El nacimiento de una leyenda
«Todos parecen tan felices ¿Por qué el mundo la ha tomado conmigo?»
Es emocionante asistir al nacimiento de un medio, a los primeros pasos de un lenguaje artístico, a las primeras aventuras de una serie que contribuyó a consolidar la continuidad en las comic strip norteamericanas. Mickey Mouse de Floyd Gottfredson – y de tantos otros – es una serie pionera, una tira diaria revolucionaria, una obra que expandió temáticamente y formalmente el género para convertirlo en una de las diversiones favoritas de los lectores de todo el mundo.
Los propietarios del personaje, Walt Disney Studio, fundado por los hermanos Roy y Walter Disney, recibieron el encargo de la distribuidora de prensa King Features Syndicate para que creasen la strip del personaje Mickey Mouse que estaba triunfando en los cines. Era el año 1929 y ya se habían estrenado una decena de cortos de animación protagonizados por el simpático ratoncito con gran éxito de público.
Este encargo lo asumieron los creadores del personaje, el propio Walt Disney a los guiones y Ub Iwerks al arte, con la ayuda de Win Smith a las tintas. Pese a los titubeos y las desavenencias personales entre el equipo, la tira se estrenó el 13 de enero de 1929 con una primera aventura titulada Perdido en una isla desierta, y los autores contaban con el respaldo puntual de un ayudante de animación, un tal Floyd Gottfredson, que llevaba unos dos meses en la compañía.
Las tensiones entre Ub Iwerks y Walt Disney cristalizaron pronto y el primero decidió dejar la empresa para fundar su propio estudio de animación, cuando tan solo se llevaban cuatro semanas de publicación. Lo relevó Win Smith. Este equipo completó la primera aventura que finalizó el 31 de abril de 1930.
Se trata de una historia ambientada en un paisaje rural, donde Mickey es arrastrado por los acontecimientos y donde el ambiente exótico de una isla tropical permite toda una serie de gags con los indígenas o animales salvajes como antagonistas. El estilo artístico se asemeja al de los cortos de animación, con fondos bastante esquemáticos, movimientos frenéticos de los personajes y un entintado entre rústico y salvaje.
Para a segunda aventura, los ejecutivos de la King Features Syndicate le pidieron a Disney que potenciara la continuidad en la serie, que primara la aventura dramática al humor vodevilesco. Eran tiempos de cambio y las strips norteamericanas empezaban a exploran bosques salvajes, junglas urbanas, universos lejanos y paisajes exóticos.
Esta segunda aventura, que se tituló Carrera hacia el valle de la muerte se inició el 01 de abril de 1930 y se prolongó hasta el 20 de septiembre.
Mickey Mouse y Minnie intentan administrar una herencia de un tío fallecido de esta. El legado incluye una vieja mansión, donde encontrarán el mapa de una mina de oro. Sin embargo, los criminales Pete Shot y el viejo Shyster pretenden robarles la mina apoderándose del mapa. Para ello los perseguirán hasta el desértico y peligrosos Valle de la Muerte, acusándolos en falso de robo.
Pese a las irregularidades argumentales y gráficas, esta aventura marca el inicio de la etapa de Floyd Gottfredson al mando de la strip. Su primera tira publicada data del 05 de mayo de 1930, cuando se llevaban unas cuatro semanas de trama y salvo un breve período comprendido entre el 09 y el 21 de junio que corre a cargo de Jack King, la responsabilidad de la serie recaerá en Gottfredson durante los siguientes cuarenta y cinco años. Hasta noviembre de 1975, cuando se publica su última daily. Y eso que en un principio Disney le prometió que sería un encargo temporal.
En manos de Gottfredson la tira adquiere un aspecto más urbano, los fondos adquieren más detalles reconocibles y la acción pasa a dominar las tramas. El bueno de Floyd introduce desde el inicio una suerte de continuidad, al principio atropellada, luego más fluida, añade personajes a la strip y alterna géneros como el terror, el western, el melodrama o la aventura exótica. Es una transformación completa de la serie que se consolidará a mediados de la década de los treinta y que durará hasta finalizada la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo en estos primeros años ya podemos apreciar claramente su estilo artístico y su talento para la narración gráfica.
Este primer álbum editado por Planeta Cómic incluye las tiras diarias desde su inicio, el 13 de enero de 1930 hasta el 09 de enero de 1932. Son los dos primeros años de la strip que están divididos en las siguientes aventuras:
Perdido en una isla desierta (13/01 a 31/03/1930) realizada por Walt Disney, Ub Iwerks y Win Smith.
Además tenemos:
Mickey Mouse en el Valle de la Muerte (01/04 a 20/09/1930)
Mr. Slicker y los ladrones de huevos (22/09/ a 29/12/1930)
La música de Mickey Mouse (30/12/1930 a 03/01/1931
El picnic (12 a 17/01/1931)
Problemas de tráfico (05 a 10/01/1931)
Mickey Mouse contra Kat Nipp (19/01 a 25/02/1931)
Mickey Mouse, campeón de boxeo (26/02 a 29/03/1931)
Alta Sociedad (30/03 a 30/05/1931)
Trabajo en el circo (01/06 a 07/07/1931)
El cachorro Pluto (08 a 18/07/1931)
Mickey Mouse y el plan de rescate (20/07 a 07/11/1931)
Mickey el bombero (20/07 a 05/12/1931)
La pensión de Clarabella (07/12/1931 a 09/01/1932)
Todas estas historias están escritas y dibujadas por Floyd Gottfredson, con la ayuda puntual de Walt Disney al guion en el inicio de la segunda aventura de la serie; la colaboración de Win Smith, Jack King y sobre todo Earl Duvall en el arte y con el entintado de Win Smith, Roy Nelson, Hardie Gramatky, Earl Duvall, Ted Thwaites, Al Taliaferro y el propio Gottfredson.
Son catorce aventuras que alternan gags con auténticas epopeyas aventureras, que incluyen desde el thriller, hasta el drama romántico, el western o la comedia costumbrista, todo teñido de un ligero componente social que convertía a Mickey en el auténtico héroe de las clases más castigadas por los efectos del Crack del 29.
A pesar de ser el escritor, el director artístico y el dibujante principal de la comic strip, Floyd Gottfredson nunca pudo firmar su trabajo. La política de la empresa Disney, que glorificaba a uno de sus fundadores, obligaba que todos sus productos fueran rubricados por la firma de Walt Disney. Esto dura hasta la actualidad y propició que enormes artistas como el propio Gottfredson, Carl Barks, Don Rosa y muchos otros permanecieran en el anonimato hasta que, tras la muerte del jefe Walt, se empezara a reconocer la verdadera autoría de cada obra.
Gottfredson también se encargó de la página dominical durante unos años. Concretamente entre 10 de enero de 1932 hasta diciembre de 1938, encargándose principalmente del dibujo. A partir de esta fecha y agobiado por la carga de trabajo cedió el arte a otros artistas de la factoría.
Para explicar mejor el arte de Floyd Gottfredson, detengámonos en algunos momentos de estos primeros dos años de strip.
La secuencia de la cascada
Se trata de un conjunto de tiras comprendidas entre el 07 al 23 de agosto de 1930, son un total de 15 tiras que corresponden a dos semanas y media de publicación. Mickey y Minnie van tras un tesoro que le corresponde a la chica por herencia. Para encontrarlo tienen un mapa que es codiciado por una pareja de criminales llamados Pete Shot y el viejo Shyster. Los dos bandidos consiguen hacer creer al alguacil y sus hombres que los ladrones son la pareja protagonista. Una cuadrilla persigue a Mickey mientras otro grupo encarcela a Minnie junto a un minero amigo. En su huida a caballo el ratón protagonista se encuentra con un profundo desfiladero y decide cruzarlo usando un enorme cubo transportador de minerales. En medio del abismo el alguacil corta a cuerda con lo que Mickey y su potro acaban flotando en el rio que les conduce a una enorme cascada. Mientras tanto Minnie es interrogada y amenazada por los ayudantes del alguacil…
El argumento del falso culpable se sustenta con una frenética persecución, con un modélico montaje en paralelo y con una dilatación del tempo narrativo para aumentar la emoción. Son unos recursos novedosos que engancharon y maravillaron a los lectores de la época.
Mickey Mouse suicida
Esta es quizás la secuencia más recordada de los primeros años de la serie. Por su argumento dramático y por la insólita libertad temática que con el paso de las décadas fue brutalmente aniquilada en aras de una uniformización estilística y un conservadurismo ideológico. La acción se desarrolla en los días comprendidos entre el 17 y el 24 de octubre de 1930. Tras vislumbrar a través de una cortina que Minnie ha besado a un competidor, Mickey completamente deprimido decide suicidarse. Para ello utiliza varios métodos que fracasan ocasionando situaciones grotescas y humorísticas…
El enfoque del episodio es completamente naturalista y dramático lo que acaba proporcionando una semana de tira realmente trágica y desasosegadora. Gottfredson pone toda la carne en el asador por lo que el lector acaba sufriendo junto al protagonista. Además, en el apartado artístico, potencia un rayado denso y sombrío de los fondos y las sombras para acentuar la profunda enajenación de Mickey.
La edición técnica y física de este primer álbum a cargo de Planeta Cómic es muy correcta. El tomo es en cartoné, tiene un tamaño suficiente para leer correctamente las tiras, la impresión es buena y el papel adecuado. Contiene, al principio y final del volumen numerosos artículos de contexto, algunos son muy interesantes, otros meramente propagandísticos y encontramos, también, numerosa documentación gráfica. Esta edición sigue fielmente la publicada en su país de origen por Fantagraphics Books. Lo que no es de recibo es el precio del artículo. Es un costo demasiado elevado que no potencia la difusión de una obra tan imprescindible como esta y, lo que es peor, que pone en peligro la viabilidad de la colección. Un auténtico despropósito.
Mickey Mouse de Floyd Gottfredson es una de las primeras obras maestras del cómic de prensa norteamericano. Su influencia se extendió durante varias décadas y por todos los rincones del mundo. En este artículo detallamos con más profundidad el impacto de Gottfredson en el cómic mundial, además de reseñar su biografía esencial.
Este primer volumen debería ser absolutamente necesario para cualquier amante del cómic en general, lástima que la política de precios de la editorial lo convierta en un auténtico artículo de lujo. No aprendemos…
Salut!
Lo mejor
• Es el inicio de una gran aventura.
• El genio de Floyd Gottfredson.
• El curso de narrativa gráfica que encontramos en estas páginas.
Lo peor
• El precio, por supuesto.
• Que Floyd Gottfredson y sus ayudantes nunca pudieron firmar su obra.
Guion - 9
Dibujo - 9
Interés - 9
9
Seminal
Una obra histórica, de gran atractivo en una edición demasiado cara
Desconocía la existencia de esta obra y la verdad es que tiene muy buena pinta, parece realmente interesante. Gracias por descubrírmela. Lamentablemente, ahí se va a quedar. Ese precio es del todo injustificado. Sobre todo cuando la edición original cuesta 30$. Una pena.
Gracias por tu reseña, Tristán. Los amantes de los comics de prensa estamos muy felices dado que en los últimos 6 o 7 años hemos tenido la edición en castellano de mucho material indispensable. Pero coincido que la política de precios de Planeta provoca el autosabotaje. Espero que pronto tengamos una edición de calidad de Mary Perkins y una reedición de Modesty Blaise.
Coincido con Raku, es una pena que esta obra no la publique Dolmen, editorial mucho más económica en sus precios y que siempre realiza un magnífico trabajo.
A pesar del precio no descarto comprarla, pero ahora mismo mi presupuesto para tiras de prensa está centrado en completar Terry y los piratas, serie que me maravilla cada vez más con cada tomo que leo.
Muy buen articulo Tristán.