Mi amigo Dahmer

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Guión: Derf Backderf
Dibujo: Derf Backderf
Edición España: Astiberri Ediciones (2014)
Contiene: My friend Dahmer (Abrams Comic Arts, 2012)
Formato: Tomo rústica con solapas de 224 páginas
Colección: Colección Sillón Orejero
Precio: 18,00 €
Valoración:

 

«Éste es el gran final de una vida malgastada, y el resultado final es abrumadoramente deprimente. La historia de una vida patética, enferma y miserable, nada más»

Hace un tiempo hablábamos del fenómeno de los serial killers y psycho killers, repasando su historia y su presencia en el mundo de la viñeta, todo ello a raíz de la publicación en nuestro país de El asesino de Green River. Una historia de detectives real del guionista Jeff Jensen y el dibujante Jonathan Case. Esta novela gráfica se convertiría en la ganadora del premio Eisner 2012 a la Mejor Obra Basada en Hechos Reales con una historia en la que su autor se atrevió a contarnos las vivencias y experiencias, a lo largo de más de veinte años, de su propio padre, el detective de homicidios Tom Jensen, en relación al caso de Gary Ridgway, uno de los más terribles psicópatas y asesinos en serie de Estados Unidos. Lo interesante de este relato era el punto de vista elegido por Jeff Jensen para adentrarse, desde una perspectiva muy real y tangible, en la misma mente de este atroz y cruel asesino. Pero esta voluntad de intentar comprender y razonar el mismo horror no resulta novedoso, como muestra de ello tenemos la reciente Mi amigo Dahmer, obra del historietista estadounidense y licenciado en periodismo Derf Backderf en la que este nos habla de su antiguo compañero de instituto y vecino de su localidad natal en Ohio, Jeffrey Dahmer, apodado posteriormente como El Carnicero de Milwaukee, un auténtico monstruo acusado de la muerte de diecisiete jóvenes varones que secuestró y violó hasta el canibalismo y la necrofilia.

Para Derf Backderf Mi amigo Dahmer ha sido un proceso que le ha llevado casi veinte años de su vida culminar, desde la fecha exacta del 22 de julio de 1991 cuando Jeffrey Dahmer fue detenido por sus crímenes y el mundo descubrió el oscuro secreto que se escondía bajo la piel de este hombre de semblante tímido y solitario. Desde ese mismo momento, Derf Backderf tuvo claro que los medios de comunicación estaban pasando por alto una historia que merecía ser contada y sobre la que él podía aportar algunas cosas por la relación que había mantenido con su inquietante amigo. El primer relato de Derf Backderf sobre Jeffrey Dahmer se publicaría en 1997 en la revista Zero Zero para posteriormente autoeditarse en 2002 una versión extendida de la obra de apenas veinticuatro páginas que pese a sus limitaciones consiguió demostrar su potencial con una nominación a los premios Eisner, convirtiéndose a la larga en la primera piedra de cara a la presente «encarnación definitiva» de Mi amigo Dahmer publicada el pasado 2012 por Abrams Comic Arts en Estados Unidos. El resultado final nos cuenta una crónica de juventud de Jeffrey Dahmer desde un punto de vista realmente cercano, una memoria directa de su autor basada en sus propios recuerdos y en las historias y anécdotas de sus amigos y compañeros de la época contrastadas con las mismas declaraciones de su protagonista y la policía así como las de otros familiares, vecinos, profesores o conocidos.

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Páginas de Mi amigo Dahmer de John Backderf

El propio Derf Backderf, autor de corte underground cuyo trazo podría ser el fruto bastardo del arte de sus compañeros Robert Crumb y Peter Bagge, conocido principalmente en su país por su longeva tira cómica The City, a la que se debe sumar su trabajo en las novelas gráficas Trashed y Punk Rock and Trailer Parks, considera Mi amigo Dahmer como «una novela gráfica que detalla el descenso de Jeff desde chaval rarito de doce años a adolescente que lucha desvalido contra los pensamientos oscuros que borbotean en su cabeza, y que le lleva hasta el momento exacto en que se le fue la pinza». No obstante, posiblemente lo más interesante del retrato realizado por Derf Backderf sobre el joven Jeffrey Dahmer viene a ser la dual perspectiva que podríamos entrever en ella, por un lado intentando ahondar en los orígenes psicológicos de este psicópata homicida, mientras por otra su autor intenta acomodar esta visión a sus propias impresiones y teorías sobre el protagonista de su historia con el que mantuvo realmente una relación distante y casi inexistente en su juventud. Porque por mucho que Derf Backderf nos hable de su amistad con Jeffrey Dahmer en su obra a lo sumo vislumbramos un conocido, el típico compañero de instituto con el que apenas tienes contacto, cuyas excentricidades son motivo de risa y burla para tus verdaderos amigos y para ti mismo o al que acabas rehuyendo porque no te inspira una sana confianza.

La hipótesis defendida por Derf Backderf a lo largo de Mi amigo Dahmer viene a decirnos que Jeffrey Dahmer, «un miserable pervertido cuya depravación alcanza lo casi incomprensible», no tendría porque haberse convertido en el monstruo que acabo siendo si hubiese podido compartir sus problemas y temores con alguien y, por ello, carga contra la indiferencia mostrada por los adultos que le rodeaban. Pero nuestro autor parece olvidar deliberadamente el papel que juegan en la adolescencia, para bien y para mal, las amistades y el resto de gente de la que nos rodeamos, lavándose las manos en este punto, señalando con el dedo a familiares y profesores mientras él mismo elude sus posibles responsabilidades. De esta manera, en Mi amigo Dahmer esboza un cierto cargo de conciencia que nunca acaba por confesar o materializar aún cuando en la obra comprobamos de su propio trazo como sus compañeros y él trataban a Jeffrey Dahmer casi como una mascota, utilizándolo a conveniencia como seguramente hicieron también sus padres en su proceso de divorcio para acabar arrinconándolo luego a un lado. Este perfil psicológico plasmado por Derf Backderf parece decir más sobre su persona que sobre el protagonista de su historia, aún cuando la mayoría de anécdotas y vivencias de Mi amigo Dahmer se basan en las experiencias de terceros y no en las suyas propias, sumado ello a una meritoria labor de investigación con mucho cuidado por los detalles y matices.

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Más páginas de Mi amigo Dahmer de John Backderf

Por supuesto, no hay mayor responsable de los actos de Jeffrey Dahmer que él mismo, nadie le obligó a cometer los terribles crímenes por los que acabó siendo finalmente detenido después de varios extraordinariamente afortunados encuentros con la policía, pero puestos a intentar poner algo de orden en el infierno, premisa de la que suponemos parte Derf Backderf en Mi amigo Dahmer, no se puede eludir tan fácilmente la influencia de ciertos elementos y aspectos claramente destacados en la vida de ese chico solitario, tímido y algo raro que acabaría siendo conocido como El Carnicero de Milwaukee, con una infancia en la que no hay constancia de maltrato físico o psíquico, ni huellas de una traumática adolescencia, como sí suele ser habitual y recurrente en muchos de los casos de asesinos en serie conocidos. Pero todo esto que comentamos no tiene nada que ver con la calidad de la historia, son posibles interpretaciones críticas que se pueden desprender de la presente lectura, infundadas o no por las mismas palabras de Derf Backderf, las cuáles pueden acabar señalando un valor añadido al relato, más allá de una simple y más típica recreación de los años de juventud de Jeffrey Dahmer enmarcada en la década de los setenta y adscritos principalmente a los sucesos acontecidos en el instituto Revere de Ohio, previos a la posterior escalada hacia la locura de nuestro horrible y despiadado protagonista marcada por su triste oleada de atrocidades.

Lo que nos propone Mi amigo Dahmer es conocer el primer acto de la tragedia, dibujando el panorama que serviría de caldo de cultivo a un asesino en serie, intentando intuir y ponerse también en su propia piel, construyendo, casi inintencionadamente, un denso y oscuro thriller lleno de humanidad en el que Derf Backderf no intenta que descubramos quién es el asesino sino de qué manera llegó a serlo, poniendo sobre relieve, siempre en base a sus impresiones personales, los posibles motivos, lógicos o no, comprensibles o no, que conducirían a Jeffrey Dahmer a tomar el camino que acabaría marcando su destino. El perfil psicológico resultante intenta echar alguna luz a la personalidad de este personaje, un ser retraído y atormentado por sus propios demonios en el que se acabó destapando un carácter obsesivo, controlador y extremadamente manipulador al que sus problemas con el alcohol y la marihuana no le beneficiaron precisamente. En este acto, el dibujo de Derf Backderf actúa el reflejo de un espejo deformante, es decir, nos engaña a primera vista con unos lápices de corte caricaturesco y con poco gusto por las formas terrenalmente humanas, pero como en el caso del maestro Robert Crumb al que acaba sintetizando, este acaba demostrando poseer un gran calidez en el tono de su trazo, con una importante capacidad y habilidad para retratar insanas y perversas emociones. En definitiva, Mi amigo Dahmer es un interesante y cotidiano «en la mente de un asesino», con una amalgama de virtudes y defectos traducida en matices que eluden lo simple y rutinario.

Enlaces de interés

 Artículo de El asesino de Green River. Una historia de detectives real de Jeff Jensen y Jonathan Case

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Lono
Lono
Lector
13 febrero, 2014 11:40

Suena interesante, pero el dibujo me echa bastante para atrás; demasiado «underground» para mi gusto…

asthur-kong
asthur-kong
Lector
13 febrero, 2014 12:25

Este cómic ofrece una visión de un asesino en serie que rara vez se ve expuesta;y que es la de aquellos que le conocieron antes de ser un asesino y además en una época como el instituto que es especialmente «sensible», desde ese punto de vista el cómic es interesante.Sin embargo,en mi opinión,creo que el autor se equivoca intentando buscar culpables(la madre,las drogas,la despreocupación de los profesores..)cuando lo que demuestra el cómic es que la infancia/adolescencia de Dahmer no es muy diferente de la de muchos otros estudiantes que nunca llegan a convertirse en asesinos en serie.Es muy humano querer entender al monstruo, pensar que hay un motivo,o incluso una cura algo que nos de la seguridad de que podemos evitar estos casos, pero quizá simplemente no es así´.En definitiva me ha dejado un sabor agridulce además el dibujo no me parece nada del otro mundo.De todas maneras no se fíen sólo de mi criterio ya que este cómic ha sido galardonado con el Premio Revelación del Festival de Angouleme hace un par de semanas

lacuevalamacaca
Lector
13 febrero, 2014 12:53

Pues a mi me ha encantado este comic. Aborda un tema mil veces contado pero desde un punto de vista original y de primera mano. Al final del tomo el autor pone todas las referencias y bibliografía que ha tomado para la historia, como ya hiciera Alan Moore para su From Hell, lo que no have más que evidenciar la gran labor de documentación y el trabajo que ha hecho este tipo para realizar este comic. Creo que es el From Hell de este siglo

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
13 febrero, 2014 16:01

La verdad es que pinta interesante. Pero, como a JOSE, me echa para atrás el dibujo.

Ataúd Johnson
Ataúd Johnson
Lector
13 febrero, 2014 16:15

Antes que nada, mis felicitaciones una vez más al Sr. Pardo: adalid de las decapitaciones, torturas, empalamientos y demás actividades lúdico-anatómicas en calidad de observador (por ahora), por acercarnos las aventuras y desventuras de estos ministros de Cultura frustrados. En este caso, nuestro amigo Jeffrey.

Parece claro, que las posibles similitudes con la maravillosa «El asesino de Green River» se acaban es ese «intentar comprender y razonar el mismo horror» que citas, porque mientras el primero parte de esa idea para contar una historia policíaca negra, en «Mi amigo Dahmer» se da esa vuelta que para mí lo convierte en un gran cómic: y es el papel de Derf Backderf. Backderf cuenta la historia del chaval que todos hemos conocido, al que tratamos como una atracción de feria y que nunca forma parte de nuestro grupo de colegas. Así, el hecho de que se pregunte cómo carajo pudo ese chaval hacer lo que hizo, tirando de «hipocresía», culpando a profesores, adultos, familia, etc…(que sin duda, todos tuvieron su parte de culpa aunque yo tengo una teoría que ya comenté con Jordi, que si el debate en los comentarios da para más, lo hablamos), para mí es un elemento más que se añade a la historia, es más, es como digo, su mayor acierto. Sitúa al lector como «activo» quizás indirectamente, y en la tesitura de ver algo parecido de tu vecino del sexto y tener que declarar ante una cámara:» era buena gente,a mí siempre me saludaba».
Creo que no cae nunca en el efectismo, en la parcialidad ni en el melodrama. Hace las preguntas que un adulto le haría a su yo de 15 años, pero sobre todo a gente como el maestro que (fruto de la época) rivaliza con el alumno más gallito de la clase en liar un porro en menos tiempo que él, como para fijarse en un chaval callado y solitario con gusto por las bebidas espirituosas. Porque también es un fresco interesantísimo de la época, unos 70 en un pueblo paleto que empieza a creer dejar de serlo. Y claro, ahí gente con el perfil de Dahmer no tenían buen pronóstico.

En relación al dibujo, puede parecer que ese toque underground que decís no es el adecuado, pero yo acabé viéndolo así. No hay que olvidar que no es la historia del Carnicero de Milwaukee, es la historia de los años de instituto de Derf Backderf donde conoció a un chaval «peculiar», y ese estilo a lo Odio o a lo Crumb entre lo patético y lo siniestro, donde ningún personaje parece del todo bueno, donde no te fías de los jóvenes y menos de los adultos me pareció otro acierto más.

Por ponerle un pero, diría que algunas escenas no están del todo bien conectadas y hay ciertos desajustes en la narración, pero los achaco al tono «documental» de la obra y no son especialmente molestos.

En el tema de From Hell, bueno, es que para mí From Hell es uno de los mejores cómics de la historia y no es comparable en nada a Mi amigo Dahmer gustándome mucho.

Lo que no voy a hacer es recomendarlo a todo el mundo, porque supongo que no es un cómic para todo el mundo, eso sí, si te apasionan como a mí los psycokillers y sus aficiones, corre a por él.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
13 febrero, 2014 16:57

No; si a mí no me parece que el estilo de dibujo sea inadecuado. De hecho, probablemente, un dibujo más preciosista fuese incluso contraproducente para un relato de este tipo. Ocurre que (y juzgando únicamente por las páginas aquí adjuntadas) este dibujo en particular no me gusta.

Y creo que la comparación con Crumb le viene grande.

asthur-kong
asthur-kong
Lector
13 febrero, 2014 23:15

En mi comentario de la mañana me he expresado fatal porque en el fondo pretendía decir lo mismo que el señor Pardo;por supuesto que me interesa como sentía e interpretaba la realidad Dahmer de hecho es lo que mas me interesa.Cuando le preguntaron a Dahmer por que lo hizo,respondió «porque no quería sentirme solo».Un motivo sencillo que puede llevar a un análisis sobre la soledad en la sociedad,el aislamiento…pero lo que me interesa es como ve el mundo alguien o como lo interpreta para creer que la solución a la soledad es raptar,zombificar y asesinar hombres jóvenes.Y esa es loa parte que decía que me interesa de este cómic;un relato de primera mano de como se comportaba Dahmer en su adolescencia,un intento(seguramente fallido) de comprender como veía el monstruo la realidad.Pero es que tengo la sensación en otros momentos que el autor necesita un proceso de expiación,un no qerer sentirse culpable y querer pensar que había señales que se pudo haber evitado,incluso toma partido por el padre frente a la madre y esta es la parte que menos me interesa y es humano pensar (si conociste en el instituto a un psicokiller) «que podía haber hecho para evitarlo,pude tratarlo mejor,…pero esta parte no me interesa personalmente.Digamos que me interesa más el llamémosle Slice of life de un Psicópata que la busqueda de culpables o señales.Seguramente me habré explicado fatal otra vez pero….

Javié
Javié
Lector
14 febrero, 2014 4:14

Esta demostrado científicamente que en la mayoría de casos, cuando se ha estudiado el cerebro de un asesino en serie se han hallado problemas o lesiones en alguna región de este, por lo que la teoría mas aceptada hoy día por la comunidad científica es que este tipo de conductas obedecen por igual tanto a la parte física como a la psicológica, la proporción evidentemente varia según el caso.

asthur-kong
asthur-kong
Lector
15 febrero, 2014 10:39

Señor Pardo, yo si he visto la película de Dahmer y efectivamente se aproxima más a lo que yo me refería aunque mi pelicula favorita sobre este tema es Henry,Retrato de un Asesino en Serie;esta si que la interpreto como un slice of life.Una película con un psicokiller que no es glamouroso,ni inteligente,ni interesante.Con una vida aburrida,mecanizada,banal y con un proceder sistemático;Sin policías heroicos,sin querer explicar el porqué,sólo la aburrida vida de un aburrido psicópata asesino.Una película sin principio ni final al uso,sólo un tiempo contínuo,en el que los procesos de cosificación son brutales,llevando a conversaciones entre Henry y Ottis en los que aplican la lógica más simple a los procesos de la muerte(al estilo de los nazis y sus «fábricas de la muerte»).Una película que te deja mal cuerpo sin necesidad de recurrir a imágenes violentas ni a detalles escabrosos sobre los asesinatos.

marcus
marcus
Lector
16 febrero, 2014 10:50

«Backderf cuenta la historia del chaval que todos hemos conocido, al que tratamos como una atracción de feria y que nunca forma parte de nuestro grupo de colegas. Así, el hecho de que se pregunte cómo carajo pudo ese chaval hacer lo que hizo, tirando de “hipocresía”, culpando a profesores, adultos, familia, etc…(que sin duda, todos tuvieron su parte de culpa aunque yo tengo una teoría que ya comenté con Jordi, que si el debate en los comentarios da para más, lo hablamos), para mí es un elemento más que se añade a la historia, es más, es como digo, su mayor acierto.»

Sé que llego tarde pero me gustaría conocer esta y otras teorías. ¿Nadie aquí se siente fatal por haber mirado para otro lado en el instituto? En este sentido yo estaba puteado, pero había 2 con tantos problemas como un servidor al menos. Recientemente hice una búsqueda en Google: uno ha sacado hasta un libro y le va bien, y del otro no se sabe nada y no me podría extrañar si me dijeran que se ha suicidado. Habría que cuidar más esto, no sé cómo pero habría que hacerlo, a mucha de esta gente se le jode la autoestima de por vida. Y no justifico cuando se les va la olla eh?

«Esta demostrado científicamente que en la mayoría de casos, cuando se ha estudiado el cerebro de un asesino en serie se han hallado problemas o lesiones en alguna región de este»

Por lo que sé esto no está tan claro, sí que en algunos de ellos se ha encontrado un patrón, ahora no recuerdo si era una mayor o una menor actividad de una zona concreta del frontal, pero de ahí a poder hacer una generalización o decir que en la mayoría de casos hay lesiones aún falta creo.