Sobrevivir en el mundo de la mafia
«Estoy deseando que me destroce la vida».
El ser humano tiene un lado cruel, oscuro, que en ocasiones lo lleva a inclinarse hacia la delincuencia y el crimen. Este mundo no ha sido ajeno al manga y son muchos los títulos que se han centrado, por ejemplo, en la Yakuza, la conocida organización criminal de Japón. Ahí tenemos, por citar solo un par de mangas de esta temática de entre los que se han publicado en España, obras como Crying freeman, de KOIKE Kazui e IKEGAMI Ryoichi, una de las más icónicas dentro del género; el BL Pájaro que trina no vuela, de YONEDA Kou, o Yakuza, amo de casa, de OONO Kousuke, con un punto más humorístico. Hay otros títulos en los que la mafia japonesa no es el tema central, pero aparece de una u otra forma.
Es en este mundo en el que se adentra KONISHI Asuka en Mi prometido yakuza, manga cuyo primer tomo ha sido publicado recientemente por Norma Editorial. En esta obra se mezcla el universo del crimen organizado con la vida escolar —con sus luces y, sobre todo, sus sombras—, el humor con escenas escalofriantes, cuestiones muy cotidianas —como querer ir de compras o plantearse una mudanza— con acontecimientos propios de un thriller. Serializado originalmente en la revista Afternoon de Kodansha, llega ahora a nuestras manos y nos ofrece una propuesta bastante curiosa.
La vida de Yoshino nunca ha sido normal: sus compañeros de clase murmuran a sus espaldas, no tiene ningún amigo… Ser la nieta del jefe Somei, el líder de un importante grupo yakuza, la ha condenado a ello. Pero no solo a mantenerse en esa especie de aislamiento involuntario, sino también a estar envuelta de repente en un matrimonio concertado. A su abuelo le ha parecido una buena idea acordarlo con el jefe de la familia Miyama, de Tokio, para que Yoshino por fin tenga experiencia con los chicos, decida casarse o no. Es entonces cuando la muchacha cambia de ciudad y de casa para conocer a su prometido y decidir qué quiere. Sin embargo, y pese a las apariencias, el apuesto y amable Kirishima Miyama no es como le habían contado ni como ella esperaba.
Mi prometido yakuza es un manga en el que KONISHI Asuka nos sumerge en el mundo de la mafia japonesa de la mano de una protagonista que, de pronto, se ve involucrada en situaciones inesperadas debido a la familia de la que procede y decide hacerse con un lugar propio. A lo largo del primer tomo, Yoshino se ve arrastrada por una serie de decisiones que no ha tomado, pero, aunque opta por cumplir con las expectativas que se han puesto sobre ella, lo hace a su manera. Resulta fácil entender sus sentimientos: su desconcierto e indignación cuando descubre lo del matrimonio concertado, sus ganas de abandonarlo todo y regresar a casa cuando las cosas no salen como esperaba, la soledad en un entorno donde no termina de encajar por unas razones u otras.
No obstante, no se rinde, y son sus ganas de demostrar quién es las que la hacen un personaje llamativo. Si bien al principio se deja llevar por lo que otros determinan, hay un punto de inflexión en el tomo que cambia bastantes cosas y, pese a que algunas decisiones de Yoshino puedan dejarnos atónitos, hacen que sintamos interés por ella y la manera en que va a sorprendernos en las siguientes entregas de la serie.
A decir verdad, una de las palabras que definen Mi prometido yakuza es, precisamente, sorpresa. El manga no es lo que parece al principio y, de pronto, la historia se vuelve bastante más oscura. Sin perder el humor que desprende desde las primeras viñetas —y que cambia un poco según lo hace la trama—, de repente Konishi nos muestra las sombras de la Yakuza, unas bastante crueles. En este sentido, destaca, por supuesto, Kirishima, que al principio se esconde tras una máscara hasta que Yoshino descubre cómo es de verdad. Hay actitudes y conversaciones verdaderamente perturbadoras, como la que mantiene con la protagonista cuando Kirishima por fin deja de fingir y le indica cuáles son sus posibilidades dentro de la Yakuza… La mezcla de los diferentes elementos con los que la autora construye su historia encajan bien y consiguen que la historia enganche.
Probablemente, una de las cosas que más llaman la atención de Mi prometido yakuza sea el dibujo de KONISHI Asuka. Sus trazos son curiosos, con un estilo muy personal, aunque tal vez por ello haya algunos lectores a los que no convenzan del todo. Destacan las expresiones de los personajes: la sonrisa de Kirishima, tan amable en apariencia, tan inquietante cuando uno sabe lo que oculta en realidad; los gestos de desconcierto y fastidio de Yoshino, siempre inmersa en situaciones inesperadas o desagradables. Konishi, además, caricaturiza a su protagonista para reforzar el humor tan peculiar de ciertas escenas. Es un recurso que, por lo general, funciona, aunque a veces pueda parecer excesivo.
Mi prometido yakuza es un manga que, como comentábamos antes, sorprende. Por el momento, su autora solo nos ha permitido ver la superficie de sus protagonistas, del mundo en el que viven y de a dónde están dispuestos a llegar para conseguir sus objetivos, pero, pese a ello, consigue que sintamos interés por su historia. Además, el primer tomo se queda en un punto que deja con ganas de averiguar qué está pasando, tanto por la trama como por ciertas revelaciones de último momento.
Lo mejor
• KONISHI Asuka maneja bien los giros de su historia y consigue sorprender con lo que sucede y las conversaciones entre sus personajes.
• Los diferentes elementos con los que la autora juega para dar forma al argumento funcionan.
Lo peor
• Aunque el dibujo tiene mucha personalidad, tal vez no sea del gusto de todos los lectores.
Guión - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 7.5
7.5
KONISHI Asuka nos propone una historia sorprendente sobre la Yakuza y cómo su protagonista intenta sobrevivir en ese mundo.