El viaje alucinante a una mente alucinada
«Entre las cosas que Billy Pilgrim no podía cambiar estaban el pasado, el presente y el futuro.»
La obra narra la azarosa vida de Billy Pilgrim un optometrista norteamericano que fue prisionero de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, que sobrevivió al bombardeo aliado de la ciudad de Dresde, que fue abducido por un objeto volante no identificado, exhibido en un zoo el planeta Tralfamadore junto a la modelo Montana Wildhack y que fue el único superviviente de un accidente aéreo. Billy Pilgrim se ha desprendido en el tiempo.
El escritor norteamericano, de origen familiar alemán, Kurt Vonnegut (1922-2007) escribió Matadero cinco en 1969 y en esta novela explica detalladamente sus experiencias bélicas, sus vivencias como prisionero de guerra de los alemanes y su testimonio como uno de los siete supervivientes estadounidenses del bombardeo aliado de la ciudad de Dresde, donde se calcula murieron cerca de 40.000 civiles. Fue un episodio que sucedió en las postrimerías del frente europeo del conflicto y que ha sido considerado por muchas fuentes neutrales como un auténtico crimen de guerra. Vonnegut, de reconocida ideología y trayectoria pacifista, escribe esta novela como una denuncia de estos terribles hechos y los sitúa en su auténtico contexto, apartándose de la versión oficial de los vencedores.
La novela tiene un segundo eje argumental que se centra en las experiencias vitales y en las repercusiones mentales que sufre el protagonista tras un supuesto secuestro por parte de una civilización extraterrestre. Esta abducción que se prolonga unos años de su vida, pero que apenas tiene repercusión en la línea temporal terrestre, le acarrea una especie de síndrome de alienación temporal que le lleva a asumir la visión del tiempo que tienen los tralfamadorianos que le raptaron. Para ellos el tiempo no es lineal, es absoluto y entero. Ellos ven todo el tiempo en todo momento; por lo tanto todo existe en el mismo plano y nada puede modificarse. Su filosofía consiste en centrarse en los momentos placenteros e ignorar los terribles, así han conseguido alcanzar la paz en su planeta.
Finalmente, Vonnegut se centra en los efectos que todas estas experiencias traumáticas tienen en la vida cotidiana de Pilgrim, cómo influyen en su matrimonio, en la relación con sus hijos y en su extraña vida profesional y social. Pilgrim tiene varios episodios de crisis nerviosas, se siente divorciado de la realidad cotidiana y está convencido que puede predecir el futuro al abrazar la concepción temporal de los alienígenas que lo retuvieron. A veces acierta, a veces no.
Por esto la novela, y el cómic, contienen constantes saltos temporales, premoniciones y continuas asociaciones argumentales de carácter aleatorio que reproducen el efecto de tiempo único y compacto y que acaban dinamitando la narración lineal.
La adaptación de la novela a cargo de Ryan North y Alberto Monteys se centra en volver a explicar esta historia desde el principio. El guion de North se concibió como si fuera un cómic original para evitar los aspectos literarios e inadaptables de la novela y así tener un punto de partida visual en el aspecto gráfico y narrativo. Este enfoque del proyecto es el que atrae a Monteys, según varias entrevistas, y el que le permite realizar una traslación visual de la obra realmente excelente. Matadero Cinco funciona de una manera perfecta como historieta y en ningún caso se resiente de su origen literario y esta es una de sus grandes virtudes.
La realización gráfico/narrativa de Matadero Cinco a cargo de Albert Monteys es sobresaliente; la coherencia visual entre los diferentes segmentos de la obra es perfecta y las transiciones son claras, elegantes e imaginativas. A pesar de los saltos de la línea temporal del relato, el lector nunca se pierde – se desconcierta quizás, pero esto forma parte de sus características esenciales – y consigue seguir un hilo más centrado en lo filosófico, en lo conceptual, en lo humano que en lo argumental.
El artista de Barcelona utiliza un esquema variable de página donde predomina la cuadrícula de tres tiras por tres viñetas o la de cuatro por tres. Pero no duda en aplicar planteamientos estructurales más arriesgados, incluso de otros géneros, como el cómic didáctico o soluciones de maquetación que encontramos en las páginas de tiras cómicas de las revistas especializadas en la historieta.
La definición de los personajes que lleva a cabo Monteys es superlativa. El protagonista nos resulta familiar en todas las etapas de su vida, con el añadido – no sabemos si voluntario – de que tiene un extraordinario parecido con el escritor Howard Philips Lovecraft; un detalle más. Los secundarios son creíbles, carismáticos y perfectamente reconocibles. El diseño de la obra está muy elaborado tanto en la definición de los episodios históricos como en los fantásticos y también en los cotidianos; sus decorados, los fondos y la ambientación son muy verosímiles y contribuyen a la fluidez de la historia.
Pero la mayor virtud del trabajo del autor de ¡Universo! reside en la narrativa. Monteys nos regala algunas secuencias maravillosas, llenas de sabiduría expositiva que nos atrapan de manera total. Un ejemplo de todo esto es el extraordinario momento de felicidad que Pilgrim experimenta sentado en la parte trasera de un carro, deambulando por las ruinas de Dresde, en una tarde hermosa y clara dos días después del final de la Segunda Guerra Mundial. La delicada concatenación de planos que nos acerca al rostro del protagonista para olvidarnos completamente del entorno es magistral. Casi sentimos el sol acariciando su cara, casi experimentamos este momento de gozo, tan intenso, tan sublime como pasajero.
El color está concebido desde la funcionalidad y sirve tanto para separar los diferentes planos de la narración como las diferentes secuencias narrativas. En ocasiones predominan los tonos apagados del violeta, malva, marrón y naranja y en otras destacan los tonos algo más intensos del azul, verde o rosa que contrastan con generosos espacios en blanco.
La confección técnica del álbum a cargo de Astiberri Ediciones es notable. Las tapas son en cartoné, el tamaño es aceptable, el papel muy bueno y la impresión también. No contiene ningún tipo de artículo introductorio ni de material extra pero su precio es muy ajustado, realmente competitivo.
En conclusión, Matadero Cinco o la cruzada de los niños es una obra compleja, diferente y ambiciosa que cumple con casi todas las expectativas creadas y que se ha convertido instantáneamente en una obra imprescindible.
La adaptación de la novela de Kurt Vonnegut que realizan Ryan North y Albert Monteys es modélica e insufla nueva vida a una hermosa y compleja odisea pacifista, vanguardista, alucinada y alucinante. Esta recreación demuestra, por si alguien lo dudaba, que el cómic puede enfrentarse ante cualquier reto conceptual, argumental y narrativo que se le presente y que del resultado de esta lucha puede surgir algo completamente nuevo, algo totalmente distinto, algo realmente único. Así fue y será.
Salut!
Lo mejor
• El maravilloso arte de Albert Monteys.
• La gran adaptación de Ryan North.
• La buena edición de Astiberri.
Lo peor
• La portada, algo floja en comparación al arte del resto de la obra.
Guion - 9
Dibujo - 9
Interés - 9.5
9.2
Modélica
Una adaptación ejemplar que apasionará a los conocedores de la obra literaria de Vonnegut y asombrará a los que se enfrenten a la historia por primera vez