La decima entrega de la serie El Mercenario de
En la serie de reseñas que he dedicado a diferentes álbumes de esta serie, he ido seleccionando aquellos álbumes que tenían alguna característica especial, para bien o para mal, que los diferenciara del resto. Así repasé la historia de presentación del personaje (El Mercenario 1: El pueblo del fuego sagrado), la primera historia larga escrita para la serie (El Mercenario 2: La fórmula), la que posiblemente sea la mejor historia del personaje (El Mercenario 5: La fortaleza) y el capítulo de rompió temáticamente la serie para derivar hacia el género de la ciencia ficción y la fantasía sin complejos (El Mercenario 8: Año mil, el fin del mundo). Esta nueva entrega supone una rareza dentro de la serie ya que es la única que apuesta por el relato corto frente a los álbumes de historia completa y por introducir un elemento que hasta ahora había brillado por su ausencia en la serie: el humor.
La serie del Mercenario ha pasado a la historia del cómic español por su calidad gráfica indiscutible pero a nivel de guion nunca ha destacado especialmente. En algunas ocasiones incluso se notaba que el argumento se estiraba demasiado hasta alcanzar la longitud de un álbum completo lo que hacía que el resultado final se resintiera ya que quedaba patente que la idea básica del relato no daba para una historia larga. A esta sensación contribuye el escaso carisma del personaje protagonista, el cual nunca ha sido desarrollado lo suficiente como para despertar verdadero interés por él. Ahora bien, el formato escogido para este álbum, como compendio de historia cortas narradas por su protagonista al calor de una hoguera, demuestra que sí se pueden hacer cosas diferentes e interesantes con el personaje, ya que la extensión más breve del relato permite centrarse en la idea principal y jugar mejor con los golpes de efecto y el humor.
Las cuatro historias presentadas tienen en común la presencia de personajes que se pueden considerar gigantes aunque su naturaleza varíe de un relato a otro de la misma forma que cambian el tipo y tono de cada uno de ellos. Así, en el primero tenemos una historia mezcla de ciencia ficción y fantasía que casi parece extraída de The Twilight Zone. En la segunda, la más humorística, tenemos el encuentro del mercenario con un genio que le concede tres deseos. La tercera es una historia de brujas y demonios y la cuarta narra el encuentro del protagonista con una particular tribu de amazonas que tienen planeado para él un agotador destino como zángano real.
Tras nueve historias largas con sus altibajos narrativos y sus giros de timón argumentales, se agradece una pausa como la que ofrece este álbum, centrada en los elementos fantásticos y el golpe de efecto, dejando de lado desarrollos argumentales artificiosos, y dando más libertad creativa a su autor.
El otro aspecto que marca la diferencia de este álbum es el cambio en la técnica de dibujo de
En resumen, estamos ante un álbum que demuestra que no todo estaba dicho para el personaje y que éste funciona muy bien en historias cortas. Además, la cuidada edición de Ponent Mon, con los extras aportados por el propio artista, permite apreciar con mayor detalle la evolución del dibujo en su paso del óleo a la pintura digital.
Valoración
Guión - 6.5
Dibujo - 9
Interés - 6.5
7.3
Curiosidad
Interesante recopilación de historias cortas del mercenario que cuenta con el siempre atractivo arte de Segrelles como principal aliciente
Espectacular como siempre a nivel gráfico, a mi el guión aunque sean tramas cortas me han gustado como para subirle algo más la nota.
Gracias por el comentario y por la fidelidad a mis reseñas 😉
Respecto al guion, creo que tienes razón y sí merecía por lo menos el 7 porque también me gustó bastante el cambio de formato y de tono de las historias.
Este es un comic que espero en algún momento poder hacerme con todos los números, tanto el guión como el arte no defraudan.