Entre lo conocido y lo diferente
«No es mala idea tratar de vivir hasta cansarte»
TAKAHASHI Rumiko desarrolló el interés por el manga desde su infancia, momento en el que comenzó a dibujar. Durante su etapa universitaria, asistió a la Gekiga-Sonjuku, la escuela de manga creada por KOIKE Kazuo, el guionista de mangas como El lobo solitario y su cachorro, Asa el ejecutor o Crying Freeman, y toda una autoridad en la materia, de quien aprendió a desarrollar personajes interesantes. Durante un breve período de tiempo trabajó como asistente de UMEZZ Kazuo, otra gran figura del cómic japonés, pero en 1978 debutó como mangaka profesional, tras haber publicado sus propios dōjinshi, año en el que comenzó a publicar Urusei Yatsura, obra que se convertiría en su primer éxito.
A partir de 1980 comenzó a escribir y dibujar Maison Ikkoku, otra de sus obras importantes, simultaneando la publicación de ambas hasta 1987, año en el que les dio un final y se preparó para comenzar a trabajar de Ranma ½, su siguiente gran título, con el que se dio a conocer en occidente. Todos ellos llegaron a popularizarse en nuestro país y fueron publicados en las décadas pasadas, pero los aficionados de esta autora queríamos más y suspirábamos por Mermaid Saga, una obra de culto gracias a su adaptación animada y la imposibilidad de acceder a ella en nuestro idioma, que por fin ha llegado a nuestras librerías en tres volúmenes.
Mermaid Saga se publicó eventualmente entre agosto de 1984 y febrero de 1994 en las páginas de las revistas Shōnen Sunday Zōkan y Weekly Shōnen Sunday, ambas de la editorial Shogakukan, la cual siempre ha sido la casa profesional de Takahashi. La historia sigue los pasos de Yuta, un (aparentemente) joven que viaja a través de Japón en busca de sirenas para comer su carne, con el objetivo de poner fin así a su inmortalidad. Y es que en realidad tiene 500 años, gracias a que ya ingirió la carne de estos seres mitológicos, deteniendo el paso del tiempo y el deterioro de su organismo, que puede recuperarse de cualquier herida física, salvo la decapitación. Hastiado de una vida sin fin y haber perdido a sus seres queridos, busca revertir su estado y encontrar la paz.
En el primer relato concebido por Takahashi, Yuta encuentra a Mana, una joven que durante años ha sido alimentada con carne de sirenas y que está a punto de ser sacrificada por la tribu de estos seres para renacer en un cuerpo joven. Tras rescatarla, unen sus caminos y acompaña a Yuta en su búsqueda para volver a ser humano, conociendo a otras personas afectadas por haber comida carne de sirena, ya sea adquiriendo la inmortalidad o transformándose en deformadas criaturas salvajes e irracionales, conocidas como malogrados.
La lectura de este título es realmente interesante por sí misma, gracias a sus cualidades relacionadas con el desarrollo argumental, su naturaleza basada en episodios cortos que facilitan su lectura o el siempre amable dibujo de la autora. Sin embargo, observándola en el conjunto de la producción artística de Takahashi, la serie adquiere otros aspectos destacables que la convierten en una rara avis en su carrera. Alejándose del marcado carácter cómico de sus grandes títulos, para esta serie la mangaka partió de un planteamiento que abraza el género de terror, desde la concepción terrorífica que plantea de las sirenas, basándose en aspectos como la sensualidad, el engaño, la obnubilación y el peligro para los marineros, hasta los macabros y retorcidos argumentos de las historias, el pérfido comportamiento de los personajes con los que los protagonistas cruzan su camino o la violencia explícita que retrata a través de su dibujo.
El mérito de este exitoso acercamiento al género de terror reside en el dibujo de Takahashi, quien, sin renunciar a sus característicos diseños de personajes con facciones suaves y grandes ojos que transmiten numerosas emociones, mantiene su personalidad artística y la dota de nuevos elementos, como un mayor uso de las tramas y una asfixiante presencia de la tinta en los momentos adecuados, para oscurecer las páginas de esta obra, crear una atmósfera lúgubre y acentuar la terrorífica naturaleza de las sirenas y los repudiables actos que llevan a cabo.
A diferencia de títulos como Rin-ne, El espejo o la próxima Mao, cuya primera edición en nuestro país ha corrido a cargo de Planeta Cómic en formato tankōbon corriente, tanto las reediciones (Ranma ½, Urusei Yatsura y Maison Ikkoku) como esta obra han seguido un formato mayor, establecido por la extinta Glénat Ediciones/EDT para dar un mayor empaque a los trabajos de Takahashi. De esta manera, los tres volúmenes que recopilan todas las historias de Mermaid Saga tienen un tamaño A5 (148×210 mm) y sobrecubiertas, con la pérdida de las páginas originales a color, que son reproducidas en escala de grises, y una correcta traducción a cargo de Judith Zamora Lablanca.
La publicación de Mermaid Saga ha supuesto una de las novedades más importantes del año en el mercado español del manga, no solo por saldar una deuda pendiente con esta obra, sino por la calidad del trabajo de Takahashi y el valor que reside en sus historias, que dan una nueva vida a las leyendas orientales sobre estos seres fantásticos y nos permiten contrastarlas con las concepciones occidentales, además de ofrecer una lectura amena que mantiene las señas identitarias de esta autora, a la vez que permite vislumbrar diferentes técnicas gráficas y argumentales que le confieren un carácter único dentro de su producción artística.
Lo mejor
• La oportunidad de ver a Takahashi abordando el género de terror.
• La evolución de los personajes a lo largo de los relatos.
• El uso de las leyendas orientales y la representación gráfica de los seres mitológicos que las protagonizaban.
Lo peor
• Que sea una obra tan corta, porque deja con ganas de leer más historias de Yuta y Mana.
• Algunas historias son menos trascendentes y no aportan nada a la trama central.
Guión - 8.3
Dibujo - 9.2
Interés - 9
8.8
La publicación de este título supone una excelente oportunidad para que los fans de Takahashi accedan por fin a una obra de culto, a la que sería un error tratar como menor por ser menos extensa que aquellas que le dieron fama, puesto que tiene una identidad propia y atesora grandes virtudes.
Es una pena que estas ediciones de obras tan interesantes lleguen sin las páginas a color correspondientes.