Mathilde Domecq (1982, Marsella) fue la autora encargada de estrenar la Sala de Actos 1 del 34 Saló del Còmic de Barcelona. Fue una charla educativa dirigida a escolares, pero interesante para cualquier persona que esté rodeada de niños. El público fue poco, pero interesado y participativo. Es una pena que los colegios utilicen el salón sólo como un día de recreo y no como una oportunidad formativa. La charla de Mathilde Domecq debería haber estado llena a rebosar de niños hasta adolescentes. Está muy bien llegar el jueves al salón y ver que las tiendas están llenas de adolescentes ojeando cómics y comprando merchandising. Ahora bien, es una salida escolar y debería tener un carácter formativo.
Más que una conferencia, fue una charla entre la autora y los niños del público. Después de hablar durante unos minutos sobre ella y sus obras, empezó un feedback a base de preguntas-respuesta. De este modo caótico, acabó sucediendo una interesante entrevista. Domecq empezó explicando el proceso de creación de un cómic, desde que aparece la idea hasta que la obra está dibujada. Pasando por la escritura del guion, la creación de los personajes y su diseño. Este proceso puede alargarse entre nueve meses y un año. Domecq ilustró su explicación con fotografías de su estudio Weltall de Berlín, su espacio de trabajo, sus materiales: mesa de luz, lápices, pintura, escáner…
Pero las preguntas no se centraron sólo en la parte más técnica de su trabajo. También entraron en el ámbito personal. La autora explicó que des de pequeña había estado rodeada de cómics: las aventuras de Tintin, Spirou y Fantasio, Asterix el Galo y Lucky Luke. Este ambiente favorable hizo que con seis o siete años empezara a dibujar sus primeros cómics. Este interés se materializó en la Escuela de Artes Decorativas de Estrasburgo donde se diplomó en Ilustración. Pero, lo que realmente la catapultó fue presentarse a concursos que le abrieron el mundo profesional. En 2006, creó la serie Basil & Malva. Seis años más tarde crearía a Paula Crusoe una saga de tres volúmenes muy bien valorada que está acumulando premios. El primer volumen recibió el premio Libros para niños del Festival de Marly 2012, el premio Tibet en el festival del libro de Troyes 2012, el premio de los niños y padres de Bouquinville 2013 y, además fue seleccionado en el festival de Angoulême del 2013.
Un tema interesante que surgió fue qué recomendaría Domecq a alguien que quiere empezar a hacer cómics. Ella recomendó tres pasos básicos. En primer lugar, marcarse un objetivo razonable. Es decir, empezar escribiendo una historia o realizando un cómic de 1 o 2 páginas. Poco a poco ir aumentando hasta llegar a crear historias más complejas. En segundo lugar, enseñar los dibujos a amigos y familiares. Perder la vergüenza y coger confianza es indispensable para mejorar. Y finalmente, presentar las obras en concursos. Por dos razones, la primera que así nos acostumbramos a trabajar con una fecha límite. La segunda que quedar finalista e incluso ganar supone una inyección de motivación que es importante para continuar creando.
A continuación, os dejamos una muestra del tercer volumen de Paula Crusoe.
Muestra de imágenes de la editorial
Reseña una de sus obras Mónica, para crear expectación entre los usuarios.
Jajaja, no me lo había planteado. Me lo apunto 😉
¡Gracias por la sugerencia!