Edición original: The Punisher Presents: Barracuda #1 al #5.
Guión: Garth Ennis.
Dibujo: Goran Parlov.
Formato: 100 % Marvel, con 120 páginas a color.
Precio: 10,75 €
En un tomo anterior del Punisher, que recogía los números #31 al #36 (MAX: The Punisher, Barracuda), se nos presentó al que en este volumen es su protagonista: Barracuda, un tipo muy alegre, con muy mala leche y un enemigo más que declarado del cazacriminales Frank Castle.
En aquella primera aparición el escenario era acuático: yates, barquitos, magnates, pelandruscas, dedos cortados y mucha sangre. Aquí el paisaje no va a ser menos romántico, con sus islitas tropicales, el dictadorzuelo sonriente, la travesti de armas tomar y mercenarios por doquier. Y Barracuda, en medio de todos y de todos, cumpliendo con un encargo en forma de tímido imberbe, y con un propósito que tiene que ver con ganar mucha pasta con el que liquidar cuentas pendientes. Literalmente.
El volumen puede leerse prácticamente al margen de los otros números mencionados, por lo que comprende una historia que, si bien su final señala un camino determinado y la promesas de más cruces de palabras y balas, no hay necesidad de rastrear argumentos pasados o futuros. Más aún, el propio Barracuda se ocupa de explicar cómo sobrevivió a las últimas páginas de su encuentro con el Punisher.
Para hacerse una idea de lo que puede uno encontrarse habría que cruzar Por un puñado de dólares con Pulp Fiction, siguiendo la estela a la que nos tiene acostumbrados Garth Ennis: tacos, sexo, tacos, sangre, tacos y violencia a raudales. No en vano, esta miniserie queda dentro de la línea MAX, lo que implica libertad para soltar todo lo que se cuece en la cabeza del guionista.
Su argumento, por otra parte, resulta atractivo a buenas primeras: Barracuda acepta un trato con un jefe criminal cuyo parecido con cierto actor es más que sospechoso. Su tarea parece fácil: convertir a su apocado y hemofílico hijo en un auténtico hombre, para lo cual debe pegarle un tiro a la cabeza de un aliado narcotráficante que pretende subirle las tarifas. Lo que éste mafioso ignora es que el blanco de su punto de mira fue compañero en el pasado de Barracuda; y lo que tanto uno, como otro desconocen, es que Barracuda tiene sus propios planes. Para liar más el asunto y retorcer la trama, ninguno de estos saben que un puñado de tipos del gobierno piensan meterse en todo este berenjenal, lo cual nos deja con una isla a punto de explotar. Y no tiene nada que ver con el volcán en cuyo interior son arrojados los enemigos del dictadorzuelo sudamericano.
Es este meollo el que Garth Ennis nos presenta en su miniserie, donde no faltarán los ingredientes tan habituales –y, a veces, repetitivos– en él: violencia sin freno, humor negro y áspero, cruces de disparos según las normas Tarantino, vocabulario enriquecido con pintoresca jerga barriobajera y mucha, mucha acción.
El dibujante, Goran Parlov, el mismo que se ocupara del arco argumental donde se presentara a Barracuda, cumple adecuadamente con su función. La narración es fluida y los personajes están bien caracterizados, aunque con un cierto toque caricaturesco que encuadra perfectamente con el humor socarrón de Ennis, si bien, como dije antes, el personaje de Big Chris se parece mucho a cierto actor americano. Es difícil creer que fuese casualidad. Para el reparto de una película sin duda encajaría a la perfección, aunque, ¿quién podría hacer de Barracuda? ¿Michael Clarke Duncan?
Finalmente, para concluir, os puedo decir que el cómic fue bien entretenido, si se espera lo mismo que se promete. Es difícil encontrar una lectura profunda en una obra de Ennis, pero sí mucha diversión, a veces histriónica, con su buena dosis de mala baba que en este tomo ha sido muy bien llevada. Mención especial merece su brillante final que despertará más de una sonrisa por la malicia que encierra.
A mí me gustó mucho este tomo, me lo pasé en grande, me encanta su guionista y Punisher Max es con lo que más he disfrutado en años. Ahora soy seguidor de Ennis y cuando veo algo firmado por él, compro. Y normalmente no me defrauda.
La verdad es que es de los comics gamberros que Garth Ennis hizo ya una vez con la Brigada de Rifleros y no me esperaba otra cosa. Sigue siendo salvaje, brutote y malhablado. Como cuando vas a ver una peli de Tarantino, que ya sabe uno a lo que va. No te esperes un Preacher, evidentemente, pero el ratejo bueno no te lo quita nadie.
Barracuda mola y Punisher MAX es la leche, pero os recomiendo que leais Hitman. Pedazo de serie!
creo que este comic es bastante entretenido, aunque en mi opinion es mas flojo que la los Punisher «MAX» que ennis ha realziado hasta ahora… lo veo algo menos serio que los numeros de Punisher, un poco un divertimento de Ennis
blindJustice tiene razon, Hitman es cojonudo. El formato chico megasupertocho no me acaba de convencer, pero bueno, asi se tiene toda la coleccion en 3 numeros.