en el acercamiento que la obra hace a la paranoia anti-mutante, perfilando perfectamente esa curiosa dualidad presente en el Universo Marvel tradicional que Kurt Busiek explica, en sus propias palabras, como el «contraste entre la adoración de los superhéroes y la demonización de los mutantes». Por supuesto, Marvels es un cómic que vive de las referencias al Universo Marvel, numerosas en la obra, motivo por el cual Kurt Busiek realiza un exhaustivo trabajo de investigación sobre los orígenes y la evolución de las series y personajes de La Casa de las Ideas, intentado poner orden en todo ello para construir una trama lineal que funciona como documento arqueológico de la continuidad marvelita y de su propia mitología. Marvels ganó en 1994 tres Premios Eisner, los correspondientes a Mejor Serie Limitada, Mejor Dibujante y Mejor Diseño de Publicación, y su impacto fue de tal magnitud en la industria que su estilo ha creado escuela, incluso DC Comics copió en parte la jugada unos años después con el Kingdom Come de Mark Waid y el mismísimo Alex Ross, donde el personaje de Phil Sheldon llega a realizar un cameo; mientras, en Marvel, en los últimos años se han sucedido propuestas de corte similar a la serie original como pueden ser la cabecera Frontline de Paul Jenkins, el Proyecto Marvels de Ed Brubaker y Steve Epting o, finalmente, la misma secuela de Marvels, Marvels: El Ojo de la Cámara, en la que Kurt Busiek comparte trabajo con Roger Stern y Alex Ross es sustituido por el dibujante filipino Jay Anacleto.

En el apartado gráfico de Marvels caben pocas concesiones y argumentos que no se hayan utilizado y esgrimido a estas alturas, el trabajo de Alex Ross, un artista aquejado de lo que él llama «envidia Kirby», es ampliamente conocido, con sus virtudes y sus defectos, y es indudablemente uno de los motivos del gran éxito de la propuesta original. Por entonces, a principios de los años noventa, su estilo era rompedor, un dibujo que resultaba llamativo, novedoso, impactante y fresco, en Marvels ,concretamente, su labor de investigación no fue menos minuciosa que la llevada a cabo por Kurt Busiek con el guión de la miniserie y los resultados fueron igual de excelentes. Como ya sabemos, el recurso más utilizado por Alex Ross para dar vida a los personajes de sus obras es su apoyo fotográfico, una elección que en Marvels se antoja natural y evidente, por ello en su momento se sirvió de instantáneas, retratos e imágenes de familiares y amigos posando para la ocasión como los héroes o villanos de turno, incluso tenemos el cameo de algún autor como John Romita Sr. que también se presto al juego del dibujante estadounidense y sus rasgos son reconocibles en los de un taxista que aparece en un instante determinado de la trama. Por todo ello Marvels es una obra indispensable y así lo ha entendido Panini Cómics que el pasado mes de Marzo, en la entrega diecisiete de su interesante coleccionable Marvel Heroes, recopilaba de nuevo los números originales de la miniserie que componen la obra magna de Kurt Busiek y Alex Ross. Un pedazo de historia marvelita que debería estar siempre al alcance de los aficionados en las estanterías de las librerías especializadas y las tiendas de cómics. En una única palabra y robándole el lema a Stan Lee sólo podemos añadir un gran: ¡Excelsior!

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Spirit
30 septiembre, 2011 9:20

Buena reseña, Jordi T., a la que poco hay que añadir. Sin embargo, aprovecharé este espacio para llamar la atención sobre la buena idea de éste coleccionable de PANINI que por sólo 10 euros está ofreciendo verdaderas joyas y, sobre todo, autoconclusivas. Ojalá todos los tebeos fueran en este formato tan accesible (porque 200 páginas bien encuadernadas a éste precio no me digan Ustedes que no es una alegría) y del que no he oído a día de hoy una sólo crítica. Y  no, no me llevo comisión alguna de sus ventas, es sólo que es una delicia poder comprar tebeos (y encima buenos) sin arruinarte…

Salva
Salva
30 septiembre, 2011 9:28

Si por » DC copio la idea con Kingdom Come» entendemos que ambas series compartian dibujante y las dos tenian 4 numeros, vale. Pero Kingdom Come esta en otro juego.
Ahi donde Marvels es una bellisima oda a los comics de la Golden y Silver Age, la obra de Waid resulta una reivindicacion del caracter iconico de los personajes. Donde Busiek retrata la sociedad del pasado , sin olvidar sus manchas, como una epoca cuasi bucolica en su pristinidad moral; Kingdom Come muestra que en una epoca de valores difusos y vigilantismo aquellos valores morales que representan los Heroes de DC son la guia.
Son dos obras muy distintas, imprescindibles ambas, que si nos pusiesemos a comparar ocuparia un buen articulo ( eh? 😉 ).
Un saludo

Duende
Duende
Lector
30 septiembre, 2011 9:28

Junto con la saga de fénix oscura, mi obra preferida de Marvel. No impota las veces que la relea (y han sido muchas), siempre me sigue pareciendo increible. Y cada vez descubro detalles nuevos, guiños, referencias que antes no captaba…
Es un cómic que en cada página puedes notar el cariño y el amor a los comics Marvel con el que está hecho, y yo creo que es por eso por lo que me transmite tantas cosas. Tengo la edición en tomo que sacó forum hace varios años, y ocupa un lugar de honor en mi estantería.
Para los que no lo hayan leido, si alguna vez os han gustado los tebeos de aventuras, cuando los superhéroes eran superhéroes y no paramilitares con pistolones, si alguna vez te has pasado horas leyendo a los héroes más poderosos de la Tierra, si os sigue maravillando cómo cuatro héroes impidieron que un Dios devorase la Tierra, y si alguna vez has soltado una lágrima por el destino de Gwen Stacy, este es tu cómic.

Raul Lopez
Admin
30 septiembre, 2011 12:05

El volumen del coleccionable además incluye una entrevista que tuve la suerte de hacerle a Kurt Busiek acerca de Marvels.

spiderman2099
spiderman2099
30 septiembre, 2011 13:01

Es una autentica maravilla este coleccionable, es lo unico que sigo de panini con el spiderman actualmente,mas los tomos de rigor de dc…

Mr. Garret
Mr. Garret
Lector
1 octubre, 2011 13:53

de lo mejor que ha habido JAMAS encima a 10 pavos a que espera la gente? por cierto creo que marvels se mea en la boca de kingdom come, ya que es muchisimo mas emocional, cercano, empatizas rapidamente con los personajes (quien negara haberse emocionado con la pequeña niña mutante que se esconde en el sotano por miedo?)y, por que no, mucho mas bonito (esa gwen stacy bajo el rocio de las maquinas atlantes)

Erik Lensherr
Erik Lensherr
1 octubre, 2011 13:55

Marvels es una puñetera obra maestra….

TON-EL
TON-EL
1 octubre, 2011 22:05

Tengo los prestigios y luego el tomo que también saco Forum con los extras (cuya calidad de reproducción por cierto es peor lo comprobé el otro día), y sinceramente es uno de los comics que me marcaron como lector y me permitió descubrir poco a poco el Universo Marvel.

zape
Lector
2 octubre, 2011 4:41

Es maravilloso, maravilloso. Emocionante y bello, íntimo e icónico.
Y esta colección de Panini hay que reconocerla más. Las cosas bien, pero que bien, hechas.

Pin
Pin
Lector
10 enero, 2014 13:16

Uno de mis regalos de reyes (junto al tercer tocho de walking dead y el último de 100 balas). Me ha en-can-ta-do. Sensación de ‘ya no se hacen tebeos como este’ aunque que yo no estaba allí cuando se hacían tebeos como este.

TheBaldRocker
TheBaldRocker
Lector
11 enero, 2014 4:34

He acabado de leer «Marvels», por enésima vez, hace apenas una hora (en esta edición de MH de Panini).
En mi caso no ha sido un regalo de Reyes, pero, precisamente, un regalo de los Magos de Oriente me ha llevado a releer esta misma noche dicha obra de arte junto al no menos imprescindible, para mi, «Proyecto Marvels» de Brubaker y Epting (también en el tomo que le dedicó esta estupenda colección de MH)

Y es que si a uno le regalan un libro llamado «Marvel Comics, La Historia Jamás Contada» de Sean Howe, y se lee practicamente de un tirón toda la, vamos a decir, «primera parte» (bueno, un poco más), concretamente hasta la llegada de Jim Shooter al bullpen marveliano, lo que le puede pasar al individuo en cuestión es que le den unas ganas terribles de leer de nuevo todo ese material maravilloso y alucinante que la Casa de las Ideas publicó los 15 primeros años de su existéncia (más de 30, si incluimos Timely). Y de forma apremiante, además.
Y como eso es, no nos engañemos, imposible en un corto periodo de tiempo, la mejor alternativa que he encontrado, antes de seguir adelante con el libro, es recuperar de mi biblioteca esos dos homenajes que Busiek, Brubaker, Ross y Epting le hicieron a las Edades de Oro y Plata Marvelianas.

Y a partir de aquí ¿que decir sobre este «Marvels» que no se ha dicho ya?
Pues, como no tengo imaginación niguna, lo obvio y repetido hasta la saciedad:
Que es una obra maestra, ya lo he dicho pero lo repito; que es una maravilla de comic, también lo he dicho y también lo repito; que ya no se hacen comics así y que no entiendo como no le dieron a Busiek aquel año el Eisner al mejor guión…
En fín, que quien no haya leido «Marvels» y «Proyecto…» ya está tardando, y que no sabe lo que se pierde, sea fan o no de los comics pijameros. Por que esto es más, mucho más que simples tebeos de supers, que, ojo!, también lo son. Y ahí, precisamente, radica el valor de la propuesta.

Y si, yo aún me emociono al ver a la pequeña muti escondida en el sotano de la casa de los Sheldon y oirle relatar la historia sobre sus padres; o leer, páginas después, la carta de despedida llena de errores de ortografía que les deja a la familia, cuando decide irse al tomar consciencia de que su presencia en la casa solo traerá complicaciones a los Sheldon. Por Dios, es una niña!

O «esa Gwen Stacy bajo el rocio de las maquinas atlantes» (como dijo un compañero más arriba) en una «escena de aspecto estupido» en su contexto original (palabras de Busiek en la entrevista que le concedió a Mr.Raul Lopez), pero que bajo los ojos de Phil Sheldon, que son ya los nuestros, y en manos del Arte con Mayúsculas de Alex Ross se transforma en pura magia, y te vuelves a enamorar de nuevo de Gwen y de nuevo la vuelves a llorar páginas antes del fatal desenlace.

Y es que eso es «Marvels»: pura magia y sentimiento.

Rockeros Saludos.