Edición original: Meteor Men (Oni Press).
Guión: Jeff Parker.
Dibujo: Sandy Jarrell.
Color: Kevin Volo.
Formato: Trade Paperback, 128 páginas.
Precio:.
Es fácil imaginar cómo sería y qué consecuencias generaría la llegada de vida extraterrestre a nuestro planeta en la vida real; todos en algún momento lo pensamos y muchas veces se ha hecho, y se seguirá haciendo, para contar historias. Jeff Parker trabaja en Meteor Men con esa misma consigna, pero le sucede lo que a todo este tipo de narraciones: por más realista que logre postularse no dejará de ser una historia imaginada y no real, y será en vano el intento de negar que estamos tratando con ciencia ficción (al menos hasta que se produzca o se compruebe el contacto extraterrestre).
No obstante, el escritor de este cómic logra un abordaje que se ancla más en el realismo que en el hecho imaginado que lo interrumpe. Parker eligió este tipo de planteo para salir de su zona de confort, dejar de hacer lo que ya hace en su trabajo como contratado (principalmente superhéroes y aventuras) e intentar escribir un guión de características diferentes. Para ello enfoca la mayor parte de la atención en el personaje que tiene el rol protagónico, en sus cualidades, en sus problemáticas cotidianas y, claro, en cómo lo afecta a él de manera directa la llegada de unos seres extraterrestres.
Este es Alden Baylor, un adolescente de 16 años que vive con su tío luego de haber quedado huérfano, en la granja familiar que heredó. Allí permitirá entrar a sus compañeros de escuela (y amigos y conocidos y demás) para apreciar mejor una lluvia de meteoritos catalogada como la más grande que se haya visto. En medio de de esta caerá un meteorito sobre su terreno y desde allí partirá la narración.
En el curso de la historia, Alden deberá lidiar simultáneamente con su vida de todos los días y con lo que genera la caída de un meteorito de cualidades especiales en su propiedad. Por un lado, tiene que asistir a la escuela, trabajar medio tiempo y se interesará por una chica de su escuela… pero al mismo tiempo, primero tendrá que soportar a un profesor de astronomía apropiándose de “su” meteorito, luego se enfrentará al contacto extraterrestre siendo el único humano que eligen para relacionarse (en su zona), y finalmente sufrirá a las autoridades gubernamentales preocupándose por el rumor de la invasión de seres ajenos a la Tierra.
Ambos aspectos se tratan al mismo tiempo pero no son paralelos, sino que se cruzan entre sí tocando temas con cierta profundidad y drama, entre la vida, la muerte y sus sentidos, desde el punto de vista de un adolescente con la necesidad de afrontar responsabilidades importantes (tanto el hacerse cargo de su futuro, tras la muerte de sus padres, como el salvar a la humanidad de la invasión extraterrestre). Desde ya que este tipo de historia no es netamente pasatista, sino que Parker busca problematizar al lector sobre estas cuestiones, a través de una trama que puede atraer por su premisa de género de ciencia ficción pero que va algo más allá, aún con un guión bastante simple, directo y no tan elaborado.
El método de trabajo utilizado por Parker para desarrollar este cómic fue realizar las páginas a medida que ambos tuvieran tiempo para hacerlo, priorizando la calidad del producto final, con un estilo más europeo que estadounidense. En efecto, su idea se hace evidente en la uniformidad del dibujo de Sandy Jarrell, sin tiempos que lo apuren para terminar de dibujar un número mensual, por ejemplo, permitiéndole mantener un buen nivel de la primera página a la última. En el resultado final también jugó un rol importante el colorista, Kevin Volo, quien con su paleta aporta mucha vida y profundidad al dibujo original.
Un detalle del apartado gráfico que también es destacable está en la incorporación del rotulado y de los recuadros a la narración, por ejemplo desvaneciéndose o aclarándose en momentos en que el protagonista está dormido, soñando o similares.
La mencionada manera de hacer europea también tiene que ver con pensar la obra como una novela gráfica, destinada a editarse en un libro sin pasar por la publicación periódica. Oni Press respetó esto publicándola en un tomo, pero también la ofreció digitalmente en cinco capítulos semanales como parte de la estrategia de difusión o quizás también por la mentalidad del público estadounidense acostumbrado a las grapas.
De este modo, Oni suma otro interesante título a su ya notable catálogo de cómics recientes con la publicación de Meteor Men, una historia que aporta desde el género de la ciencia ficción así como desde la perspectiva de “ficción para jóvenes adultos”, además de ser una buena lectura por sí misma, que cumple su cometido de lograr salir de lo común de la producción norteamericana.
