Memorias de la Zona Negativa

Hace 11 años…

Alberto Morán Roa sacaba a colación la miniserie House of M para listar los nombres de los dibujantes que se harían cargo de las portadas alternativas de los ocho números del experimento. Entre los elegidos Joe Quesada, Terry Dodson, John Cassaday, Alex Maleev o Chris Bachalo. También nos informaba nuestro compañero que el Green Lantern: Rebirth de Geoff Johns e Ethan Van Sciver había agotado por segunda vez la tirada de su segundo número. En el apartado de cine conocíamos las intenciones de Jeph Loeb por la adaptación de The Spirit de Will Eisner solo unos meses después del fallecimiento del autor. La productora Deborah Del Prete aseguraba por entonces que «la película mantendrá la misma integridad, arte y atractivo visual por el que The Spirit es tan conocido.» En 2008 se estrenaba el filme dirigido por Frank Miller. No hacen falta más comentarios, ¿no? Pues eso.

Hace 8 años…

José Torralba se marcaba con The Extremist: Máscaras que liberan, rostros que esclavizan, uno de sus artículos para el recuerdo hablando -¡sorpresa!- de una obra de la línea Vertigo. De este trabajo de Peter Milligan y Ted McKeever publicado en 1993 en Estados Unidos nuestro antiguo redactor destaca su nivel narrativo y su sobresaliente argumento aunque puntualizando que no se trataba de una obra para todos los públicos. El artículo también recuperaba un texto de Toni Boix titulado originalmente La vida para Milligan, ese estático montaje extremo que se había salvado de la quema de una versión anterior de la web. Esas cosas que pasan cuando visitas ciertas páginas sin protección.

Hace 5 años…

Pedro Monje anunciaba el regreso de un antiguo personaje de la línea Vertigo al Universo DC: La Cosa del Pantano. La creación Len Wein y Berni Wrightson tendría nueva serie aprovechando el relanzamiento de la línea editorial de la compañía y la primera muestra era una portada del francés Yanick Paquette. Todavía no se había anunciado el guionista de la nueva cabecera pero pronto descubriríamos que se trataba de Scott Snyder que al mismo tiempo empezaba su larga etapa en Batman con Greg Capullo como escudero de armas. El compañero Mariano Abrach, en esos últimos tiempos en los que aún leía publicaciones de DC Comics, y antes del que el Mundo Independiente hubiese lobotomizado su mente, anunciaba las series que compondrían la línea Batman en este NUDC.

Hace 1 año…

Luis Javier Capote nos ofrecía una reseña de Spider-Man: Vidas Paralelas, historia de Gerry Conway y Alex Saviuk en la que tirando de retrocontinuidad se explicaba como Mary Jane justificaba la manera en la que había descubierto la identidad secreta de Peter Parker (¡vaya farol se marcó la tía!). Para nuestro redactor de lo imposible quedaba patente «que ésta es una historia menor y hasta redundante en la larguísima trayectoria de Spidey, pero bien puede plantearse su valor para contemplar cómo ha evolucionado el cómic de superhéroes y el negocio editorial en este cuarto de siglo.»

También una reseña nos tenía preparada Javier Agrafojo escogiendo para la ocasión la selecta ¡Cadáver en el Imjin!y otras historias bélicas de Harvey Kurtzman. De esta recopilación Javier Agrafojo se explaya a gusto y merece la pena rescatar un párrafo de sus impresiones: «Kurtzman insufla un ritmo característico a sus historias, basado en la repetición de elementos simples (verbales o iconográficos) y en una línea gruesa y depurada hasta el esquema. La tensión de sus figuras, con ojos desorbitados, bocas desencajadas y posturas retorcidas (a la manera de Eisner) y su cuidadoso emplazamiento en el encuadre, desnudo de ornamentos, vehiculan un mensaje impactante, de fuerza primordial, que no siempre sortea la moralina (¡Enemigo!, por ejemplo). Sus piezas más logradas (Cadáver en el Imjin, El gran “Si”), cadenciosamente hipnóticas, resultan inolvidables, casi míticas, superando con mucho la adscripción a un género en pos de su universalización, o sea, rebasando el ejercicio narrativo más o menos hábil para mostrarnos un fleco de la condición humana. “Debería haberlo hecho más veces, porque cuando una historia te hace sentir la humanidad de alguien, te afecta, y realmente funciona“, explica Kurtzman a propósito de El gran “Si”. “Y no hay nada que puedas hacer con más intensidad que hacer que la humanidad de tus personajes afecte al lector.”